Creo que necesito una ducha >.<

Maldición, no queria regresar a este lugar, la ultima vez parecia que definitivamente me habia librado de ella, asi estaria a salvo, pero estaba amaneciendo, la gente comenzaba a salir para trabajar y cubierta de sangre como iva no iva a pasar desapercibida estaba a punto de cruzar la acera cuando aquel maldito vecino de la otra vez se asomo por la puerta dirigiendose al coche que le esperaba en la entrada, al verme abrio los ojos como platos y esta vez no resisti la tentación de noquearlo de un puñetazo, sonrei verdaderamente feliz y trepe por la ventana de Map. El echo de que hubiera dormido con ella abierta me habia facilitado el no tener que romperla, la serpiente observaba desde la oscuridad en un silencio absoluto, y Mimi roncaba medio desarropada mientras la luz del solo se filtraba iluminando el revoltijo que era su pelo.

-Lo siento- Musite con sinceridad en un susurro casi imperceptible. Sentia el volver a ponerla en peligro entrando en su vida de nuevo.
Me mire la espalda como pude en el espejo de su habitación, la herida habia comenzado a cerrarse, al menos ya no se veia el hueso del homoplato.
Baje la persiana con cuidado de no hacer ruido, y la habitación volvio a quedar a oscuras, fuera de la habitación se oia movimiento, no queria despertar a Mimi, si se la ocurria gritar como siempre podri entrar alguien, y no queria dar explicaciones de porque estaba ensangrentada en la habitación se su mujer hija.

Con cuidado me situe sobre Mimi en la cama, la sangre ya estaba reseca y esperaba no manchar nada, salvo por la herida de mi espalda. Con cuidado la tape la boca para que no gritara y la hable al oido -Mimi! Despierta!-

Una gigantesca hoja de marihuana danzando con melodías estridentes, un hermoso lago de Ron yo nadaba y reía... wuashiminga cazaba ratas inmensas del tamaño de un humano, ella también estaba feliz, mil cigarrillos de tabacos con alas volaban a mi alrededor, estaba tan feliz, Lucrecia me miraba con cara disgustada al otro lado del lago, yo le sonreía y lanzaba besos en el aire.... era uno de los mejores sueños que había tenido en largo tiempo... ella se acerco y se puso sobre mi, tapo mi boca y me dijo al oído – Mimi!, Despierta!- agité la cabeza... no quería despertar aun, pero ya era demasiado tarde... mis ojos se habían abierto y Lucrecia no era un sueño. Traté de quitar su mano de mi boca, lo logré.

-que pasa!?- pregunte en susurros. No era hora de andar gritando, todo estaba oscuro. Solo podía ver el brillo de sus ojos. Me incorpore y me senté. Aproveche esa cercanía y la abrace. Aun no podía creer que ella estuviera en mi habitación... algo extraño sentí en su espalda... una herida?...

-que te pasoooo?- chille con fuerza, tape mi boca... ya las había embarrado, no debí haber usado un tono de voz tan alto.

Enseñe los dientes dolida cuando me abrazo y apollo sus diabolicas manazas en mi espalda, pero entonces ella dio un chillido y no me vi en disposicion de decir nada mas que -Maldita sea, no debi destaparte la bocaza.- Me movi rapidamente y me pegue a la pared al lado de la puerta, de forma que si esta se abria yo quedaria detras de ella.

Escuche en silencio espectante por si venia alguien, note un leve roce de mi espalda con la pared y me separe aguantando la respiración.

No había cambiado nada... mierda... todo seguía igual que antes... se movió rápidamente y quedo de espaldas a la puerta, estiré mi mano hasta la lámpara y prendí la luz... antes de mirarla agudice el oído para saber si había despertado a alguien, para mi suerte, todos estaban tan acostumbrado a mis gritos y chillidos que no despertaban a menos que le pasaran un tren a vapor por encima... suspiré agradecida, miré a Lucrecia, tenia el cuerpo sucio, lleno de manchas rojas en su cuerpo... sangre?... abrí los ojos como plato, casi se salían de sus orbitas... me acerque a ella lentamente.
Que hago? Que hago? Que hago?... tomé una bocanada de aire, y miré sus hermosos ojos, tomé sus manos.

-Lucrecia... que te paso?- pregunté con la voz ahogada, mi rostro reflejaba la preocupación que sentía.

Ignore sus palabras y segui atenta al pasillo, cuando quede segura de que nadie se movia al otro lado de la puerta la mire.

-Lo siento, no me gustaba acudir a ti, pero no me quedaba otra, si me hubiera paseado asi por la calle habria llamado demasiado la atención y eras el sitio mas cercano que conozco. - Me encogi de hombros, me seguia mirando de forma extraña, levante mi mano y la pase por delante de su vista para asegurarme de que estaba despierta.

Aun no respondía mi pregunta y cada vez estaba más preocupada... que le había pasado?... suspiré... de nuevo mi mente se estaba haciendo falsas ilusiones, esto iba en bajada... y ya no quería estar sufriendo por ella, aunque no la pudiera sacar ni un minuto de mi cabeza. tomé su mano y la arrastré hasta el baño, de mi habitación donde había una ducha, toallas secas, jabón y ese tipo de cosas.

-puedes tomar un baño...- dije sin mirarla, me tendría que acostumbrar a ello... aunque me doliera en el alma, solté su mano.
-iré por ropa para que te puedas cambiar- arrastré la voz y camine hasta mi closet... estaba haciendo un esfuerzo sobrehumano para no mirar atrás... se fuerte maldita sea!.

Parecia realmente extraña, tal vez era asi cuando se levantaba, o tal ves estubiera molesta...

-Lo siento- Me costo decirlo, no estaba acostumbrada a ese tipo de situaciones, hable en un tono sincero y apagado. Aunque despues cambie el tono radicalmente cuando añadi
-No me gusta venir aqui, podrian rastrearme, los proximos dias Myhr estara rondando para asegurarse de que nadie se acerca, tienes que pensar en alguna señal corporal para hacer si estas en peligro-

Me di la vuelta y al ir a quitarme la camiseta note que aunque destrozada. estaba pegada a la herida, esta seguia sangrando ligeramente y si me arrancaba la camiseta, igualmente quedaria algun resto en la herida, que molesto... me dije mentalmente.
-Necesito que me ayudes un segundo con esto. -

Lo siento, la escuche decir... cerré los ojos, y volví a suspirar, aun no estaba lista para mirarla, seguí buscando entre mi ropa algo apropiado para ella. Saque una remera de nirvana y un jeans, un par de zapatillas de lonas y ropa interior nueva, de esas que siempre me compraba Sol y nunca usaba por ser demasiado “tiernitas” tenían estampada a Hello Kitty...

Me quede congelada en donde me encontraba, su voz se había vuelto más dura... igual que siempre... apreté el puño con fuerza, no dije nada, miré el piso... Myhr, era la única persona que me entendía y acompañaba, el amor no era para mi, nunca debí enamorarme, nunca debí sentir lo que estaba sintiendo ahora... pero ahí algo que lo pueda controlar?... ¿ayuda?¿desde cuando Lucrecia necesitaba ayuda en algo?...respiré hondo... y caminé hacia ella con la ropa en mis manos, la deje encima de una repisa, miré su espalda, aun corría algo de sangre de ella, era como en los combates de ninjutsu, siempre alguien con un corte grande y sangrando, no me sorprendí... pero sí me preocupe.... donde había estado metida?, porque requería de mi ayuda en este momento?... le despegué con delicadeza la camiseta, mojé una toalla y limpie la zona de la herida, la cual ya estaba casi cerrada por completo.

-listo...- susurré agachando la mirada nuevamente... me alejé y me metí a la cama una lagrima descendió de mi rostro... se me estaba haciendo costumbre llorar cada vez que la veía, me sequé rápidamente
-si necesitas algo más me avisas- alcé un poco la voz para que me escuchara desde el baño... tape mi cara con la manta.

[...]

Sali del cuarto de baño ya vestida, aunque con el pelo sin terminar de secar. Me movi hasta la cama y me sente al lado de ella apollando la espalda en el reposacabezas quedando recostada, observe a Mimi que no era mas que un bulto bajo las mantas.

-¿Estas dormida?- Se me habia ocurrido usar uno de los champús, y ahora el olor a alvaricoque me estaba mareando. Tras formular la pregunta me quede observando a su reptil, me gustaba ese animal, no daba quejas de ningun tipo. Comence a pasar la vista por su habitación y lo que la decoraba... cuantos recuerdos, no pude evitar bostezar, y de echo tampoco trate de evitarlo, bosteze con pereza mientras me estiraba.

Me quede tapada con la manta escuchando como sonaba el agua de la ducha, no me faltaban las ganas de levantarme y espiar, pero Lucrecia me mataría, y yo me pasaría de lista si lo hacia... vagué en mis pensamientos idiotas durante un largo rato esperando que ella saliera... aunque aun no estaba preparada para volver a mirar su rostro.

Ni siquiera escuche sus pasos hasta que se sentó en mi cama, de a poco destape mi cara.
-no... aun no- pestañeé un par de veces aun sin mirarla – tu estas cansada- afirmé refiriéndome a su bostezo.

-quieres dormir?- me corrí un poco hacia la pared dejando espacio suficiente para que ella se pudiera recostar... la miré... grabe error... mi corazón casi se me escapa del pecho, comenzó a latir de manera compulsiva, respiré hondo y miré a wuashiminga... tranquila... tranquila...

Sonrei ante su acertado comentario sobre mi estado. -Temo que si me permito el lujo de dormir alguien de tu familia podria darse cuenta...-

Pense que tal vez Myhr se diera cuenta de que no habia vuelto de la guardia... bueno, mientras solo fuera el, no queria imaginar lo que sucederia si Lucian se presentaba aqui, pero por suerte estaba ocupado en Port Angeles.

-Tenemos que trabajar en algun gesto para que solicites ayuda... siempre hueles a problemas.- La mire con el ceño fruncido y volvi a bostezar.

-no te preocupes por eso... nadie entra a mi habitación temen que un calcetín los ataque- reí sin ganas, me corrí otro poco dándole más espacio para que se recostara.

-de verdad te importa que algo me pase Lucrecia?, o solo lo haces porque no quieres sentirte culpable por rechazarme constantemente, si es por eso prefiero no tener ni un gesto, si muero me vale... – soné fría y distante, ya no sabia que más hacer para que ella me quisiera o simplemente me dejara ser su amiga... eso era mucho pedir?... miré su cara, cada vez se veía más fatigada.

-anda acuéstate... cuando despiertes hablaremos mejor esto- le ordené ya más relajada y con la voz neutral.

Negue con la cabeza. -No te preocupes, soy mas fuerte de lo que aparento, no necesito descansar tanto como tu dormilona.- Mire al techo sin ver antes de seguir hablando -Eres incapaz de entenderlo Mimi, si supieras la vida que llevo, lo que hago cada dia, o a cuanta gente e matado. No quiero que te relaciones con eso, ademas, como ya te e dicho, tenemos enemigos, y a ellos no les seria demasiado dificil seguir mi rastro hasta ti. Serias la pieza mas debil de la cadena.- La sacudi el pelo y la sonrei.[b] -Te acuerdas de la primera vez que nos vimos, toda la información que te di, el porque te la di... para que no te acercaras a las sanguijuelas, si no lo hubiera echo ya estarias muerta, y te conte... demasiados secretos, casi cualquiera de mi raza te destriparia si se enterara de lo que sabes, entre ellos muchos de mis aliados. No puedo permitir que nadie me busque aqui, espero que puedas entenderlo Mimi, me da igual si tu estas dispuesta a correr un riesgo asi, porque yo no lo estoy.-[/b

Cerre los ojos unos segundos, aunque volvi a abrirlos para mirarla y esperar cualquier respuesta posible.

La escuche con mucha atención algo raro en mi, no estaba acostumbrada en escuchar un monologo tan largo sin que apareciera el mono con platillos entremedio... eso era lo que ella no quería... que algo malo me pasara... en el fondo demostraba que si le preocupaba, que si se interesaba en mi y en mi bienestar algo que nunca me importo a mi...

Un fuego se prendió en mi corazón pero no estaba segura de lo que eso significaba, ni de lo que podía significar, quizás ella solo me veía como una amiga, o una conocida que le recordaba a alguien porque no comprendía ese afán suyo de protegerme después de darme toda la información que me había dado.

De la nada mi cuerpo se impulso hacia ella, me acerque lo suficiente para sentir ese agradable aroma albaricoque y canela que expedía su piel... aléjate Mimi!, mi cabeza gruñía pero mis sentidos me decían otra cosa.

Sonreí de medio lado tomé su rostro como una mano y rocé sus labios con los míos, me acerque más y le di un beso como “dios manda”... firmaste tu sentencia de muerte tarada!...

Levante las dos cejas y la mire extrañada un segundo antes de separarla con las dos manos. Despues me rei y tube que taparme la boca con una mano. Cuando logre contener un poco la risa hable. -Eso a que a venido si puede saberse, que agas esto con Myhr vale, ¿pero conmigo? no deberias llevarte a la boca lo primero que encuentres ¿.sabes?- Me limpie la boca con el dorso de la mano y me levante sonriendola.

-Por desgracia aun tengo trabajo que hacer, y si no vuelvo con mi gente, me buscaran o me daran por una baja. Gracias por echarme una mano Mimi- La mire ahora nuevamente mas seria.

Esa reacción nunca se me hubiera pasado por la cabeza, enarque una ceja confundida, para terminar haciendo pucheros ofendida... al menos me alegraba de que no me arranco la cabeza de un golpe y se tomo todo con humor... suspiré.

-ni te imaginas el motivo- susurré como hablando conmigo misma... no sabia si contarle la verdad o no... me daba miedo el rechazo, aunque casi todo el mundo me rechazaba su opinión era una de las pocas que me importaban, la miré seriamente.

-tu te quedas!... mira esa cara que traes!... necesitas dormir, no creo que tus “amiguitos” te extrañen tanto por un par de horas de ausencia- dije autoritaria... ella necesitaba más que nunca descansar.

Lo pense detenidamente, pero no me gustaba la idea de estar con Mimi, ya la habia contado todo al respecto.

-A ti segun te digo las cosas te entran por un lado y te salen por otro ¿no?- Me rei, era extraño, porque tenia tantas ganas de reir, ¿me habia puesto de tan buen humor la muerte de esa sanguijuela?

-En serio... eres incorregible.- Sacudi la cabeza, aunque lo cierto es que me encontraba francamente cansada, llevaba demasiadas guardias seguidas, y el combate con la vampiresa habia resultado extenuante.

Estaba riendo?... WTF!... enarque una ceja, era demasiado raro verla con ese humor, sobre todo después de cómo se encontraba. Cansada y herida... aunque la herida ya había sanado casi por completo. Abrí mucho los ojos para despertar no había escuchado lo primero que me había dicho por estar absorta en mis pensamientos, su belleza me desconcentraba.

No parecía tener ganas de marcharse se contradecía una y otra vez, sus ojos se iban cerrando de a poco y se volvían a abrir de golpe, estaba luchando contra el sueño y yo no la dejaría irse.

Me acomodé y le puse una frazada encima, aunque ella no necesitaba taparse con la temperatura que tenia, acaricié su rostro, y le sonreí amable.
-duerme- susurré despacio. Esperando que esta vez si me hiciera caso.

Definitivamente, no escuchaba nada de lo que la decia.

-Mimi... que dira tu familia si entra y me ve aqui durmiendo.- Volvi a quitarme la tela con la que me arropaba.

-No tienes que preocuparte por mi, estoy bien, pero creo que con estas cosas te acabare creando algun tipo de trauma.- Sus ojillos tenian un brillo extraño que no sabia diferenciar, aunque era entendible su reacción, habia irrumpido en su casa de mala manera solo para pedirla ayuda, era comprensible que estubiera enfadada. La mire algo entristecida, no me gustaba meter a nadie en estas situaciónes y menos a ella...

Le revolví el pelo con la mano, y sonreí. Me causaba gracia su preocupación, ella no se daba cuenta de que yo ya era una adulta y mis padres me trataban como tal, aunque yo actuara como una pequeña mocosa malcriada.

-estufita... eres más testaruda que yo!- chille entre dientes, me crucé de brazos y la miré con enojo... ni siquiera podía amenazarla con que si no se quedaba no le volvería a hablar por que eso querría ella... que hacer?... suspiré teatralmente.

-si no te quedas te seguiré por todos lados y me lanzaré en las manos de uno de esos vampiros mutantes que tanto odias- mi voz era amenazante. Pero mi cara mostraba preocupación y obstinación.

La mire con el ceño fruncido tratando de discernir si lo decia en serio, y tratando de evaluar los pros y los contras si icera aquello... maldije cuando me di cuenta de que no era capaz de evaluarlo de una forma fria, me estaba volviendo demasiado sentimental.

-Mimi, sabes que no esta bien que estemos juntas... es peligroso, no me cansare de repetirtelo.- Esta conversación me estaba agotando aun mas, debia irme ahora o no lograria irme.

Me dieron ganas de abofetearla y hacerla entrar en razón, ¿por qué tenia que ser tan reacia?...la miré a los ojos y hice un notable puchero, si tenia que llorar y actuar como una enana para que se quedara lo haría.

-anda... quédate ¿si?... no tienes porque marcharte de inmediato, necesitas dormir, y yo necesito saber que estas bien- mi voz sonó dulce, algo que nunca me lograba pero esta vez la realice con éxito, me levanté levemente y la volví a tapar con las mantas.

-ya es hora de dormir... anda descansa- le di un beso en la frente y me volteé hacia la pared... que resulté por favor!...

Me quite de inmediato la manta que me habia echado encima, ese beso en la frente, era lo mismo que yo solia hacer con Ana cada noche... eso me recordaba... porque me habia tomado tantas molestias con Mimi, y sabia que de nuevo con aquel recuerdo en mi mente no podria dormir.

Me levante lentamente. -Gracias Mimi, pero no es necesario, me has ayudado a aclararme, ese es suficiente descanso por ahora... si me necesitas coloca la maceta, y si es una situación de vida o muerte...- Necesitaba algun signo que al ver pudiera reconocer...- sueles llevar tu espada... supongo que sabre entender cuando necesites mi ayuda, aunque por desgracia tiendes a usarla demasiado a menudo.-

suspiré amargada... ya lo había arruinado todo... otra vez... se iba y ya no tenia más cartas bajo la manga... no tenia absolutamente nada para hacer que ella se quedara...argh!... TESTARUDA!, quería gritarle fuerte y claro pero despertaría de inmediato a mis padres.

-no te preocupes, haré una Z como el zorro con la katana cada vez que te necesite con urgencia... aunque sea un poco teatral creo que me hace bien hacer el ridículo- me encogí de hombros.

-entonces esta es la despedida... hasta cuando te necesite- o sea siempre!... sonrei sin ganas... me acerque y le di un beso en la comisura de sus labios. Le mostré la lengua y me volví a meter a la cama.

Que manias mas raras coje esta chica pense. Esta vez fui yo la que la dio un beso en la frente y me gire hacia la ventana... recorde al hombre que habia golpeado en la cera de enfrente... al asomarme no habia nadie, el tampoco... bueno, habia sido relajante. Eche una ultima mirada a Mimi... cuidate pequeña. Salte de nuevo a la calle, y me aleje de alli rapido regresando por donde habia venido, si alguien seguia mi rastro, seria a mi a quien encontraria.