Maldita Sicópata (Sasha)

Al parecer no me podría sacar de la cabeza a Tea si no la veía nuevamente, no sabia lo que pensaba, ni lo que creía de mi, nuestro ultimo encuentro no había sido del todo grato, y se desapareció de pyzco en un abrir y cerrar de ojos al recibir una llamada de dios sabe quien… Pasó al menos una semana, casi el mismo tiempo en el que no veía a Lucrecia… todo me salía mal… ¿podría alguna vez encontrar a alguien que me quisiera?... ja!, imposible, tendrían que soportarme con mi maldita personalidad y mis absurdos vicios.

Llegue en mi Moto Scooter amarilla a la universidad, obviamente si estaba en la fraternidad también tenía que estudiar en la universidad, primera acción del día, registrar todo el establecimiento en su búsqueda, y eso fue exactamente lo que hice. Camine por toda la universidad buscándola desesperadamente… y como siempre me pasaba a mi no la encontré, vi a Sofía la cual se arranco de inmediato de mi con tan solo verme… maldita perra, ya me las pagaría, llevaba dos meses sin hablarme y eso que se suponía que era mi mejor amiga.

Cuando ya me estaba cansando, decidí comenzar con la segunda acción de el día, preguntar y parecer una maldita sicópata, me acerque a una joven alta, de pelo negro, y una sonrisa encantadora, le pregunte si conocía a alguna Tea y le di las características de ella pero no la conocía, y así fui preguntándole a más de nueve personas. Cuando ya estaba a punto de rendirme me encamine hacia la fraternidad, llegue a la entrada, apague mi cigarrillo antes de entrar, una tipa pelirroja paso a mi lado, apuré el paso y la alcancé.

-hey- le toqué ligeramente el hombro con los dedos para que se volteara.

Iba de vuelta a la fraternidad donde mi libro de medicina interna me esperaba, ya que mañana tendria quiz de ciertas páginas del libro. Caminaba a paso apretado, pues tenía pocas horas para estudiar funcionalmente antes de caer rendida del sueño sobre el libro abierto. Aún pensaba en Tea, que había acabado en el psiquiátrico, todo por no ser prudente; y claro, por la imprudencia del vampiro que había osado asesinar a Catalina. Aún estaba en shock por su muerte, la pobre no había hecho nada para merecerlo, y Sony... Sony había muerto tal vez por intentar protegerla.

-Hey -me llamaron y me tocaron el hombro.

Me sobresalté y alcancé a alzar una mano, para ver a una chica más o menos de mi edad, rubia, con una vestimenta poco usual con la mano cerca a mi hombro. Respiré profundo antes de contestarle.

-¿Si, te puedo ayudar en algo?

La muchacha pelirroja se sobresalto un poco con mi presencia… me miré la ropa… hey! Hoy no parezco vagabunda… bueno no tanto!... ¿que era lo que iba a preguntar?... a si si Tea… a nuestro alrededor los estudiantes caminaban como cualquier otro día ya eran alrededor de las 6 pm, algunos corrían por no llegar tarde a sus ultimas clases… por lo mismo no estudio, para no andar apurada… Concéntrate idiota!... Miré a la tipa.

-estooo- dije arrastrando la voz, me lleve una mano al cuello debajo de la nuca – ando buscando a una chica, que vive acá- le señale levantando levemente mi mentón hacia la fraternidad – Tea es su nombre… ¿la conoces?- pregunté llena de ilusión, quizás está tercera acción iba a ser la definitiva… o al menos eso esperaba.

/off: perdón el retraso he tenido un día agitado/

(OFF: Sin problemas )

"Pensando en el rey de roma... O reina en este caso," pensé en mi fuero interno, con cierta melancolía. Me entristecía saber el estado de Tea en estos momentos, saber en lo que estaba metida tan sólo por la poca misericordia de un vampiro... "Malditos come-hombres," pensé, antes de responderle a la chica extraña.

-Sí, sí la conozco -le respondí- ¿Por qué me lo preguntas?

Ujuuuu!... si casi salte de alegría pero me las aguante, ya tenia suficiente con parecer la sicópata que era con estar buscándola por la universidad, los alumnos terminaran pensando que soy una investigadora encubierta o algo así… o eso pensaría yo… la miré con los ojos suplicantes casi salidos de sus orbitas.

-estooo- que manera de empezar una respuesta tarada!, continué acariciando mi nuca –bueno soy una “amiga” de ella- mentí pero ni se notó –la he buscado por toda la universidad necesito hablar con ella- o verla o cualquier cosa!... en el estado de desesperación que me encontraba, hasta ver una fotografía de ella me iba a tranquilizar. La voz melodiosa de una niñita me hizo desconcentrar... talvez era la enana sobrina de Amaltea, busque con la mirada analizando de donde salio aquella voz, pero no era la enana que yo buscaba… maldición.. Volví a mirar a la pelirroja

-Ah -fué todo lo que dije en un principio al respecto.

¿Qué hacer? La chica no debería malgastar su tiempo buscando a Tea donde no la iba a encontrar... Tal vez si fuera al psiquiátrico se la dejarían ver más fácil que lo que yo podría ayudarle al respecto.

-Bueno... -empecé, algo incómoda- Algo sucedió -observé como se descomponía el gesto de la chica, o era muy amiga de Tea o... Bueno, quién sabe, en todo caso se veía afectada al respecto- No a ella, sino a su sobrina.

Dejé las palabras flotar un momento en el aire. Vaya, costaba decírselo, sobretodo sabiendo que Tea no estaba loca.

-Su sobrina... Bueno, la asesinaron, o eso parece -le conté- Y Tea está un poco... Eh... Descompensada -dije, esperando que la chica fuese entendiendo más o menos a qué me estaba refiriendo.

La vi dudar… de verdad se estaba demorando mucho en responder… esto no me daba un buen augurio… ¿algo le sucedió?... se me alteró completamente el rostro… a mi atrevida le había pasado algo, se me hizo un nudo en el estomago… esperé con ansias que terminara de hablar… no podía creer que la pequeña sobrina de Tea había muerto… quizás esa fue la noticia que la hizo desaparecer de un segundo a otro de pyzco... que quizás idiota! eso debió haber sido.

Reaccione demasiado mal, me acerqué velozmente a la pelirroja y le tome las manos – ¿pero ella donde está?... ¿qué tan mal está?- pregunté rápidamente con los ojos desorbitados, completamente alterada, y preocupada -¿Cómo que la asesinaron?... ¿tú la conocías?- mi respiración era agitada, y mis pensamientos daban vuelta en círculos muchas preguntas… no… puede ser que solo me esté tomando el pelo… era solo una niña…

-Sí... Sí, conocí a Catalina -respondí con la voz a medio quebrárseme.

¿Cómo era posible que la hubiesen asesinado? Aún estaba estupefacta, era difícil de comprender por qué la habían asesinado, por qué un vampiro la había asesinado pero ni siquiera había bebido su sangre... ¿Cómo era eso posible? ¿Qué tipo de monstruo andaba suelto en Seattle? ¿Un vampiro que mataba por matar, y nada más?

-Alguien la estranguló, no sé cómo hizo, pero se las arregló para partirle el cuello -le expliqué a la consternada joven. ¿Acaso no leía los periódicos? El caso había sido muy comentado durante toda la semana- Y Tea... ¿Sabes lo unida que era a la chiquilla? -le pregunté- Su muerte la afectó... Y la tienen en el psiquiátrico mientras se estabiliza -le dije al fin.

Quede absorta, como podían?… pero en que mierda de mundo estábamos viviendo?… a esto se refería Lucrecia con peligroso, a este tipo de muerte?... no, no podía relacionar la muerte brutal de una pequeña con los vampiros mutantes… o si?... entrecerré los ojos.

Qué Tea esta en el siquiátrico?...WTF!... le fui soltando de apoco las manos a la tipa… tenia los ojos abierto como platos, no sé cuanto tiempo me quede sin gesticular alguna palabra pero calculo que fueron más de dos minutos… mi mente quedo en blanco… no estaba acostumbrada a este tipo de situación. Qué se suponía que tenia que hacer yo ahora?... ir hasta ella y darle un apoyo inservible?... porque claro eso era lo que yo era nada más que una escoria inservible… retrocedí un paso aun con mi rostro desencajado.

-lo siento- susurré muy bajo dudando que me pudiera escuchar. - ¿Cómo está ella?..¿Cómo está Tea? ¿Tú eres su amiga verdad?- obvio que está mal tarupida!. Pregunté sin levantar la vista dudando que eso ayudara… piensa…. Que hacer?… no mono con platillos no aparezcas ahora!!!!...

Pasaron cerca de dos minutos y la chica no hizo más que quedarse en silencio, como en shock. Yo respiré profundo en esos minutos, no fuese que la chica se desmayase y quedara así convertida en mi primer paciente. Casi suelto un suspiro de alivio al oírla hablar, al menos sabía que no se me iba a desmayar encima... Aún. ¿Qué había dicho? ¿Que lo sentía? A decir verdad no le escuché bien, pero se veía firme en sus pies, no a punto de desmayarse.

-Sí, soy amiga suya -le respondí, caminando hacia las bancas de los jardines- Y... Bueno, podrás suponer que no está bien, de lo contrario sabes que no estaría en el psiquiátrico. En cuanto a salud, se puede decir que está bien... Ha adelgazado un poco, pero por lo demás está bien; mentalmente... Aún está perturbada por lo de Catalina.

Tragué saliva, sintiéndome terrible. ¿Esto era lo que se sentía comunicar a una familia el estado de salud de un paciente no-tan-bien? Sería difícil para mí esa parte... Probablemente terminaría llorando con la familia.

-Por cierto, no me he presentado -dije- Soy Sasha, y tú eres...?

La seguí con la mirada mientras caminaba hacia las bancas, indecisa si acompañarla seria lo pertinente… tomé una bocanada de aire… mierda… actuar como una persona normal y con sentimientos a flor de piel se me hacia extenuarte y raro. Al final siempre terminaba haciendo lo incorrecto, así que, que más daba?... la seguí dando esos malditos pasos inseguros, casi como los de unos borracha crónica.

Dijo Sasha?... ella era la misma Sasha de la que había sentido celos?... que malditamente pequeño es el mundo!... o en nuestro caso… Seattle.


-Mimi…- dije con la voz arrastrada… presentaciones… nunca se me dieron muy bien, era una persona sin modales. Ni siquiera estire mi mano y di una sonrisa característica de una presentación educada solo la miré confundida.

-en cual de todo los psiquiátricos de Seattle está?- pregunté aun insegura de estar hablando correctamente, recordaba varios… varios en los cuales iban a caer mis conocidos drogadictos.

Suspiré pesadamente.

-En el ala psiquiátrica del hospital de la UCS, el del Sagrado Corazón -le respondí- ¿Sabes llegar, o quieres que te acompañe? -le pregunté.

Había algo en la chica, en sus reacciones al hablar de Tea que me decían que tal vez había algo más, pero las ignoré. A decir verdad, lo único que me importaba era encontrar la manera de hacer que Tea saliera del psiquiátrico, pues estaba allí sin estar realmente loca. Tan sólo transtornada... Pobre.

Ala siquiátrica del hospital de la USC… si lo conocía al revés y al derecho, me sabia hasta los horarios de visitas y los siquiatras que atendían, los horarios de colación de los enfermeros y hasta cada cuanto iban al baño… todo por un plan de fuga cuando Corochin estaba encerrado en ese lugar, del cual salio airoso tras nuestro majestuoso escape.

Le sonreí amable a pesar de lo abrumada y confundida que me sentía, fue buena conmigo pero si seguía en ese lugar iba a empezar a actuar como una loca, necesitaba unos buenos tragos para aclarar ideas.

-se llegar, gracias por tu ayuda Sasha, espero volver a verte en una situación más agradable, es mejor que me vaya- dije con la voz arrastrada, aun continuaba con la mirada perdida –chau- le hice una pequeña seña con la mano mientras me iba. Un pie le pedía ayuda al otro para caminar.

La ví irse, no pude menos que ondear la mano en seña de despedida. Bueno, al menos alguien más visitaría a Tea... Tan sólo esperaba que en serio fuese más sensata y dejara e gritar lo de los vampiros a los cuatro vientos.

-Chau