Siguiendo la Estela (Charles Davis)

Tema: Siguiendo la Estela (Charles Davis) Jue Abr 30, 2009 3:38 pm

De todas las rutas que había trazado, esta jamás había estado en mi paso, de pie en el limite miré el panorama, unos pasos más al frente y estaba en zona sanguijuela. Podía sentir el olor a su carne podrida. Bufé dándome la vuelta para continuar la ruta de aquel sendero, inspeccionando, midiendo con la mirada, ubicando e identificando cada tramo de aquel lugar desconocido.

La noche había cubierto todo el bosque dejando una oscuridad absoluta, una noche sin luna, sin rastros de luz que indicaran algún sendero de vuelta a casa. Las estrellas formaron un manto lleno de puntos de plata sobre mi cabeza. Las aves nocturnas se hicieron presentes y una corriente de aire frio se percibió entre las hojas de los árboles.

Extrañamente percibí un fuerte aroma a rojo, que invadió todo mi cuerpo, tal vez era mí ser que despedía ese aroma, pero era demasiado presente, insistente, se disolvía en la lejanía. Sonreí a medias sumergiéndome en recuerdos agradables, todos pintados en rojo, sin las sombras que siempre querían apagar mi alma con los grandes huecos profundos. Alguna vez el corazón estuvo vacío con las negras sombras insistentes que rebosaban de falta de perdón. Vetas doradas las iluminaron, las cuales ignoraba su significado.

Di unos pasos para terminar de recorrer esa zona, las botas se hundían en la tierra húmeda y entre las hojas, un olor se mezclo en el ambiente, un olor familiar pero a la vez desconocido, era uno de ellos, apreté las manos, le miré, ahí estaba parado una silueta perfecta, en ese momento surgió una punzada en mi interior.

Invitado

Hacia ya tiempo que Charles habia llegado de Nueva York en busca de respuesta a las tantas preguntas que dentro de si existían, y las cuales aquejaban su mente noche tras noche, incluso, en sueños las visiones le atormentan, lo que produce un gran pesar a su alma condenada, y ahora, se encontraba en los linderos de un espeso bosque, inmóvil, dejando que el tiempo inexorable siguiera su curso, pero, para el el tiempo era relativo, estaba detenido sobre la linea que divide la vida de la muerte, asi como ahora, inmóvil en la obscuridad sumido en sus caóticos pensamientos

Suave era la fria brisa que corria por el lugar que sumido en el frio abrazo de la noche se encontraba, con las manos dentro de los bolsillos de su pantalon, Charles se mantenia como una estatua con la mirada fija en el vacio, asi era como ahora se sentia Charles, vacio, y por ello deseaba con vehemencia obtener las respuestas a sus preguntas, fue entonces el suave tronar de la hierba al ser pisada le devolvio a la realidad, aquel era un sonido que el oido humano comun no podria haber percibido, pero el, era todo menos humano, fue entonces que sus sentidos se agudizaron y pusieron en alerta, era en extremo dificil tomarle por sorpresa a un ser como el.

Pudo incluso escuchar el acelarado corazon de aquel quien se acercaba por entre la hierba, no sabia Charles si se encontraba en peligro o no, pero, aun cuando asi fuera, percibio un aroma en particular sobre todos los reinantes en aquel solitario lindero boscoso, ese aroma le trajo memorias que se agolpaban en su mente, como si se tratara de una pelicula siendo reproducida a alta velocidad, no podia creer lo que sus fosas nasales enviaban a sus nervios y estos a su cerebro, y por ello, bajo la guardia, quedandose ahi de nueva cuenta inmovil, indefenso, pero con una esperanza en su corazon que punzaba como una afilada daga que se clava en tierna carne, y espero, espero a que la criatura tuviera silueta y poder asi reaccionar.

Tema: Re: Siguiendo la Estela (Charles Davis) Vie Mayo 22, 2009 11:47 am

Uno, dos, tres pasos hacía el, hacíendo que la hierba de bajo de mis pies sonara con mis pisadas, aún no podía distinguir su rostro, era un rostro marmóreo lleno de perfección, el olor era delatador, un hombre con la naturaleza que odiaba, sin embargo, era de los que presumían de no acabar con la vida de las personas.

Su corazón muerto no hablaba, pero de él despedía un sutil aroma a rojo algo que hacía que mi interior se inquietara. ¿Quién eres? Me pregunté aun mirando hacia su dirección sin pronunciar palabras. Mi corazón latió con mil espadas clavándose en el interior. Un, dos, tres pasos la piel marmórea se hizo mas brillante, el cabello dorado caía en su rostro, una curiosidad invadió mi cuerpo, ahora estaba de frente a el podría verle a la perfección, pero no entendía porque tenia su olor, porque olía a el.
-El bosque de los tuyos está del otro lado –dije de una manera seca y bastante descortés-

Su porte parecía de un hombre de unos veintitantos años, sus ojos resplandecieron en la obscuridad de un tono color ámbar, apreté los puños al preguntarme de nuevo el por que olía a rojo.

Invitado

Y por fin ahi estaba, tres, dos y uno, fueron los pasos que conto Charles al ver que la extraña figura se acercaba hacia donde el mismo se encontraba, a medida que dicha figura se acercaba el olor se hacia mas fuerte todovia, por un momento parecio perder el equilibrio, ya que un mareo sobrevino ante el embriagador aroma que despedia aquella criatura, ese aroma era inconfundible para Charles, pero, por que ahora, se preguntaba, no era que le desagradase el hecho si no que le parecia extraño despues tanto tiempo.

Si vivo se hubiera encontrado en aquel momento tan obscuro de su vida, el pecho se hubiera abierto de par en par dejando saltar su corazon por la exitacion del instante en que ahora se encontraba sumergido, el tiempo parecio detenerse en torno a Charles, no podia sentir ya la brisa fria que corria por el lugar, ni escuchar los sonidos que los animales nocturnos creaban a su alrededor, ahora Charles solo podia sentir y oler ese exquisito aroma a tierra humeda que se encontraba ahora a escasa distancia de el.

Por fin su incertidumbre obtuvo la tan anciada respuesta, pero, ahora se encontraba confundido, aun mas confudido que antes, al observa a la persona que era dueña del aroma que tan vorazmente le habia envuelto y embriagado, habia sido de forma tan salvaje que ese aroma le habia puesto a mercerd del hombre tan bello que ahora se encontraba frente de Charles, no sabia como ni por que, pero estaba indefenso.

--¿Disculpa? Puedes....repetir lo que dijiste, por favor.--Con voz entrecortada y vacilante Charles pidio al hombre que tenia frente de si que repitiese lo que habia pronunciado hacia nada de tiempo. Y en su espera, Charles escuchaba el salvaje latir del corazon de ese varon que tenia ahi consigo, aun a pesar de todo, no podia apartar la mirada del rostro de ese hombre, sin duda alguna era una digna creacion de Dios, hermoso hasta el mas minimo de los detalles y sumado al olo que despedia, aquella era una mortal combinacion.

Tema: Re: Siguiendo la Estela (Charles Davis) Lun Mayo 25, 2009 2:21 pm

Parecía un poco perdido aquel vampiro que se posaba enfrente. Su mirada y sus movimientos elegantes, era una escultura perfecta, le miré en segundos las manos que las tenía en los bolsillos y ese sutil aroma a muerte que despedía su cuerpo era el que particularizaba a los suyos, aunque tenía el olor de los dorados.

Una obscuridad en interior quería apoderarse de mi ser, ese aroma a rojo hacia que me desquisiara. Por sus palabras parecía desconocer el tratado, sonaba indeciso, no tenía nada en contra de los suyos, pero no eran del todo de mi agrado. Había algo en el que despertaba una curiosidad dentro de mi corazón que palpitaba con fuerza.
-Esa zona –le señale el de sus espaldas- Es para los de mi raza, la de allá es para los tuyos, estamos en el limite. –dije con un tono seguro mirándole sus ojos que hacían un contraste con la obscuridad- ¿Estás perdido? – mis pensamientos empezaron a fluir navegando entre la noche, sin dejar de mirarle, la curiosidad corría mi cuerpo como un hiriente acido-

No podía creer lo increíblemente hermoso que era esa criatura que tenia en mi frente, era una maldición o una bendición, pero lo que si era una trampa para caer directo hacia sus pies, la belleza era esa la condena de esos seres.

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