Debut y despedida ( Libre)

Tenia ganas de accion. Me sentia devastada por el abandono repentino de Janus, o como se llame. Me sentia, sola, atrapada.

Mire hacia la Universidad Católica. Jugueteaba con mi pistola, la acababa de cargar. La llevé conmigo, y me adentré en la escuela.

Soy Lulu... vamos a casa.

Soy Mary, amo los gatos...

Soy Ingrid... quiero matarlos..

Quiero paz... quiero guerra.

Y me adentré disparando a todos lados. Era terrible todo eso. Donde estaba la paz?

Le dispare a un hombre de traje café, al parecer lo dejé herido, le disparé a una chica, parecia que no le hice nada. Todos comenzaron a correr.

- A donde van todos? Apenas esto comienza!!- me puse a reir como loca.

El dia parecia normal, buscaba a gente conocida con la mirada pero ninguna imagen llegaba a mi mente.

Quiza instintivamente solo lo buscaba a él...

Me di la vuelta, tomando mi mochila en la espalda para ir al salon de clases cuando de repende una ráfaga de balazos se apoderó del lugar;una bala perdida paso cerca de mi y se encontro con una chica, que al parecer solo le rozó el brazo...

Me cubrí la cabeza con las manos y escuché una carcajada maniaca... Sin saber de donde obtuve el valor me acerqué a ella unos pasos...

-¡¿Cuál es tu problema?!

- Ah vaya, una rebelde- la tomé del cabello con fuerza, y la tome como mi rehen. Subimos unas escaleras, y nos adentramos a un enorme salon oscuro, al parecer en construccion. Habia una ventana sin cristal, y cosas alrededor como para construir. Estabamos algo alejados de los estudiantes, al parecer los habiamos hecho huir.

- Bueno niña, vas a servirme mucho en esto. Podre conseguir lo que quiero con tan solo oir tu llanto, y que los demas lo escuchen- le encañone la pistola en la cabeza, queria que estuviera aterrada- Bien? Quieres saber cual es mi problema? Son muchos... pero digamos que hago esto por aficion.

Al escuchar su voz caí en la cuenta de lo que habia hecho; no habia sido muy lista al enfrentar a una maniaaca con una pistola.
Era demasiado tarde para huir, me habia todado por los cabellos, me contuve de gritar para no enfurecerla mas y no pude mas que ser llevada a la fuerza a donde ella dispusiera... Por lo menos la habia alejado de los demás.

Pero... que sería de mi?

Llegamos a un sitio desconocido, tenia los nervios a flor de piel mientras mi cuerpo temblaba sin control...

Queria que llorara... no seria dificil de lograr...
Debia esperarmelo pero cuando me apuntó con la pistola se me cayó el alma a los pies.

No.. no podía acabar así. Ahora estaba arrepentida de haberme alejado con ella.

Dudaba entre hablar o quedarme callada... temiendo por mi vida.

-Sa... sabes? Hablando se entienden las personas... Yo.. pu...puedo escucharte...

- No intentes usar esa basura psicologica conmigo, jamas me funciono en la carcel- la traia de un lado al otro, me sentia bien usandola como muñeca de trapo. - Mirame, estas aqui conmigo, sufriendo porque quiza te mate, porque quiza no... o quieres morirte? Tienes por lo menos alguien quien te defienda? Yo jamas tuve a alguien, ni siquiera un amigo, tu si los tienes, cierto?- Le pregunte curiosa?

- Como se llaman ellos? Dame nombres... dame nombres!!!!- La forcé mas.

Sus gritos lograban marearme y la manera en que me jaloneaba por el salón;intenté inuitlmente forcejear para soltarme, pero la pistola se afirmaba mas a mi cabeza...
Habia poca gente que mataba a sangre fria... y algo me decia que era una de esas personas...
Sus preguntas ahora jugaban con mi mente... Tenia a alguien?
Solo unos pocos.. pero eso no cambiaria las cosas,el que le dijera no haria nada diferente en ella,al contrario, de responderle se enfadaria mas....

-Realmente no te interesa en lo mas minimo saber eso de mi... solo te lamentas de tu vida comparandola con la de los demas!-le grite, con lagrimas en los ojos por mi eminente fin -¡El que me mates no solucionara ninguno de tus problemas..!

- Bueno, entonces no creo que le moleste a alguno de tus amigos...- De repente comenzo a sonar un celular..- Que demonios es eso? Ah... son tus amigos... bueno, podrias llamarlos y hacerlos venir aqui? No se... quiza podremos tener una linda reunion, de lo contrario, puedes morirte, y no... no me importa matarte. -Llamales!!!

Mi corazón de ir a una velocidad tremenda parecia haberse detenido al sonido de mi celular.
¿Quien podria ser? Si no era Rose seria Anpu, Nicholas? quizá Testament...
No queria contestar, no sabria disimular mi condicion...

Tome temblorosa el telefóno movil, buscando el botón de apagado pero sin poder ontroalr mis movimientos accidentalmente presioné para contestar...

"Bueno..? Kat, Estás ahi?"

Se me heló la sangre, era la voz de Testament...

Mire a la mujer, esperando que no oyera esa voz que salia de la bocina...

- Bueno?.. Kat.. estas ahi?- le llame dos veces al celular, pero no habia señal. Me habia preocupado por los disparos, muchos de los compañeros vieron que una chica pistolera habia entrado a la escuela, a dispararles a todos, y lo peor del caso era que tenia a Luna de rehen. Sali a buscarla por algun rincon de la escuela. Muchos le llamaron a la policia.

- Luna!! Luna!!- grite por todos lados.

La ansiedad comenzaba a carcomerme.

Después de buscar en una tienda de herramientas algunos cuantos utencilios para facilitar mi vida en América, y mi constante acampar al aire libre, volví a mi vehículo y encendí la radio. Poco faltó para que escupiera el café que tomaba en ese instante. Todo indicaba que la universidad estaba siendo atacada por una persona demente, según las descripciones proporcionadas por aquel medio de comunicación. Sin embargo, ese hecho en sí no me importaba gran cosa, sino que parecía estar escuchando una, circunstancialmente improbable, descripción de Ingrid.

El auto giró 180º grados abruptamente y retorné a la ciudad. No cabía duda, esa persona era demasiado peligrosa. Incluso para mi anonimato. Debía, era imperativo, movilizarme cuanto antes e irrumpir ahí para detener el acontecimiento. Ahora la pregunta era... ¿cómo diablos planeaba hacer semejante cosa? Maldición, necesitaba ideas urgentemente... y vaya que parecía que el servicio express acababa de cumplir su función.

Llegué con apenas algo de tiempo para dar fin al asunto antes del arribo de la policía. Si mis cálculos no me fallaban, disponía de solo 25 minutos para hacer mi jugada. Me coloqué los dos pares de guantes, la chamarra que jamás usaba, un par de botas dos números más grandes, el pasamontañas que empleaba para dormir por las noches a veces, gafas oscuras, mi Colt y algunas cuantas balas extra. No obstante, antes de encaminarme a mi misión, preferí recoger mi recién comprada sierra en caso de requerirla para abrir alguna puerta. Ahora estaba bien armado, pese a la incomodidad de portar un trozo de lámina debajo de mis ropas para amortiguar los disparos, amarrado detrás de mi cuello.... Como deseaba estar en la SWAT en esos momentos.

Corrí tan furtivamente como podía, hasta colarme por una ventana de la universidad. El tráfico de alumnos era increíble, seguramente eso me daría unos cuantos minutos adicionales en mi tarea. Y entonces una nueva encrucijada, ¿dónde podía encontrar a la chica? Era una excelente pregunta. No negaba que parte de la culpa podía ser mía, definitivamente. Sí, momento de solucionarlo.

-¿Adivina quién llegó a jugar, querida?- iba gritando fingiendo una voz mucho más grave de lo normal... No permitiría ningún error en aquello, aún tenía que encargarme de mi hermano, y esa era una divertida distracción del asunto. Claro, no perdería la concentración por ello.

Escuche una voz que me parecia familiar. No estaba segura de ello, pero era de seguro alguien que conocia.

- Maldita sea, vienen a arruinarme el momento. Por qué siempre me fallan mis planes?- Pregunte decepcionada, en voz alta, aun teniendo como rehen a esta chica. Me asomé junto con ella, y sin duda, era el hombre por quien siempre sentia pasion, ese hombre que me hacia vibrar cada vez que estaba a mi lado. Era Aidan.

- Oh no puede ser, es Aidan! Y mira las fachas en las que estoy- me rei como una loca- Sabes? Ese es el amor de mi vida, y creo que esta podria ser la unica manera de retenerlo.

- Ay Dios...donde estas Luna- Corri por todos lados buscandola. Comencé a preocuparme, no sabia lo que sucederia en ese momento. Era de mis mejores amigas, y no podia abandonarla. Asi que sali en busca de Nicholas. La escuela estaba euforica, todos estabamos en peligro de muerte.

- Nicholas... donde demonios estas? - Intente llamarle a su habitacion de la fraternidad, o mandarle un mensaje de texto, pero, parecia que no podia conseguirlo.

Transcurrieron cinco minutos sin ningún resultado fructífero. Comenzaba a preocuparme, lo cual tenía como base dos motivos principales: el primero era que pudiese soltar mi nombre al ser entregada a la policía; el otro que se lo mencionase a alguna víctima y me tomasen como sospechoso de todo aquel maldito asunto. De cualquier manera, no recordaba haberle dicho mi verdadero nombre, lo que generó una vana sensación de confort.

Respiré aliviado al ver que todavía había gente tratando de salir del complejo educativo. De encontrarlos SWAT o el departamento local, se encargarían de su seguridad primero. Además, en mi mente ya tenía una ruta de escape trazada. Casi podía asegurar que no dejaría evidencias. Incluso portaba algo de dinero extra para algún soborno que tuviese que llevar a cabo en caso de necesidad. Sólo imploraba al cielo algo de suerte, aunque seguramente me la negarían y tendría que rogar a los infiernos la misma cosa.

-Vamos, amor, vengo a sacarte de aquí y llevarte conmigo. Juro que no era mi inteción dejarte varada a medio camino, pero me perdí después de alejarme para ir al baño- hice una mueca de desagrado tras recordar aquel terrible incidente- Además, no puedes quejarte, tú tenías el auto y yo tuve que regresar a pie- sí, de haber sabido que me perdería no hubiese matado al conductor. Por fortuna, mi voz fingida jamás se alteró. Quizá el peso de mi sierra ayudaba a mantenerme concentrado

- Janus? Janus eres tu?- Grite emocionada- Ay amor, te he esperado todo este tiempo. Amor... has vuelto por mi... por mi!!!- La chica parecia estar mas asustada que nunca. Pero parecia que todo saldria bien, podria matarla, dejarla viva... o solo torturarla un poco. Yo podia ser tan impredecible como yo quisiera ser. Estaba asustada, pero emocionada a la vez.

- Aqui estoy arriba amor, estoy haciendo negocios con una chica, quieres venir a negociar?- le grite emocionada- Estoy en el edificio en construccion... amor!!! Tenemos a alguien a quien le podemos sacar mucho dinero, ademas tiene mas amigos con dinero!!No es genial?

Con un diablo, escucharla repetir mi nombre me resultaba igual que una endemoniada purga matutina después de estar ebrio. Se lo había dicho, pero parecía no estar haciendo caso de mis enseñanzas. La tentación de encender la sierra y subir a cortarle la lengua me inundó, pero sería paciente, sí, muy paciente. En América carecían de mis huellas digitales, además que, seguramente, debía haber unos cuantos cientos de Janus o Aidans en el país... al menos eso esperaba.

Me froté la cabeza cubierta por el pasamontañas con algo de frustración, sin retirar mi cubierta siquiera un poco. Suspiré para mantener la concentración. Ahora, seguramente, habría que matar a la chica que tenía secuestrada Ingrid. ¡Santo cielo! ¿Por qué? Yo era un asesino honrado, hasta cierto punto.. Sí, había matado unas cuantas ocasiones por gusto, pero era normal... Giré para encarar la dirección en que tenía que moverme. Mientras decidí responder:

-Primero: traigo una sierra, si sigues diciendo mi nombre juro que te corto en dos o al menos te arranco la lengua- dije en tono severo manteniendo mi falsa voz- Segundo: voy en camino, te prometo que saldremos de aquí sin dificultades, pues la policía esta muy lejos de nostros- respiré hondo- Tercero: No le hagas nada a la chica, la quiero con vida y en perfectas condiciones. Para conseguir dinero solo necesito hacer unas llamadas, no vale la pena exponerse así por una tontería como dólares, menos tomar rehenes. Finalmente, no te muevas de donde estés, no tardaré en llegar así tenga que hacer añicos las paredes.

Estaba hecho, y confiaba en haber sido lo suficientemente claro para evitar que el hecho pasase a algo mayor. Consulté mi reloj: 18 minutos, tiempo me sobraba todavía... pero ¿cuánto requeriría ahí arriba? Corrí para reducir los segundos invertidos en recorrer la distancia que me separaba del edificio en construcción.

Testament habia colgado, me senti aliviada por su seguridad pero perjudicada por la mia, estaba aterrada...
¿Quien era la otra voz que le dictaba planes a la maniaca asesina que me retenía?
Sierra?
Quienquiera que fuese estaba mas desquiciado que ella...

-No... yo...yyo no tengo.. dinero... ni a nadie que... les ... de lo... que quieren..-dije entrecortadamente, temblando...

Podia desmayarme en cualquier momento... pero no queria darles el gusto de aun ser mas vulnerable.

"Testament...Rose....

...Nicholas"-pensaba

Aproveche que ella estaba tan distraida por la emocion que le provocó aquel hombre y de un manotazo firme en la mano que aun sujetaba la pistola, haciendo que cayera a una considerable distancia, asi, si iba por ella tendria tiempo de salir coriendo o hacer alguna llamada, y si se quedaba conmigo no podria hacerme tanto daño sin su arma...

O esas esperaba que fueran las alternativas de mi impulso de sobrevivencia

Su mirada se tornó hacia mi, fúrica, desquiciada... cerre los ojos para no intmidarme por sus ojos asesinos.

La Universidad parecía haber entrado en caos y no logré saber el por qué hasta que escuché a dos estudiantes hablar sobre una mujer que estaba por algún lado del campus disparando y llevando consigo una rehén. Por un momento pensé en salir de allí inmediatamente y no verme involucrado en un problema así, pero fue en ese momento cuando pensé en Katherine... ¿Por qué no me había cruzado con ella?. La llamé a su movil, pero parecía estar apagado, eso era raro.

Inmediatamente luego de colgar recibí una llamada de Testament, pero a pesar de no contestar dejé que mis sentidos me lleven hacia donde podía llegar a estar, seguramente se encontraba con Katherine, y ella estaría bien. Comenzaba a preocuparme.

Luego de caminar por un momento lo encontré, pero estaba solo... Apresuré el paso y lo encaré.

-Testament... ¿Dónde está Katherine? -pregunté de inmediato.

- No lo sé, Nick. Supe que una mujer se la habia llevado como rehen,y el problema es que no se dónde esta exactamente. Temo que le haya pasado algo- Estaba muy asustado, pero con Nicholas de mi lado, esto podria ser algo ventajoso para nosotros.

- A como estoy enterado, parece que es peligrosa, debemos hacer algo- Avance rapido, buscando por todos lados, en todos los salones, no veiamos nada que nos diera alguna esperanza de encontrarla. A lo lejos, vi a un hombre armado, y me escondi detras de unos arboles, vi que se dirigia a alguna parte de la escuela.

- Nicholas, mira eso, es un hombre armado, sera algun policia o algo parecido?- le pregunte en voz baja.

-pensé que podía estar contigo -murmuré, pero no serviría de nada perder la paciencia en ese momento, lo principal era encontrar a Katherine.

Caminamos por el lugar, buscando indicios que nos puedan llevar a la mujer que había provocado todo eso. Detuve el paso al ver a Testament esconderse detras de unos árboles. Observé al tipo que me señalaba y negué rápidamente con la cabeza.

-no es policía... puedo asegurártelo... -comenzamos a seguirlo en silencio, estaba seguro que él nos llevaría hasta dónde queríamos ir. Siempre cuidando de no ser vistos por él, aunque a juzgar por su rostro se veía demasiado apresurado y perdido en sus pensamientos como para poder darse cuenta de que nosotros ibamos tras él.

Acaba de salir del departamento de Testament y pense en dirigirme hacia la azote del edificio de ciencias (el mas alejado del campus), pero temia encontrarme nuevamente con aquel joven...Christopher...si..ese era su nombre...
Pense en un lugar a donde ir...
un lugar donde pudiera estar sola...sola sin mis pensamientos...sin recuerdos...sin objetos de valor personal que pudieran recordarmelo...o de prendas impregnadas con su aroma...carteles con su nombre escrito...
Senti las lagrimas caer por mis mejillas...

- Te amo Jesse...y tu jamas me amaras...-musite en silencio deteniendome a mitad de mi camino.

La escuela estaba repleta de estudiantes...y yo estaba sola.

Tan sola como en la iglesia..como el primer dia de clases...como en el catecismo...como...como siempre.
No es que los necesitara...yo estaba bien sola...sin esos...esos pecadores, engreidos..que no aman y solo siguen sus deseos carnales..que no respetan y lastiman...pecadores..tontos e inutiles pecadores...Senti la rabia correr por mis venas...Todos eran unos pecadores...Testament, Nicholas, Laurent....hasta Katherine podria serlo...todos...todos..

excepto el.

Cambie mi rabia por lagrimas y mire al cielo...un destello capto mi atencion.

No muy lejos, habia un edificio en construccion...donde apenas se habian sentado las bases y algunas columnas...un rayito de esperanza, un nuevo inicio..eso ocupaba yo; volver a mis raices y reencontrar mi camino.
Camine hacia el lugar deprisa..esperanza con encontrar alguna especie de senial de Dios...

Me detuve en seco cuando escuche la voz de Katherine...estaba siendo asaltada?..por pecadores?
No pense en lo que hacia...solo pense en ayudar a mi amiga, en devolverle el favor que noches atras me habia dado. Di un paso adelante mirando al hombre y a la joven frente a ella y sacando un cheque hable con firmeza.

- Cuanto por su libertad? -

-Nicholas, tenemos que seguirlos, vamos- fuimos lentamente detras del hombre armado. Por primera vez podia dominar el miedo.

Nos escondimos a un lado de un salon, nos metimos a una especie de callejoncito, pero ahi nos mantuvimos ocultos. El hombre se estaba acercando poco a poco a un edificio abandonado. Algo me decia que estaban por ahi.

- Creo que... tendremos ventaja si lo chupas o algo parecido, pero se ve peligroso, esta armado, he visto lo que esas cosas le hacen a los vampiros. Ya te contare mis aventuras- hice una pausa, para seguir viendo al hombre.

- Entonces, nos acercaremos, o que tienes en mente?- Vimos a Anna Paula que llego tambien, y parecia haber dado con el edificio.

- Ay no... esto no puede estar pasando... vamos!!!

Me tomó escasos tres minutos arribar al edificio, lo cual me dejaba con quince más para salir de ahí y concluir la operación relámpago en que me encontraba inmerso. El aplomo y la mente fría eran indispensables si quería una misión exitosa completamente. Encendí la sierra para hacer algo de ruido, con lo que Ingrid sabría cuan cerca me encontraba... lo único que esperaba era que no hubiese cometido la estupidez de dañar a la rehén, en cuyo caso tendría que volar en pedazos la universidad para borrar todo rastro del delito... cosa completamente fuera de mi alcance en ese preciso instante.

Llegué con paso firme y vislumbre a la chica Darkwood, sosteniendo firmemente a otra joven, la cual parecía asustada en extremo... no la culpaba. Sin embargo, lo que me extrañó fue que Ingrid estuviese desarmada, con la vista clavada en la rehén. Debía amainar la situación.

-De acuerdo, ya estoy aquí- declaré fingiendo una voz distinta todavía. Miré de reojo a la rehén, para luego hablarle a ella- Estarás bien, tranquila.

Me giré instintivamente con al sierra en alto apenas vi llegar a otra mujer. ¡Demonios! Más testigos solo entorpecían mis planes. Sin embargo, cuando ofreció dinero a cambio de la libertad de la que parecía su amiga, vi la oportunidad de deshacerme del rehén.

-No quiero tu dinero, çunicamente sácala de aquí, sólo estuvo en el lugar equivocado en el momento equivocado. Cuida de ella y llévatela, ¡rápido!- le ordené para observar de nuevo a Ingrid- Ahora, tú y yo nos largamos a un lugar más seguro.

El lugar se habia quedado suspendido en una tension peligrosa de romper.... La mujer no se movio por su arma, despues percibí el ruido de una sierra... logrando alterar mas mis sentidos.
Aunque esa mujer era la causante de toda esa peligrosa situacion la abracé tras el amenazador sonido de la sierra.
El hombre por fin llegó...seguido de Anpu.
Un escalofrio me recorrio la espalda, ahora no solo temia por mi, sino por ambas.
Me contuve de gritar su nombre, disimulando qe no la conocia para que no la retuviesen tambien...pero no podia evitar mirarla suplicantemente, pidiendole qe se fuera por auxilio, por un arma mas fuerte qe su dinero.... el cual rechazaron.

Lo que me sorprendio fue que me estaba dejando ir. El que parecia ser el lider o alguien con mas presencia, estaba pidiendo que me fuera con Anna.
No decia nada, solo miraba de una persona a otra, e Ingrid no me soltaba

Asenti ante las palabras del senior que acababa de llegar...aunque se veia amenazante, decidi confiar en su promesa de dejar libre a Katherine. Ademas, podia ver en su mirada la preocupacion y el temor por aquella chica que sostenia a Katherine entre sus brazos...pase a su lado acercandome a la joven y con cuidado le aparte los brazos..

- Ven...-le dije sin necesidad de pronunciar el nombre de Katherine, debia mantener el semblante frio y despreocupado- vayamonos...-le tome de las manos y la jale de aquellos brazos aprisionantes, camine con ella rodeandola con mi brazo hacia la salida, me detuve solo para decirle e esos extranios - Gracias...el lado este de la universidad es el menos transitado, por ahi podran salirse mas rapido y sin encontrarse con nadie mas...-

Despues me acerque a Katherine mirandola con preocupacion y le susurre muy despacio -estas bien?-

Cuando Anna llegó conmigo senti que un peso se liberaba de mi pecho, al estar lejos de la mujer psicopara y cerca de mi amiga era una sensacion reconfortantemente tranquila.

Parecia ser algo muy facil.. extramadamente sencillo para que acabara asi.
Aun tenia los nervios a flor de piel, y una palidez enfermiza en el rostro que se extendia por todo mi tembloroso cuerpo.

No pude decifrar lo que ella les dijo... estaba a punto de perder el conocimiento. Pero me esforcé para seguir en pie, viendola con ojos desorbitados por el miedo...
Temia del sonido de mi propia voz... asi qe las palabras se atoraron en mi garganta.

Asenti levemente en señal de que estaba bien.