Pequeños accidentes que siempre tengo (Irene)

Tema: Pequeños accidentes que siempre tengo (Irene) Vie Jun 12, 2009 1:50 pm

Las dos de la tarde de un sábado. Misteriosamente aquel día no estaba nublado, sino que estaba soleado y se estaba agradable con una simple camperita negra de algodón y unos jeans. La habitación de hotel que había conseguido no se como la tenía hasta el día siguiente, por lo que había dejado a Alika y a Felix en aquel lugar esta vez y no los había llevado conmigo como lo hacía casi siempre.

Caminando llegué hasta algo que parecía una bahía en medio de Port Angeles. Me paré cerca del agua durante un largo periodo de tiempo hasta que me aburrí y comencé a caminar por todo el lugar, mirando los negocios que allí había. Sentí que algo pasó por detrás pero no le presté mucha atención. De seguro no era nada.

Al rato, una moto apareció de la nada y pasó pegadísimo a mi por lo que terminé siendo empujada hacía delante y caí de rodillas al suelo. Me paré rápidamente para ver si había recibido algún daño, aunque parecía que no era de aquella forma, por suerte.

Invitado

Era la tarde de un sábado y estaba aburrida de ver a Livvy descansando. El nuevo tratamiento, sumado al clima del lugar, habían mejorado bastante su salud, pero todavía necesitaba que la cuidaran.
-Si mamá y papá preguntan, diles que salí a pasear, y que trataré de volver temprano-le dije a mi hermana.

Subí a mi moto y aceleré por la ruta hasta llegar a Port Angels, más precisamente a la bahía. Me distraje por unos segundos para observar el hermoso paisaje y cuando volví a fijar mi vista en el camino, vi que una chica estaba caminando por allí. Por suerte pude esquivarla.

Frené apenas vi que ella había caído al suelo. Bajé de la moto y me acerqué a ella.

-Lo siento, estaba distraída ¿Te encuentras bien?-pregunté, preocupada tanto por ella como por la posibilidad de que me quitaran mi registro de conducir por este accidente.

Me limpié el pantalón que se había ensuciado apenas y miré a la chica que se había bajado de la moto y me miraba con cara de preocupación. ¿Qué le pasaba? ¿Acaso pensaba que le iba a hacer alguna denuncia por daños?

Le sonreí y miré su moto. Era linda, yo también quería una... y me habían prometido regalarme una, pero aun no me la habían dado. Me pregunté cuando lo harían y si también sería linda como esa. Mis ojos brillaron al verla, pero luego desvié la mirada para observar a la chica que aun estaba esperando una respuesta de mi parte y me seguía mirando.

-No te preocupes, estoy bien, no me lastimé- le respondí y pensé en si decirle o no lo que estaba pensando en ese momento. Me dije que si y seguí hablando antes que ella pudiera siquiera decirme otra cosa-. Si estás distraida, creo que no sería muy conveniente que estes conduciendo algo como una moto, ya que podrías haber matado a alguien y no solo empujarme, como lo hiciste...

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Sí, estaba bien. Una cosa menos de la cual preocuparme, aunque todavía me quedaba la peor parte: explicarle a Livvy lo sucedido y evitar que le contara a mis padres. De alguna forma, ella siempre se daba cuenta si me ocurría algo.

-Solo quité los ojos del camino durante un segundo-me excusé-. Es al primera vez que vengo por aquí y el paisaje es hermoso. No puedes echarme la culpa por eso. Además, no pasó nada grave -levanté un poco el tono de voz en las dos últimas frases, aunque no sabía si era por los nervios o la ira.

-Entonces.. si vas a mirar el paisaje.. ¿no sería mejor que aparcases la moto a un lado, verlo y luego seguir?- inquirí. Esa chica que estaba hablando no era yo.. nunca me había dirigido de esa forma a una persona mayor, ya fuese hombre o mujer.

Miré hacia otro lado, al agua. Se veían reflejados los grandes edificios que allí había de a saber cuantos pisos. Todos de tonos claros, aburridos, como eran comunmente los edificios..

-Pero.. ¿sabes? Podría haber pasado.. podrías haberme hecho daño.. pide gracias de que no fuese de esa forma- le dije secamente cuando volví a mirarla para luego volver la vista al agua.

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-Nadie lo hace, y los pocos que sí paran para observar el paisaje terminan con una multa por estacionar. ¿Por qué tendría que hacerlo yo? Y mejor no hablo de los que manejan medio dormidos, o borrachos, porque ahí si que tendríamos para rato... -la tensión en mi voz era evidente.

No sé por qué pierdo mi tiempo discutiendo. Me convendría no haberla esquivado, me dije, mirando el suelo. Me di cuenta de que había cerrado mis puños, pero no iba a arriesgarme a que me denunciara por agresión. No en mi primer semana en aquel lugar.

-Pero no te pasó nada, no seas fatalista -dije despreocupadamente-. He visto peores accidentes. Y antes de que lo preguntes -agregué-, no causé ninguno de esos. Solo fui testigo.
La miré fijamente unos segundos y luego me acerqué a mi moto.

-Entonces busca un lugar en el que puedas aparcar y camina, que eso no hace daño, sin decir que es mucho más saludable que andar en moto- le respondí-. Espero que tú no estés en ese estado, sino empezarías con la agresión, como cualquier borracho o drogado- continué hablando al ver que había cerrado los puños, marcando sus nudillos.

La miré despreocupadamente. Si me golpeaba se la iba a devolver sin duda aunque luego me regañaran. Ninguna persona me iba a pegar sin salir lastimada de mi parte. Esa era una de las formas en que me caracterizaba, aunque la mayoría del tiempo era una persona calma que no le hacía daño siquiera a una mosca, aunque no eran lindas en lo más mínimo.

-Yo no estaría tan segura.. ¿cómo es que puedo creerte que no haz causado ninguno cuando casi más me atropellas?- inquirí. De seguro le estaba pareciendo muy irritante, pero eso me llevaba sin cuidado en ese momento.

Invitado

-Comienzas a sonar como mis padres -buscando cualquier excusa para que camine un poco más y abandone mi pasión por la velocidad, completé en mi mente. Qué pérdida de tiempo.
-De haber estado drogada no estarías aquí quejándote, sino en el hospital -dije de forma burlona.
En vez de quejarse por unos simples raspones debería estar agradeciendo que trato de hacer lo correcto... esta vez

Si la golpeaba, me quitarían la moto. Si no la golpeaba... debía buscar otra forma de descargar mi ira. Pero para eso debía irme, y todavía no había terminado de discutir con ella.
Me apoyé en mi Yamaha y miré a la chica de reojo.
-Cree lo que quieras, no me importa. Seguramente si te lo digo te quejarás aún más.

-Debe de ser porque quizá tus padres no te cuidan nada por lo que supones que los demás somos muy estrictos, pero te equivocas- le dije defendiéndome un poco. Yo no sonaba como una madre.. y menos como un adulto, si apenas era un simple niña que nada más buscaba problemas. Bueno.. niña.. mejor dicho adolescente.

Le mostré un gesto de total indiferencia cuando habló. Ja! Si supiese que ya más o menos vivía en el hospital no me diría eso de seguro.

Miré a la gente que pasaba por el lugar y que nos miraba. También había un par de policías que nos miraban. Seguramente estaban alerta por si comenzábamos una pelea, aunque por mí no habría problema de que nos detuviesen, total a mi no me podrían ni hacer ni decir nada por ser menor de edad.

Invitado

-¿Y tú que sabes como me tratan mis padres? -grité-. ¿Por qué crees que no me cuidan? -bajé poco a poco mi tono de voz-. Mira, si no fuera por ellos no estaría aquí. Se preocuparon por mi vida y me trajeron a esta maldita parte del país, así que tienen una parte de la culpa de que todo esto haya sucedido.
Sabía que ella no me creería, pero quería echarle a alguien más además de nosotras.

Apenas me había prestado atención cuando mencioné lo del hospital, seguramente no le importaba, igual que a mí. Sonreí.
-Ya has estado en el hospital, ¿no? -le pregunté-. Debí suponerlo.

La gente comenzaba a observarnos, también un par de policías... Nada que no pudiera controlar. Saludé a los oficiales con una sonrisa, pero no se inmutaron. Seguramente terminarían escoltándome a casa, así que me convenía ser amable con ellos.

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