El mar, la naturaleza y Lucita

Asenti satisfecha sonriendo.

-Vaya no esta mal, pero tampoco debes avergonzarte de eso, yo cuando era pequeña era una autentica pelota, en invierno, con el gorrito, parecia una peonza.- Recorde una vieja foto el dia de navidad, hace ya varios años,en la que verdaderamente parecia una enorme peonza rosa, sentada en la sillita, dispuesta a que me sacaran a la calle.

Pense en seguir preguntando, pero podia ser demasiado pronto y que me considerara una cotilla, no iva a negar que lo fuera, pero al menos podia camuflarlo un poco.

Me despegue un mechon empapado de la cara, y tapandome un poco con la toalla para que Dick no lo viera me separe el bikini de mi busto que se habia quedado completamente pegado.

Ovserbe el agua que permanecia revuelta. -Por mi parte tienes via libre si deseas sufear, no ire a ningun lado, al fin y al cabo, el coche es tuyo.-

~No traje la tabla, como te dije antes... sólo vine a ver cómo estaba la corriente y qué tan altas son las olas, quizá después me anime a venir a surfear, pero eso no será el día de hoy~ le sonreí levemente y volví a mirar hacia el agua, concediéndole un poco de privacidad para lo que fuera que estuviera haciendo debajo de la toalla ~además, si he de ser honesto, prefiero pasar un poco de más tiempo contigo... sigues teniéndome intrigado~ confesé bajando el tono de voz, esa última inflexión dejaba entrever que estaba desconcertado y que necesitaba desesperadamente un lazo para saber en qué dirección iba tirando.

¿Yo le resultaba intrigante? Tal vez me viera como una paleta de Forks, completamente distinta a su mundo en la universidad, la idea me resultaba humillante, ademas habia pasado mucho tiempo en la gran ciudad.

-¿Que quieres decir con intrigante?- Le observe intentando parecer indiferente, pero si cualquiera de sus palabras apuntaba en la dirección de mis sospechas...

Bueno, tenia que asumir la posibilidad, el debia ser popular en la universidad, si estaba incluso a punto ser capitan del equipo, aunque no fuera el deporte mas seguido, tendria algo de prestigio, y yo... bueno, era simplemente yo.

Me contuve de reír un poco, pude ver en la expresión de su mirada que pensaba a mil por segundo comencé a hablar mirándola primero de reojo ~de entrada, porque no te pareces al 90% de las chicas que he conocido últimamente... no pareces estar pretendiendo, te ves natural y auténtica, eso es poco común ahora que todas buscan seguir un estereotipo~ giré el rostro para mirarle a los ojos ~eres osada y de ideas firmes, honesta e inteligente, cualidades difíciles de encontrar en estos días~ aspiré profundamente y sostuve mi mirada en la de ella ~y finalmente... espero no ofender con esto y si sientes que me he pasado de la raya, no dudes en pararme~ desvié un momento el rostro y luego volví a mirarla a los ojos, con una expresión que estoy seguro que ni yo mismo hubiera podido interpretar de haber estado observando desde fuera ~porque me parece que eres una mujer hermosa... muy hermosa~ reconocí aún mirándola y totalmente sorprendido de poder haber dicho aquello de una sola vez, sin que me fallara la voz y en tono seguro, cerré los ojos esperando el bofetón con sus correspondientes calabazas por atrevido.

Le mire extrañada, este chico aveces me parecia del siglo pasado, mire su expresión, con los ojos cerrados parecia que el mundo se le fuera a venir encima.

Entonces estalle en una carcajada con ese agudo tono que me salia siempre que reia.

Me resulto agradable que le resultara hermosa, pero viendo que su descripción sobre mi solo era positiva, significaba que ovbiamente estaba ciego o se drogaba.

- Osea que- contuve un poco la risa -te has echo una idea exacta de como soy habiendome visto desayunar y con una pequeña charla, o eres muy observador, o un adulador de cuidado- me mordi los labios y le mire un segundo -Bien, ahora, te toca decirme las cosas malas, todo tiene un pero, y yo no soy una exepción, venga dispara, quiero oirte.- Le mire expectante, me habia resultado muy halagador, y habia echo que me sonrojara, pero con la risa esperaba que esto hubiera pasado desapercibido. Ahora me sentia como un gato jugando con su comida, aunque dudaba sobre quien era el gato.

Esta vez no pude evitar reírme, no iba a darme un lazo ni en tono de broma ¡vaya chica cabeza dura! ~está bien Lucita, me rindo... he observado lo que haces y lo que dices, por eso llegué a esas conclusiones, tengo la manía de poner atención cuando converso con alguien, supongo que eso no es un crimen~ seguía riendo al decir eso ~pero sí es cierto, todo tiene positivos y negativos, y veo que eres terca como caballo salvaje... contigo no se logra ni siquiera un empate, pero está bien... así me dejas saber un poco más y de pasada te enteras de más de una cosa~ clavé los ojos en ella y negué levemente con el rostro ~incrédula o ¿debería decir escéptica?~ arqueé nuevamente una ceja ~pareciera como si estuvieses acostumbrada a sentirte opacada, cuando la realidad es que brillas con luz propia~ le dije seriamente.

Poco a poco fui dejando de reir mientras el hablaba. Verdaderamente cuando acabo, no sabia que decirle.

-Gracias- Sono demasiado timido, demasiado bajo, tanto que espere que supiera leerme los labios porque dudaba de que hubiera podido oirme.

-Pero ser cabezota en mi vocabulario es algo bueno, asi que aun te guardo las cosas malas sobre mi para la proxima vez - Volvi a reir y le mire, esperando su reacción. Ya estaba seca, aunque el bikini siguiera estando mojado, me levante, estire la toalla y volvi a ponerla en la arena, para volver a sentarme en ella, y unos segundos despues tumbarme, mirando al cielo que ahora estaba nublado, las nubes avanzaban veloces mecidas por el viento que ahora agitaba la playa.

Gire un poco mi cabeza para mirarle en silencio.

Mordí mi labio al verla mascullar ese gracias, había atinado en aquel punto, finalmente no estaba tan perdido como creía estarlo ~tienes razón, a veces ser cabeza dura tiene sus ventajas... prefiero ver esa parte como una área de oportunidad~ respondí a su comentario en tono casual, después de todo esto era un intercambio de puntos de vista ~ahora que lo has dicho... ¿qué te gustaría hacer la próxima vez?~ giré a mirarla y vi como me miraba, me gustó la sensación que eso producía ~la excursión a la playa fue mi idea, así que ¿te parecería proponer la siguiente salida?~ miré hacia el cielo un segundo y luego volví a fijar la mirada en sus ojos.

Atacaba mi punto debil, la indecisión, cualquier plan me parecia bueno si no le planteaba yo, ¿cine? podria interpretarlo como una cita, ¿una cena? mas de lo mismo....

-Iremos de compras- Una sonrisa maquiavelica recorrio mis labios, aunque si el resultaba un adicto a las compras podia verme atrapada en mi juego, de nuevo no sabia quien era el gato... tenia que llevar un gato a mi casa.

-¿Te parece bien? Realmente te lo pregunto por cortesia, no porque me importe si no quieres eh!- Era facil sonreir con el, no se si por el echo de que me sentia una tonta aun con un desconocido, o por el echo de que me caia bien, y era el primer amigo que hacia en mi nueva localidad.

-Na en serio, si prefieres otro plan acepto sugerencias.-

~Trato hecho señorita, iremos de compras ¿Port Angeles o Seattle?~ volví a reir ante la idea, odiaba con el alma ir de compras y seguramente Willow encontraría el modo de enterarse que la próxima salida con la chica que intentaba conquistar sería a un centro comercial... su burla sería interminable, aunque quizá podría aprovechar para renovar el guardarropa, que a últimas fechas era un espanto ~y no te preocupes, no pienso retractarme...~ levanté la diestra hablando con tono solemne, aunque la imagen debía ser graciosa viniendo de un tipo que tenía bermudas de natación mojadas adhiriéndose insistentemente a los muslos.

-Seattle, es mas grande, tendremos mas centros comerciales y tiendas que visitar- Le guiñe un ojo cuando termine de hablar. Por su expresión parecia que la idea no le resultaba demasiado atractiva. Bien, seria una prueba para el, si de verdad le parecia tan maravillosa como el decia.

-Aunque aquello no lo conozco, te tocara hacer un poco de guia, por cierto, ¿que hora es?- Pregunte algo distraida. Habia perdido completamente la noción del tiempo.

~Excelente, nos vamos de compras a Seattle entonces~ intenté sonar determinado, creo que lo logré a medias, luego respingué por su pregunta y revolví entre mi ropa buscando el móvil, revisé la hora ~son casi las tres, creo que es hora de volver, querrás comer en casa~ y yo tengo que ir a estudiar... maldito pre-examen de farmacología, cogí mi pantalón y empecé a metérmelo por las piernas a tirones.

Las tres, si que pasaba el tiempo rapido si.

-Me usas como excusa, pero supongo que ese apetito boraz tuyo es el que no puede esperar, que sepas que te tengo calado.-
Me estire un momento en la toalla, y despues extendi mi brazo hacia mis pantalones, me los puse, aunque el bikini estaba mojado, sentandome encima de la toalla no mojaria el asiento del coche. mire a Dick de soslayo mientras el hacia lo mismo, desde luego el chico estaba bien formado, sonrei sacudiendo la cabeza dejando de mirarle.

Despues comence a calzarme, una vez hube terminado me levante, me asegure que todo estubiera en mi bolsa, y la coji, llevando la toalla doblada en la otra mano.

~De hecho, lo que me tiene en la obligación de llevarte a casa y volver a la mía, es que tengo examen de farmacología el lunes, me escapé a la naturaleza porque estaba harto de tener la nariz metida en el libro~ por más que intenté, la bermuda terminó hecha un lío dentro de mis pantalones y hacía parecer que estaba usando un gran pañal... triste, muy triste ~y sí, tengo apetito voraz eso no puedo negarlo~ le sonreí mientras terminaba de meterme los bostonianos y ponerme la camiseta, alcanzándola después rumbo al auto.

Le observe conteniendo la risa, ahora parecia un payaso con un pantalon que le hacia un culo enorme.

-Recuerdame que no te pregunte demasiado si algo me queda bien o mal.-

Me habria gustado decir algo sobre el examen, aunque solo fuera un, "suena a dificil", pero las ganas de reir eran superiores a mis fuerzas.

-¿Crees que cabras en el asiento del coche?-

Me sonrojé ante la pregunta, realmente debía verme ridículo por la forma en que estaba mirándome, se podía apreciar una seria amenaza de estallar a carcajadas en cualquier momento, no pude evitar reirme en serio que debía verme estúpido y lo corroboré cuando vi mi reflejo en el auto ~seguro que cabré... sólo echo el asiento hacia atrás para no quedar tan incómodo~ respondí medio riéndome; abrí su puerta y la dejé entrar ~adelante pues, la carroza espera~ dije al tiempo que le cedía el paso.

Me meti en el coche murmurando -Un adulador sin remedio- Y negando con la cabeza.

Me sente sobre mi toalla para no manchar el asiento y espere a que el subiera por su lado, habia resultado extraño pero agradable, y era bueno conocer a gente nueva en este sitio.

Cuando entro en el coche volvi a hablar.

-Vale, no a estado mal Dick. Aunque aun no se si me has drogado con el desayuno para venir aqui contigo- le mire sonriendo, esperando a que arrancara.

~¡Hey! a mí no me mires, tu plato estuvo siempre a la vista y fuera del alcance de mis manos~ le respondí bromeando mientras subía al auto, cerré la puerta una vez que se acomodó, fui hacia la cajuela, saqué la toalla vieja para ponerla sobre el asiento y terminé por botarme los pantalones... volví hacia mi lado del auto y acomodé la toalla sobre el asiento, subí y me puse el cinturón ~entonces... a tu casa o ¿quieres que te deje en algún otro sitio?~ pregunté en tono serio... está bien, todo lo serio que puede parecer alguien que está en camiseta, bermudas de nado y bostonianos en los pies.

Ya imaginaba yo que lo de los pantalones por encima de las bermudas no era muy normal.

-Si no es mucha molestia ¿podrias dejarme en casa?, aun no me conozco nada, y si me dejas por Forks, mi sentido de la orientación me jugara una mala pasada seguro.-

Me abroche y me mire un poco en el espejo retrovisor, colocanome el pelo lo mejor que pude. Vaya pintas llevo, espero que Dick no se asuste.

~Está bien, no queremos que te pierdas ¿si no con quién voy a ir de compras a Seattle?~ le dije en un tono de fingido horror , a final de cuentas bromeando con ella; giraba para decirle algo y la imagen frente a mí hizo que al instante olvidara todo, casi hasta mi nombre; era realmente hermosa ¿es que no podía verlo? volví a concentrarme en el volante y el frente del auto, no sería buena idea que estuviera con la cabeza en la luna mientras estaba conduciendo.

Pasé el brazo por detrás, apoyando mi mano en su respaldo, había que sacar el auto de reversa ~a todo esto ¿en cuanto lleguemos a tu casa y estemos en condiciones de que así sea, podrías darme tu número? creo que lo políticamente correcto en estos casos es que te llame para acordar nuestra próxima excursión al centro comercial~ dije casualmente, por lo menos tenía un buen pretexto para pedir su número sin parecer demasiado obvio.

Sonrei un poco y deje mi perlo por imposible.

-Contaba con que nos dieramos el numero de telefono Dick, si no me resultaria dificil obligarte a cumplir con nuestra proxima cita sin saber donde vives.- No me apetecia pasearme por una inmensa universidad a buscarle.

Rebusque en mi bolsa y saque mi movil, aunque me costo encontrarlo un poco.

-Dame tu numero y lo apunto- me encontraba buscando la agenda en el movil. y escribi "Dick posible psicopata" para agregarle a la agenda, sonrei para mi misma, lo borre y volvi a escribir "Captain D..." me quede pensativa, va, no tiene gracia ni para mi sola, asi que volvi a borrarlo y escribi solo "Dick".

Dicté mi número de móvil, difícilmente estaba en el Loft, menos ahora que tenía una cama dónde aterrizar como costal luego de un día largo en la escuela ~te daría el del loft, pero casi nunca estoy ahí... aunque debería ir pronto, seguro mis padres ya están a punto de llamar al FBI para que les ayuden a encontrar al par de fugitivos de sus hijos~ reí un poco ante la idea, Holly sería capaz de estar contactando a la interpol, mientras Gerry trataría de disuadirla para no hacerlo ~en cuanto lleguemos a tu casa, anotaré el tuyo~ afirmé, mientras seguía conduciendo hasta su hogar.

No le ice caso y le ice una llamada perdida, ya lo cojeria de ahi.

Cuando finalmente llegamos delante de mi casa desabroche el cinturon y me estire un poco en el asiento, mire la casa que permanecia con las persianas del salon subias, fruto de que nadie en la casa habia estado hoy en el.
Katherine, no vendria hasta dentro de unos dias.

Creo que hable sin pensar cuando le dije.
-Oye, si quieres puedes qudarte a comer, mi compañera de piso se a fugado esta mañana dejandome una nota de que estaria fuera unos dias, va a sobrar algo de comida.- Note que mi corazón se aceleraba un poco producto de los nervios, sabia que el no era capaz de sentirlo, pero igualmente me senti incomoda, ¿por que te pones nerviosa?.

Me había sorprendido... pensaba darle tiempo y espacio para que no terminara cansándose de mí y ahora me estaba invitando a comer, algo en mí decía que sería mala idea rechazarla y otra parte de mi cabeza estaba sumamente ocupada acelerándome el corazón ~¿no sería mucha molestia?~ pregunté con timidez y le dirigí una media sonrisa nerviosa.

Lu, pero que estas haciendo! me reprimi mentalmente.

-Ninguna, queda algo de pollo en la nevera de ayer, solo tenemos que meterlo al horno, pero si no lo acabamos hoy, se va a estropear, y yo paso de estar toda la semana comiendo pollo. Katherine me a abandonado por sorpresa, su plato sera para ti.- Me gire hacia el para ver si aceptaba o no, y me apresure en añadir en tono jocoso.

-Pero no te agas esperanzas, es solo que no quiero tirar el pollo- Me rei un poco, aunque lo cierto, es que la idea de el y yo... la que no debia de hacerme en esperanzas en caso de que quisiera era yo, nuestros mundos eran demasiado distintos, el conoceria a miles de chicas mejores en la universidad. Pero que diablos estas pensando, Lu Otra vez mi mente divagaba por mundos lejanos, ?acaso tenia alguna intención de intentar algo con Dick? ¿entonces por que esas estupideces rondaban mi cabeza? ni siquiera lo conozco. Ni el a mi. Sali de mis ensoñaciones al salir del coche. Mi mente estaba demasiado inestable aun con el tema de la mudanza a un pueblo perdido.