Relajándome y drogándome (libre)

Estaba completamente alucinada, como en un cuerpo promedio podía caber un semejante animal!!?, no podía hablar pero asintió con la cabeza, no sabia que decir o que hacer, la verdad no les temía a “los vampiros”. Me dio un lametazo en la mejilla, me seque teatralmente, poniendo una exagerada cara de asco, luego reí.
Se acerco a las rocas y partió una con suma facilidad. Además de poder convertirse en loba y regenerarse, también tenia súper fuerza? ... porque yo no tengo súper fuerza? Esto es sumamente injusto!!!... me crucé de brazos enfadada.
-ya entendí, ya entendí!, no tienes porque desquitarte con la pobre roca!- sonreí de medio lado. Me senté en el pasto, saque un cigarrillo, lo encendí.
-perdón- miré a Lucrecia con cara de disculpa - pero lo necesito- aun tenia que asimilar toda la información que acababa de obtener, necesitaba tabaco en mi cuerpo para tranquilizarme.

Me dirigi al lugar donde habia entrado en fase, y volvi a salir de ella con la misma naturalidad. Me agache a cojer mis ropas y me vesti de espaldas a ella.

-No te preocupes, fuma, es solo que tengo un olfato demasiado sensible.- Me gire y la sonrei

-¿Como te sientes? ¿estas bien?- me acerque a ella y me deje caer a su lado

-Se que te resultara confuso, y piensa lo desesperada que estoy para mostrarte esto... como entenderas nadie ajeno a esto sabe lo que has visto, pero no se me ocurria otra forma de alejarte de los palidos. No debes acercarte a ellos, son inmortales, tienen mucho tiempo para practicar sus mentiras, ademas, no es solo su caracter, aunque alguno de ellos no sea... necesariamente malo, sus instintos... no pueden controlarse, el olor de la sangre los enloquece como a los tiburones, y una situacion... intima, tambien suele alterarlos...- La mire sonriente - No te acerques a ellos o esto no habra servido de nada.-

Le di una larga bocanada a mi cigarro, Lucrecia volvió a su cuerpo “humano”, la escuche con atención, me costaba demasiado asimilar todo esto... como era posible que vivieran vampiros como en las películas entre nosotros?.
-un poco impactada pero bien- mostré la lengua.
-ya, tranquila no me acercare- no tanto, sonreí ocultando fácilmente mi mentira, ahora más que nunca me llamaban mi atención, aunque ahora les tenia más respeto, sabia hasta que punto me podía acercar a ellos, bote el humo que tenia en los pulmones.
-no es fácil verdad?.... digo... no es fácil vivir con eso?- pregunte mirando su rostro, quizás a ella no le gustaba ser así... tener ese don... no era muy buena hablando temas serios, pero le haría el intento.

No me costo mucho reflexionar sobre mi respuesta, al menos no en este momento, pues es algo que ya habia estado en mi mente desde hace mucho tiempo.

Negue con la cabeza. -No...- sin esta responsabilidad mis hermanos no habrian... -Es dificil estar siempre alerta, luchando... no solo contra las sanguijuelas si no contra uno mismo... veras, todos los licantropos... nuestra rabia es demasiado fuerte, y aveces una discusion estupida nos puede inducir al cambio... perdemos el control con la ira, puedes llegar a dañar a la persona que mas te importe y no darte cuenta de ello hasta que no... bueno ya has visto la piedra.- Me encoji de hombros.

La mire algo entristecida por mis propias palabras y recuerdos. -Con todo lo que sabes ahora tendria que matarte.- Sonrei vagamente y me recoste en la arena mirando al cielo.

Me puse en su lugar y me entristecí, era extraño sentirme de esa manera, tan atada de brazos, la abracé
-estufita!- le sacudí el pelo con mi mano.
-no podrías matarme soy demasiado encantadora- le mostré la lengua, sonreí. Actúa como una adulta por una vez tarada!.
-yo mmm no soy muy buena en esto- me encogí de hombros- pero puedes contar conmigo, ya sabes para cuando te sientas mal y ese tipo de cosas, se que soy un poco cabezota pero puedo llegar a ser una gran amiga si es que me logras soportar- sonreí de medio lado, esperaba que esas fueran las palabras correctas.

Sonrei antes sus palabras. -Si tu eres capaz de soportar a una bola de pelo potencialmente homicida creo que podre soportarte...-

Todas las advertencias estaban echas, ahora solo quedaba que me escuchara.

-Tampoco tortures a tu mente con estos temas, trata de olvidarlo cuando ellos no esten cerca. Se que es dificil, pero es lo mejor.- Me puse de pie y tendi las manos hacia ella.

-Vamos, deberias irte a casa, por hoy has tenido suficiente.-

Reí con ganas ante sus palabras, hasta tenia un poco de sentido del humor la estufita. Al menos ahora todo tenia sentido... y bueno que quedaba para mi?... no tendría ni un otro pasatiempo “nuevamente”. Acepte sus manos, ya se había hecho de noche y estaba empapada, me agarraría seguro un resfriado, sobretodo arriba de la moto.
-tienes razón, es tarde y créeme que necesito dormir después de todo esto- o mejor dicho necesito un buen pito de marihuana.
-tengo una pregunta antes de irme- acomode mi katana en mi cinturón y la miré.
-te volveré a ver?- pregunté ansiosa, esperaba que fuera así, tenia muchas cosas que preguntarle aun.

La mire de arriba a abajo.

-Pegate una ducha caliente antes de acostarte, estas muy palida... creo que te e contado demasiado.- Vi en su mirada que no era eso lo que ella queria oir.

-Sabes que no es seguro si estas conmigo... no solo por mi, las sanguijuelas son muy vengativas... y digamos que yo e ayudado en el fin de su inmortalidad en varias ocasiones.-

De verdad no la podría volver a ver?... ya espante a otra futura amiga.... buen trabajo tonta!...
-lo sabia- susurre apenada, esto no se me hacia nada justo.... después de todo lo que me había contado, después de que me había mostrado su naturaleza no la podría volver a ver.
-ya me veía venir algo así... siempre termino espantando a la gente- no me importaba mi seguridad, solo me importaba vivir al máximo cada momento... me levante y comencé a caminar hacia mi moto de muy mala gana, una estúpida lagrima comenzó a deslizarse por mi rostro, me seque.
-entonces esto es un adiós estufita- chille disgustada, sonreí ausente, hice una reverencia de despedida como en los finales de las obras de teatro.

Es mejor asi Lucrecia... la chuiquilla estara mas segura. La voz de Ana trataba de convencerme de lo que acababa de hacer, pero si era lo correcto, ¿porque me sentia tan mal? Estuve a punto de detenerla, pero tirando de la poca fuerza de voluntad que me quedaba no ice nada, solo me quede alli plantada.

-Cuidate Mimi... - Bueno, ella no me veria a mi, pero me aseguraria de que no se metiera en lios con los paliduchos. Pero si tenia que seguir su ratro hasta seattle... No... no seria necesario, cerre los ojos y me concentre, sonrei satisfecha antes de volver a abrirlos. Asi podria segur su rastro con facilidad, su imagen en mi mente era mas reconfortante que la de la sanguijuela, y ya me sabia todos los pasos de aquel mosquito, sabia donde se refugiaba y la ruta que seguia cada dia... no seria un problema perderle de vista un tiempo.

Me di la vuelta y comence a caminar por la playa sin atreverme a mirar atras, ella no me veria, pero yo iva a estar muy pendiente.