Sola y aterrada (libre)

El camino a mis vacaciones estaba muy aburrido, pero mi mascota virtual hizo que se me pasara el tiempo más rápido, cuando llegamos al pueblo llamado la Push el chofer me hizo bajar del auto en la plaza del lugar, bajo mis maletas y se marcho, me senté en una banca que estaba al lado de las maletas. Saque la carta de mi madre y comencé a leer, cuando la termine quede en estado de shock y comencé a llorar desconsolada, ¿como me podían hacer esto mis padres?.

Me dio miedo, estaba sola en un lugar que no conocía, abracé mis piernas con mis manos y puse mi cara entremedio de las rodillas seguí llorando, no podía parar, mi hermoso vestido rosa se había estropeado con mis lagrimas.

Estaba paseando tranquilamente por mi la plaza central de LaPush. Habia tenido un fantastico dia, muy tranquilo.
Paseaba tarareando una cancion cuando vi a una pequeña llorar. Normalmente la hubiera pasado de largo... pero era una niña. Mire para todos lados, no habia indicio de un adulto con ella.
Me acerque a ella y le dije con la voz mas tierna que pude (y considerando que nunca usaba esa voz, me salio algo medio tosca)
-Que pasa? Donde estan tus padres? estas herida?- Estaba asustada, la pequeña lloraba desconsoladamente y no me hacia caso. Tube miedo de que algo realmete grave le hubiera pasado por lo que la abrace.
-Vamos no llores mas!! todo esta bien- LA abrace con fuerza. Sentia mucha ternura por una niña tan chiquita llorando sola.

Mamá, mamá, mamá, gritaba con todas fuerzas mi cabeza, porque!!?, mis lagrimas se deslizaban sin cesar por mi rostro. Una señorita me hablo, pero yo no podía decir nada de mis padres, me sentía confusa entre lagrimas, ella me abrazo y eso me tranquilizo mucho por un momento creí que era mi madre quien me abrazaba.

-no se donde están señorita- intente secarme las lagrimas con mi puño, pero seguían callendo.

Alce a la niña en brazos, se habia tranquilizado un poco pero seguia llorando.
Luego vi su valija. Mierda me voy a herniar!! pense mientras la tomaba de la manija.
Camine unas cuadras buscando a sus padres o a algun policia. No era seguro que estubiera sola.
Nada, nadie sabia nada de la niña. Me sente en una banca y compre en una heladeria de la plaza dos helados. Le di uno de Chocolate y frutilla...imagine que esos gustos le gustaban a los niños pequeños.
-Vamos come...- Le dije con algo de frustracion por no encontrar a sus padres. Cuando vi que se comenzaba a calmar le pregunte.
-Como llegaste aca solita?- Pense en cuando yo era una niña...muy revoltosa por cierto- Te escapaste?

La joven fue muy amable conmigo, deje de llorar, tenia que ser fuerte y decir lo que me habían dicho mis padres, tome el helado.

-no se como llegue- mentí, era muy buena en eso.

-no lo recuerdo señorita- la mire con mis ojos brillantes, intentando sonar sincera.

Levante una ceja, quiza esa niña no era tan diferente a mi.
-No creo que hayas aparecido sola de la nada aqui...- La mire seriamente- Escucha, se que es dificil confiar en extraños, pero a menos que estes con alguien seguro. Esta ciudad no es tan tranquila como parese... y dejame decirte, si no confias en mi, no me dejas mas remedio que llamar a la policia y que ellos se encarguen de ti...
Hice una pausa en la que lami mi helado.
-Llamo a la policia? - Le pregunte levantando ambas cejas y sacando mi celular. No queria ser ruda con una niña tan linda, pero su seguridad era lo primero.

Nooo! No podía llamar a la policía, me descubrirían, y vendrían hombres malos por mi a hacerme daño. Pero tampoco podía decirle la verdad a la señorita.

-discúlpeme señorita, pero de verdad no se donde se encuentran mis padres, y no se como llegue, no lo recuerdo, pero por favor no llame a la policía- la mire.

-si no recuerdo lo que sucedió es porque quizás fue algo malo- trate de razonar con la joven, la mire con mis ojos suplicantes. Y comencé a llorar de nuevo, la abracé fuerte.

-por favor no llame a la policía- tenia que convencerla de no hacerlo pero ¿como?, seguí llorando en sus brazos, aterrada por lo que podía pasar si los llamaba.

-Ok ok!! no llamare a la policia- Le correspondi el abrazo con una mano y con la otra me golpie la frente. Que idiota estoy siendo! Esta niña estaba jugando conmigo, y le estaba saliendo bien... pero no la podia dejar sola!
-Que se supone que haga contigo?- Le limpie las lagrimas con la manga de mi blusa, tenia la cara muy preocupada. Mi cerebro trabajaba a mil para buscar una salida o una solucion a este gran problema, y sin embargo todas mis soluciones mentales eran iguales a NADA.

-No se preocupe por mi señorita, tengo una idea, yo le paso dinero y me lleva a un hotel, me deja ahí y yo me las arreglo como pueda- esperaba que eso resultara, nadie podía saber lo suficiente de mi, o me matarían, el miedo inundo mi rostro, tome sus manos y le dije mirándola a los ojos

-por favor ayúdeme en esto y le prometo que no me tendrá que volver a ver- suplicante.

Le acomode el pelo con ternura.
-Mira... los adultos no son estupidos... no dejaran que te quedes sola en un hotel- Puse la voz mas tierna que pude nuevamente- No es necesario que me digas la verdad... supongo que tendras tus razones, empecemos por lo primero...
Hice una pausa
-Como te llamas? Cuantos años tienes? y necesito que me jures que no te has escapado de tu casa.... - Me senti una imbecil, que me haria creer que la niña no me mentiria?

Me sentí un poco más aliviada, mis brazos cayeron sobre mi vestido, sonreí complacida, aun no sabia que hacer si decirle le verdad o no a la joven.
-Me llamo Ca...talina- casi digo Carla, lo abría arruinado todo tome un poco de aire y continué –si, Catalina Rice-
-tengo 8 años señorita- respondí esa pregunta más tranquila, porque ahí no mentía.
-y usted como se llama?-

Le acomode el pelo atras de la oreja, 8 años, era muy viva para su edad.
-Soy Tea...- Sonrei
Mire la hora, estaba anochesiendo, mire para ambos lados, no sabia que hacer.
-Tenes a donde ir? No podes quedarte sola en un hotel...

-mucho gusto señorita Tea- estire mi mano en señal de saludo, mis padres siempre me hablaron de los buenos modales.
-no, no tengo donde ir- respondí apenada ante su pregunta, muchas cosas cambiarían, ya no tendría todo lo que quería, ya nadie me arroparía por las noches.
-pero ya me las arreglare, no se preocupe- agache la mirada, no sabia que hacer, no tenia donde quedarme, pero tampoco podía abusar de la amabilidad de la joven.

Me pare en seco a pensar en todo, esta niña estaba sola, no parecia haberse escapado de la casa, era muy lista. Y si se habia escapado era por una cuestion seria. Dejarla sola seria como dejarle un pedazo de queso a un raton, no tardaria en llegar uno de esos detestables vampiros y quien sabe que pasaria con ella.
La tome de la mano y le sonrei actuadamente para no preocuparla.
-No te preocupes, podes quedarte en mi casa...- Me agache, tube miedo de que la chica pensara de que era una loca o una asesina, ademas seguramente era de las primeras veces que veia a alguien tan tatuado, y con el pelo como el mio - Podes quedarte el tiempo que quieras... que te parese?- Me agache delante de ella para verle bien a la cara.
No pude evitar recordar que mi padrino, otro vampiro, tambien vivia en casa...bueno de hecho era su casa, pero no importaba, el no pasaba tanto tiempo en ella, podriamos pasar desapercibidas.

La mire precavida, no podía confiar en ella tan fácilmente, quizás era una policía, pero era mi única alternativa se estaba haciendo de noche y no me gustaba la oscuridad.

-Agradezco su amabilidad señorita tea, creo que tendré que aceptar, espero no ser una molestia- dije algo apenada.
Respire profundamente, se fuerte carla! Gritaba mi mente, ya veía todo lo que estaba por venir, tendría que dejar de cantar, ya nadie me prepararía tortas de chocolate, tendría que estar sola y eso me aterraba, de mis ojos comenzaron a caer lagrimas.

Suspire aliviada y la tome de la mano mientras caminabamos hacia mi automovil. Le abri la puerta del copiloto y le dije que se ponga el cinturon de seguridad. Al poco tiempo pude notar como lloraba en silencio.
Forks no quedaba muy lejos de alli. Preferi no forzarla a decirme porque estaba sola. Deje que pensara las cosas. Ya le intentaria subir el animo en casa. Despues de todo, era una niña pequeña pero no tonta y merecia tiempo para pensar.

(OFF: la seguimos en casa te parese? ))

Pusimos mis maletas en el maletero y me quede en silencio mientras me subía al coche y me ponía el cinturón de seguridad.
Sentía miedo, no lo quería demostrar pero mis ojos lloraban y no podía parar, ¿que me depararía el futuro ahora?, quería a mi madre y a mi padre a mi lado, los extrañaba con todas mis fuerzas, hacia frío me acurruque en mi asiento y mire la carretera.

(si me envías el link del tema, que no sé donde queda la casa)