Un Café para espantar el sueño...(ike)

-Correré el riesgo, después de todo, solo te conozco a tí, no puedo confiar en nadie más, y sobre todo, ya te considero mi amiga- Agregué honestamente, lo era, si fuese otra persona desinteresada, en ese momento apenas habría llegado al hospital a que me pusieran algo en la mano.

Sonreí, que me diera su voto de confianza significaba mucho para mí...

-Gracias por confiar en mi...aunque perdoname si me la paso diciendo lo mismo, pero no entiendo porque no puedes confiar en nadie mas- parecía un disco rayado con mis no entiendo...

-Por lo mismo...no conozco a nadie más- Reí. -Si pusiera, lo haría con más gente, pero como e dicho, eres a la primera que conozco desde que llegué a este pueblo-

-Eres alguien que de su confianza fácilmente?-pregunté tratando de entenderlo un poco más, usualmente sabía leer a las personas, distinguir sus emociones y su personalidad, pero Ike...era diferente, no podía leerlo tan fácilmente.

-Sí, me gusta darle oportunidades a todos, así como me las han dado a mí; y si falla, trato de hacerlo recapacitar, si ya no funciona...intento aún ayudar- El karma también era algo que me hacía sentir un tanto justo con la vida, "No hagas a otros los que no te gustaría que te hicieran".

-Me parece que nos parecemos en eso, para mí es muy fácil confiar en los demás y simplemente entregar todo , aunque por eso he sido lastimada muchas veces, pero no me arrepiento de ello, todo es aprendizaje, todo es madurar.

-La vida es una prueba, yo la veo así...ya reprobé lo que es la adolescencia, pero te aseguro que mejoraré en lo siguiente, confío en que ya recapacité lo necesario para continuar- Dije de modo casual; mientras cruzaba mi mirada de la suya, no la despegué por nada, ya que su rostro me llamaba la atención.

Miré sus ojos, intentando hallar algo en ellos, contesté con el mismo tono casual que él usaba.

-me alegra que seas optimista, creo que si alguien cree firmemente en algo, ese algo se cumplirá o lo logrará-yo y mis epifanías...- Muchos solo se hecharían a la pena pensando que la vida no tiene ninguna esperanza.

-¿Sabías que el año pasado el índice de suicidio se superó de parte de los varones? En Japón siempre se privan de la vida ellos mismos, pues el sistema académico es bastante estricto y es fácil el no poder ingresar a las academias que gustan, también el rechazo público lo ocasiona- El artículo había aparecido en una revista, donde se comentaba sobre como el estrés y la depresión podían arruinar vidas.

-No puedo imaginar un escenario en el que pudiera considerar el suicidio, la muerte no me da miedo, y creo en la reencarnación, pero desperdiciar una existencia solo por debilidad...no es lógico, muchos pueden tener las vidas destruidas, pero al tocar fondo solo queda seguir subiendo me parece a mi.

-No por tener un mal día signifique que el día siguiente lo sea...sentir dolor, las emociones, todo eso nos demuestra que somos humanos, no todos lo quisieran, pero es así- Me encogí de hombros, la plática se había convertido en algo totalmente placentero, pues nunca había disfrutado de una conversación tan interesante.

-Nunca hay que dejar de tener fé, o dejar de soñar, los sueños nos inspiran a seguir adelante, a veces el dolor es una llamada de alerta para que despertemos de las pesadillas que nosotros mismos nos formamos.- nunca había podido hablar con alguien de esa manera, poder pasar de temas sin importancia a cosas tan profundas como la vida y la muerte...

-Mi madre siempre nos decía..."Todo ocurre por algo", es cierto, para bien o para mal- Le dije con una gran sonrisa...me perdí en sus ojos por unos momentos.

Sus ojos...había algo diferente en ellos, algo que no había visto en nadie más...me perdí en ellos al hablar

-Y crees que todo lo que te trajo aquí fue bueno o malo?

-Bueno...porque conocí a una gran persona- No estaba consciente de lo que dije, al momento llegué a desviar la mirada, intentando no mirarle, pero no pude evitarlo, y de nuevo busqué un significado en su rostro..¿porqué ella?.

Pude sentir como la sangre se iba a mis mejillas, sonrojandome, no sabía que decir, no sabía que hacer, me había quedado sin respiración.
Él y sus palabras cuasaban un efecto en mi, que...necesitaba pensar con claridad, y mirarlo no ayudaba.
Desvié la mirada mientras me tomaba el segundo vaso de vafé, la clavé en la mesa, no quería o si quería...no estaba segura de querer volver a perderme en sus ojos.

Me mordí el labio, intentando el no decir que no me refería ella de esa manera...pero el problema, es que de verdad pensaba así de ella. Seguí con la vista fija en su cara, tenía la necesidad de verla, no entendía nada de lo que estaba ocurriendo ¿porqué había dicho eso? En efecto, era una buena amiga, pero nunca la ví más allá de eso, sobretodo, solo la conocía por un día. De entre todas las chicas que había considerado bonitas o alguien con quien compartir una parte de mi vida, ella era la que más me llamaba de cierta forma...

Aún sentía sus ojos sobre mí, pero arriesgarme a volver a mirarlo, a que un millon de pensamientos sin lógica me invadieran...la tentación, apenas lo conocía...pero era tan...no podía explicarlo, esta conversación me había mostrado tanto de él...

El silencio. Podía sentirlo, una atmosfera que ninguno estaba dispuesto a romper. Tomé valor y levanté mi mirada.

-Se está haciendo tarde- palabras dolorosas.

Miré el reloj...apenas eran las 6:29...pero era mejor a seguir así sin hablarnos y con la tensión por el aire...¿era bueno o malo que hubiera dicho eso? No mentía, por supuesto que no lo hacía, pero, de igual manera, me sentía incómodo en estos momentos.

-Sí, vámonos, ya es tarde -Mentí, no podría estar con ella, eso me irritaba, pero el otro lado quería salir huyendo, no podía permitirme hacer nada estúpido.

Me levanté de la mesa dejando mi ultimo vaso de café...¿que importaba?...huir, eso debía hacer antes de cometer una estupidez. Salí del café y afuera estaba lloviendo, entré al carro y encendí la calefaccion, en el segundo que él tardó en subir intenté que mis emjillas volvieran a su color normal.

Coloqué el primer CD que encontré, uno de Linkin, nada peligroso.

Subí al auto un tanto perezoso, el día no podía terminar tan mal por un comentario estúpido que hice, pero así solía ser, siempre arruinaba todo. Mientras me acomodaba, no me había acordado hasta entonces que mi mano aún conservaba la herida hecha por Fenrir, lo cuál ya me parecía muy lejano, y pensar que había ocurrido hace tan solo unas cuántas horas.

Linkin Park, tocaba "What i´ve done". Bufé por eso.

Conduje en silencio...tonta, el probablemente pensaría que estaba molesta o algo asi, pero no lo estaba, solo algo...confundida.

Aumqnté la velocidad, parecía que las emociones fuertes mejoraban mis habilidades al volante, pero recordé un pequeñisimo detalle, ¿a donde iba?

-Te llevo al hotel?-pregunté con la vista fija en la carretera.

-Si no fuese una molestia- No me molestaba imaginarme el caminar de donde estábamos hasta el hotel, aunque fueran 4 kilómetros y con la lluvia. A final de cuentas, yo había desencadenado esto, seguro estaba enojada conmigo por la tontería que había dicho, no encontraba razón para que no lo hiciera, cualquiera lo habría hecho.

Apreté con fuerza el volante, tenía que componer mi expresión, me volví para sonreirle.

-No es molestia, yo te secuestré despues de todo no?-ahora si...yo estaba completamente bipolar o el causaba ese efecto en mi?

El cambio de apariencia y de personalidad llegó a asustarme mucho; comprendí que lo hacía de manera forzada. No dije nada y mantuve mi vista en el espejo, fue cuando vi su reflejo por este, lo cual me dió una sensación de ansiedad...¿pero para qué? Este tema era nuevo para mí, recordaba cuán número de chicas venían siempre conmigo para estar en su compañia o incluso para citas, las aceptaba, pero lo único que sentía era monotonía, ahora era sumamente diferente.