Despues de salir del hospital y estar unos dias en casa de Kurt, quize salir para aclarar mi mente con lo sucedido. Las ganas de llorar pasaron, no tuve el tiempo para dejarlas correr en libertad por mis mejillas. Como siempre todo fue tan repentino, que uno no se da cuenta lo que perdio.
Camine con la mirada agacha, hasta que la levante por alguna razon y habia llegado al rio, una punzada aparecio en mi pecho, subiendo hasta mi garganta. Tosi un poco y camine hasta la orilla del rio. Tenia que recordar las palabras de mi madre y de mi antigua manada egipcia, frias y serenas frente a todo. Tenia que estar firme ante mis hijos, firme frente a mi.
Llegue al lugar de aquella vez hace ya 4 años, sonrei recordando sus palabras.
Siempre dije que no fue asi -dije en voz alta mientras me sentaba con las piernas cruzadas en la orilla, sintiendo el aroma a humedad de los arbustos a unos metros, aun tenia mis habilidades felinas en mi.