. . : : La forma de la Luna (Bianca, Lucian) : : . .

Disfrutaba cada vez que tenía la razón, cada vez que mis soldados venían a ofrecer sus disculpas por desafiarme y terminar de la peor forma. Bianca, tal como yo mismo lo anticipase, se veía en la necesidad de tragarse sus palabras de una buena vez. Debido a la presencia de Metztli, tuve que reprimir cierto impulso por humillar completamente a la, otrora, cambiaformas. Me hubiese divertido, pasando un rato bastante ameno, pero cumpliría mi deber como se esperaba de un individuo como yo... además que buscaba una redención.

-La suerte te acompaña, Bianca. Por hoy, mi consciencia me dicta que te ayude. Quizás, si pierdes tu espíritu combativo permanentemente, sólo quizás, podré tener un agradable momento riendo por ello- dije sin ningún dejo de compasión por la situación de Bianca... me había desafiado y ahora sentiría parte de mi repulsión hacia ella- De acuerdo, les ayudaré- continué mirando a Metztli con absoluta calma en el rostro- ¿Tienen algún plan o también desean que ponga mi ingenio a trabajar?- mi voz salió con cierta arrogancia, arrogancia que compensaba mis deseos de humillar a Bianca.

Medité sobre el asunto, recopilando mentalmente toda la información que tenía a mi disposición. Ahora recordaba un caso, un sólo caso semejante al de Bianca. Las piezas del rompecabezas encajaban perfectamente. Cerré los ojos, forzándome a respirar rítmica y lentamente, fraguando un plan que ayudase a Bianca. Teníamos demasiados puntos que tomar en cuenta, además de requerir un lugar al cual enviarla, un lugar donde se encontrase a salvo de cualquier amenaza, tanto de aquellos semejantes a nosotros como de los mismos Volturi... un lugar que nadie conociese...

-En lo profundo de los Cárpatos, en la zona que corre a lo largo de Eslovaquia, ahí se encuentra Nachtburg- comencé mirando a Metztli, pues de haber contemplado a Bianca seguramente los deseos de humillarle habrían retornado- Es un castillo en lo alto de una colina, rodeado de un espeso bosque. Ha sido mi inexpugnable fortaleza desde hace seiscientos años. En él viven mis soldados. Puedo arreglar el traslado de Bianca ahí mediante un vuelo privado desde el aeropuerto de Seattle, trayendo uno de mis aviones.- expliqué con seriedad- Puedo argumentar que requiero a alguien en Eslovaquia, alguien que me traiga un informe detallado de los acontecimientos que se han sucitado en mi ausencia y, puesto que Lucrecia no está, yo no puedo ir- concluí aguardando alguna idea al respecto por parte de uno o ambas.

Escuche atentamente lo que decían ambos, “Cambiar mi aroma” pensé y sacudí un poco la cabeza, para después escuchar lo que exponía Lucian, sonaba una idea viable, pero había un pequeño detalle.

Aclare un poco la garganta antes de hablar,-Lucian, pero si me mandas sola despertara alguna sospecha o problemas con algunos miembros de la manada, ya que la orden que nos dio claramente Lucrecia fue no ir solo a ningún lado-, me quede mirándolo mientras pensaba en lo que conllevaría un viaje así.

-Podría irme con alguien mas de la manada, alguien que pueda guardar el secreto de la verdadera razón por la cual tengo que abandonar, - mi voz se corto un poco, mi plan jamás había sido abandonar mi mision, pero ahora el motivo mas fuerte ara llevarla acabo estaba en riesgo o eso consideraba yo.

-Se que tal vez no este en posición, pero Lucian podría proponer a alguien-, dije en un tono seguro y serio.

Una cruenta mirada, acompañada de una hostil sonrisa, apareció reluciente en mi rostro. ¿Acaso pensaba que consentiría debilitar al equipo aún más? Bianca me sorprendía notablemente, al grado de hacerme creer que era una cambiaformas inocente... suponer que le permitiría llevar a algún acompañante a Eslovaquia...

-Querida Bianca- dije con una suave voz impregnada de ira y desaprobación-, creo que no te has dado cuenta de lo vulnerable que nuestro minúsculo grupo se volvería en caso de aceptar la idea de enviarte acompañada, por un miembro útil a nosotros, en tu pequeño viaje de placer- añadí un movimiento de negación con la cabeza- No disponemos de un batallón que defienda estos territorios, mucho menos de un ejército.- unas cuantas ideas adicionales se formaron en mi mente, las cuales agregué al instante- No necesitaste compañía para salir a buscar problemas y conseguir una herida en la cabeza, ¿por qué la necesitarías ahora que te envío al sitio más seguro que conozco? Olvídalo, Bianca, irás tú sola- sentencié con fiereza y determinación, mientras mis ojos centelleaban, transmitiendo claramente los deseos de revancha contra Bianca.

Con la misma seriedad, mire a Metz y Lucian, respire profundamente antes de responder -por favor, como dije se que no estoy en la mejor postura, pero lo mejor es que me manden lejos, a donde quieran pero permítanme irme con Myhr, se que en el puedo confiar-, dije sin dudarlo.

No sabia si Lucian me escucharía a mi o a Metz, pero nada perdía con intentarlo, espere a ver sus reacciones, esperaba que aceptara mi propuesta, ya que Myhr era un buen elemento, desbalagado pero bueno y siendo sinceros le haría bien salir de este ambiente nocivo.

Guardar apariencias... sabio consejo enunciado por la única persona que consideraba mi igual en una notable cantidad de sentidos. La ira me había conducido a un razonamiento que, si bien no se encontraba plenamente errado, podía considerarse como precipitado e incapaz de cumplir con las exigencias de la empresa en la cual me veía involucrado ahora.

Cerré los ojos, dispuesto a proporcionarme suficientes motivos para aceptar la idea que se me presentaba con solidez. Respiré lentamente un par de ocasiones, controlé mi impulso por espetar a Bianca mis argumentos... pero decidí callar... ya llegaría el momento de mi vendeta... justo como el tiempo de la rendención había arribado poco antes.

-No requerimos de su ayuda, gracias- comencé, una vez lancé una mirada de reprobación a Metztli... Era cierto, ambos profesábamos profundos sentimientos para el otro, pero ante todo, no planeaba sacar ventaja de mi posición- En cuanto a tí, Bianca- un destello de frialdad se manifestó por completo en cuanto observé a la cambiaformas en quien descansaba la mitad de la culpa de semejante asunto-, irás a Eslovaquia en cuanto arreglé tu traslado, lo cual no creo que me tome más de un par de días. Contactaré a Myhr para que aliste todos los asuntos que tenga pendientes, partirá contigo- callé, sabiendo que tomaba la desición correcta- ¿Algo más que deba ser planeado?- pregunté con gelidez.

Una notable expresión de sorpresa reemplazó la creciente furia que se apoderase de mí unos segundos atrás. ¿Por qué rayos deseaba Metztli viajar a Eslovaquia con Bianca? Debía deberse a aquella misteriosa unión que compartían, aquella unión como integrantes de la misma tribu... no encontraba otra explicación lógica, no con la impresión que experimentaba.

Pese a todo, carecía de una razón que impidiese a la joven alpha encaminarse a mis dominios en Europa, puesto que, estaba seguro, Nachtburg representaba un paraíso para cualquier cambiaformas, incluso uno más seguro que La Push.

-No viajarás sola, Metztli- dije con un tono aún más autoritario que el empleado por ella un momento atrás- Si todo salé como espero, yo mismo te guiaré a Nachtburg.

Ahí... si el destino lo desea, ahondaré en un tema que ansío poder charlar contigo... pero sólo puede ser en ese preciso lugar... pensé lleno de esperanza, sin exhibir nada más que un semblante seguro e inhumanamente frío.

Escuche la pequeña conversación entre ellos, respire profundamente cuando Metz se refirió a mi, -Si Myhr, a pesar de casi no tener contacto con el es de los miembros que me inspira mucha confianza-, dije en un tono serio.

Dirigí mi mirada hacia los dos, - si lo desean puedo llamarle para que se reúna con nosotros y ustedes mismos puedan decidir si es conveniente o no, ¿les parece?-, guarde silencio para esperar la respuesta de ambos, o de aluno de ellos.

Myhr... no había preguntado nada cuando recogiesemos el cargamento de armas y autos en Port Angeles tan sólo unas semanas atrás. Parecía el más adecuado para volar con Bianca a Europa: Francesca y Shadows era muy jóvenes e impulsivas para acompañarle, Julien representaba la amenaza viva a la integridad de los bebés de Bianca, Lucrecia encabezaba el grupo y difícilmente se vería en la posibilidad de dejarle; sólo Myhr calificaba casi a la perfección...

-Haz como creas conveniente, Bianca. Por mi parte, debería regresar a la mansión para llamar al director de mi equipo en mi ausencia para que envíen el avión- inhalé profundamente, disimulando mis deseos de mantenerme al lado de Metztli cuando fuese posible. Tenía una misión por cumplir ahora mismo y los asuntos sentimentales podía quedar de lado-Una cosa más, Myhr es fiable para mí.

Al escuchar la autorización de Lucian, saque el móvil para marcarle a Myhr, mientras lo hacia Metz hablo, la escuche aun mandando el mensaje, cerré el móvil y lo guarde después de mandarle, esperaba que Myhr respondiera pronto.

Cerré los ojos ante lo que había dicho Metz, esbozando una sonrisa, era algo realmente extraño en mi trate de concentrarme en ese latido fuerte, que escuchaba con toda claridad, pero algo mas sonó ahí, enfoque mis sentidos, parecía que el corazón tenia un cierto eco que sonaba igual.

Abrí los ojos, dudando de que si lo que había escudado era real, tal vez mis sentidos me fallaban, lleve la mano a mi vientre, -¿Será Posible?-, dije dudosa, mirando a Metz.

-Creo Metz que no es un corazón el que estamos escuchando-, dije con voz temblorosa, sin dejar de verlos..-Es pronto para saberlo, pero si mis sentidos aun no me fallan , no es un corazón fuerte, si no mas de uno-, me estaba entrando un pánico por lo que ahora sentía.

**Abrió los ojos desmesuradamente una vez más, había percibido el eco desde la primera vez que le escuchó de cerca, pero había sido todo tan sorpresivo que no había puesto del todo atención; así pues, se acercó a Bianca nuevamente y tomándole de las manos, le ayudó a levantarse y después se acuclilló, pegando su sensitivo oído a ese vientre de luna.

"Pum Pum Pum Pum... PumPumPum... Pum Pum Pum Pum", sus ojos se abrieron aún más al escuchar a detalle, recordaba con claridad ese eco tan nítido: así se escuchaban los corazones de Armand y Aaron en el vientre de Quitze... así se escuchaban Adam y Wendy en su propio vientre; aguzó el oído un poco más, concentrándose profundamente en discernir cada sonido en forma aislada.**

Dado de Percepción + 8

Metztli Kwaiya ha efectuado 1 lanzada(s) de uno D10 :

Iba a asentir ante la petición de Metztli, puesto que, al igual que ella, consideraba un movimiento sensato esconder a Bianca mientras los preparativos se concluían satisfactoriamente. Sin embargo, me ví interrumpido por el repentino sonido de los tambores de Ares... un sonido similar al de la guerra...En medio de la discusión había perdido la oportunidad de concentrarme en contemplar mi entorno mediante cada uno de mis sentidos... No obstante, aquello que llenó de una sorpresa mayor mi expresión fueron las palabras finales de Metztli: Son tres... puedo escucharlos claramente

Tres... era... eran casi los mismos pequeños que Metztli cuidaba en su casa... Me giré para salir del lugar, ahora que mi presencia ya no era imperativa, añadiendo antes.

-Les llamaré cuando todo esté terminado. Hasta entonces, cuídate- dediqué una última mirada a modo de despedida a Metztli, abandonando el recinto a continuación, con mis objetivos claros en mente: contactar a Raze cuanto antes.

Al oír el ruido en la puerta del estudio, mire a Metz, poniéndome de pie, el efluvio que sentía era conocido, me acerque a abrir la puerta y darle la entrada.

-Buenas noches , Myhr-, salude con una media sonrisa en el rostro, dándole el pase con la mano para después cerrar la puerta, caminar a su lado para guiarlo hasta la parte de la trastienda donde nos encontrábamos.

-Perdon por hacerte venir a esta hora, pero creo que tu podrias ayudarnos…-, se me corto la voz, aun no podía decirlo con todas sus letras, tome un poco de aire para continuar hablando, mirándolo a los ojos.

-Myhr, necesito de tu apoyo,.. estoy embarazada y no puedo quedarme aquí, por la seguridad de los que están dentro de mi, Lucian tomo la decisión de enviarme a mi y a alguien de confianza a Eslovaquia, me gustaría que fueras conmigo-. Hable con toda la seriedad, mientras posaba mi mano sobre mi vientre, tal vez seria confuso el por que se lo pedía a el, pero el me daba seguridad hasta cierto punto, espere su reacción y las preguntas que por ende se pudieran formar, las cuales no me negaría en contestar.

Escuche lo que me decía con atención, -en este caso Myhr, la condición que tomo al estar en cinta, es la de un humano normal, no puedo entrar en fase, por ende seria franco fácil de ataques como el que hoy por la mañana tuve que hacer frente-, recordé la pelea con el miembro de la otra manada,-por suerte creo que tuve la fuerza suficiente para defenderme en forma homínida, pero no es seguro que esa suerte este siempre conmigo-.

Le mire a sus ojos los que reflejaban el instinto que yo sentía perdido, respire una vez mas para continuar hablando,-se considero después de lo pasado que mi salida de la zona seria la mas optima, añadiendo el hecho de que el padre de los seres que están dentro mío, no debe enterarse de la existencia de los mismo, nos enviaran a Eslovaquia para supervisar ciertas operaciones que se hacen en la zona , hasta poco después de dar a luz, estaremos ahí, para regresar a cumplir con nuestra misión,- dije en un tono sereno pero llena de seguridad.

Lo note pensativo, mientras le comentaba parte de lo que pasaba, tal vez el tiempo que permaneceríamos alejados podría contarle todo con mayor calma y claridad, a pesar de que me estaba observando y escuchando se notaba una parte de el fuera de ese punto físico. Al terminar de hablar volvió en si y escuche lo que me preguntaba.

-Es probable que salgamos mañana a primera hora, Lucian se fue a arreglar todo para nuestra salida-, dije calmadamente aunque por dentro me estuvieran comiendo los nervios, tanto que no reaccione de que le había llevado hasta ahí y en ese momento para el hablamos en frente de una desconocida.

-Perdona, mi olvido Myhr, ella es mi hermana de tribu, Metztli Kwaiya-, dije presentándosela, -Metz, el es mi hermano de manada Myhr Aukland-, me sentí un poco mareada así que me sente de nuevo cerrando los ojos, esta vez sabia que los mareos no eran por la pelea si no por algo mas fuerte.