Cumpleañooooos Feliiiiiiiiiiiiiiiz (Myhr)

Tenia programado mi teléfono Mobil para que me contara que día estaban de cumpleaños mis conocidos, pero el muy desgraciado siempre se me escondía, sabia que faltaban pocos días para el cumpleaños de Myhr pero no estaba muy segura de la fecha… debía reconocer que aveces me funcionaba el cerebro, y para mi suerte lo había anotado en un calendario, el lado negativo era que no sabia donde rayos se encontraba el calendario.

Tras una larga búsqueda inservible definitivamente me rendí… bueno algo me acordaba era hoy… o mañana?... o ayer?... argh!... voy hoy. Miré mi reloj, me quedaban unas cuantas horas para hacer las compras pertinentes, ahora esperaba que mis ahorros me acompañaran… fui hasta al centro comercial, el dilema ahora era el regalo… que le gusta a Myhr?... ropa?... joyas?... perfume?... una pelota de futbol?... inútil… no servia de nada que me esforzara. Llegué hasta la tienda de mascotas para comprarle las ratas a Wuashiminga ahorrando viajes… y vi a Dori!!!, me enamore del pez cirujano en tanto lo vi ese tenia que ser el regalo…

Saltaba de alegría cuando lo compraba, una pecera, un poco de piedras una que otra alga y listo!. Pasé por el supermercado y compre vodka, solo vodka, era su cumpleaños beberíamos de su favorito. Maneje hasta la casa y me cambie de ropa, metí unas plantas al maletero, pastelillos de marihuana recién horneado y todas las drogas que pille en mi camino.

Ultima revisión, drogas? Listo… alcohol? Listo… papelillo? Listo… comida? Listo… dori? Lista… uju!... todo listo… me subí a mi auto y manejé hasta su local, me puse un gran lazo rojo en la cabeza solo por idiotez, llegando me bajé del auto y acarreé todas las bolsas estaban parecía burro de carga.

Ahora me quedaba abrir la puerta con mucho cuidado, sin que se me resbalarán de las manos todas las cosas. Las deje sobre la mesa, Myhr aun no llegaba, por lo que pude llenar de lazos todo el lugar. Me escondí detrás de un sillón a la espera.


ropa y dori:

Spoiler:

Continué oculta y aburrida, termine contando las pelusas del aire que se veían por el escaso sol que se filtraba por la ventana… 1384… 1385… 1386…me levantaba de vez en cuando a mirar pero ni rastros, hasta que el sol dejo de iluminar mi única entretención. Escuche su auto estacionarse y me oculté aun más… cosa que resulto en vano a veces olvidaba por completo que mi amigo era un lobo y tenia sus sentidos más agudos que los inservibles míos. Me levanté de un salto cuando el me hablo con una sonrisa que cubria casi todo mi rostro.

-Sorpresaaaaaaaaaaaaa!- grité aunque ya no lo fuera, era como una fiesta sorpresa no sorpresa. Levante los brazos enérgicamente agitando las manos de un lado a otro, fui corriendo hacia el para abrazarlo con toda mi fuerza – Feliiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiz Cumpleañooooooooooooooooooooooooooooooooos- chille a todo pulmón cerca de su oído mientras le daba palmaditas a su espalda… si, era una loca explosiva e hiperactiva no lo podía evitar.

Mier… sabia que en algo había fallado, pero no importaba, mejor antes que nunca. O era mas vale tarde que nunca?...puff que más da, apretando mientras el me llenaba de besos y me asfixiaba con su caluroso cuerpo. Estaba feliz y eso me alegraba a mi también, el se había transformado en mi mejor amigo desplazando por completo el lugar que antes ocupaba la traicionera de Sofía.

-es una mini fiesta de cumpleaños, con regalo incluido- señale mi lazo en el pelo y levante las cejas un par de veces divertida, le mostré la lengua. Caminé hasta una de las bolsas y saque una pañoleta ploma.-tendrás que adivinar!- chille alegre dando pequeños saltos hacia el -pero no podrás ver, solo podrás oler- no esperé a que me respondiera y ágilmente tape sus ojos con la pañoleta, cerciorándome de que no pudiera ver nada en lo absoluto.- preparado?- pregunté mientras me alejaba por algo de las bolsas.

Veamos, que será lo primero?… miré el montón de bolsas viendo que mostrar primero, bueno veríamos que tal su olfato con Dori, revolotee por las bolsas sacando todas las cosas que había traído, hasta incluso su tan apreciado pie de limón, una pequeña torta blanca con adornos de manjar, todos los ingredientes para prepara spaghetti, papas fritas, doritos, galletas de muchos sabores, dulces, chocolates, velas, alcohol, marihuana y las cosas que había pasado a comprar a la tienda de cumpleaños infantiles o mejor conocido como cotillón, unas gorras especiales que nos servirían más tarde.

Ya con todas las cosas encima de la mesa y fuera de sus respectivas bolsas, me quité el lazo rojo y me puse uno de los sombreros de “Happy Birthday”, caminé haciendo equilibro en una mano con el pie y en la otra con la otra la pecera. Cuando ya estuve frente de el le acerque la pecera con Dori incluida a la nariz.

-Este es tu regalo- dije con la voz llena de emoción, le aleje con cuidado la pecera tratando de no derramar nada de agua, luego le acerque el pie a su nariz y lo moví un poco para que saliera ese delicioso aroma - y esté es para ti si adivinas que es tu regalo- sonreí a sabiendas que el no lo vería. – ¿Ya sabes que es?- pregunté alegre, acercándole su nueva mascota a la cara.

Spoiler:

Maldito… este juego no había resultado tan entretenido con su agudo olfato yo me habría tardado horas en descifrar el pez, el pie era más evidente. Era un lobo glotón, se comería los pie el solo y no me había alcanzado el dinero para comprar más que dos, solo por ser su cumpleaños lo dejaría. Me beso la mejilla, dejé el pie sobre la mesa y le quité la pañoleta de los ojos.

-ella es Dori- dije poniéndole la pecera encima de la cara. –Tu regalo de cumpleaños- chillé llena de emoción, esperando que le agradase tanto como a mí el pececillo, dejé la pecera sobre la mesa, caminé hasta el otro gorro de cumpleaños y se lo puse. Con una enorme sonrisa recogí la tarta.-quieres?- pregunté juguetonamente, pero con la mirada llena de maldad. Metí un dedo en la tarta y le quité algo de crema para más tarde ponérsela en la punta de su nariz. Sonreí mostrando mi dentadura… un plan macabro se trazo en mi maquiavélica cabeza.

Pase mi brazo libre alrededor de su cuello, y me acerqué lentamente hasta su cara. Sabia que el no me rechazaría si lo intentaba besar ya lo habíamos hecho antes y eso no cambiaba en nada nuestra amistad, rocé mis labios con los suyos mirando sus ojos, y cuando ya estaba apunto de besar aleje mi rostro en un ágil movimiento y le estampe el pie en la cara. Mi risotada hizo eco por toda la habitación.

/off: xDDDD/

Siempre terminaba haciendo lo que menos esperaba, el maldito me robo el beso…aun así el merengue le había quedado pegado en la cara, parecía un mimo, solo que este maquillaje era dulce y tenia más relieve. Me sujeto fuerte de la cintura dejándome sin escape la otra parte de aquel pie había quedado pasmada en el piso, intenté alejarme pero este tenia mucha más fuerza que yo, lo miré sonriente.

Ya con las manos vacías me puse de puntillas y le lamí el rostro, consiente de que eso me ayudaría a salir de esa cárcel, me aleje de su cara con la lengua llena de merengue y dije como pude mostrando la lengua – aquí hay más tarta- me tragué la crema y reí – y en tu rostro aun queda mucha- le quite con los dedos el merengue de los ojos.

-si me sueltas te entrego la tarta numero dos, y te doy un sombrero más bonito- alcé varias veces las cejas divertida. Y comí la crema que le había quitado de los ojos. Ya me había bajado el apetito y lo peor que no podría tocar nada de el otro pie. Tendría que comenzar a preparar los súper spaghetti.

Quede con la cara toda pegajosa por la culpa de la bestia de nombre Myhr, si… era un animal sin remedio, cuando ya decidió soltarme me sobe la cintura que me había quedado adolorida por la presión, levante los brazos y corrí por el lugar muerta de la risa.

-al fin!... freedom!!!- chille, el festejado acudió al baño antes de que las hormigas carroñeras lo atacaran. Me fui a lavar al lavamanos de la cocina, y me seque con un mantel, fui hasta los sombreros numero dos y le puse las latas correspondiente, la diferencia fue que las latas del CCP las había llenado con Vodka. Corrí hasta el baño con los sombreros en las manos, me puse el mío en el camino tirando el anterior por los aires, estiré mis brazos hasta la cabeza de mi amigo y le puse su sombrero 2.

-¿que te parece?- pregunté sonriente, mientras lo arrastraba de una mano hasta la cocina, era como una niña en una juguetería o en una tienda de dulces, en mi caso… en una botillería – hoy cocinaré algo para ti- mencione emocionada no sabia como iba a ser el resultado de aquello pero lo iba a intentar -luego beberemos y nos drogaremos, y más tarde cantaremos… y mientras yo cocino te puedes comer el pie- solté su mano y fui hasta el pie se lo entregué, puse el pitillo de el sombrero en mi boca y le di un buen sorbo a mi cerveza - ¿trato?- mis ojos brillaban, mientras miraba expectante a mi amigo.