URGENCIA (habitacion de Sasha, por ende Sasha y compania)

Entre a la fraternidad con Kate, la niñita de 8 años, acurrucada desmayada en mis brazos, rogue en silencio que nadie estubiera por los pasillos despierto a esa hora, lo mas probable es que Jane me oliera, por lo que tenia que ser rapida, toque la puerta de la habitacion de Sasha y ni bien alguien me abrio entre a la fuerza en la habitacion.
-Sasha!! necesito que cuides a mi prima de Inglaterra!! esta enferma!! Jane me esta siguiendo y es peligroso que este conmigo por favor cuidala!- Kate era muy inteligente seguro actuaria bien delante de Sasha- Es probable que no recuerde mucho, dale un ibupirac para bajarle la fiebre y cambiale los paños de agua fria, no sabia porque se lo decia...ella tambien estudiaba medicina - No puedo quedarme aqui o ambas correran peligro, cuidala con tu vida por favor!- Antes de que Sasha pudiera decirle nada deje a la pequeña en la cama y sali corriendo de la habitacion, no sabia a donde ir ni que hacer, simplemente me meti en mi auto y maneje a toda velocidad sin saber a donde ir.

Como siempre con la señorita tea todo paso muy rápido, cuando desperté de mi desmayo ya me encontraba dentro de su coche camino a un lugar que no conocía, me prometió que confiara en ella y así lo hice, después de todo era la única persona que sabia mi verdadero nombre y por todo lo que había pasado. Me volví a desmayar cuando llegamos a una ¿universidad?, mi temperatura seguía aumentando, me sentía cada vez más débil y cansada, me dolía la garganta y cada parte de mi pequeño cuerpo, cuando desperté estaba recostada en un cuarto que tampoco conocía, a la señorita Tea no la veía por ni un lado, me desespere y empecé a llorar.

-donde esta la señorita tea?-pregunte entre llanto a la joven que estaba ahí.

Era de noche y leía un libro de los asignados para el semestre en un rincon de la habitacion mientras Sasha dormía.
De repente Tea llegó apresuradamente y despertó a Sasha, que abrió la puerta y se encontró de repente con una niña en los brazos mientras Tea salía corriendo dios sabía donde.
Cuando la chica despertó a la primera que vió fue a Sasha, preocupada examinandola bien...
me acerqué a la cama en la que estaba...

El llanto iba aumentando con el tiempo, y mi desesperación con el, aun no me respondía la señorita pelirroja, y cada vez me estaba sintiendo peor, me recordó aquella vez que me dio influencia el año anterior tenia los mismos síntomas de entonces, la diferencia es que ahora no tenia a mi madre para que me cuidara, y a la única persona que conocía en este lugar no estaba conmigo, no me había percatado de la presencia de otra chica en la habitación, hasta que se acerco a mi, me puse a tiritar, era igual de pálida que la joven que visito a Tea, me dio mucho miedo, quizás ella también quería que muriera, abrace con fuerza a la señorita pelirroja y oculte mi rostro con su cuerpo.
-no se acerque por favor- dije casi a gritos, se me pusieron los pelos de punta, me volví a desmayar...

-Ally, creo que la niña les tiene miedo a ustedes -comenté en voz baja, como para que la primita de Tea no escuchara- Tranquila, no te preocupes. Todo estará bien.

Fuí al baño y tomé un ibuprofeno de 800 mg, una dosis alta para una niña de la edad de ella. Lo partí a la mitad, serví un vaso con agua y le dije a Ally que me había seguido al baño que fuera a la cocina por un cuenco con poco de agua para hacerle paños. Salí del baño, la chica estaba aún en mi cama, sentada juiciosa.

-Acuéstate, que andas bien enferma -le dije mientras le pasaba el vaso con agua- Toma esto, te ayudará con la fiebre.

Observé a la niña mientras mil preguntas iban y venían por mi cabeza. ¿Qué le había pasado a Tea? ¿Jane la estaba siguiendo? ¿Qué carajos estaba pasando? Si Tea había sido lo suficientemente imprudente como para herir el enorme ego de Jane, estaría en serios problemas. Por primera vez en dos años, me sentí mal al saber de la existencia de los seres sobrenaturales. Volví mi cara hacia el otro lado, no quería que la pequeña ni Ally -que estaría por abrir la puerta en cualquier momento- me vieran llorar. Llorar de miedo, rabia y preocupación... Y frustración, también. Me sequé las lágrimas con el dorso de la mano y me volví hacia la pequeña de nuevo. Recibí el vaso ahora vacío y sonreí condescendiente.

-¿Cómo te llamas? Tu prima iba tan apurada que ni me dijo... Así es ella -dije, tratando de aliviar un poco la tensión.

Aun tenia miedo por la extraña joven pálida, no quería que mi hiciera daño tenia una mirada aterradora, algo en ella era extraño, recibí la pastilla y me la tome al instante, la señorita pelirroja intento tranquilizarme, pero estaba asustada, no solo mis padres me habían dejado abandonada, ahora Tea también lo había hecho. Dijo prima?, en ese momento lo comprendí casi todo, ella había mentido para que me cuidaran, ¿por que ella haría algo así?, tendría que seguir el engaño...

-me llamo Catalina señorita- dije más tranquila, ya que no estaba la otra chica, estaba sudando mucho, la fiebre aun no bajaba y el malestar continuaba.

-Usted como se llama?- no tenia muchas fuerzas por lo que mi voz sonó como un susurro apenas audible, me sentía pálida más de lo habitual, en cualquier momento volvería a desmayarme, recordé que no había comido nada ese día.

-Soy Sasha -le respondí.

La niña se veía delicada, estaba extremadamente enferma. Y yo aún estaba preocupada por Tea.. ¿Para qué la estaría siguiendo Jane? Meneé la cabeza al ver entrar a Ally. Catalina abrió sus ojos con terror, e intenté pensar en algo rápido para evitarle un colapso.

-Mira, ella es Allysa, y es mi compañera de cuarto.

Ally me pasó el cuenco con el agua y saqué uno de mis pañuelos para aplicarle compresas. Se la puse en la frente y busqué en el cajón de las medicinas un tarro de pedialyte -suero oral-, pues la niña parecía estar medio deshidratada; y debía hacer lo básico. Si su reacción a todos los vampiros era igual a la que había tenido con Ally, no podría ni pensar en llevarla al hospital, donde seguramente la atendería la Blanchard.

-Ahora, te daré un poco de este jugo de... uva -le dije, mientras servía un poco en la copa medidora- No puedes quedarte sin líquido en el cuerpo, así que esto te ayudará también.

Le entregué la copita mientras me devanaba los sesos pensando en qué hacer si la niña se ponía peor. Los que podrían ayudarla eran todos sobrenaturales... Ally, la Blanchard, incluso Jesse...

La señorita Sasha se presento, a los pocos segundos llego nuevamente la joven pálida, me estremecí y mire aterrada a Sasha, al parecer era su compañera de cuarto, esa información me tranquilizo, la compañera de cuarto de la amiga de Tea no podía ser mala como aquella de la casa que hicieron que Tea me trajera a este lugar, luego me puso una toallita en la cabeza no sabia muy bien que era pero estaba agradecida, mi frente se puso a temperatura normal. Me tome el jugo de uva que me dio casi de un sorbo, mi estomago sonó brutalmente, me sonroje, no comía desde la mañana y eso me estaba pasando la cuenta.

-muchas gracias señorita Sasha- dije agradecida sin despegar mi mirada de su rostro, no quería mirar a la otra joven, a pesar de que era amiga de la chica pelirroja aun me causaba mala espina, ahora algo extraño estaba pasando me empecé a enfriar, la temperatura de mi cuerpo bajo considerablemente, mis dientes empezaron a castañear, estaba tiritando, mire alrededor en busca de mi mantita rosa pero no estaba...

-te...ten..go...fr...frió- el castañeo de mis dientes no me dejo hablar como era debido.

El comportamiento de Tea y el de la niña eran extraños, Amaltea se la pasaba poniendose en situaciones bastante fuera de control y me preocupaba en qué nos había metido a Sasha y a mi.

Al ver las reacciones de Catalina, decidí actuar con cautela, pues ella ya estaba bastante asustada de por sí, pero cuando empezó a temblar supe que estaba mucho más grave de lo que pensabamos, quise acercarme, pero sabía que solo la haría sentir peor al contacto con mi piel.

Busqué rápidamente por toda la habitación hasta encontrar una manta electrica, se la di a Sasha y le susurré para que catalina no escuchara.

-Sasha, está muy mal, pero creo que no deberiamos llevarla a un hospital...¿crees que podremos atenderla nosotras si las cosas se ponen mal? puedo ir en una carrera y robar algunas cosas d ela clinica.

Habia vuelto a casa a juntar unas cosas con rapidez, no me arrepentia de haber dejado a Kate en manos de Sasha, era la unica que podia llegar entender la situacion por la que pasaba y la gravedad del asunto, ademas aun no confiaba del todo en esos vampiros. Llame al celular de Sasha:

-Sasha! Sasha me escuchas?!- Hable histerica, estaba al borde de un ataque de nervios e ira, ponia cosas que me podrian ser utiles en mi maleta ...o bueno, sabia que nada era util con la clase que estaba tratando Tome otra valija mas pequeña y puse un par de vestidos y cambios de ropa de Kate.
-Sasha en unas horas pasare por ahi a dejarte un par de cosas de Kate!- Tenia que conseguir las identificaciones falsas para la niña cuanto antes ya que si se complicaban las cosas la llevarian a un hospital... y si la llevaban a un hospital iria a parar a la policia... Mierda habia tantas cosas que hacer y tan poco tiempo.

-No sé... No sé si seamos capaces -dije- Pero Blanchard no es la mejor opción, y creo que a ella le tocaba el turno hoy.

Me senté junto a la niña en la cama y la arropé. Aunque tiritaba, su piel ardía en fiebre, y el ibuprofeno se tomaría al menos una media hora en funcionar, si es que lo hacía, para bajarle la fiebre a la niña. Revolqué en mi cajón de medicamentos hasta encontrar el termómetro.

-Abre la boca -le dije a Catalina- Necesito saber qué tanta fiebre tienes.

La niña, dócilmente, abrió la boca e introduje el termómetro en ésta. Un minuto más tarde leí la cifra: Tenía 39.5 C° de fiebre la pobrecilla. Miré desesperada a mi alrededor, pero era de tan poca ayuda que los pocos médicos que conocía fueran no-humanos. Sin embargo, Jesse era más humano que la mismísima Ally o la Blanchard; aunque no sabía qué tal tomaría Catalina las cosas si Jesse fuera realmente un cambiaformas, como mi instinto me lo decía.

-Haremos una cosa -le dije, tras haberlo pensado- Si te mejoras, nos quedaremos aquí hasta que tu prima vuelva -"si es que vuelve," agregué mentalmente con preocupación- Si en una hora aún estás con la temperatura alta, me temo que tendré que llevarte al hospital. ¿Vale?

Mi celular empezó a sonar sobre la mesilla de noche. Ally me lo pasó con rapidez; era Tea. Le dí al botón de contestar y la escuché hablar alterada.

-Tea, creo que debes calmarte. Cuando vengas a eso, necesito que me pongas atención un par de segundos. ¿Vale? -le dije, finalizando con el tipo de tono que una madre usaría- Llámame si sucede algo... Sabes que Ally podrá ayudarte.

Miré a mi amiga que estaba sorprendida. Hice un gesto de disculpa, a decir verdad, no me agradaría la idea de saber que Tea podría ser asesinada por una de las de la clase de Ally. Me sonrojé, tal vez había sido muy atrevido de mi parte, pero por otro lado, el conocimiento de Ally de su propio mundo podría serle escencial a Tea para sobrevivir.

Iba a cortarle abruptamente a Sasha pero me hice una pausa.
-Sasha... gracias- Sone cansada pero decidida- Asegurate de bajarle "por tus medios" la fiebre a Kate!
Seguido de eso, corte el telefono, no podia decirle que no la llevara al hospital, desconfiaria de ello, pero tal vez eso la dejaria pensando, segui en lo mio, cada segundo quemaba en mis nervios.

¿Por mis medios? ¿Qué no quería que la llevaran al hospital? Torcí el gesto, confusa, a medida que escuchaba las palabras de Tea.

-De nada -dije- Aunque, en verdad te suplico que me oigas un par de minutos cuando vengas.

Oí un gruñido al otro lado de la línea y Tea colgó. Miré preocupada a Ally y me dirigí a la ventana. A través de esta se veían las luces de la ciudad que no dormía jamás, la ciudad que era tan peligrosa como una jaula de leones hambrientos.

-¿Cómo te sientes, Catalina? -le pregunté a la chiquilla.

El celular de Sasha sonó y se lo pasé con rapidez, la escuché hablar con claridad y la miré con expresión sorprendida cuando dijo que yo podria ayudar...
Cuando Sasha colgó y se dirigio hasta ventana, fui a su lado y le puse una mano en el hombro, sabía que aunque tratara de parecer tranquila, en realidad estaba más asustada de lo alguna vez admitiria frente a mi, la niña estaba en la cama arropada con la manta y me parecía que su respiración se hacía más regular.

-Sasha, si Tea no quiere que la llevemos a un hospital será por algo, ella es la única que conoce bien el lío en el que ella y Catalina están metidas así que no podemos tomar decisiones por ella....Cuando venga, y si jane la está buscando creo que sé como hacer que le pierda el rastro, pero estoy segura de que Jane sabe que eres su amiga y va a buscarla aquí...se me está ocurriendo algo para que todas esten a salvo en caso de que eso suceda.

Si llevabamos a Tea al hospital y lograbamos hacerle una trasfusion de sangre, su olor desaparecería por un tiempo para ella, pero talvez deberiamos dejar un rastro falso, y ahí era donde Sasha entraba...ella tambien tendría que ocultarse despues de ello, el único problema era la niña...

Respiré pesadamente. Ésa era la parte que me temía, justo cuando mi vida parecía funcionar bien de nuevo, algo pasaba y todo cambiaba de rumbo. ¡Yo no quería dejar mi vida! ¡No cuando estaba bien, al fin! Solté el aire y con eso vinieron las lágrimas que ahora no podía reprimir.

-No -dije, tratando no sollozar. Las lágrimas caían solas- Debe haber alguna manera... Jane no sabe lo que sé.

Miré a las luces de la ciudad con nostalgia.

-Como siempre, el carácter suyo -dije refiriéndome a Tea- En la fiesta Carnaval fue igual

Suspiré y me sequé las lágrimas con el dorso de la mano. Abracé a Ally y murmuré a su oído, bajo como para que Catalina no oyera.

-Tengo mucho miedo

Sasha estaba lo suficientemente asustada como para llorar...y me sentía como una cucaracha por ponerla en peligro, incluso aunque no fuera completamente mi culpa, ella sabía lo que era y eso la metería en más problemas.
La abracé con fuerza, los ojos me escocian, no sabía si agradecer o maldecir el hecho de que no podia llorar.

-No tengas miedo, todavía no...primero tenemos que tener unas cuantas explicaciones de Amaltea...existe la mínima posibilidad de que las cosas no esten tan mal como pensamos.-le dije tratando de tranquilizarla

No quería hablar solo obedecía no tenia la fuerza suficiente para pronunciar palabra alguna, la Señorita Sasha se veía bastante preocupada, lloro, no sabia si era por mi o por lo que había hablado con tea, quizás algo malo estaba sucediendo con ella y yo aun no me enteraba, me desespere aun más, mis tripas sonaban, cada vez sentía más frío que antes, ni siquiera sabia si estaba o no despierta porque escuchaba las voces demasiado lejanas. Quizás me estaba muriendo y no me había dado cuenta... no me podía morir, tenia que ver a mis padres y saber que sucedía, me quedaban muchas cosas que hacer solo tenia 8 añitos, intente hablar pero mis labios no se movían, las lagrimas empezaron a descender por mi rostro.

- me estoy muriendo?- pregunté en susurros mi voz no dio más que eso

Escuché el preocupado murmullo de la niña. ¿Tanto la había preocupado? ¿Qué yo era tan mala ocultando mis cosas? Me sequé las lágrimas y dejé a la pensativa Ally en la ventana, caminando a buen ritmo hacia Catalina.

-No, no te estás muriendo -le dije con tono maternal. ¿Yo, maternal? ¿Desde cuando? Meneé la cabeza- Creo que ya serás capaz de soportar un poco de comida, pero no te muevas de la cama: Ya te traeré algo.

Miré a mi amiga en la ventana y la llamé.

-Ally, dale más suero a Catalina -le dije y luego me incliné hacia la pequeña- No te asustes de Allysa, ella es buena: No te hará nada.

No tenía certeza si la pequeña sabía la naturaleza real de Ally, pero era mejor no pecar por ignorante. Era mejor dejarlo todo incierto.

-Volveré en cinco minutos -prometí y salí en dirección a la cocina.

Una vez allí, me recosté contra el mesón. Eran demasiadas cosas, demasiadas tal vez y estaba muy preocupada al respecto. Me revolví el cabello unos segundos como si estuviera a punto de colapsar -lo cual era cierto- y me moví a alcanzar un plato y cereales. Esperaba que a la niña le gustaran, no eran los coloridos fruit loops pero tampoco sabían mal. Serví leche en el plato, puse una cuchara allí y me dejé caer hasta el suelo, escondiendo la cabeza entre las rodillas.

Y lloré.

Lloré como no lo había hecho en años, casi, lloré como si ya no hubiera esperanza alguna en esta vida para mí. Lloré de miedo, miedo por Tea, por Ally, por mí, por mis amigos... Willie, Dick, Drew, por todos ellos... Miré al techo, respirando profundo unas diez veces. Mis cinco minutos de gracia estaban a punto de expirar. Me levanté del suelo y me lavé la cara con agua helada, para borrar las huellas de mi llanto, al menos a Catalina. Ally lo sabría sin duda alguna, ya me había visto así antes. Tomé el plato con el cereal y caminé de vuelta a mi habitación. Catalina estaba mirando curiosa a Ally, que le estaba dando más suero. Sonreí, aunque en los ojos de Ally ví que ya había adivinado para qué me había tomado los cinco minutos. Total, ella habría sido capaz de oírlo todo.

-Hora de comer! -le dije a la niña, sentándome junto a ella. La ayudé a incorporarse y le ofrecí el plato- ¿Quieres que te lo dé o te lo comes solita?

Me tranquilizo un poco el saber que no iba a morir, ¿Qué no me moviera de la cama? Como si pudiera!, con suerte tenia fuerzas para hablar, mire aterrada a la señorita Allysa aun me inspiraba miedo, esa mirada, había algo sombrío en ella, me inspiraba terror, aunque sabia muy bien que era buena, me dio el suero mientras la joven Sasha se iba hacia otro lugar, se tardo alrededor de 5 minutos en regresar, yo no le articule ni una palabra a la chica pálida, mi piel se me erizaba cuando ella se acercaba. Sasha llego con un plato con cereales y leche, mi estomago gruño, me sonroje, me ayudo a incorporarme.
-como sola, muchas gracias- le respondí a la señorita, tome la cuchara con las pocas fuerzas que tenia y la metí en el tazón de cereal, se lleno y la guie hasta mi boca, pero antes de llegar se me derramo todo el cereal con leche de la cuchara en mi ropa, mi brazo se rescosto cansado sobre mi vientre.
-lo siento- susurre, tendría que darme ella los cereales por mi estado no era el mejor.

-No te preocupes -le dije a la niña y me senté en el borde de la cama- Ally, tráeme una toalla del baño.

Ally se dirigió al baño y pocos segundos después volvió con lo que le había pedido, me lo entregó y se volvió a la ventana. Parecía dispuesta a hacer que la niña se relajara un poco al evitar mirarla. Limpié a Catalina mientras observaba la oscura silueta de Ally recortada contra el fondo de la ciudad. Suspiré.

-Bueno, te daré el cereal -le dije- Necesitas comer

Llené la cuchara de cereal y leche.

-Abre la boca -le dije a Catalina.

Así, cucharada tras cucharada, le dí el plato de cereal a Catalina. Me pregunté si aún tendría hambre después de aquello, lo cual sería fácil de suponer. Parecía que la pobre llevaba horas sin comer.

-¿Quieres más? -le pregunté, acariciándole el cabello.

Parecía estar mejor, la fiebre parecía remitir lentamente y su color no era ya tan pálido.

La señorita Sasha me seco, de mis ojos empezaron a escaparse lagrimas, algo en ella me recordaba a mi madre, tenia el mismo color de sus ojos, me dio a cucharadas todo el cuenco de cereales, la joven pálida se quedo cerca de la ventana por lo que pude comer tranquila, me dedique a mirar la habitación mientras comía, no estaba nada de mi ropa, no estaba mi mochila con dinero... nada... tea no lo había traído... ahora como lo haría? En mi mochila estaba mi identificación falsa y todo lo que necesitaba para subsistir unos días, necesitaba escuchar mi música clásica, extrañaba abrazar a mi muñeca de trapo, anhelaba volver a cantar con mi grupo de coro... pero todo eso cambiaria ahora... ni siquiera sabia si volvería a estudiar. Me pregunto si quería más, mi estomago sonó nuevamente, seque mis lagrimas con mis dedos.

-por favor- le respondí sonrojada, siempre fui muy buena para comer... ya me estaba sintiendo mejor, aunque sentía la garganta comprimida, y mi nariz tapada.

-pero esta vez podré con la cuchara- sonreí tímidamente, pero no había felicidad en mi rostro.

-Eso indicaría que tengo futuro como médico -le respondí a la chiquilla, levantándome de la cama- Ya vengo, voy por más cereal.

Tomé el tazón y salí de la habitación a paso ligero hacia la cocina. Aún sentía esa extraña opresión en el pecho, pero hice mi mejor intento por reprimirlo. No era bueno andar con pensamientos negativos en situaciones así. De hecho, era mejor no pensar. Así te dabas cuenta de todo a tu alrededor más fácil. Serví más leche y cereales y tomé una barra de chocolate para mí. Caminé de vuelta a la habitación, Catalina miraba curiosa a Ally.

-Hola -saludé- Mira, aquí tienes

Le pasé el tazón y estuve pendiente por si necesitaba ayuda, aunque parecía que ya era capaz de sostener la cuchara por sus propios medios.

Asentí agradecida, la señorita Sasha se fue dejándome sola nuevamente con Allysa, algo en mi me decía que me podía atacar en cualquier instante, mi respiración se agio un poco, acomode mi cabello con mis dedos, imaginaba que tenia un aspecto horrible después de todo lo acontecido. Mi respiración volvió a la normalidad cuando Sasha regreso con el tazón de cereales, cuándo estaba ella ya no me sentía tan insegura, recibí el tazón de cereales y lo comí muy rápido, tenia un hambre voraz, no quise mirar a ni una de las dos jóvenes mientras comía, sabia que me sonrojaría saber que me estaban mirando comer de esa manera, cuando termine le entregue el tazón vació a Sasha.

-Muchas gracias señorita Sasha- sonreí verdaderamente agradecida y satisfecha al fin, al parecer el efecto de los analgésicos funcionaron porque ya no sentía fiebre y podía mover mi cuerpo.
Ahora tendría que averiguar sobre Tea, sabia que había hablado con la joven Sasha por teléfono, pero no sabia sobre que.

-Mi Tía vendrá? – pregunté, tratando que la palabra tía no sonara una mentira.

Le recibí el tazón a la niña y lo puse en la mesilla de noche. Catalina había devorado su plato con increíble rapidez, lo cual era un buen signo: La fiebre había bajado, ya se sentía mejor. Sí servía como médico... Y eso era bueno. Mucho. xD.

-De nada -le respondí y puse mi mano sobre su frente.

Sudaba, pero de fiebre, nada ya.

-Tu tía... -repetí, aunque no estaba muy convencida que así fuera. ¿Tea no había dicho que eran primas?- Ella llamó hace rato y dijo que más tarde vendría aquí -respondí.

OFF:
Dado de percepción para ver si Sasha se da cuenta del engaño de Tea xDD

Sasha Zimmerman ha efectuado 1 lanzada(s) de uno D10 :

OFF:
5+3=8, Sasha sigue sin darse cuenta xD

ON:
La verdad eso había sonado extraño, y le preguntaría a Tea al respecto... Aunque también era posible que la pequeña estuviera confundida. Era demasiado chica y eso solía suceder. A esa edad, mi hermana me llamaba "mami" a veces.