tratando de no estallar...(lycan si se puede...)

Esbosé una sonrisa complicada de descifrar, mientras me mantenía de pie con los brazos cruzados, captando cada aroma a mi alrededor y tantos sonidos naturales como me era posible en mi estado antropomorfo. Por lo menos, parecía que Giselle no notaba las verdad detrás de mis vacías palabras, llenadas efectivamente con sentimientos inexistentes en mi interior.

Miré el cielo, como si buscase una respuesta, preguntándome si realmente había hecho lo correcto al venir a esta parte del mundo. De cualquier manera, ya no podía dar marcha atrás, la maquinaria estaba en movimiento y debía seguir el juego de la cacería, ahora en América.

-Vine a este continente porque mi hijo se mudó- respondí con sinceridad, pues así era... de alguna manera- Decidí pasar una temporada por aquí ahora que puedo y los negocios no exigen mi presencia constante gracias a una relativa estabilidad. Además, esta parte del mundo tiene un aura extraña, siempre me ha cautivado. Supongo que alguna vez la habrás percibido

Nunca pensé que sería del tipo de los que tiene hijos, aunque tal vez no era la mejor para opinar sobre relaciones familiares, y si bien aún no confiaba por completo en él, no tenía porqué divagar o polemizar respecto a sus motivos.

Mencionó el aura del lugar...nunca me había parado a considerar ese asunto, pero ahora que todo era más claro para mi...

-Creo...que la sentí desde antes de convertirme en una cambia-formas, pero ahora me doy cuenta de lo ciegos que pueden ser los humanos, nunca le presté atención a lo que mi instinto me dijo tan pronto puse un pie en La Push...es como si la magia que nos hace lo que somos se pudiera palpar

La magia de nuestra condición. Esbosé una sonrisa de aprobación al escuchar esas palabras. Sin duda tenía algo de veracidad, pues la ciencia era incapaz de explicar por completo la inmortal condición de la cual gozaba, al igual que mis camaradas. Por lo menos, Giselle era capaz de compartir ese sentir, lo cual me hacia tener optimismo en el futuro de mi especie.

Eché una mirada a mi interlocutora, mientras hablaba, desde mi punto de vista y experiencia.

-Más que magia, yo lo veo como la mano invisible del destino que mueve sus influencias sobre la naturaleza para proporcionarnos la tarea de proteger la creación que ha concebido de las fuerzas malignas que residen en nuestros enemigos ancestrales- comenté con seriedad y tranquilidad

-Es otra forma de verlo, más racional, estoy de acuerdo, pero igual de válida que la otra - le contesté desde mi lugar-¿Acaso alguien sabe las verdaderas razones del universo? solo podemos conjeturar -me encogí de hombros- Me había preguntado eso hacia mucho, y había optado por llamarlo magia a falta de algo mejor, me parecía que querer descubrir las verdades del universo era demasiado, mejor con vivir con el misterio, hace las cosas interesantes.

-Expresaba mi humilde punto de vista, Gi- añadí llevándome una mano al pecho- Sin embargo, cabe señalar que vivir rodeado de misterios no es, la mayoría de las veces, del todo favorable. Tampoco quiero decir que conocer toda la verdad nos haga libres, incluso que nos ponga a salvo... de hecho, así es como trabaja el secreto de nuestra especie, proporcionando seguridad a los humanos mientras no sepan absolutamente nada del mundo que les rodea. Así pues, ¿cuál sería el mejor balance para un asunto así? ¿Saber o no saber? ¿Vivir en la incógnita o conocer la verdad?- pregunté con cierta curiosidad, poniendo a prueba las capacidades de pensamiento de Giselle.

¿Saber o no saber?...un dilema, en verdad, cada una de esas opciones tenía sus ventajas frente a la otra, y a la vez cada una podía causar sus propias tragedias, elegir una sola sería elegir un solo camino sin posibilidad de retorno y no, esa no era la forma en que yo pensaba acerca de la vida.

-Ninguna.-Contesté- Es por eso que existe este término medio entre los que saben el secreto porque son lo bastante fuertes para manejarlo y los que son mantenidos en la oscuridad para protegerlos...equilibrio, esa es la base de todo no?

Equilibrio... balance, la clave que mi mentor usase en repetidas ocasiones. Era una pena que el equilibrio se cimentase sobre una línea tan delgada que muchos cruzasemos más de una vez...

-Tienes razón. No obstante, cabe señalar que existen aquellos que, debiendo proteger el secreto de las especies inmortales, pasan por alto esa ley y se limitan a hacer con su condición suprahumana lo que les viene en gana- tomé aire profundamente, llenando mis pulmones a su máxima capacidad, relajando mi mente- Puede llegar a ser tentador exhibirse al mundo tal cual la naturaleza nos forjó, lo cual no es algo terrible minetras se logren contener esas ansias- una mueca de aplomo se dibujó en mi cara- De lo contrario, siempre existirán seres sabios que sabrán dar fin a esos deseos amenazadores de la forma más adecuada.

-El ego es algo serio...enceguece, hace que el poder sea aún más atractivo teniendo todas las posibilidades que la condición sobrenatural ofrece...todo se reduce a una cosa: ¿controlas tu ego o el ego te controla a ti?

Vi su mueca, como si lo que decía fuera una situación ya vivida por él, ¿en qué lado de la balanza había estado? me preguntaba, como si no tuviera ya suficientes preguntas respecto al extraño personaje con quien me encontraba.

-Eso confirma el argumento del equilibrio que rige el mundo, si alguien se atreve a romperlo, surgirá su némesis para restaurarlo.

¿controlas tu ego o el ego te controla a ti? Aquel pensamientos hizo surgir un gesto de extraña satisfacción en mi rostro, marcado con mayor fuerza a causa de la luz que iluminaba mi rostro, haciéndole resplandecer y lucir con una palidez similar a la de los vampiros bajo la sombra. Había tanto detrás de una idea tan sencilla como el control... tanto y nada al mismo tiempo.

-Somos seres conscientes, el ego nos vencerá en ocasiones pero, si somos lo suficientemente poderosos, conseguiremos doblegarle a nuestra voluntad- comenté al respecto con determinación, impulsado y avalado por tantos siglos de experiencia- Incluso los vampiros se guían por esta premisa- añadí recordando a mi mentor. Luego proseguí- El equilibrio es sumamente relativo, tan fácil de romper y restaurar como las piezas de un rompecabezas. Todo parte de un ciclo de cambios constantes que el universo lleva a cabo. Tan fascinante- concluí mirando el cielo por unos instantes, con una actitud reflexiva.

Su rostro adquirió una extraña expresión de satisfacción que de cierta manera lo hizo parecer más peligroso o siniestro, no estaba muy segura, pero de todas formas cada una de sus expresiones me confirmaba que con este personaje no se jugaba.

-Nada permanece igual por mucho tiempo-coincidí con la mirada perdida en el bosque a nuestro alrededor- de todas formas, me parece que todos necesitamos algo o alguien que nos mantenga con los pies en la tierra, la soledad hace mucho más fácil que podamos perdernos en nosotros mismos.

Miré distraidamente hacia el cielo de la misma manera que él lo hacía, el movimiento del sol sobre él me hizo caer en cuenta de que ya llevaba algún tiempo aquí, y las obligaciones no darian espera. Me levanté lentamente, mi expresión demostraba que volver al patetico intento de vida normal que llevaba no era una idea muy alentadora.

-Debo irme, la civilización me llama de vuelta, ha sido interesante Lucian-me dí la vuelta pero luego volví a mirarlo -¿Como podre encontrarte de nuevo?

Giselle parecía hablar con sabiduría, quizás un poco más de lo que se podía suponer por la edad que aparentemente exhibía. Con la guía adecuada, no cabía duda que ella sería capaz de alcanzar cualquier meta que se propusiese, justo como todo cambiaforma con cierto potencial y entrenamiento adecuado.

Debía agradecer, en cierto sentido, el haberme encontrado rodeado de algunos centenares de cambiaformas, sobre todo de Raze, Trix y Pierce, quienes me ayudasen a mantener firme mis propósitos y convicciones durante mi extensa jornada.

La temperatura comenzaba a descender ligeramente, con paso despreocupado y bastante sólido. El día avanzaba y, como Giselle dijese, la civilización clamaba su retorno al igual que el mío. Dediqué una mirada prácticamente inexpresiva, enigmática en demasía, prestando atención a la pregunta que ella me planteaba con justa motivación.

-Creo que la tecnología sirve correctamente a ese propósito- contesté con tono monocorde, sacando una tarjeta del bolsillo superior derecho de la gabardina, entregándosela a mi interlocutora- Siempre que lo desees puedes ubicarme- añadí girando hacia el lado opuesto al que se encontraba Giselle- Nos volveremos a ver, Gi.

Avancé donde mis intereses pudiesen conducirme... todavía debía solucionar muchos asuntos en América antes de conseguir forma un equipo estable... siquiera decente... debía encontrar otros miembros que estuvieran decididos a trabajar por un fin como la destrucción de los vampiros.