Un atardecer en el bosque [Lisette Cross]

Invitado

Llegue al bosque con la sed demasiado incontrolable. Por suerte los pequeños estaban a salvo de el monstruo de su madre.
No había ningún humano alrededor para poder comer, o mejor dicho, cenar, pues el cielo ya empezaba a oscurecer.
Detecte el asqueroso olor de un oso pardo muy cerca de mi posición. Me mire la ropa
Espero que la ropa no se me ensucie Fue lo unico que pensé para mi oportuna caza vegetariana. Normalmente me da igual lo que lleve puesto, pues mis victimas son humanas, peor con animales mas vale prevenir, no podía aparecer por ahí llena de sangre animal.

Después de 15 minutos mi sed estaba prácticamente saciada, Lo estaría del todo pero el sabor animal no me gustaba en absoluto. En total 1 oso pardo y 2 ciervos.

Estaba decidida a volverme a casa, a ver otra noche entera como dormían los mellizos, pero en ese momento detecte el dulce aroma de los humanos. Y se acercaba.
Yo esta decente, perfectamente normal como para parecer humana (dejando a un lado la perfección vampirica).
El humano se acercaba y yo iba a pasarlo en grande. ¿Era la luz de el atardecer lo que me hacia parecer tan ojos rojos o era que iba a utilizarlo para divertirme un rato?

Invitado

La chica de cabellera plateada estaba aburrida de la Push, así que decidió ir a explorar Fork, y sin saber como ni por que, termino en el bosque ¿Por qué seria que siempre acababa en lugares como aquel? No tenía la menor ideada ¿Pero importaba? No, pues en aquel momento el rojizo atardecer, vallaba todo el lugar, dándole un aspecto casi “mágico”.

“Que suerte que llegue aquí.” fue lo que pensó la chica de mirada bicolor, sin ser conciente del peligro que rondaba por aquella zona en ese preciso instante. “Quizás aquí pueda encontrar algunas rosas silvestres…” se le ocurrió, y comenzó a adentrarse mas en aquel bosque.

El aire que se respiraba era calido, y el lugar estaba silencioso, quizás demasiado, como la calma que antecede a la tormenta…

Sin previo aviso, una fuerte ráfaga de viento azoto contra la chica, y se llevo el lazo azul marino, que esta ultima llevaba adornando sus cabellos. La chica apresuro el paso, con la mano extendida, tratando de alcanzar la cinta, pero detuvo sus pasos ante la visión de una hermosa chica, que estaba repentinamente frente a ella. La menor se olvido de su lazo, y avanzo al encuentro con la desconocida, reduciendo un poco la distancia que las separaba.

-Buenas tardes, señorita.- saludo, con voz dulce, sonriente.

Invitado

Puse mi vista fija en la chica y me fije en sus ojos, eran hermosos, cada uno de un color.
Esboce una sonrisa muy tierna y hermosa y conteste a su saludo con contesta.

-Buenas tardes pequeña-Dije a modo de saludo.
La niña se acerco un poco y yo evite la tentación de respirar y captar su jugoso y dulce aroma, asi que movia los hombros para que pareciera que mis pulmones trabajaban como hace 360 año mas año menos. ¿Qué mas daba mantener la cuenta si mi apariencia era joven?
Ese pensamiento solo ocupo un segundo de mi mente, el resto estaba centrada en al humana y en la conversación.
-Bonitos ojos bicolor-Le dije de forma amable con mi voy dulzona.
Y eso me trajo una serie de recuerdos, pues yo, hace mucho tiempo atrás (unos 2 siglos) conocí a una joven de ojos bicolor (uno verde y otro morado) que fue quemada en la hoguera de la aldea por ser considerada “Hija del maligno”. Idiotas.

Eche otro vistazo a la joven, era hermosa, desde el tono de su cabello hasta el tono de sus labios. Seria una presa practicante perfecta... lo seria, peor no lo iba a ser.

Invitado

Uno sonrojo coloreo las pálidas mejillas de la joven, ante aquel cumplido. –Muchas gracias…- dijo de manera algo tímida, sin que el sonrojo desapareciera de sus mejillas. Aquella desconocida era bastante bella, incluso para ser humana, con una extrema palidez, y unos ojos… fue entonces que se percato del matiz rojizo de aquellos luceros. Curioso, pues la chica de cabellera plateada jama sabía visto tal color de ojos.

Acerco su rostro al de la desconocida, para ver mejor aquellos ojos. –Lo siento…- se disculpo con una sonrisita, avergonzada por haberse acercado tanto a la ajena. –Usted también tiene unos hermosos ojos…- dijo sincera, pues le gustaba mucho aquel color. –De hecho, jamás eh visto ojos así.- comento, algo pensativo.

-¡Perdón! ¿Dónde están mis modales…?- se volvió a disculpar, precipitadamente. –Me llamo, Lisette- se presento, extendiendo su mano hacia la chica de cabellera oscura. -¿Y usted es…?- aventuro, presa de su curiosidad.

Invitado

Emití una leve risa amistosa. Por lo visto a ella tambien le gustaron mis ojos, o por lo menos le llamaron la atención. De haber sabido que iba a tener este encuentro, me hubiera traído las lentillas.

-Muchas gracias pequeña- Le respondí sin mas, no quería entrar en detalles sobre el motivo de mis hermosos ojos rojos, así que mientras una parte de mi mente estaba en la conversación, y otra poca en pestañear y mover los hombros, el resto de mi mente se concentraba en una excusa decente por si la curiosidad le vencía y preguntaba.

Me reí otra vez cuando, precipitadamente, retomo los modales habituales de cualquier persona o ser.

-Encantada de conocerte Lissete, bonito nombre-Le conteste a la chica mientras le extendía la mano, protegida por un guante no muy largo de color negro -Digamos que puedes llamarme Luna Zafiro-Le conteste de la forma mas humanamente posible. No quería ahora soltarle mis 9 nombres y mis cinco apellidos. Bastaba con Luna Zafiro
-Y dime ¿Qué hace una chica como tu en un ,lugar como este?-Dije, soltando la frase típica que oyes en la películas.

Invitado

Estrecho la mano de la mujer que tenía aquellos hermosos rubies por ojos, volviendo a sonrrojarse un poco ante el cumplido que la ajena realizaba a su nombre, sonriendo de nuevo cuando la pelinegra se presentó. -Luna... - canturreo casi en un susurro aquel nombre que se le antojaba sumamente delicado y suave al pronunciarlo.- sueña muy lindo, me gusta mucho.-comentó con una sonrisa animada dibujada en su rostro.

Reprimio una risita divertida ante la forma en que la chica de mirada carmin había realizado la pregunta. -Pues... Se puede decir que fue el aire quién me trajo hasta aquí.- comentó de manera un tanto bromista, recordando que persiguiendo su cinta arrebatada por el viento, había llegado a aquel lugar. -En realidad soy nueva por aquí, y quise explorar un poco.- explicó.

-¿Y tú?- inquirio de manera curiosa, pues sí se lo pensaba bien, aquella mujer había salido bosque, algo que resultaba curioso por lo impecable de sus ropas.

((Off: Mil disculpas por responder hasta ahora no tengo escusa, merezco que se coman a, Lisette xDDDD))

Invitado

Observe a la chica con delicadeza.
Al estrecharnos la mano vi con se estremecía un poco por el frio que esta desprendía
-El suyo tambien es precioso,Lissete -Dije con dulzura.
Aquella chica era encantadora y podría ser una presa apetecible y, desde luego, era una presa fácil, muy fácil.

Tanto que estuve a punto de lanzarme a su hermosa y suave garganta llena de sangre como rubíes.
Escuche como respondía a mi pregunta con su suave y tentadora voz humana.

-Vaya, ¿Debo suponer que el viento me trajo esto?-Le pregunto y extendí mi mano que sostenía un sedoso lazo.-Espero que tu estancia aquí sea agradable-Le dije a la joven.
“Agradable lo que dures aquí” mE dije a mi misma. No era de extrañar que algún vampiro, o yo misma, acabara con su vida en cuestión de días.

-Yo estaba dando un paseo-Le dije sin entrar en detalles.

[Tranquila yo no he estado la ultima semana, y no acabare con t vida, almenos ahora no xDD]

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