. . : : De nuevo como empezamos (Bianca, Lucian) : : . .

Despues de regresar un par de cuadras, encontre el numero y me dispuse a entrar al lugar al llegar un efluvio el cual reconoci de inmediato, provenia de la chica que estaba en el mostrador, la que ahora se dirigia a mi con una franca sonrisa, me acerque al mostrador con paso decidido, Buenos dias!, lei esta mañana un anuncio donde piden para laborar aqui tatuadore y perforadores, no se si aun este disponible el trabajo, dije con una franca sonrisa.

De estar disponibles, no se que nesesites para poder laborar aqui, dije mientras pasaba mi mochila hacia el frente mio para sacarla la carpeta con diseños que tenia y fotografias de trabajo con perforaciones que habia hecho por hobbie.

Las nubes se hacían más densas cada instante, cubriendo el cielo y proyectando una perfecta oscuridad, sumando un aroma a humedad en el aire. Ese último factor podía ser un arma de doble filo: me camuflaría en cierto modo, pero también menguaría mi capacidad para rastrear a Bianca... aunque eso pasó a segundo término cuando percibí que se detenía en un local de la plaza... o al menos supuse que era un local en el que se detenía

Puede que estés equivocado, ambas están ahí pensé con un matiz de curiosidad, al tiempo que me abría paso con firmeza y decisión entre las personas que se encontraban paseando por ahí a temprana hora, cosa que me sorprendía un poco, pues no esperaba que la zona albergase actividades a esa hora.

Me detuve cerca de la ubicación de ambas sospechosas, meditando un instante mi siguiente paso. Finalmente, tomé la determinación de irrumpir sin más preámbulos. Avancé hasta la entrada de lo que parecía ser un estudio o cosa semejante, realmente poco importaba. Entré con cierta irreverencia, tras lo cual observé a las dos generadoras de los efluvios que captaban mi atención.

-Ah, buen día, señoritas, espero no interrumpir una reunión de agentes dobles- saludé sarcásticamente, con un gesto de indiferencia en mi rostro, pero con suma irritación en el fondo.

Antes de que pudiera emitir palabra, senti el efluvio de Lucian dentro de el estudio, escuche lo que decia y lo mire con un rostro desencajado, pero que rayos! pense para mi, mirando con frialdad a Lucian, no todos somos como crees, de que rayos estas hablando Lucian, lo mire directamnete a los ojos con ira en ellos, dando un ligero cambio de coloracion en mi mirada.

Agentes Dobles??, pero que pasa por tu cabeza, no es nesario darte una explicacion , pero por atencio lo hare, solo vine a buscar trabajo...pero bah! dudo que entiendas bufe con rabia, ante la insinuacion de Lucian

Pasé una mirada sumamente hostil y escrutadora por el rostro de cada una de ellas. Sabía que algo ocultaban, eso era evidente. Desde luego, tampoco esperaba su abierta colaboración, tendría que conseguir mis respuestas de alguna manera... y siempre conseguí ser convicentemente "persuasivo", o al menos la mayoría de mis soldados estaban conscientes de ello.

Mientras escuchaba las respuestas de cada una a mi perfectamente elaboradao saludo, también me tomé el suficiente tiempo para echar un veloz vistazo a mi entorno. Debía ser alguna clase de centro de tatuajes o perforaciones, eso se evidenciaba por el mostrador frente a mi. Rebosaba de pulcritud, aunque no tanto de orden. Me sentía extraño en un sitio así. Incuestionablemente, una mazmorra o el interior del castillo me habrían dado mayor comodidad para hablar.

Despegué los labios para hablar cuando el estridente sonido de un par de niños, o eso me parecía, penetró por mis oidos. Gruñí ante aquella interrupción. Ahora esta también es una guardería pensé algo fastidiado. Traté de ignorar el concierto tan funesto y mantuve mi actitud serena y fribola ante la situación, con una expresión complicada de descifrar, una mezcla de paciencia y decisión.

-Los hechos revelan verdades distintas- señalé mirando la visitante de la noche anterior- Es imposible que dos cambiaformas puedan comunicarse de forma tan fluida la primera vez que se conocen- declaré, dejando entrever el motivo de mi entrada- En cuanto a ti- dije encarando a Bianca-, como mencioné ayer, todos los cambiaformas compartimos el mismo propósito. Por ello, no comprendo el motivo para dar información a otros de forma secreta... a menos que estén en alianza con algún grupo de vampiros... como los Volturi- solté mientras mis ojos denotaban mis sospechas con claridad.

Al parecer me habia reconocido, ella era la hermana con la cual se habia encontrado la otra noche, de nuevo ahi los tres, acaso habia algun circulo que tenia que cerrarse o un nuevo ciclo que tenia que iniciar, mi mente divagaba un poco entre las razones, de los ultimos encuentros, sali de mi pensamiento al escuchar su bienvenida y respodi sonriendo.

El mundo es tan pequeño, que la tribu tiende a unirse apesar de las distancias, conteste en con un tono amable, realmente me alegraba encontrarme con una hermana alguien que entendia mi naturaleza tal cual era, sin tapujos, mire a Lucian cuando ella se dirigia a el como siempre el mostrando su gento de incredulidad,escuche algo en la tras tienda, ella tenia desendencia, me sorprendi habia logrado mucho.

Tome aciento donde me indico, mintras en unagil movimiento fue a revisar que pasaba, mire de reojo a Lucian, como podia tener esas dudas, era alguien mas desconfiado de lo que yo sentia o creia.

No estaba errado, de eso estaba casi convencido a plenitud. Sin embargo, observé con beneplácito su precaución al cerrar la puerta del local. Al menos, tenía un cierto sentido de la seguridad, un sentido que valoraría más en el resto del equipo con el cual me veía forzado a colaborar en América.

Mantuve la mirada clavada en ella hasta que se dirigió a la zona oculta del lugar. No me inspiraba la mínima confianza, no ahora, motivo por el cual me limité a cruzarme de brazos sostener una actitud desafiante, pero dejando de lado la hostilidad... me encontraba en una situación de desventaja numérico, por lo cual era un movimiento táctico conservar la calma ante todo.

Una vez volvió, contemplé su rostro con suma frialdad y un poco de impaciencia... no me gustaba perder mi tiempo bajo ninguna circunstancia. Sin embargo, aquellas facciones comenzaban a lograr mermar mi caracter orgulloso y, en cierta forma, arrogante... Cerré los ojos un instante para retomar la faceta que había decidido exhibir en esa ocasión.

-¿Y bien?- pregunté con seriedad- ¿Planean refutar mis sospechas de alguna forma sensata y coherente?

Al regresa solo me limite a seguirla con la mirada, escuchando cada palabra que salia de su boca, mire los movimientos de Lucian, acaba de ponerlo en su lugar, con una literal y completa filosofia de la tribu, el dominio y el marcaje de la linea territoria no de un lugar su no de la posision entre ellos y nosotras era marcada claramente.

Gire mi rostro al escuchar su ultima frase, en mis ojos se denotaba un ligero cambio de coloracion y el orgullo de la tribu marcada en mi expresion , sin perderlo de vista, esperando su respuesta

Negué con un movimiento de la cabeza las palabras de mi interlocutora. ¿Cómo osaba llamarme de esa forma? No sabía nada sobre mi sin duda... lo cual nos ponía en perfecta igualdad de condiciones en ese aspecto. Sin embargo, mis reservas tendría por un largo rato por ese mismo motivo, no me fiaba tan fácilmente de nadie.

Después de unos momentos, en los cuales puse atención en cada gesto de Metztli, su forma autoritaria de hablar y tan segura... me recordaba aún más... Imposible... es ilógico, tu sentidos te traicionan y eso es imperdonable, imperdonable a su memoriame espeté con furia mentalmente, concentrándome en la respuesta que emitiría a continuación, manteniendo la misma postura de antes, añadiendo un tanto más de arrogancia.

-Primero, te equivocas al sacar conjeturas tan apresuradas- dije con cierto dejo de burla- Yo no soy parte de ellos, no en el concepto de manada- agregué con cierto desdén- Dicho esto, y aún preguntándome si realmente necesito darte una explicación, accederé a hablar respecto a lo que me pides- mis ojos se fijaron aún más en aquella mirada serena y completamente segura de sí misma

Medité unos segundos la prudencia con que debería hablar. Seguía teniendo en cuanta el factor numérico...

-Anoche te presentaste en los terrenos de mi castillo- comencé con firmeza y absoluta seguridad, así como un poco de ira-, sin ninguna razón aparente, durante la muerte de la sabandija que exterminamos en la fortaleza. Bianca te siguió por algún motivo, el cual desconozco, pero supongo fue para reportarse a ti. Tenían una peculiar forma de entenderse la una a la otra, y no creo que sean esos disparates de tradiciones o tribus- me detuve un momento... recordé la noche en que los Hijos de la Luna me ayudasen a vencer a Viktor sin conocerme, sólo respondiendo a mi llamado... pese a ello, proseguí- He sabido de casos en que cambiaformas y vampiros se alían, y lo de anoche ha despertado en mi ciertas sospechas- puntualicé tajantemente.

Demasiados conceptos golpearon mi mente en un instante, siendo insuficientes para diezmar aquella actitud retadora, fría e inhumana característica en mi. No obstante, a cada segundo las semejanzas aumentaban... eran demasiadas coincidencias... demasiadas... Pero eso son, coincidencias, meras coincidencias que se dan no más de una vez en un millón me dije reprimiendo un bufido de ira y confusión que habrían destruido mi porte en un segundo. Guardé la calma, tomando mi tiempo en lo que ella se ausentaba.

Entonces el corazón se aceleró perceptiblemente, algo en mi había cambiado en un súbito segundo. Mis recuerdos fluyeron con tanta velocidad y nitidez que por un instante creí vivirlos. ¿Por qué? No lo entendía del todo... o no deseaba entenderlo. Pese a aquel momento tan extraño, la apariencia de roca se mantuvo firme en mi exterior, oculta perfectamente tras una cortina de solidez y seguridad inexpugnables.

Dos pequeños, tan similares entre sí que apenas se podían diferenciar... hijos de la cambiaformas de la cual sospechaba con mayor ahínco, de eso estaba seguro. Eché un vistazo a cada uno... y luego vino aquella pregunta que puso a trabajar mis ideas con gran velocidad. Una sonrisa de indifencia se manifestó en mi rostro endurecido por los siglos, a lo cual siguió mi contestación

-Cuando habitas en este mundo por mil años, entiendes demasiadas cosas, otras simplemente las deshechas al no ser más que un estorbo, algunas más las aplicas a tu vida, un tanto menor caen en el abismo del olvido porque es mejor tenerles ahí- concluí con cierto asomo de reflexión... reflexión... debilidad le llamaría más tarde al meditar al respecto.

Los sucesos acontecían con demasiada rapidez... era un flujo de ideas tan enorme que me comenzaba a transtornar a una fiera velocidad. Sentí el vibrar en lo profundo de mi ser, una vibración que no experimentaba desde...¡Basta! me grité en la profundidad de mi mente. Era tormentoso recordar todo eso, demasiado para un sólo instante.

Mi expresión se suavizó ligeramente, sin llegar a ser suficiente como para demostrar algún rasgo de humanidad. Me atreví a identificar el aroma de ambos infantes con sutileza, mientras un sentimiento extraño oprimía mi pecho con dureza. No obstante, nada de eso era visible, salvo quizás, para aquella misteriosa cambiaformas, cuyos ojos desbordaban curiosidad como en el cementerio, una curiosidad que me resultaba irritante en grado extremo.

-Tú no sabes nada- declaré finalmente con un tono de ira- Necesitarías haber vivido lo mismo que yo para siquiera acercarte a conocer una parte de la realidad- mi mirada denotaba enojo, casi odio, pero cuando observé aquellos niños, una extraña fuerza me hizo dedicarles una mirada de comprensión casi humana, tras lo cual sacudí la cabeza y recuperé mi cordura- Vine aquí a hablar de asuntos importantes, no a perder mi tiempo- finalmente la frialdad y seriedad retornó a mi como la gema que extraviase segundos atrás.

Me llevé una mano a la altura del corazón. No había escuchado esa forma de hablar en un milenio... un milenio. Miré a todos lados durante un breve lapso... ya no importaba mantener la cordura, ya no podía. Mi respiración se torno agitada. Vi por un fugaz instante, aquella imagen que creía perdida para siempre por la mano de Viktor dibujada delante mio, tan vívida como si estuviese frente a mi nuevamente. ¿Acaso veía a la única persona que había amado reflejada en aquella cambiaformas tan extraña a mi parecer? ¿Veía en ella a la vampiresa que me impulsase a vivir durante mil años en busca de una venganza que llenase mi espíritu por completo una última vez antes de morir? ¿Era acaso una maligna burla del destino la que experimentaba en carne propia justo en ese instante? ¿Qué delito había cometido contra cielo y tierra para merecer semejante castigo infernal?

Bufé un par de veces. ¡Es imposible, Sonja murió hace un milenio! ¡Deja que se vaya y deja de verla en ella ahora mismo! me ordené sin éxito. Eran tan semejantes, la misma forma de hablar, la misma frialdad cuando debía mostrarla frente a otros... el mismo brillo de seguridad en sus ojos. Sólo debía observar aquel azul celeste tan diabólico para poder afirmar que estaba viva en ella.

Me di media vuelta, no me mostraría más de la misma forma, no podía quedarme ahí, las sospechas no importaban, el mundo podía irse al demonio ¡Qué más daba? Aquel mundo que protegiese se volvía en mi contra forzandome a recordar penosos momentos de mi existencia.... alegres. Ya no resistía, pero me erguí cuan alto era antropomóficamente, con el mismo aire arrogante y gélido de siempre... sólo debía interpretar el último acto de mi farsa.

-Ya no tengo nada de que hablar, mis sospechas se consolidarán o morirán en el olvido a su tiempo- dije finalmente, con la misma seriedad que Metztli, casi buscando retarle y demostrarle la dificultad que representaba el intentar intimidarme... como si los segundos anteriores no contasen- Supongo que nos volveremos a ver- dije echando un vistazo a su inhumana expresión, con un tono burlón, acompañado de puro sarcasmo... y luego contemplé a los infantes que sostenía en sus brazos, sin articular palabras alguna.

Habia quedado en silenio solo observando el desarrollo de los acontesimientos, ante mis ojos se habia mostrado una era completa, lo que mostraba los ojos de cada uno, la voz, si duda habia marcado la apertura de un ciclo, un ciclo que nadie mas que ellos sabia la intensidad, el pasado y el presente converso en un mismo instante, por primera vez habia contemplado al verdadero Lucian, al que guardaba con recelo, en mi hermana habia visto la mision y las palabras de una integrante de la tribu, dos mundos en un mismo sitio.

Todo paso ante mis ojos y la velocidad de mi pensamiento aun no alcanzaba a determinar la magnitud de lo susedido ante mi presencia, cuando la voz de ella me saco de aquel tiempo-espacio, la conntemple, apezar de lo que decia la mirada y el espiritu reflejado mostraban la fragilidad del sentimiento, no pude emitir palabra,ante lo que habia visto, tome algo de aire para responderle, levantandome de mi sitio, acercandome hacia ella.


Solo cuestion de trabajo, hermana, las circuntancias por las que me habian impuklsado a buscar un trabajo el cual no nesesitaba, eran poco claras antes de esto, pero ahora todo caia en su sitio, sonrei francamente, mirandola a ella y a los pequeños, mientras el salia de lugar sinedo alguien que el mismo creia perdido, el destino tiene caminos extraños, pero se muestran y no hay poder que niegue a seguirle cuando es el camino que te a tocado recorrer,

Sali de mi pensamiento, a escuchar la voz de ella, -Bianca, es mi nombre conteste, aun no sabia y me sorprendia la reaccion de Lucian, tenia plena conciencia de lo que habia visto pero no podia abrir de capa y preguntar por que somplemente como siempre asumir y callar lo que pasa ante mis ojos.

-En el momento que lo decidas, estoy dispuesta a empezar conteste con una franca sonrisa en el rostro