Belladona (libre)

Dijeran lo que dijeran...
no estaba loca.

Solo estaba sola....completamente sola.


Sali de casa con una falda larga hasta los tobillos, una camisa de manga larga color blanco, zapatos comodos, y una capa negra con capucha que me cubria.
Me adentre al unico lugar donde sabia que la encontraria.

El padre de la iglesia solia usar la belladona para curarnos cuando teniamos algun problema de insomnio...era una planta de muchos cuidados...muy poco podia producir alucinaciones, mucho podia ocasionar espasmos...y en exceso...muerte.

Debido a esto, pocas personas se aventuraban a buscarla..mucho menos a utilizarla.
Afortunadamente yo no era una de ellas.

Mientras me adentraba cada vez mas y mas en aquel bosque, buscaba con la mirada alguna senial de Belladona..debia estar por aqui; era el lugar perfecto para ser cultivada...

Unos pasos a mis espaldas interrumpieron mi busqueda...

Era la voz de una mujer...di media vuelta volteando a verla sonriendole con amabilidad.

- Lo siento..buscaba una planta medicinal...tengo un amigo que esta algo enfermo...-puse una cara triste, pensar en cosas deprimentes me dolia.

- De casualidad no sabras donde puedo encontrar Belladona?...- la mire suplicante.

- me encantaria...- le respondi volviendo a sonreirle. Parecia una joven muy amable, y aunque la educacion me decia debia presentarme, queria evitar futuras sospechas.
Despues de todo, mi plan no incluia testigos, me acomode mejor la capucha de la capa para ocultar mas mi rostro y comenze a apartar unas ramas de las paredes de la cueva.

- Con un racimo es suficiente...-

"para matar a toda la escuela." termine en mi cabeza.

- Parece una simple rama normal color verde..usualmente se esconde entre las piedras. - le dije al tiempo que sacaba de mi bolsa un dibujo a mano arrancado de la hoja de un libro. - algo como esto -

Me adentre un poco mas en la cueva buscando a tientas entre las rocas, la humedad y la oscuridad me decian que no debia estar lejos.

Dibujo:

Spoiler:

Tras algunos minutos finalmente di con ella.

La encontre escondida detras de una roca, me tomo trabajo moverla y tuve que pedirle ayuda a la extrania junto a mi. Juntas hicimos rodar la piedra y con mis manos tome un puniado que guarde en el bolsillo.

- Gracias - le dije. - supongo que esta es la despedida...-