Un Café para espantar el sueño...(ike)

No engañaba a nadie con mi cara, definitivamente no sabía mentir...no que quisiera mentirle a el la verdad, nunca le emntia a los que me importaban y el...
No, nunca lo diria o pensaria....

Llegamos al hotel y me detuve, el silencio volvió a invadir el auto, la música me estresó y la apagué.

-¿puedo secuestrarte mañana para llevarte a conocer la Push?-tal vez podía ser un poco estúpida no??, no quería que pensara que no quería volverlo a ver o algo parecido.

-Claro, no hay problema- No me sentí tan triste después de aquella pregunta, le di una sonrisa, un tanto tímida.

-Gracias por todo, no sabría cómo pagarlo- Era en serio, ¿Cómo pagarle todo sin arruinarlo? He a quí el dilema.

Esta vez le di una sonrisa sincera.

-Solo esperame aquí temprano, creo que me voy a saltar la escuela, quiero llevarte a conocer las cuevas, además no me debes nada.

Le contesté feliz de que hubiera aceptado, mañana las cosas estarían mejor, era solo la confusion y la verguenza lo que habia hecho que todo se arruinara ese dia, lo iba a compensar por mi comportamiento.

-Oye Anne, no es necesario el tener que faltar a la escuela únicamente por esto, si quieres podemos hacerlo otro día con más calma, no haya de ser que te pierdas algo divertido en la escuela- Figuré una sonrisa traviesa, seguramente no me haría caso y consideraría que faltar a ella era mejor que estar en la butaca durmiendo mientras pasan las clases.

-Tú escuela es más importante que pasar el tiempo conmigo-

No, no lo es... Mi subconciente me delataba, de nuevo me estaba regañando a mi misma, no hice caso y le contesté levantando una ceja.

-Colegio y divertido nunca van en la misma oración...además mañana tengo mucho Cálculo y las matemáticas y yo somos enemigas mortales- excusas, escusas...- Además quiero hacerlo.-le dije tratando de sostenerle la mirada.

-Con una condición - Sostuve la mirada al igual que ella y levantando el dedo para que me dejase hablar- Qué Elliot no se entere- Añadí una sonrisa. No permitiría que Anne, su "hermana menor" estuviese perdiendo clases por estar conmigo, su hermano enfadoso y problemático. Seguí con la sonrisa, esperando a que eso le levantara el ánimo.

¿como decir no?....le sonreí de vuelta, entendía sus razones para querer que Elliot no se enterara.

-De acuerdo, será un secreto, recuerda que te voy a secuestrar por toda una semana, tampoco quiero que mis primas se preocupen por mi.

-Ok, ¿a qué horas crees conveniente venir? Por que no falta mucho para que traigan mi auto, para así ahorrarte el problema de que no empiecen a creer tus excusas y te metas en problemas, y evitarte el fastidio de llegar hasta Forks- Mi Jeep era lo máximo, era inmenso y agradecía a mis padres por habermelo regalado, era excelente para los terrenos pedregosos.

Lo pensé por un segundo...

-A mi que me late que tienes unas ganas locas por estrenar tu Jeep aqui...-reí, volviamos a ser normales, eso me aliviaba- mira, mañana estaré aquí a las 8 con mi carro en caso de que tu Jeep no llegue, si llega lo dejaré aquí y podremos ir en él, lo haría mucho más fácil, no creo que se preocupen mucho si desaparezco un dia, somos una familia muy liberal.

-Espero que sea posible tenerlo lo más pronto posible, fuera de eso, te estaré esperando- Salí del auto, no sin antes darle un beso en la mejilla, como acostumbraba al despedirme de las chicas, no resisití la tentación y aproveché para darle solo un pequeño respiro, su cabello olía magnífico.

-Gracias por todo y hasta mañana- Caminé hacia el cuarto que había pagado, una vez dentro, me sentí la persona más feliz, me tiré a la cama; estaba ansioso para que llegara el día siguiente, hasta entonces comprendí porqué, Creo que estoy enamorado Sonreí, y apenas al cerrar los ojos, quedé completamente dormido...

De nuevo me había quedado sin respiración al verlo acercarse y sentir sus labios en mi mejilla, no me esperaba tenerlo tan cerca de mí y eso había hecho que mi corazón latiera más rapido que nunca.

Me despedí con una sonrisa y lo ví entrar al hotel, traté de respirar profundo y arranqué el auto, tenía una sonrisa tonta en mi cara, y me sentía tan...inexplicablemente diferente y feliz....

Niña tonta e ingenua te enamoraste....-dijo una vocecita en mi cabeza, suspiré y me mordí el labio...¿y que si era asi?