Wow, era creo que la única palabra que había logrado encontrar que pudiera expresar todo lo que sentia respecto con la universidad, ya conocía más o menos el lugar, bueno al menos ya no le tenía que pedir ayuda a nadie y ya estaba mejor instalada en el lugar. Aún no conocía a muchas personas ya que tenia la leve sensacion, sin saber porqué, de que todos ya tenian su grupo de amigos y que yo intentara entrar en alguno de ellos me parecia una tarea difícil de alcanzar, no sabía si las personas se sentirían molestas por mis intenciones de extender mi círculo social, que hasta el momento no era muy grande.
No lograba entender porqué intentar encajar aquí me resultaba mas díficil que en Australia, de pronto una de las razones podía ser que viví allá desde que era muy pequeña, o depronto era que las personas de allá tenian diferentes formas de socialiazar...o quién sabe...quizás era mi timidez..., probablemente lo más seguro era que fuera la última. Por ello me hice prometerme a mi misma que haria lo mejor posible por encajar, aunque solo fuera tener peqeuñas conversaciones.
La mejor manera para complir mi promesa me pareció que era yendo al estadio, despúes de todo allá siempre habían muchas personas mirando a otros hacer deporte, o estaban los que hacían deporte. Llegué y lo primero que hice fue dar una pequeña ojeada al lugar, pude notar que un equipo estaba practicando.
Caminé lentamente a una grada para observar mejor todo lo que habia a mi alrededor, cuando ya me había insatalado en una noté que, al parecer, a un chico lo habían puesto a subir las graderias y a volverlas a bajar, me compadecí un poco del chico ya que no imaginaba porqué el entrenador lo había puesto un castigo tan poco agradable.