-FIESTA CARNVAL-

Porquè siempre tenía que sonrojarme*.... Me levanté de mi asiento y me tambalé un poco, respiré y con el control genetico que poseo xD me dirigí hacía donde estaba mi amiga Sasha, la tomé de la mano y no nos encaminamos hacía la puerta, creo que andabamos ya muy contentas esa noche, veníamos abrazadas y cantando por los pasillos, nos detuvimos un momento:
=Mira está aclarando=
Seguímos caminado dando trompicones hasta llegar a nuestros dormitorios en calidad de trapo. Aun así me tomé una ducha y después me coloqué mi pijama de gatitos que pedia mi prescencia, aterricé directo y sin escalas en mi cama para dormir con una sonrisa en el rostro que no se me borraría en días, bueno al menos eso creia en ese momento.

~Creo que ya estás cansada ¿te hice correr demasiado cierto?~ le pregunté medio serio, no quería que terminara en calidad de trapo, ya bastante iba a tener con Sasha y Willow muriéndose de la cruda en unas cuantas horas ~además ya están anunciando el final de la velada, vamos que te llevo de vuelta a tu casa~ le dije, mientras tomaba su mano una vez más y dejaba el vaso de mojito en una de las mesas cercanas y tomaba el de Lucita para hacer lo mismo.

Volvimos al pasillo y volvì a ponerle la gabardina sobre los hombros.

Si antes mi respiración había estado a punto de irregularizarse, ahora sí que eso era cierto. La sensación que transmitían los labios de Drew sobre los míos, en un fugaz beso, era algo que mi pobre y algo descoordinado cerebro era apenas capaz de procesar. El rápido giro me hizo sentir aún más mareada...

-Vivo en la frate -dije, aún respirando rápidamente- Podrías llevarme a mi cuarto, de todas maneras... No me siento en condiciones de ir sola

Expuse una sonrisa algo confusa. "Vaya nochecita," me dije. Entonces, Daniel hizo el anunciado del final, justo cuando todo se iba poniendo mejor. Bueno, seguramente sería temprano en la madrugada y ya era hora... Hora de acabarlo.

-Cuando quieras, pasa a verme, Drew -le dije con una sonrisa.

Él no me soltaba. Parecía no querer dejarme ir... Pero ya era hora. Muy a pesar mío, ya era hora. Besé su mejilla, aunque mi poco equilibrio casi me hace dar el beso en los labios, en la esquina de estos.

-Hasta mañana -me despedí.

Entonces, Will haló de mí y salimos de la sala. Ella comentó algo respecto al amanecer y yo le respondí con un mudo asentimiento. Tenía cosas que pensar y cosas que decir... Pero eso también podía esperar hasta que despertara.