. . : : La forma de la Luna (Bianca, Lucian) : : . .

Llegue al estudio, no estaba conciente de cómo o de donde había tenido fuerza para poder llegar ahí en la moto, al bajar sentí un leve mareo deteniéndome de la moto para poder estabilizarme, tome un poco de aire, para después avanzar y entrar a el estudio donde se encontraba ya mi hermana.

La desesperación me consumió al escuchar su voz, me acerque conteniendo aun el llanto que brotaba de mis ojos, no sabia si por el hecho de sentir que perdía mi naturaleza o el dolor humano que tenia de las heridas que había en mi después de la pelea aun no sanaba y me recordaba lo que perdí.

Me acerque para ponerme a un lado de ella en cuclillas, mis piernas ya no me sostenían mas y era imposible contener el llanto, el llanto desde lo mas profundo de mi alma, una alma que sentía que se desprendía poco a poco de mi.

-Hermana, me siento que he fallado, las fuerza del espíritu me abandona sin razón aparente, he fallado…- dije entre cortadamente, sin poder ver nada mas que siluetas, por el agua que salía de mis ojos, ese llanto que no tenia desde que había dejado de ser human para abrirle paso a la fuerza, y ahora volvía a mi para recordar en lo que me estaba convirtiendo sin razón aparente.

Me ayudo a incorporarme, para después sentarme en la silla donde ella se encontraba, nunca me había sentido tan vulnerable, el dolor de la pérdida era algo que aun no estaba preparada para enfrentar.
Poco tiempo después de sentarme, regreso para ponerse en cuclillas frente a mi, aun no podía contener el llanto, seguía respirando profundamente para controlar esas emociones, cuando escuche su exclamación, trate de enderezarme un poco, aun dudando de lo que había dicho Metztli.

-Yo estoy que…- dije dudosa, mirándola a los ojos, no entendía que había pasado, menos a que venia esa expresión, solo vi su reacción que logro erizar la piel en mi.

Escuche con atención lo que mi Hermana preguntaba, había recurrido a ella por respuestas, la miro a los ojos, mostrando el color humano el verde, ese color que demostraba el mas puro de los sentimientos.

-He ahí por los motivos que he venido, hoy no pude entrar en fase, los rastros de la batalla aun están en mi cuerpo-, seguí escuchando con atención todas sus preguntas, mientras tranquilizaba mis reacciones, sentía que la respuesta era pronta sobre lo que me pasaba.

-Si así es Metztli, he estado mas cansada de lo normal, el apetito se ha visto en aumento, pero lo achaque a el mismo aumento de las responsabilidades de trabajo dentro del fuerte,- lleve la mano a mi vientre, el cual respectivamente era mas cálido que el resto de mi cuerpo, abrí los ojos al sentirlo.

El presentimiento que se había presentado frente a Lucian, se estaba convirtiendo en algo mas nítido, real, -Lo estoy sintiendo así, pero.. ¡No!…- el llanto volvió a inundar mis ojos, pero esta vez no era dolor el que se presentaba, era alegría, la alegría que o lo una mujer puede interpretar, no podía creerlo, a mi mente vinieron las imágenes de aquellas que había dejado atrás, mujeres plenas cumpliendo con el deber del don, ese don que yo no me sentía con el derecho de tener.

La emoción lleno todo mi ser, aun mi espíritu no estaba, listo para ser madre, de hecho nunca lo había considerado desde que me había convertido en lo que hasta ahora había sido mi misión y visión de vida era otra, ahora alguien crecía dentro de mi.

Respondí el abrazo de Metztli, dejándome guiar por la emoción que fluía en mi, después el llanto se desato, varios sentimientos recorrieron en mi hasta el punto de erizar mi piel, el nombre de aquel que era el padre de el ser que en mi crecía.

Sentimientos encontrados, no podía decirle, el no se podía enterar, en mi aparente inconsciencia saliendo del fuerte no había escuchado lo que Lucian decía, por primera vez en mi vida el sentimiento de soledad y dolor, mezclado con la alegría se hacían presente.

-Ahora que voy a hacer- fue lo primero que pude decir, estaba sola, como cuando decidí escapar de mi tribu, de mi familia la cual ahora no me reconocería, solo estaba ella mi hermana.

Me sentó de nuevo, sentía en los brazos de mi hermana la calidez que una vez sentí por parte de mi familia, eso tranquilizaba un poco mi alma, a su pregunta negué con la cabeza.

-El no puede saberlo, no creo que quiera ser parte de esto, el es…- dolía reconocer la verdad sobre mis sentimientos y la decisión que a pesar de mi sentir acababa de escoger, el no podía enterarse de esto.

-Lo quiero en verdad, pero para el..- dolía en el alma aceptar ese sentimiento,-el no puede saberlo, no quiero que dañe a mi hijo-, era lo único que en el momento venia a mi mente la bestia que se presentaba en el y el color de sus ojos, cosas totalmente contradictorias, para ese momento.

Mire hacia el suelo después de escucharla, recordé mi reacción ante Lucian esa misma noche, conociendo a mi compañero, y ante mi actitud, supongo que no estaría contento con lo acontecido.

Levante la mirada mostrando esos ojos verdes, mire a Metz –Tal vez , Lucian no este muy contento conmigo, es mejor que te diga lo que ha pasado esta noche, ante los ojos de ese guerrero le me he insubordinado, Salí de una manera poco correcta movida por la desesperación y la búsqueda de esta respuesta, así que no se como reaccione ante esto- dije en un tono serio.

Aun mis ideas eran confusas y era extraño sentir debilidad tal en mi cuerpo, pero estaba dispuesta a afrontar los efectos de lo que había provocado con mis reacciones.

Tome un poco de aire, para poder explicar lo acontecido, - Mi llegada al fuerte no fue de lo mejor, recuerdo haber entrado y bajado de mi moto, después de eso estaba en la enfermería y a un lado mío Lucian.

El hizo un interrogatorio largo para tratar de averiguar que es lo que pasaba, sospecho que el tiene idea de lo que paso por lo que le respondí, pero el quería hablar con Julien- su nombre me salió con algo de problemas.

-El quería dejarme encerrada en la enfermería, y yo buscaba respuestas que el no me quiera o no había darme, cuando menciono que iba a hablar con el padre de este bebe, reaccione tal vez de una manera no muy correcta, el había dado una orden la cual me negué a obedecer, así fue como salí del fuerte y llegue aquí contigo-. Conociendo a Lucian eso era una falta grave.

Le mire con algo de duda, no quería causar mas problemas de los que había provocado ya, me parecía increíble tener esas sensaciones en mi, casi olvidadas.

Asentí con el rostro, - se que estoy en problemas, y estaré aun en mas si hablo, pero ahora mi prioridad es este ser,- tome un poco de aire para poder seguir hablando.

-Julien es un miembro de la manada, a decir verdad de los mas feroz guerreros dentro de esta, se deja dominar fácil por la bestia, no quiero dejar mi misión de lado, esto me impulsa a seguir con ella, a cumplir con el deber dentro de la misma, por este ser que crece en mi, pero aun así, quiero protegerle hasta estar segura de lo que su padre es capaz de hacer, si es un riesgo no se enterara de su existencia,-, dije hablando como mi naturaleza me decía.

La tribu defiende a los cachorros hasta la muerte y mi caso no seria la excepción a la regla.

Escuche la llamada que hacia Metz, tome aire sabia que era mi momento de aceptar mi error, ahora no interesaba mi tonto orgullo si no la seguridad, de el ser que venia en camino, mas ahora que era una humana que fácilmente podía morir, no lo permitiría y si tenia que aceptar mi error y pedir disculpas lo haría sin dudarlo.

Después de la partida de Bianca me dispuse a analizar una muestra de sangre que tomase al atender la herida la cambiaformas tan renegada. Esperaba que estuviese muerta para esos momentos, seguramente de un golpe al estrellar la moto o por un desmayo, quizás por el simple hecho de desplazarse sin estar en perfectas condiciones. Ya no interesaba mucho, nos enteraríamos de todo a su debido momento, incuestionablemente.

Una vez dejé la muestra en el laboratorio, para cuando Birkoff volviese, me encaminé a mi habitación en la zona superior del castillo, empleando el ascensor. Me causaba cierta curiosidad, y preocupación, el motivo por el cual Bianca padecía un problema tan complicado como ese. Ignoraba si era contagioso o cuestión de ella sólamente, por ello requería apresurarme. Encontrar a Julien era otro punto importante. Infortunadamente, él se encontraba ausente.

Usé la computadora que tenía en mi alcoba para encontrar algunos datos que podrían ser útiles, sacando ligeras concluciones, pero nada sólido. Al final, necesitaba averiguar más... eso pensaba cuando sonó mi móvil. Contesté sin fijar mucho en quién era, llevándome una gran sorpresa con ello.

-Voy de inmediato- respondí levantándome de un salto, para ir al garage, de donde tomaría mi Aston Martin para conducir a toda velocidad a La Push con el fin de responder al llamado que me hacían.

La voz de mi hermana, me infundía seguridad ella sabia lo que significaba esto para nosotras, el valor de ese don, lo que venia estaba de acuerdo con ella no seria fácil, pero el motivo lo valía, estaba un poco inquieta ante la reacción del segundo al mando de la manada a la que pertenecía.

Pero tenia la esperanza de que pronto acabaría todo, y podría cumplir la misión impuesta y ahora con mas fuerza que nunca, por el futuro de ese ser.

Escuche el ruido del auto estacionándose afuera, mire a Metz , con un poco de inquietud en mi mirar, lo que comenzaría ahora seria la parte mas dura, y esta dispuesta a enfrentarlo.

Las mejoras con las cuales contaba el auto me ayudaron notablemente a recorrer la distancia entre la fortaleza y el estudio de Metztli en La Push. Además, la hora fue un factor determinante para ello, traducido en poco tráfico y vigilancia por parte de las autoridades.

Una vez ingresé en dominio de cambiaformas, tuve que reducir la velocidad un poco. Estacioné el auto frente al estudio, activando sus alarmas apenas bajé del mismo. Me detuve un instante al percibir una esencia demasiado familiar... aunque me resultaba casi evidente que se encontrase ahí una vez que lo medité correctamente.

Rodeé el lugar, puesto que la entrada principal se encontraba cerrada por razones obvias. Ingresando al recinto tuve que reprimir un gesto triunfal, mientras me dirigía directamente donde Metztli, casi ignorando la presencia de Bianca.

-Aquí estoy, tal como me lo pediste. ¿Qué sucede?- pregunté con un tono frío y un gesto serio.

La forma de expresarse y sujetarme eran claras señales de que algo malo sucedía, al menos desde el punto de vista de Metztli. Sin embargo, todo apuntaba a que la clave del asunto radicaba en el problema que Bianca tenía para entrar en fase. Ironías de la vida, sin duda alguna.

Me guardé los deseos de esbosar una sonrisa triunfal, una sonrisa para menguar el ánimo de Bianca y demostrar que debía obedecer mis órdenes... el destino me la ponía en bandeja de plata para aniquilarla mentalmente de la forma que me viniera en gana.

-Metztli, Bianca es un miembro de mi equipo. No tendría motivos para desear evitar verle- comencé usando un tono por demás sarcástico- A menos que lo mereciera pero, ¿quién es tan torpe como para rechazar ayuda? No lo sé. ¿Tú qué opinas, Bianca?- pregunté con una premeditada malicia, aguardando una respuesta que llenara mis deseos de venganza.

Trague un poco de saliva antes de ponerme de pie e acercarme a donde estaba ambos, con pasos mas firmes que al principio, -Estoy consiente que la actitud que tome no fue la correcta Lucian,- dije en un tono calmado y controlado, sin dejar de mirarlo a los ojos.

Me quede inmóvil frente a ellos, -no pido que entiendas por que lo hice, pero necesitaba respuestas, que tal vez me darías tu, pero para mi era apremiante saber lo que acontecía, para como tu dijiste no poner en riesgo ni a la manada, ni a su misión, y hoy que se lo que me pasa, menos que nunca arriesgaría la misión, ahora soy y estoy mas comprometida con ella que nunca.- le mire con aquellos ojos humanos que tendría por un tiempo.

-Ahora se la respuesta de lo que me pasa, y acepto haber tomado una actitud mala ante ti por lo cual me disculpo,- dije tragándome un poco del orgullo, pero segura de que era lo correcto por el momento dada mi condición.