Una noche sin estrellas...(Charles Davis)

- Cuan dulces son tus labios aun- Le hablé mientras nuestros labios jugaban felices y lujuriosos un momento. - No han perdido ese sabor dulce y delicioso que solamente tu tienes-Lo traje hacia mi, y con suaves movimientos, movi a un lado mi cara, para poderle acariciar esa espalda que me volvia loco, era como navegar en un mar con olas fuertes. Su cuerpo era un refugio, un estruendo de placer, era mi momento, queria todo su cuerpo para mi.

Lentamente me sente a un lado de el, y comence a tocarle su pecho fuerte, de manera circular, como dando un masaje-Tu corazón ha vuelto a latir, es una dulce melodia para mis oidos, escuchar tu corazon me trae la paz que necesito... no pido más- Y me acerqué a su pecho, para besarlo tiernamente, dibujando corazones con mi lengua, y mis labios.- Quiero que seamos uno de nuevo... uno solo... para siempre..

Senti los suaves labios de Adrian sobre mi cuerpo. Mi sangre comenzaba a correr mas rapido, y mi corazon se aceleraba al sentirlo sobre mi vientre, y despues al sentirlo mas cerca, no pude evitar el sentirme extasiado. En un forcejeo romantico, dimos vuelta sobre la gran roca, y sostuve sus manos a los lados, quedandome encima suyo. Me acerqué lentamente a besarlo cuidadosamente su vientre, para despues irme lentamente hacia sus labios carnosos que me hacian estallar.

- Yo te amo, más que a nadie en el mundo...- Y me dejé llevar, cuidadosamente, nuestras piernas se cruzaron, y yo fui quitando poco a poco sus pantalones, para tocar sus muslos y su cuerpo lentamente, frotandolo como a una sabana de seda, delicada y suave, ese era mi Adrian, ese chico me hacia vibrar.

- Quiero amarte... con todo mi corazon[/color]- besaba su cuello, casi de manera salvaje- [color=red]Quiero ser tuyo, y que tu seas mio...