¿¿Me aydas?? (libre)

Luego de... muchas horas de incomodo viaje, llegue al unico lugar en el que habia estado verdaderamente tranquila en toda mi vida.
Necesitaba empezar desde cero y dejar atras todo lo que me unia a mi anterior vida, mi vida ajetreada y sin descanso... solo queria paz.
Al llegar al hotel, espere a que alguien pudiera ayudarme con mi equipaje la verdad no queria molestar a nadie, pero mis maletas (que eran cuatro) pesaban enormemente - creo que voy a tener que deshacerme de algunas cosas - ,pero nadie salia a ayudar. -Resongando, trate de arrastrar lo que pude hasta la puerta y me sente a descansar en la acera, tenia sed, destape mi botella de jugo de papaya, fruncí el ceño; el jugo estaba tibio, toci un poco abracé una de mis maletas, olia a fresas.

Estaba rondando las calles de Forks, no llevaba mucho tiempo en Seattle y mucho menos en sus alrededores. Un olor acido y frutal se propaso conmigo, casi sin pensarlo me deje llevar por el hasta toparme con una joven. Muy linda, por cierto.
-Bueno, te has traido tu casa entera a Forks?- Pregunte burlonamente mirando sus maletas- Supongo que no puedes con todo eso sola verdad?

Comenzaba a darme por vencida, ya sin esperanzas, continuaba oliendo el exquisito olor de mis maletas, cuando un chico con expresion amable me hablo, note en su mirada dulce que era un buen chico, que ademas se ofrecia a ayudarme.
Menciono con un rono un tanto burlon el tamaño de mis maletas.
- Acaso has intentado levantar peso con estos tacones? - le dije estirando una pierna, con expresion de dolor. Me ayudo a levantarme. - Gracias - dije con una sonrisa, - ¿vives en Forks?

Tome las valijas de la chica mientras le contestaba:
-Bueno no, la verdad es que no venden de esos en mi talla...- Sonrei con los dientes - Vivo en Seattle... cerca de la universidad, estudio en ella..
La verdad era que las valijas no pesaban nada para mi, podia levantarlas como si fueran dos almohadas.
-A donde las llevo?

El tomó mis maletas, como si estuvieran rellenas de algodón, al parecer tenía sentido del humor; eso me gustó. Noté tambien que tenía tatuados sus brazos y torso, mientras los admiraba en silencio, me preguntó donde quería llevar mis maletas.
- Supongo que a la recepción del hotel.- dije con una risita.
Caminamos juntos cruzando la puerta, mi mente seguía en los tatuajes. Al llegar a la recepción, quedamos en silencio, de alguna manera me había gustado mucho estar con él, y quería verlo otra vez, pero estaba cansada y necesitaba anhelaba dormir.
- Me llamo Alessa - dije estirando la mano.

Cruzamos el umbral del hotel y deje sus maletas en el piso de la recepcion, la joven parecia cansada, tal vez recien llegaba de un largo viaje.
Vi como me estiraba una mano...Asi que Alessa...
-Sony...encantado!- Le guiñe un ojo, y ahora que seguia? debia irme? debia saludarla? invitarla a tomar un cafe? me rasque la nuca esperando alguna reaccion de ella.

-Sony...- murumuré sonriendo. - Bueno Sony, ha sido un placer conocerte, pero tengo muchas cosas que hacer y que probablemente te aburran.- eso incluso me aburría a mí.
Me miró con expresión de "¿y ahora qué?", se rascó la cabeza pensativo.
- ¿Te parece si nos juntamos a tomar algo?.
Ví como una peculiar sonrisa nacía en sus labios.

Sonrei de costado con los dientes.
-No, no me parese!- negue con un dedo- Me pareseria que me dejaras invitarte a tomar algo!
Movi el cuello de un lado al otro haciendo dos leves "crack" ciertamente solia contracturarme por los cambios de fases.

Invitarme a tomar algo.... Al parecer este chico tenía muchas sorpresas, me miró caballerosamente y mi boca dejó salir una risita coqueta.
- Entonces está acordado- dije sin cesar de dar vueltas un mechón de mi pelo. Nos quedamos en silencio, él muy serio; sin dejar de sonreir.
No sabía se sería correcto lo que iba a hacer, pero en un impulso extrañopara mí, me acerqué a él, sus manos rozaron la mías, sentía el sutil aroma de su perfume. Me miraba con ojos tiernos, un tanto paternales...
Hizo un ligero movimienrto y su nariz rozó levemente mis labios. Entonces me paralizé, me dí cuenta de que no podía estropear todo así.
Moví mi cara y besé su mejilla, al separarnos, Sony me miraba con expresión serena.
Subí las escaleras, aún mirándolo.

Que chica mas rara! Se me acerco con muchas intenciones de hacer algo de lo que yo no me quejaria y luego beso mi mejilla, bueno, me conformaba con eso.
Antes de que subiera lo suficiente como para no escucharme le dije serenamente aun.
-Te paso a buscar mañana a las 8 por aca! estate lista!- Le guiñe un ojo y me retire del lugar.
Ahora tenia algo importante que pensar....de donde sacaria la plata para invitarla a "tomar algo". Si estaba realmente sin un solo peso encima!