El dolor es tu amigo ((Ren & Cuerpo Médico))

Las llantas del Lamborghini LP640 rechinaron con estruendo cuando entramos al estacionamiento de la clínica ubicada en el interior de la universidad. El color negro metálico del auto brilló bajo las tenues luces matutinas encendidas en el pulcro lugar. Prácticamente todo el trayecto había sido un placentero sueño para la pequeña Ren.

Por fortuna, la maniobra no la había despertado en absoluto. Apagué el motor y salí del auto. Levanté la puerta del copiloto. Titubeé un instante, no estaba seguro de si debía despertar a Ren o cargarle hasta la entrada. Opté por la primera opción.

-Vamos, Ren, deben atenderte- susurré mientras busca despertarla con movimientos delicados en la parte opuesta de donde tenía la herida.

Ren se había despertado, con ciertas dificultades a mi parecer, pero despertado al final. Esperaba que se pudiese mantener en pie. No obstante, tuve la fortuna de lograr sujetarla antes de que desfalleciese. Debía suponerlo, sin una unidad de sangre no estaría en óptimas condiciones para caminar. La tomé en brazos tan cuidadosamente como me era posible, comenzando el avancé hasta la recepción del lugar.

-Estarás bien, Ren, lo prometo- susurré mientras me colocaba frente a una enfermera- Está pequeña tiene un impacto de bala en el brazo, necesita atención médica, por favor- pedí con calma, pues sabía que Ren no corría peligro de muerte... no por momento.

Era un turno agitado. Había acabado de atender un TEC, cuando mi nariz percibió el olor extraño de un ser... Que claramente era humano, pero su sangre no olía tan humana como debería. Corrí a una velocidad humana hacia el lugar del que provenía el efluvio, y entonces escuché como pedía ayuda: Un impacto de bala. Ni había sentido el olor de la sangre, había sido un día muy sangriento en la sala de urgencias.

-¡Una camilla! -pedí a medida que me acercaba al hombre de extraño olor y a la chica que yacía en sus brazos.

Rose, la enfermera, trajo la camilla rápidamente. El hombre depositó la chica sobre la camilla y empujé la camilla hacia uno de los cubículos de atención. Evalué rápidamente el impacto de la bala, no había sido demasiado grave, aunque podría haberle roto alguna arteria, o fracturado un hueso... La chica tenía muy poco músculo que pudiese detener la bala y mantenerla lejos del hueso. Saqué el tensiómetro de su lugar en la pared, coloqué mi estetoscopio donde se escucharía la arteria y le tomé la presión arterial: 100/65 mmHg. Ligeramente baja, pensé mientras devolvía el artilugio a su lugar. Puse el estetoscopio sobre el pecho de la chica: Su corazón latía rápido, ya lo sabía, aunque era necesario seguir toda la pantomima humana. Rose aún estaba junto a mí.

-Trae el equipo necesario para extraerle la bala y suturarle el agujero; estaré en la sala de examinación 3 -le indiqué- Y yo llevo la camilla, tranquila -le dije.

Ella asintió rápidamente y se escabulló fuera del cubículo. Miré de nuevo al hombre que había traído a la chica, no se veía como el tipo de persona que dejaría que algo así le pasara a una niña -porque la chica era apenas algo más que eso, una niña-, pero las personas daban sorpresas, a veces desagradables.

-Sígame, por favor -le pedí con voz contenida.

Desbloqueé el seguro de las ruedas de la camilla y la llevé hasta la sala de examinación 3, con los pasos del hombre a mis espaldas. Apenas si había pronunciado palabra alguna desde que había pedido la ayuda médica. Tan pronto el hombre pasó dentro, cerré la puerta. Tomé la tabla para tomar los datos de la paciente y del incidente; era de los casos que debían reportarse a la policía.

-Quisiera que me diera los datos de la niña. Nombre, edad, parentesco entre ustedes y también necesito que me describa la situación en la que se produjo el impacto de la bala -pedí, aún conteniendo la voz. Era buena en ello.

Debía admitir que la velocidad con la cual el cuerpo médico de la clínica albergada en el interior de la universidad fue perfectamente satisfactoria desde mi particular punto de vista. No esperaba menos, eso también era cierto.

Me aparté una vez coloqué a Ren sobre la camilla, al final, mis escasos conocimientos en medicina poco podrían hacer en casos así además que, irónicamente, mi padre me había enseñado que la mejor ayuda en situaciones donde uno se ve incapacitado es no estorbar las acciones de aquellos que son expertos en el tema en cuestión.

A continuación me dispuse a seguir a la doctora tal como me indicaba. Supuse de inmediato que sería para proporcionarle datos rutinarios respecto a Ren... lo cual sería algo complicado dado el hecho que apenas y le conocía. No por ello, desde luego, planeaba darme media vuelta y dejar a la pequeña a su suerte en un hospital así.

Una vez llegamos a la Sala de Examinación, nombre que le diese la doctora al sitio al cual condujo a Ren y a mi, fui interrogado, tal como aguardaba. Asentí con un gesto de la cabeza y acto seguido me dispuse a respoder.

-Su nombre es Ren, tiene 13 años- deduje tras haber tenido tiempo suficiente para evaluar su estatura y peso en el camino-, no tiene el más mínimo parentesco conmigo y en este momento usted sabe tanto sobre su situación como yo- concluí seria y serenamente, buscando proporcionar tanta información como tenía a mi disposición- Le suministré azúcares antes de arribar a la clínica- añadí, tratando de no omitir nada.

-¿Estuvo mareada, o por qué motivo administró azúcar? -pregunté, una vez hube anotado los datos en el formato.

Revisé los reflejos pupilares de la chica. Su sistema nervioso parecía estar bien, aunque no podía estar muy segura de ello. Sacudí la cabeza de la chiquilla ligeramente, debía ver si despertaba o de lo contrario, tendría que proceder rápido: Podría estar desangrándose por la arteria braquial y eso la tendría así de mareada. Aún salía sangre, por lo que coloqué otro apósito sobre el anterior y Rose entró a la sala.

-Rosie, sostén el apósito -dije.

Ella siguió mis órdenes y yo saqué la bata y los guantes estériles. Le indiqué a Rose que retirara los apósitos y que trajese más gasa, presentía que esto se pondría sagriento. "Menos mal soy capaz de ignorar la sangre," pensé agradecida, mientras colocaba el campo quirúrgico sobre la zona del impacto y desinfectaba el área circundante.

OFF:
¿Tiramos dados para saber si es una hemorragia grave? Seprov, tira un d10.

1-4: Hemorragia moderada (tirando a leve), desmayo por el susto que se pegó xD
5-7: Hemorragia moderada, desmayo por hipovolemia
8-10: Hemorragia severa, pero tratable (desmayo por hipovolemia).

O en el rol de ustedes la hemorragia estaba poco complicada? Dime para yo saber cómo sigo el roleo y disculpa la desinformación, pero no he tenido tiempo de leer más posts además de los que yo tengo que responder xD

Off: Ah, siento la desinformación, supongo que ha sido un error de nuestra parte. En teoría, se supone que extraje la bala del hombro de Ren, desinfectando la zona herida, no obstante eso se puede omitir XDD

En teoría, la hemorragia no habría sido tan grave, más bien el golpe que se diese al caer de un árbol alto sin poder meter manos ni nada. Con base en lo anterior, si deseas puede seguir el rol.

Por si acaso.

Seprov von Wednar ha efectuado 1 lanzada(s) de uno D10 :

Cualquier otra aclaración la respondo con gusto

OFF:
Vale, ya sé que hacer xD

ON:
Tan rápido como un humano usual podría, extraje la bala del brazo de la niña. ¿Cómo es que una pequeña terminaba con una bala en el brazo? Era algo así como intentar responder porqué esa peqeña había aparecido extrangulada, por un vampiro... ¿Tan inhumanos podían llegar a ser? Agradecía ser más que eso. Al parecer la bala no había dañado ni la arteria ni el hueso, aunque ordené unos rayos X, sólo por precaución. Rose salió de la sala con los instrumentos para que los esterilizaran, cuando tuve una punzada de instinto.

-¿Hubo algo más, además del disparo? -pregunté al hombre- ¿Caídas, choques...?

Saqué la linternilla que mantenía en el bolsillo para revisar las pupilas de la chica y dí tiempo prudencial al hombre para que respondiera.

Ren parecía encontrarse relativamente bien, al menos eso me parecía, basándome en los pocos conocimientos médicos que aprendiese años atrás. No obstante, la doctora era quien tenía la última palabra al respecto. Cuando todo parecía terminado, una nueva interrogante surgió, la cual, sin duda, podía jugar un aspecto crucial. Respondí con una calma increíble, quizás porque no era alguien que conociese, no lo sabía.

-No lo sé. Recibí a la pequeña en casa inconsciente. De ello sólo podría proporcionarle dos conclusiones: la primera es que recibió un golpe al caer, lo cual la dejó en estado de sueño durante un tiempo, pues la reanimé con alcohol y reaccionó; la segunda es que perdió más sangre de la que mi inexperto juicio puede deducir y ello le ocasionó un desmayo; una tercera podría involucrar ambas. Como dije, sólo conjeturas, yo no atestigué el momento de la herida, por tanto lo ignoro- añadí aguardando a que la opinión de una verdadera experta pudiese revelar el estado de Ren y brindarme una visión más acertada sobre su condición.

Una caída. Una caída lo cambiaba todo, todo el protocolo ahora debía irse más hacia la parte neurológica. El sangrado no había sido ni la mitad de grave que había estimado en un comienzo, el desmayo no debía haber sido por ese motivo. Tomé la tabla de la chica y garabateé una órden para un TAC y una MRI.

-Si se cayó, se debe tomar en consideración un trauma encéfalocraneano -expliqué rápidamente antes de entregarle la órden al interno al que le habían asignado el caso- Doctor Smith, lleve a la niña a imagenología, necesitamos un MRI y un TAC -le ordené rápidamente.

El joven llevó la camilla con Rose hacia el piso de imagenología. Me volví hacia el hombre que había traído a la chiquilla.

-Usted, espere en el cubículo cuatro, cuando sepamos los resultados de imagenología, se le comunicará el protocolo a seguir -dije y con un asentimiento salí de la sala de examinación, rumbo a imagenología. Quería ver ésas imágenes lo más pronto posible.


OFF:
Aquí van los daditos xD

1-4: Conmoción cerebral leve
5-7: Conmoción cerebral moderada
8-10: Derrame sub-dural

Que Seprov o Ren tiren los dados porfa

Media hora después...

Llegaron los resultados de imagenología. El hombre que acompañaba a la paciente se veía nervioso, tenía motivos para estarlo, aunque la resonancia mostraba una contusión cerebral leve, nada que dos días de hospitalización y una semana en casa no pudiesen arreglar. Caminé a ritmo regular hacia el hombre y esperé a que se despabilara un poco.

-Bueno, ya han llegado los resultados de la MRI -dije, con tono serio- La chica, al parecer, tan sólo tiene una contusión cerebral leve. Debemos dejarla en observación dos o tres días, ya que en cualquier momento podría empeorar, pero el prognóstico se ve bueno. ¿Va a firmar usted como responsable de la chica para asignarle una habitación?

Me limité a asentir silenciosamente ante las instrucciones de la doctora, al final, realmente no tenía gran cantidad de conocimiento en el ramo médico, por lo cua lo mejor sería dejar todo en manos de la experta.

Mientras aguardaba buscaba formularme teorías que explicaran coherentemente las acciones de Alexander, quien no solía ser un perfecto salvador sin tener un buen motivo para ello... al menos no creía del todo su esfuerzo por ayudar a una niña como aquella... a quien bien habría podido matar sin miramientos de ninguna clase... talvez la había rescatado de las manos de un vampiro... lo ignoroba, y al final decidí no darle tantas vueltas al asunto, en cualquier caso, lo importante en ese instante era la salud de Ren y no los motivos de mi padre.

Cuando la doctora regresó e informó de los resultados, un sentimiento de alivio cruzó por mi rostro, alivio que se tradujo en un expresión de alegría y satisfacción.

-Es bueno escuchar esas noticias. Desde luego, me haré cargo de todos los gastos, no escatime en ellos de ser necesario- pedí mientras sacaba mi bolígrafo del bolsillo derecho de la camisa para firmar los documentos pertinentes- Estoy convencido de que Ren se encontrará bien- concluí mirando a la doctora con cierto matiz de seguridad.