Relajándome y drogándome (libre)

Otro día sin hacer nada productivo, mi padre me había pedido que le ayudara en su clase ninjutsu, pero que horror!!! Detestaba a los pendejos, tan babosos, débiles, sucios, tan ellos!!!!. Para mi suerte era un día soleado, perfecto para ir a la playa, puse mi katana en mi cinturón y me fui en moto hasta la playa de la Push. Siempre me refugiaba en ella cuando necesitaba pensar, o escaparme un poco de la realidad, y ese día había comprado marihuana, me podría esconder fácilmente entre las rocas para drogarme.

Estacione la moto unos metros antes de llegar a la arena de mar. Corrí hacia las rocas con la katana en la mano, lo más rápido que pude, aunque me tropecé dos veces en el camino porque mis pies habían quedado enterrados en la arena. Antes de sentarme en una de las rocas prendí un cigarrillo y comencé a lanzar piedras al mar, eso me relajaba mucho, con una mano fumaba y con la otra lanzaba piedras.

Bueno, todos los preparativos estaban listos, pronto Kurt y Lucian se verian las caras, y la idea de un posible combate con los Volturis hacia que creciera en mi cierta rabia psicotica, asi que habia salido a pasear por la playa, el suave sonido del mar solia relajarme junto a la suave brisa que sacudia mi piel y mi cabello, podia sentir la arena colarse entre los dedos de mis pies descalzos a cada paso.
Ademas, tenia que reconocer que la playa era un buen lugar para "comprar" ropa nueva cuando alguien se dejaba una mochila en la playa, aunque en este momento no me era necesario gracias a la ayuda que Lucian me habia prestado en ese aspecto.

Olfatee la suaviad del mar, podia captar el olfato de las gaviotas, el olor de una hembra que permanecia sobre una roca como un lagarto, y entonces un olor intenso, arruge la nariz e instintivamente me la tape con la mano, el olor me habia pillado por sorpresa, y aunque no era desagradable si que era lo suficientemente fuerte como para aturdir mi olfato, entonces repare en que la chica, que al fin y al cabo no parecia mas que una niña estaba fumando algo, poco a poco retire la mano de mi nariz y la observe unos segundos.

-Como si no tubierais ya suficientes amenazas, encima os empeñais en exterminaros vosotros mismos...- Si, hacia tiempo que habia perdido casi todo mi trato como dialoguista.

Miles de preguntas se abalanzaban en mi mente, sabia muy bien que no tenia un futuro muy bueno, quizás terminaría siguiendo los pasos de mi padre, enseñándole artes marciales a pequeños demonios y eso apestaba... fume un poco y continué lanzando piedras al mar, veía como rebotaban y formaban pequeños círculos cuando estas impactaban en el agua, no me di cuenta de la tipa que se había acercado hasta que me hablo, ni siquiera giré el rostro para responder.
-ese es MI problema, no el tuyo- bote el humo que tenia en mis pulmones, cerré los ojos sintiendo la brisa del lugar.
-además... prefiero morir lo antes posible- comenté en susurros, mi vida aun no adquiría un sentido y me importaba un bledo estar muerta o viva.

Esas palabras... esa forma de actuar... me recordaba tanto a Ana... No, me recordaba tanto a mi misma...
La mire con gesto compasivo por primera vez en... ¿años?

Di un salto subiendome a la roca y me sente al lado suyo. Mire a lo lejos, en dirección al mar pero sin verlo realmente.

-Yo puedo hacerlo rapido... no llegarias a sentir nada.- Me di cuenta de que habia expresado mis pensamientos en voz alta y me maldije esta vez si, solo para mi misma.

La observe en silencio y esboze una palida sonrisa. -Lo siento... no digo mas que tonterias no me agas caso.-


Se veia tan joven... tan fragil... todo por lo que yo habia luchado... ahora lo entendia, hacia tiempo que habia perdido mi rumbo, yo ya no mataba a los vampiros para proteger a los que eran como ella, ajenas a los monstruos, yo los exterminaba por placer... por venganza... por eso me habia vuelto debil.

La quite lo que estaba fumando e instintivamente lo arroje al agua.
Casi su ira me resulto palpable, ante lo cual simplemente me encoji de hombros. -Ya has fumado demasiado por ahora.-

Sentí como se sentaba a mi lado aun así no abrí los ojos hasta que comenzó a hablar... Seria ella capaz de terminar con mi vida de mediocridad?... la miré era una tipa hermosa, no como yo. Se disculpó por sus palabras aunque me quede pensativa, todos tienen una razón para decir las palabras, sean cual sean, hasta yo cuando hablaba incoherencias tenia una base para decirlas. Me arranco el cigarrillo de mis manos... quien mierda se cree para quitarme mi única salida de escape?... la mire enfurecida. Saque de mi bolsillo otro cigarro, lo prendí y lo llevé a mi boca absorbiendo la mayor cantidad de tabaco posible, mis pulmones se llenaron de humo, sonreí complacida.
-nunca es demasiado- susurré con rabia contenida despegando la mirada de su rostro, desde los 16 que fumaba y de ahí que no podía parar de hacerlo.
-se puede saber cual es tu forma de hacer mi muerte rápida e indolora?- pregunté seria observando como las olas chocaban contra las rocas donde estábamos sentadas.

Sacudi la cabeza cuando vi que encendio otro cigarro... cabezota testaruda, igual que Ana, diablos. Arrugue la nariz cuando la primera bocanada de humo me llego a la nariz.

Ignore sus palabras referentes a acabar con su vida y mire la katana sobre las rocas. Bueno era una chica precabida.

-Doy por sentado que si llevas un arma es porque sabes empuñarla. ¿Has probado a intentar dejarlo?- La mire un segundo a los ojos y supe que no iva a dejar el tema de su muerte.

-Porque no intentas tirar para adelante, rendirte ahora puede resultar comodo, pero y ¿que ahi de los que estan a tu alrededor? tus padres, hermanos tal vez, alguna mascota... amigos- A medida que iva hablando me iva dando cuenta de lo vacia que yo misma estaba, solo contaba con un compañero, el cual estaba lejos de ser un amigo, pues sabia que me mataria en cuanto dejara de serle util si eso le aportaba algun beneficio, o me entrometia en sus asuntos mas de lo debido... Me costo continuar cuando sentia como mi propio corazón se encojia por el dolor de las perdidas. -No puedes hacer eso, aunque solo sea por una persona que te aprecie, no puedes morirte, no puedes dejarles solos.- Me recoste sobre la roca - Lo siento... no suelo hablar tanto, de echo... no suelo hablar, no tienes porque hacerme caso claro, pero al menos piensalo-. estire la mano hacia su mejilla y volvi a arrebatarla el cigarrilo partiendolo.

Reí carismática pero llena de dolor, eso era lo que me mantenía en este puto infierno, mis padres, mi hermana y mi amiga, a pesar de los problemas que podía tener con ellos constantemente, era por ellos que seguía luchando y existiendo desde hace varios años. El tabaco era una forma de matarme no obstante sabia bien que me iba a matar en algunos años más, lo que me importaba ahora era que me acortaría la vida y eso era justamente lo que necesitaba.
-por eso aun no estoy muerta, por todas las personas que me mantienen en este lugar, pero si me matan no me sentiré culpable por todo ellos- susurre, ella estaba lo bastante cerca como para escucharme, me quito el cigarro que había prendido recién lo partió en dos, esta vez si me enfurecí, me pare ágilmente sobre la roca y saque mi katana de su protector, la apunte con ella, en mis movimientos se notaba todo mi entrenamiento de ninjutsu.
-Vuelves a romperme otro cigarro y no vivirás para contarlo- dije seria. Volví a guardar la katana, me senté donde estaba antes como si nada hubiera pasado y encendí otro cigarrillo, y aspire el cigarro consumiéndolo hasta la mitad.
-Por cierto... Mimi Tyler- estire mi mano libre

Sonrei ampliamente cuando me amenazo con matarme, desde luego, me habria facilitado tanto las cosas...

Mire su mano exeptica, no estaba muy acostumbrada a estas cosas, pero tendi la mia y aprete la suya... tal vez con demasiada fuerza.

-Me llamo Lucrecia... Shezard... - Casi habia olviado mi apellido.

-No debes buscar la muerte... piensa en todas las personas que mueren sin haberlo deseado...- De nuevo el aire contaminado del tabao inundo mis fosas nasales, y antes de darme cuenta la habia arrebatado el cigarrillo y lo habia estrujado en mi mano. Al pensar en lo que habia vuelto a hacer la mire y me apresure a decir. -Lo siento, ha sido instintivo no queria...- deje caer el cigarro a un lado, y aunque era consciende que me habria quemado, escondi la palma de la mano apollandola en la roca hasta que se hubiera regenerado, al fin y al cabo, ella no sabria que me habia quemado.

Mierda!!!, está si que apreta fuerte, sacudí mi mano adolorida. Su temperatura era alta pero se lo atribuí a la temperatura ambiente.
-no la busco solo la dejo que llegue, sin muchos problemas- mire al cielo y fume otro poco, ella me arrebato el cigarro y lo estrujo con la mano, abrí los ojos como plato ¿esta tipa es demente o quiere dejarse una cicatriz de por vida?, yo ya tenia dos marcas de cigarrillos en mi mano izquierda y siempre estarían ahí. Ni siquiera me acorde de mi advertencia anterior, la preocupación se asomo en mi rostro, tome con rapidez su mano que la había recostado contra la roca, pero no pude ver nada.... ni un rastro de quemadura... solté su mano
-haz tenido suerte, yo tengo dos marcas por hacer esa gracia, pero a ti no te paso nada- dije contrariada mostrando las dos quemaduras que tenia en la palma de la mano, sacudí mi cabeza, tratando de darle sentido a lo que había visto, saque otro cigarrillo y lo encendí.
Ni loca saco la marihuana frente a Lucrecia o es capas de tirarla al mar.
-tanto te molesta el humo?- pregunté enarcando una ceja, fume un poco.

Vaya, la chica era rapida de reflejos, pero sonrei satisfecha a sabiendas de que en mi mano ya no habria nada, aunque se me borro la sonrisa cuando me enseño la suya.
El humo... tanto me molestaba el humo... solte lo primero que se me ocurrio. -Lo siento, mis pulmones no toleran el humo del tabaco... - Joder, vaya mierda de excusa Esta vez logre contenerme al inhalar el humo del tabaco, aunque gire mi rostro en otra dirección.
Me mire la palma de la mano de nuevo. -Si, he tenido suerte... aveces soy demasiado impulsiva...-

-Dime... que pasara si en unos años encuentras algo por lo que vivir... vivir feliz, no solamente sobrevivir, y por fumar ahora pierdes parte de esa felicidad... quiero decir, eso no te va a matar a corto plazo, ahora no te sirve de nada fumar ¿no? Sabes... aveces tenemos mas de lo que creemos, solo que somos incapazes de darnos cuenta... al menos hasta que lo perdemos.- Volvi a girarme a mirarla y tuve que apretar el puño para no quitarla ese cigarrillo tambien. -Oye, llevas cuatro en un momento, apagalo y lo dejas para luego.- Esta vez rei... hacia tanto tiempo que no tenia ganas de reir...

Tenia buenos fundamentos para una persona inteligente y con perspectiva amplia de vida, no para alguien como yo.... llene mis pulmones con humo de tabaco antes de responder
-por lo general trato de disfrutar el momento, no me preocupo en el mañana, si fuera así, estaría deprimida todo el tiempo Lucrecia... bueno aunque ahora parezco estarlo, no soy así, es solo que acá liberó tensiones y me separo de mi mascara de alegría constante. Quizás me arrepienta más adelante pero eso no me importa ahora, lo encarare cuando sea el momento- termine de botar el humo que quedaba en mis pulmones, sonreí, yo estaba convencida con mi respuesta, era muy terca para cambiar de opinión
-con este pucho- levante el cigarro un poco –se podría decir que llevo solo uno, ya que una personita impulsiva le dio por andar asesinando a los indefensos cigarrillos antes de ser consumidos- reí con fuerza.
-y que edad tienes?- pregunté, para cambiar el tema de conversación no se me apetecía seguir hablando de mi adicción al tabaco.

Bueno, Carpe diem, era una forma de vivir que si era bien llevada le ahorraria inseguridades futuras, al menos durante un tiempo.
La mire sonriente, aunque lo cierto es que su pregunta sobre mi edad me pillo desprevenida... ¿cuantos tengo? habia cambiado tan poco en estos años... -Tengo dieciocho años- Volvi a mentir, y no es que me agradara hacerlo, pero la idea de la unica persona con la que estaba entablando una conversación amistosa en años escapara aterrada no me daba mucho pie a hacer otra cosa.

-¿Y tu? ¿que edad tienes?- Pense que esto debian de ser los topicos de las conversaciones, pero no sabia muy bien como encararla, dada mi falta de experiencia en este ambito.

La olfatee un segundo de forma disimulada, y el olor del tabaco me inundo la nariz y no pude evitar toser.

18?, ahora me sentía vieja, una niña más joven dándome consejos de vida... estoy peor de lo que pensé... tal vez Sol si tenia razón e iba a ser inmadura y aniñada por siempre, pero que más daba era mi propia manera de vivir y pasar el rato, en lo mental yo parecía una pendeja de 15 años, torcí el gesto con desagrado ante mi pensamiento.
-Tengo 20- mire el cielo, nadie me creía mi edad, siempre me pedían mi cedula de identidad para entrar a bares o para comprar alcohol.
-supongo que vives por aquí en la Push... porque no te he visto en Seattle- comenté, me di cuenta del desagrado que sentía con el olor, consumí todo el cigarro en un solo viaje y tiré la colilla al mar.
-no prenderé otro solo por ti- susurré, no podía tener las manos quietas si no estaba fumando. Las sujete con fuerza.

Veinte años, pese a que no hacia tanto de aquella epoca de mi vida, apenas era capaz de recordarla.

Vivir en la push... bueno, lo mas parecido que tenia a una casa se encontraba al otro lado del charco, pero de eso hacia tanto tiempo que ya no consideraba que tubiera ningun hogar.

-No... en realidad, se podria decir que solo estoy de viaje aqui, vivo algo lejos de la zona.- Ella vivia en seattle, apunte el dado junto al resto de los que iva recopilando, y cuando tiro su cigarro y dijo que no fumaria por mi, sonrei alagada. No habia hablado en un tono de voz muy alto, pero lo suficiente para que lo escuchara.

-Gracias- Busque un par de piedras, las coji y le tendi una a ella, mientras yo arrojaba la mia sin demasiada fuerza hacia el mar.

-Seattle... estas bastante lejos, y para venir aqui bien podrias a ver ido a otra playa mas calida... ¿te gusta este clima? ¿o esperabas a alguien?- Ante esa idea me senti algo fuera de lugar y olfatee nuevamente el aire en busca de alguna presencia cercana, ciertamente Mimi olia mejor cuando no fumaba, aunque el humo estaba demasiado impregnado en ella.

la mire confusa, bueno que eso explicaba que no la había visto antes y tenia una memoria fotográfica excelente ...algo bueno que tenga... su rostro se mostró agradecido cuando dije que no volvería a fumar... aunque a penas me alejara prendería un pito de marihuana. Me tendió una piedra la acepte y imite lo que ella hizo la lancé al mar aunque esta vez no rebotó solo cayo al agua como plomo.
-creo que esta es una de las pocas playas que hay cerca, no me molesta que el trayecto sea largo... el sonido del mar me relaja- cerré los ojos para escuchar el mar y sentirme dentro de el, me dieron ganas de lanzarme pero estaba empezando a hacer frío.
-Me gusta especialmente esta playa, mi padre me traía a practicar casi todos los fin de semanas- sonreí melancólica, aun con los ojos cerrados.
-Ya me gustaría estar esperando a alguien, pero como vez no soy del agrado de todos- recordé que le molestaba el olor a tabaco -por lo que al cabo de unos días se alejan de mí como si tuviera una enfermedad contagiosa- reí sin alegría.
-Espera unos minutos más y saldrás arrancando- dije segura. Abrí los ojos, y mire su rostro.

Si ella supiera... seria ella la que correria. Esa idea me izo sonreir ampliamente.

-Creo que si llegaramos a conocernos mas, serias tu la que saldria espantada.- La eche una mirada maliciosa mientras me levantaba y camine de roca en roca hasta acercarme al borde del agua, ahora esta me salpicaba al llegar hasta a las rocas.

Cuando mi oido se encontraba encerrado en mi forma humana, era capaz de llegar a entender la relajacion del sonido del mar, lejos del ensordecedor sonido al que estaba mas acostumbrada.

-De echo.. aun no veo porque no eres del agrado de la gente- me asome al agua y gire sobre mis talones en la roca para mirarla. -tal vez teman encariñarse contigo si ven parte de tu afan autodestructivo. O tal vez... sea esa especie de mascara que creas, portando un arma traidicional, como si no necesitaras a nadie-

Claro..... hasta el momento me parecía una joven agradable e inteligente no le encontraba sentido a sus palabras.
-no creo que me espante, a estas alturas yo soy la que se pega a la gente para que no se aleje- sonreí de medio lado, ella se levanto y comenzó a caminar por las rocas, el agua salpicaba su ropa mojándola levemente, me levante y me puse a su lado para sentir también el agua.
Me quede pensativa con sus palabras, talvez tenia razón, pero no podia evitar salir con mi katana y no pensaba dejar el cigarrillo.
-te lo explicare... soy odiosa, molestosa, vengativa, demasiado impulsiva, muy pero muy extrovertida y eso a la gente normal le molesta- me encogí los hombros.
- puede que tengas razón pero, no veo como cambiar, tampoco deseo hacerlo- añadí mirando el mar, en realidad si deseaba cambiar un poco para agradarle a más personas, a mi única amiga le daba vergüenza salir conmigo y eso me hacia sentir sumamente mal.

No se porque lo ice, pero la di un pequeño abrazo con un solo brazo y la revolvi ligeramente el pelo, como solia hacer con Ana hace ya tantos años... Cuando me di cuenta retire mi brazo pensando que la molestaria y la mire sonriente.

-No cambies, eres fantastica tal y como eres con tus virtudes y defectos sean cuales sean.-

Medite un segundo sobre lo de que se pegaba a la gente... no me importaria que se pegara a mi, seria mi primera amiga, pero...¿ eso no la pondria en peligro? la vida que yo llevava era dura, pero podia cambiar, podia dejar atras el visceral pasado de odio al que me habia visto sometida, y volver a mis raices, a ser una protectora.

-Recuerda este momento, algun dia, tarde o temprano, me conoces de verdad, y te espantaras, ademas... no te gustaria verme enfadada creeme.- Dije riendome.

Quede congelada cuando me abrazo, que decir mejor dicho acalorada, su temperatura era muy alta, solo sonreí, yo era siempre la afectuosa no estaba acostumbrada a que la gente me pillara desprevenida con ese tipo de demostraciones.
-Gracias estufita- sonreí de lado ante sus halagos, le di un pequeño codazo, no eran lo suficiente para convencerme.
-no veo que eso sea posible... nada me asusta... y créeme demonios enojados- sacudí la cabeza, no había nada pero nada peor que ver a mi madre disgustada, eso si que era aterrador
-a mi me agradas estufita- le di un pequeño abrazo como el que ella me había dado
-creo que tienes un serio problema con tu temperatura, ¿estas enferma o algo?- enarque una ceja.

Maldicón, habia sido demasiado impetuosa, mi falta de trato con la gente era evidente, y ahora me sentia atrapada por mi misma, aunque agradeci el abrazo que me devolvio.

¿Y ahora que diablos iva a decirla? ¿Tendria que seguirla mintiendola? Empezaba a recordar porque evitaba acercarme a nadie.

-Tranquila no es contagioso.- Segui sonriendo aunque me apresure a cambiar de tema.
-Solemos decir que nada nos asusta hasta que si que lo hace, pero bueno, vives en Steattle, estas casi acotumbrada a cualquier cosa ¿no?- Todas las grandes ciudades eran pozos de inmundicia en la actualidad.

Eso se supone que es un “si estoy enferma”?...no pensaba volver a insistir con el tema, se notaba a leguas que lo había cambiado ya, solo sonreí.
-no te contradigo eso... pero bueno cuando algo me asuste realmente, te llamare para avisarte- mostré la lengua, me agache a recorrer una piedra y la lance al mar..
-a cualquier cosa- repetí.
-ahora ando en una “misión secreta”- hice unas comillas en el aire, era muy tonto lo que iba a decir ahora – investigo a unas “personas de otro mundo”- reí, me senté en la roca y mire el mar, estaba casi toda empapada por el agua que me había salpicado.

¿Personas de otro mundo? No pude evitar reirme, aunque una chica que iva con una katana por la calle, bien podria estar buscando marcianitos me dije a mi misma.

-¿Y como son esas personas de otro mundo?- La mire risueña, aunque el agua hacia que la ropa empezara a pegarseme a la piel y era verdaderamente molesto, observe que ella empezaba a estar tambien calada, por suerte, ella sabia vestirse, y llevava algo mas de ropa.

-Deberias retirarte un poco, vas a cojer una pulmonia.-

Se rió de mi, y reí con ella, yo sabia muy bien que estaba loca, pero esas personas no me las había inventando!, por primera vez en mi vida no me había inventado algo por muy loco que pareciera.
- si... de otro mundo o de otra dimensión o lo que sea!... Seattle se ha llenado de ellos- abrí los ojos recordándolos, eran como una plaga, y no sabia si era una buena o mala plaga, pero ya lo investigaría
-quizás los haz visto- me encogí de hombros, no estaba segura de si ella viajaba a Seattle.
-Son pálidos, extremadamente hermosos, con ojos rojos o dorados- crucé los brazos sobre mi pecho.
-aaaa y no te preocupes por mi salud... hace tiempo que me quiero agarrar un resfriado, vi a un medico muy lindo en el hospital- reí, dejando atrás el tema de los “mutantes sexys”

Antes de que terminara su descripción yo ya habia dejado de reir, senti como algo se agitaba en mi interior, la ira sacudia cada una de mis fibras, y un ligero temblor recorrio mi espalda, sin embargo la rabia desaparecio o se entremezclo con la preocupación, la idea de que Mimi se moviera entre ellos para investigarlos podria suponer su muerte.

La agarre por el brazo y hable en tono serio casi furiosa. -Escuchame bien Mimi, no debes acercarte a ellos, ni mucho menos espiarlos, no te acerques a ellos, y si conoces a alguno, no te quedes a solas con el. ¿entendido?- se que sonaba enloquecida, pero la ira no me dejaba pensar con clairdad, y Mimi no debia acercarse a ellos.

A eso se refería de verla enojada... reí... sacudí mi brazo para liberarme de su mano que me sostenía pero fue en vano, tuve que tomar con mi otra mano la suya y quitarla. No entendía porque hablaba de esa manera... y yo que creía que yo era la loca... la mire confundida.
-tranquila estufita- dije enarcando una ceja.
-no tienes que preocuparte por mi... se defenderme y bastante bien- señale mi katana.
-a demás no entiendo tu reacción, se que son medios raritos, pero no creo que presenten mayor problema, solo quiero investigar si vienen de Marte o de la luna talvez- me puse a pensar un poco.
-o es que acaso tu sabes de donde vienen?- le lance una mirada interrogativa