Día turístico #1 (Anne)

(Pongamos que áun estámos en Forks, creo que sería una lata abrir dos temas solo para finalmente llegar aquí xD)

Cuando desperté después de que Anne me llevara al hotel cuando salimos del café, me había fijado en que debía cambiarme y no presentarme con el mismo atuendo del día anterior. Una vez totalmente arreglado y bien bañado, no me percaté que aún eran las 7:30, cosa por la que me puse a ver la televisión, aunque de vez en cuando lanzaba miradas ansiosas en dirección a la ventana. Había tenido un sueño donde llegaba a besarle, pero no quería ilusionarme con ella, no aún. Unos pitidos de auto me sacaron de mis pensamientos, con una sonrisa, apagué las luces, me puse la chamarra y salí hacía el auto.

-Buenos días- La saludé mientras me sentaba a su lado.

Me desperté muy ansiosa, no había podido sacarmelo de la cabeza y me sentía tan tonta por ilusionarme tan fácil con con él...no quería salir herida pero no quería alejarme de él para nada.
Decidí que ese dia solo me relajaría, el pronóstico anunciaba un buen día, le creería.
Me arreglé con esmero, aún sabiendo que ibamos a ir de excursión y recogí mi cabello en una cola de caballo, nadie en casa sospechó nada lo cual se me hizo muy gracioso porque mas obvia no podía ser.

Conduje sobre el tiempo hasta el hotel de Ike y pité para que saliera, esperaba que no se le hubiera olvidado o se hubiera quedado dormido, pero me alegré al verlo alerta y a mi lado.

-Buenos dias-lo saludé con una sonrisa

-Pareces radiante...¿Cuentas algo en especial?- Se le notaba diferente, más alegre, no me encontraba seguro de él porqué, una idea absurda llegó a mi mente Por que está contigo ahora La rechazé rápidamente, no era verdad, no podía serlo.

-Nada en especial...solo creo que va a ser un buen dia-dije mientras arrancaba y colocaba un CD de varias canciones que eran mis favoritas.

El día si estaba bastante cálido, por lo que bajé las ventanas y dejé que el viento entrara y jugara con mi pelo.

Cuándo Anne abrió las ventanas, sentí un golpe de calor...y pensar que hacía tanto frío en Forks a primeras horas de la mañana.

Me quité la chamarra y la dejé sobre mis piernas, abajo tenía una playera de manga corta, agradecí cuando el aire entró al auto, pues me sentía menos caliente, reí para mis adentros por lo gracioso que se había escuchado en mi mente. El aire parecía hacerle una broma pesada al cabello de Anne, pues parecía moverse con mucha libertad, el olor llegó a toda mi cara y no pude hacer nada más que suspirar bajo por eso. Me fijé en el espejo, si de por sí estaba despeinado, ahora más, pero me gustaba como se veía así.

-¿Sabes? Ya me consiguieron casa, la tendré al menos hasta dentro de una semana- Felicidad, era mejor conseguir un propio hogar que estar en ese horrible hotel.

El viento jugaba con nuestros cabellos y me parecía que entre más despeinado mejor ser veia, sacudí la cabeza trando de borrar esos pensamientos de mi mente y escuché lo que me dijo.

-Genial!!...¿y donde es?-le pregunté emocionada, en mi interior rogaba porque viviera cerca de mi, que digo, de Elliot...Confusion mental, me concentré en escuchar su respuesta

-Queda cerca de la tuya, como a cuatro casas, así que espero no te moleste que pase muy a menudo por ahí...- Sonreí, divertido por lo que dije. No creía que Elliot se fuera a mudar a conmigo tan pronto, le daría al menos unos meses para que tomase la desición, además de que si estaba a gusto con el baño de su recámara, sería lo bastante cabeza dura para lograr conseguir uno parecido a ese.

-Para nada...-dije sonriendo y como quitandole importancia- ye te dije que seria muy bueno tenerte cerca.

El bosque de la Push se abría paso frente a nosotros, dentro de poco llegaríamos a la ruta que había escogido para ir a las cuevas.

-Te terminarás hartando de mí, ya lo verás- Reí; en el fondo esperaba que no fuera cierto. El bosque estaba empezando a despejarse de poco a poco, el calor ya no era tan abrasador a mi parecer. El auto ronroneaba con satisfacción.

-Se nota que el auto está bien cuidado...me gusta eso de la gente que posee uno "Si cuidas bien tu auto, este te cuidará bien a ti"- ¿Más cierto? No lo creo.

No, no lo hare....
No dije nada al respecto y solo sonreí.

-Pues es el auto de mi tio, aunque todas ayudamos a mantenerlo para que nos lo preste-sonreí recordando- pero creo que años de trabajo por fin van a dar fruto y podré comprarme el auto que quiero, no hubiera permitido que mi madre em lo comprara, me gusta trabajar por lo mio.

-Con que chica independiente...vaya, eso me agrada- Añadí una sonrisa- ¿Qué auto tienes en mente?- Pregunté, no sabía mucho de autos, solo podía distinguir entre las marcas, pero en términos generales, todos se me hacen con demasiada similitud, claro, quitando los distintivos.

Me sonrojé un poco cuando menciono lo de chica independiente pero sonreí.

-Bueno, quiero algo que me lleve de un lugar a otro, en realidad no tengo mucho criterio, solo que tenga un maletero grande y que de alguna forma diga mucho de mi, aunque para eso lo puedo mandar pintar...

-¿Porqué un maletero grande? ¿sueles ocupar muy a menudo cosas o algo así?- Le miré confundido. Eso me recordaba la apuesta, ahora ya no era capaz de mentirle, más que nada me dolería hacer eso, ahora la veía como una broma pesada.

-Eso me recuerda...cancelo la apuesta-

Reí

-No te preocupos, no escondo cadáveres ni nada parecido...solo quiero que mi guitarra quepa y que si me da por irme y viajar pueda hacerlo sin problema, creo que un auto te da la libertad de ir a donde quieras en más d eun sentido, aunque estoy pensand en un futuro, no me voy a ir de la casa en algun momento ni nada parecido.

Me sorpendí por lo que dijo de la apuesta.

-¿la cancelas?-pregunté confundida

-Sip, la cancelo, creo que ya sabes demasiado de mí como para que no te des cuenta cuando cambiemos Elliot y yo, de todas formas, sí aún quieres, puedo llevarte a una plaza- Sonreí, luego me encogí de hombros, quería que pareciera una broma lo que había dicho, pero no era así.

Antes lo había dicho por cosas sin importancia, pero ahora estaba segura de no confundirlos porque sus ojos eran diferentes, ya me había perdido en ellos, eran los ojos de Ike los que tenía grabados en la memoria....

-Y yo de todas formas te cantaré una canción solo para ti-le contesté alzando mis hombros a la vez, sonriendo mirando la carretera ya que nos acercabamos al lugar donde tendría que dejar el auto.

Repentinamente me sentí con más vida, le miré, feliz de que aunque haya cancelado la apuesta, siguieran los "castigos", ya no los consideraba como algo bueno, sino como una manera de pasar más tiempo juntos como...¿amigos?. Una cosa cierta es que ya no la veía así, no era ni como una amiga ni como a una hermana, ella era alguien que me gustaba y que intentaba conocer.

Me parecía tan egoista querer acaparar todo el tiempo de Ike, pero no podía tener suficiente de él...quería estar a su lado todo el tiempo.

Llegué hasta donde pude con el auto y resignada me detuve, abrí la puerta y me bajé, él día seguía siendo caluroso, un punto para para el hombre del noticiero, no me molesté en cargar mi saco pero fui hasta el maletero para sacar la mochila que había preparado.

Una vez que paró Anne, la acompañé al maletero. Ella empezaba a caminar, yo lancé miradas silmultáneas hacia su saco y ella, mejor prevenir que lamentar; tomé el saco y lo cargué. El día era bastante caluroso, me desabotoné una pequeña parte de la playera, justo de arriba, ahora me sentía mejor, el clima me recordaba de cierta manera a San Diego, eso me agradaba.

Di vueltas sobre mi misma tratando de recordar por donde era que me iba a las cuevas. Tuve un vistazo de Ike, sus brazos y su pecho pero me giré rápidamente para evitar que viera la cara de tonta que habia puesto....
Recordé la ruta y comencé a caminar.

-Por aqui...-lo llamé mientras esquivaba las ramas traicioneras que me querian hacer tropezar.

-Genial- Mientras avanzábamos, la vista mejoraba, pues se veía menos boscoso y daba lo que parecían las famosas cuevas de La Push. Mientras seguía a Anne, no pude evitar mirarle, tenía un bonito cuerpo, seguramente lo había conseguido con ejercicio o simplemente cuidandose desde un principio, no como las anoréxicas que se encuentra uno ahora en día.

Caminabamos, yo iba delante de él, y de vez en cuando me giraba para mirarlo y sonreirle, las cuevas se acercaban y podía escuchar el sonido del agua que salía de una de ellas, recordaba la laguna que había allí.

-Te gustan este tipo de espediciones?-le pregunté mientras me giraba para verlo.

-Solo te digo que acabo de encontrar un hobby nuevo, en San Diego no hay nada como eso...bueno, hasta donde yo sé, pero igual, es entretenido, y más cuando tienes a alguien experimentado en el tema como guía- Sonreí. Su compañía era muy agradable, me sentía como en casa nuevamente.

-No soy experta...-reí- los dos tenemos suerte de que me haya perdido las suficientes veces como para saber las rutas de una froma decente, de todas fromas traja el mapa y la brújula por si acaso.

Le volví a dar la espalda mientras buscaba la señal del camino más acertado, cuando la encontré lo tomé de la mano y lo saqué corriendo.

-Ven ya me ubiqué!!

Lancé una carcajada, que resonó por los espacios huecos.

-Cuando dices que "ya te ubicaste", ¿significa que no sabías a donde íbamos hacía unos minutos?- Aunque fuera un motivo para preocuparme, me mantuve en calma y buen humor, ahora que su mano me tomaba, me sentía más alegre y radiante, sentía un cosquilleo con el tacto, esperaba que ella no lo notara.