peor que las bocinas /libre/

Tenía un maldito sentimiento de ahogo espiritual, cosa rara en mí. Mi vida se estaba volviendo una mismísima mierda por el “lesbianismo”, y ni siquiera estaba segura de si lo era o no, lo único que tenia claro era que me gustaban de una manera irreal Lucrecia, que no me quería ni ver, y Amaltea que estaba loca, aun tenia que tomar la decisión de si iba al psiquiátrico a verla o no… todo maaaaal, se estaba poniendo más raro, que un incendio bajo el mar.

Saque la guitarra acústica de Sol, el día estaba despejado, y el clima muy calido, camine dando tumbos a la plaza de Seattle, no sabia tocar guitarra nunca aprendí pero lo que si sabia era que rozando las cuerdas sonaban, eso ya era algo… cualquier cosa para despejar la cabeza. Me senté en una banca alejada de todos, prendí un cigarrillo, mientras le daba a las cuerdas, los sonidos no eran para nada agradables, pero me importaba poco, con tal de estar entretenida.

/off: responder en más de 4 lineas por favor ^^/

Salia de mi trabajo, sali temprano ese dia, me sentia un poco mal, mi estomago estaba completamente revuelto, algo raro porque no habia comido nada desde la mañana, no podia hecharle la culpa al clima, que demonios tenia que ver eso con mi dolor de estomago.
Camine por la plaza de Seattle, ese dia se me habia ocurrido darle un respiro a mi motocicleta, por el bien del medio ambiente, sentia que me iba a caer en cualquier momento.
Una melodia basta llego a mis odios, si no era el dolor de estomago, seria la forma en que aquella persona tocaba la guitarra.
Busque quiern era y en un momento la identifique, una chica, aprtada de la gente fumando mientras pasaba sus dedos por las cuerdas. Me molestaba el daño que le hacia a la guitarra, pobre, no era la mnera de tratar a una. Solo pude hacer una cara con expresion de desagrado, no a ella, si no a la forma en que tocaba.

Como era la letra de la canción, mis constantes lagunas mentales… si no fuera porque no podía dejar de consumir drogas y alcohol iría al medico para algún tratamiento que me ayudara a mejorar la memoria, si es que tenia solución… si claro… le dí una bocanada a mi cigarrillo. Continué tocando desafinadamente, miré a la gente caminar alejándose de mí apenas sentían el olor a cigarrillo… malditos, igual morirán de una forma u otra… era eso o mi gran show de guitarra, que más daba.

Un chico a unos metros de donde yo me hallaba puso cara rara… toqué con más fuerza y fiereza la guitarra, que me importaba si le molestaba o no… y una fumada a mi cigarrillo me acordó de la letra de la canción que buscaba.

- Come as you are, as you were, as I want you to be, as a friend, as a friend, as an old enemy. Take your time, huury up, choice is yours, don't be late, Take a rest as a friend, as an old memory ahhh- canté bajo mientras intentaba torpemente imitar la melodía de la canción de nirvana.

Ya lo sabia, si no era mi posible intoxicacion seria la forma en que ella tocaba la que me enviaria directamente al hospital. Queria irme derecho del lugar, no sabia si soportaria estar alli , pero siendo tan amante de la musica no podia evitar sentirme frustrado, o enojado por la manera en que ella tocaba.
No era de las personas que solia hacer las cosas como vinieran, siempre consideraba los caminos y las consecuencias, solia calccular muhco, pero en ese momento me sentia tan mal que actue por puro instinto en ves de dejarme llevar por la razon.

Podiras hacerle un favor a la humanidad?.....deja de tocar la guitarra! - Dije un poco exaltado, de seguro ella me veia como un raro, un pobre tonto. Me senti un poco ahogado en cuanto aspire aire de aquel ambiente, no pude evitar toser un poco

La vida había dado un giro extraño, caprichoso pero bien recibido para mi. Era un sujeto nuevo, en cierto sentido, claro estaba. Todo acaecido tras el combate en el límite de Forks y La Push. Ahora necesitaba aclarar mi mente, debía meditar mi nuevo amanecer y cómo me comportaría de a partir de ese instante... más bien, debía ajustar tuercas en mi existencia.

Salí del castillo pese a las recomendaciones de Lucrecia de sólo deambular por el mundo en parejas. Necesitaba aire fresco y evitar estar en contacto con el resto del equipo tanto tiempo. Por sobre todo, deseaba sentir la libertad y planear mis actos.

Conduje el Aston Martin hasta Seattle, aun sitio llamado la Plaza de los Pioneros. Baje del auto, caminando sin un rumbo fijo ni mucho menos, disfrutando del soleado día y el andar de las personas. Escuchaba la naturaleza y el sonido de la urbe con profunda atención. No había sido capaz de apreciar todo eso durante siglos... y mi momento armonioso se estropeo cuando un estridente ruido llegó a mis oidos.

Sin embargo, aquello que cantaba me llamó la atención. Me aproximé, estaba no llevaba la gabardina puesta, sino simplemente un pantalón negro de vestir, una camisa de seda de igual color y zapatos de charol semejantes. Pese a que no era particularmente el primero en estar ahí, saludé amenamente, en alemán para evitar revelar demasiado de mi.

-Guten Tag, dama y caballero- dije en cortés manera, aunque sin alterar mi gesto gélido e inhumano... todavía era una parte de mi aquella forma de comportarme... una parte que difícilmente cambiaría- Disculpen mi intromisión, pero la letra de la melodía que entonaba- me dirigí a la joven, cuya apariencia era algo inusual- me ha llamado la atención.

Seguí cantando con mi voz desentonada y desagradable era mucho peor que las bocinas, el mismo tipo que por quien comencé a tocar más fuerte se acercó, pare de tocar y enarque una ceja… que mierda se cree este idiota para venir a decirme que hacer y que no… revisé mi Katana la cual colgaba como siempre desde mi cinturón. Yo intentando relajarme y viene gente a molestar… había lugar en el mundo en que alguien no me regañara por lo que hacia?... respuesta: NO…

-es mi…- paré la oración cuando un tipo raro y excéntrico se acercó hasta donde nosotros nos encontrábamos y saludo en Alemán? , si algo recordaba de ese idioma en el campeonato en el que asistí en ese lugar, dejé mi guitarra de lado y los miré a ambos –que no se puede tener un minuto de paz…- susurré por lo bajo, levanté la vista hacia el primer tipo

-mira muchachin… es mi problema como toqué, si tanto te molesta tienes dos opciones, irte del lugar o pagarme clases de guitarra- suspiré imitando estar exhausta, miré al segundo tipo -hi… es la letra de una canción de nirvana señor- me crucé de brazos. - alguna otra queja?- les pregunté a ambos, que seguían ahí… por que no se iban y ya?...

Ni alejándome de los gritos de mi vieja, arrancando de los interrogatorios de Sol, y aislándome por completo podía estar tranquila, este mundo era una mismísima mierda, y ni siquiera tenía un churro aquí… maldición.

/off: lucian maldito xDDD se me olvido que no debia dejar post abiertos!!! argh!!! <.</

Eché un rápido vistazo a la jovn. Parecía, portar un arma blanca... un sable japonés... katana, si mi memoria no fallaba. Interesante sin duda alguna... Seprov no era el único que cargaba consigo herramientas de muerte, incluso yo solía llevar mi espada, hecha de una aleación especial de acero de Damasco fusionado con nanotubos de carbono que le proveían de un poder más allá que el cualquier arma blanca elaborada por el hombre hasta esos momentos.

La joven era temperamental, decidida... quizás bajo el influjo de algún psicoactivo, no estaba plenamente seguro, talvez sólo era la forma de comportarse de los americanos. La miré aún con el gesto inhumano en mi rostro, mientras hablaba al sujeto a mi lado y a mi. Le molestaba nuestra presencia, eso estaba claro, pero sería divertido sin duda, el hacerle enojar un poco.

-No he emitido queja alguna- dije en un tono monocorde y tranquilo- Sin embargo, me temo que lo has tomado a mal, joven señorita- continué con absoluta cortesía- Pero, ese asunto ha quedado de lado. ¿Eres espadachina?- inquirí con una mirada escrutadora.

((Off: Mwuhahahaha, sabía que tarde o temprano llegaría el momento))

Su respuesta era la que me esperaba, y no ayudaba mucho su manera de ser, parecia ser una de esas chicas problematicas, esas de las cuales yo hui por todo Arkansas. Me fije en cada movimiento que hacia, no sabia que esperarme, y mi dolor de estomago no parecia ayudar mucho. Con su mano busco algo en su cintura, me fije bien y era una especie de sable, alguna vez habia visto algo parecido, en cuanto lo hizo camine un paso atras pare separarme de ella, no sabia de que podria ser capaz.
En cuanto lo hice un hombre con un aspecto desaliñado se unio a nosotros, sabia que era malo jusgar de buenas a primeras, pero el ap reimera vista parecia un completo desechable, y no uno que enviara señales de buena confianza.

Creeme que te pagaria tus clases, pero no se si en verdad sirvan para algo - Rrespondi con la misma altaneria que ella. Esa reaccion no fue normal de mi, al aprecer el dolor de estomago ya estaba causando sus efectos en mi.

Mire con un poco de desagrado al hombre que le hablaba, mitad de desagrado por su aspecto y la otra por mi dolor, volvi a mirar el sable que cargaba, y dirigi mi mirada a ella esperando una respuesta.

Ese tipo que hablaba alemán tenía una cara no muy agradable, hasta peor que las que ponía mi viejo cuando le sacaba dinero o rechazaba ayudarlo con los entrenamientos de ninjutsu. Me quede quieta esperando que se marcharan pero no era el plan de ninguno de los dos al parecer, siempre me pasaba esto a mi, cuando quería estar sola la gente llegaba a mi como si tuviera fuera un imán y cuando quería estar rodeada de gente ocurría lo contrario.

Encendí otro cigarrillo y me recosté sobre la banca casi ignorándolos, le di una bocanada a mi cigarrillo y los miré de reojo mientras hablaban, boté el humo lentamente, mientras se mantenían en silencio esperando mi respuesta.

-no… soy tenista- bufé con una risotada mirando al de voz rara, era una de esas típicas preguntas con respuestas obvias, aunque ni tanto, yo siempre las hacia, pero en mi caso era porque yo soy una idiota.

Luego miré al otro tipo que se veía unos años menor que yo y dije - yo tampoco creo que sirvan, la música no es lo mío- me encogí de hombros mientras le daba otra bocanada a mi cigarrillo, acomodé la guitarra debajo de mi cabeza, miré el cielo.

El sarcasmo, una de las muestras más temerarias de la valentía... o la exhibición absoluta de la arrogancia. La humana tenía cualquier de las dos, aunque optaba más por ambas. No obstante, se me antojaba de lo más divertido aquel juego. Eché un vistazo al otro humano a mi lado, quien tampoco parecía muy contento con mi presencia. Realmente, jamás me había importaba que los mortales fuesen sociables hacia mi... eso habría sido una mala señal.

Miré de nuevo a la chica... Rubia, esperemos que no cumpla con los estereotipos que se marcan ahora entre la población humana pensé con un tono de comicidad. Observé el cielo unos fugaces segundos y regresé la vista al sitio del diálogo.

-No siempre las respuestas evidentes son las más acertadas. Quizás podrías ser una farsante que busca cubrir su debilidad portando un arma con el fin de enmascararse con una false fortaleza- declaré con voz gélida y autoritaria. Luego continue con el mismo dejo de burla que ella- Es como si pensase que eres una retrasada mental por ser rubia y demostrases no serlo- a no ser porque no me agradaba mucho reir, seguramente una carcajada a modo de burla hubiese escapado sonoramente de mi garganta.

Continúe mirando el cielo, me importaba un mismísimo carajo si seguían ahí ese par o no, era injusto que yo hubiera llegado ahí y invadieran mi territorio, me tendría que terminar yendo… miré de reojo al tipo raro, puse cara de póker. Había acertado en algo, yo si estaba dentro del estereotipo de las rubias, era una idiota. Pero no me la pasaba metida en centro comerciales y arreglándome como lo hacían las otras de “mi tipo”.

-practico ninjutsu- maldito tarado… si no te vas te ensarto la katana en el culo. Reí notablemente ante mi pensamiento. Mi mirada se centro en el cielo nuevamente viendo como las nubes se movían y creaban formas “divertidas” o abstractas. El tipo con los oídos sensibles continuaba ahí mirando nuestra patética escena, era peor que una película de mala calidad.

-les molestaría mucho darme un poco de espacio- resoplé incorporándome en la banca y situando la guitarra bajo mis brazos, mi cara de pocos amigos no era para nada agradable, quería que se fueran, retome la canción que antes había detenido -Come dowsed in mouth, soaked in bleach, as I want you to be, as a trend, as a friend, as and old memory ahhh, memory ahhh […]And I swear I don't have a gun. No, I don't have a gun - canté esta vez para mi con la voz cargada de recuerdos y obviamente se escuchaba como los mil demoños.

Por alguna razon seguia hay plantando viendo como los dos se hablaban, o por lo menos intentaban hacer parecer que estuvieran hacer eso. Planeaba irme ya, en definitiva la chica era un caso perdido, ya no habia nada que pudiera hacer yo por ella o por el bien de la musica y el medio ambiente.
Ella volvio a tocar la guitarra luego de una corta charla con el hombre raro, aun seguia pendiente de el, quizas mis dos clases de Judo servirian de algo, por lo menos para defenderme un poco. Quise dar la vuelta para irme pero en ese momento el dolor de cabeza llego, sabia que no tardaria, pense inmediatamente. El dolor de cabeza era peor que los anteriores que tenia, era propenso a tener ese tipo de dolores de cabeza, pero nunca tan doloroso como el que sentia en ese momento, parecia que el mundo se movia, que se caia, no me podia ni mantener en pie.
Tambalee un poco, intente mantenerme en pie pero fue imposible. Cai al suelo de roddilas, habia tenido los suficientes alientos como para mantenerme en esa posicion mientras sostenia mi cabeza con mis manos intentando apaciguar el dolor sin exito.

Siempre viajaba a lugares felices cuando escuchaba una canción de nirvana, era ese tipo de música que me llenaba hasta el alma, y me tranquilizaba por completo, alejando todo el mal humor y agresividad de mi interior. El tipo menor se vio algo tambaleante lo ignoré en un principio, hasta que callo de rodillas al piso… mierda… lo maté con la música… dejé la guitarra de Sol de lado, y me arrodille a su lado lo más rápido que pude…. ¿Qué hago ahora?... le sujeté los hombros mientras el sostenía su cabeza.

-hey chico… tan mal no canto- intente bromear patéticamente, pero ya estaba preocupada por el pobre diablo – ¿te sientes bien?- que pregunta más estupida, no vez que esta mal! -¿que te duele?- esa pregunta está un poco mejor. Le froté la espalda en un intento de contenerlo y ayudarlo, tan inhumana no era.

La chica era graciosa, quizás comenzar a esclavizar humanos para crearme un circo propio y pasar tardes de diversión experimentando con su mente de diversas maneras no era una idea tan terriblemente siniestra después de todo... salvaría el mundo de gente así y les daría un uso en pro de la ciencia, cosa que normalmente se veía correcto. Claro, también me surgía cierta curiosidad por ver en acción el ninjutsu, no había tenido el placer de burlarme de algún practicante mientras mis heridas se regeneraban satisfactoriamente en cuestión de segundos.

-Suena b...- el sujeto ahí presente, ubicado a mi lado, quien se mantuviese en relativo silencio durante los instantes previos, se desplomó sobre si.

Podría limitarme a no hacer nada, dejarle a su suerte... pero Metztli no me lo perdonaría pensé con cierta preocupación. Respiré hondo, sin desdibujar mi expresión gélida, avanzando hasta donde ambos humanos se encontraban. Me mantuve de pie, cubriendo el sol de la cabeza del joven mientras hablaba.

-Tres preguntas, y de ello depende tu vida. Primero: ¿Quieres ayuda? Segundo: ¿Crees estar por morir? Tercero: ¿Te ha pasado antes?- concluí seriamente, sin inmutarme ante la situación.

El dolor de cabeza era increiblemente fuerte, pense que solo era dolor de estomago, pero este habia desaparecido repentinamante y el dolor de cabeza habia tomado su lugar. Los dolores de cabeza eran muy normales en mi, pero este estaba fuera de los parametros, solamente esperaba que no fuera malo.
Inmediatamente senti que la chica me hablaba, al parecer se conpadecia de mi, nueno eso queria decir que tenia un poco de alma.

Intente pararme en cuanto senti como ella frotaba mi espalda, ojala eso sirviera de algo, pero el dolor aun estaba alli, segui con mi intento para levantarme y finalmente lo logre, intenta mantener alli - Eso solo un dolor de cabeza - Dije sosteniendo mi cabeza mientras le respondia a la chica. Al momento el tipo raro me pregunto unas cuantas cosas, pensar me hacia doler mas la cabeza

No creo que sea nada - Intente responder con eso a todas sus preguntas - Creo que voy a estar bien - Respondi. Una punzada ataco denuevo mi cabeza, solo una mueca de dolor se asomo por mi rostro, intente no decir nada y parecer bien para que ellos no se molestaran.

Que hombre más maldito, pensé mirando al de voz rara, ni siquiera se preocupo verdaderamente del pobre diablo, sus preguntas eran más por fachada que por otra cosa. El shimuelo se paro yo aun lo tenia sujeto de los hombros, tampoco era tan estupida un dolor de cabeza no se iba de un segundo a otro, menos si tenia esa cara de dolor… el show termino por hoy… al menos la preocupación hacia alejar de mi mente a ellas. Me colgué la guitarra, y me acerque nuevamente al muchacho que tenia pinta de que en cualquier segundo caería sobre el piso.

Esto lo arreglaría un buen churro, pero en la calle no podría ofrecerle uno o la policía me llevaría y no andaba de ánimos para hacer pasar más rabias a mi viejo, no ese día, ya tenia suficiente con no haber asistido al torneo, no quería apañarme otra misa.

-no te hagas el valiente ahora mijo, o terminaras botado en la calle, anda déjame llevarte al medico, para que te den algo contra ese dolor de cabeza- dije totalmente seria, intente sonreír un poco para no asustarlo, veremos si resultaba mi buena acción del día. Miré de reojo al sano aun me daba mala espina. Volví a mirar al enfermo- o por ultimo vamos a algún lugar de aquí para que tomes algo de agua a ver si con eso se te pasa-

No sabia si en verdad se preocupaban por mi o si solo era un juego de ellos, la verdad era que no tenia cabeza para pensar siquiera. La chica sosprendentemente se ofrecio a ayudarme, quizas queria robarme, no lo sabia, pero normalmente no era de los que siempre veia el lado malo de la gente, al contrario siempre intetaba rescatar lo mejor de cada uno. Decidi confiar y dejarme ayudar, auqnue lo mas seguro es que ella tuviera cosas mas importantes que hacer que cuidar a un pobre diablo como yo.

Te agradesco mucho tu intencion.... - Me detuve por un momento - ....pero no quiero molestarte - Mas picadas en la cabeza. Tome un poco de aire para tranquilizar un poco el dolor, maldita sea, eso no servia de nada, solo hacia que me mareara.

Humanos, siempre creyendo que tienen la fuerza de los dioses cuando son mucho más débiles de lo que desean admitir pensé con cierto matiz de fastidio, el cual no se evidencia en ningún momento gracias a mi expresión de gélida inhumanidad.

Me acerqué con pasos firmes, sólidos, acompañados de la misma mirada fría y casi taladrante de siempre. Observé al sujeto en cuestión, evaluando la situación. Si bien no parecía próximo a morir, seguramente cualquier vampiro en la zona podría verle como una víctima sencilla para cazar y alimentarse de él. Esbocé una sonrisa maligna mientras esas ideas cruzaban mi mente.

-Si nos molestases seguramente nos limitaríamos a patearte y dejarte más aturdido de lo normal. De cualquier modo, América parece funcionar así la mayor parte de las ocasiones. Sin embargo, eso no es el caso. Mejor di dónde podríamos llevarte, ¿prefieres un hospital, tú casa o una farmacia?- pregunté, con cierta ecuanimidad.