2a. Clase del Seminario de Introducción a la Psicología

La clase anterior había resultado ser todo menos lo que yo esperaba, esos chicos estaban mas tiesos que algodón recién almidonado y habría que trabajar mucho para poder lograr el objetivo de sensibilización. Llegué nuevamente a mi aula y acomodé nuevamente las bancas para hacer una herradura, puse una banca al centro cerca del escritorio para mí y conecté la grabadora y puse música, esperando por mis estudiantes, mientras revisaba las notas que tenía preparadas para la clase... comenzaría el trabajo en serio.

Dejé a Sulider sobre el escritorio y repasé mi material.

Entre al aula desganada y con dolor de cabeza. Habia tomado mas de 3 diclofenacs en 2 horas y la migraña no se iba. Dormia muy poco todos los dias, mi cabeza estaba llena de problemas, mas no podia faltar a clases para "disimular" frente a quienes me buscaban.

-Buenos dias profesora...-Dije con desgano mientras entraba y me dirigia a mi asiento- Bueno, creo que soy la primera en llegar- Vi que aun no habia llegado nadie.

Llegué al aula barriéndome en home, me había quedado dormido estudiando para la práctica de aquel día y estaba molido; entré intentando no correr y llegué detrás de la extraña chica de los tatuajes ~buenos días Lizzie, buenos días Amaltea~ saludé a ambas recordando lo que habían puesto en sus etiquetas la clase anterior y caminé hacia un lugar en la herradura de asientos, cubriendo mi boca mientras bostezaba.

Llegué al salón, con un cosquilleo en el abdomen. La última clase había sido algo incómoda, pero eso tendría que cambiar, ¿no era así? Resoplé y entré al salón, alegrándome de ver que aún era temprano. Sonreí ampliamente.

-Buenos días, Doctora Graham -saludé y luego ví a Tea- ¡Hola chicos! -dije con algo de entusiasmo a Tea y Dick que parecían estar a punto de morir.

Tea parecía con migraña, por lo que decidí cerrar la boca y abrir mi bolso, en búsqueda del cuaderno y un lapicero para tomar notas. Cuando ella estaba en esas era mejor ni hablarle.

Estaba completamente feliz despues de todo lo que habia sucedido en los ultimos dias, fui hacia el salon vi que habian entrado Sasha, Amaltea y Dick.
Salude a la Dra. Graham - Buenos dias.
Fui a sentarme un poco alejada de Amaltea ya que no sabia como podia reaccionar a lo que pensaba pedirle, eso me tenia un poco nerviosa, porque yo quera que ella aceptara ser la dama de honor pero no sabia que esperarme por sus reacciones.
Hice un gesto de saludo a Dick y saque un cuadreno para escribir lo que faltaba organizar.

La cacería me había tomado un poco más d elos que esperaba y llegué tarde a clase. Mis ojos mostraban un intenso color dorado y estaba de buen humor...el cual se esfumó cuando ví a las personas que estaban ya sentadas en el salón, Amaltea, Sasha en un lado y Iliana alejada de ellas...Esa situación era un estress que no estaba dispuesta a manejar.

Saludé con la mano a Sasha, puse mi bolso en el asiento de su lado y le hice una seña para que esperara por un momento, fui hasta donde Iliana y nisiquiera le di tiempo de decir hola, la tomé fuertemente de la mano y la llevé hasta el asiento que quedaba justo despues del mío...Confiaba en que Sasha me ayudara a lograr que ellas dos tuvieran una conversación civilizada.

Vi entrar a Ally y que dejo su bolso lejos de donde estaba cuando llego y me arrastro intente por todos mis medios quedarme donde estaba pero fue en vano...ella gano, me sente de mala gana...
-Hola, primero se saluda...-dije un poco molesta ya que yo no queria causar problemas con Amaltea ni con nadie...no era ningun secreto para mi que yo no les agradaba.
Segui anotando cosas en mi cuadreno para que se me quitara el mal humor que me causo que Ally me obligara a sentarme donde no queria por mi bien y el de los demas...

Rodé los ojos y la saludé en un tono de voz bastante bajo.

-Hola Iliana...perdoname pero una mujer tiene que hacer lo que una mujer tiene que hacer

Sabía que no me lo iban a hacer fácil, le escribí rápidamente una nota a Sasha y se la pasé.

Ayudame a hacer que estas dos locas hablen...

"No, no, no! Allysa, ¡¿qué carajo estás haciendo?!" pensé alarmada. No sería prudente juntar a Tea y a Iliana, no ahora, no en clase, y no cuando ella estaba aún tan recién sentida por todo el problema. Tal vez en los vampiros la cosa fuera distinta, pero Tea era humana.

"Ally, no lo lograré... No sabes cuán terca es Tea" escribí y le pasé la nota a Ally.

-Hola Iliana -la saludé, en tono neutro. No podía decir si me caía bien o mal, no la conocía lo suficiente, pero no me había gustado para nada su actitud con Tea en la fiesta de disfraces. Había sido, ciertamente, inhumano- ¿Cómo has estado? -le pregunté por cortesía.

Le dí un codazo a Tea, esperando que al menos la saludase. Nada perdería, y tal vez ayudase a su vida familiar... ¿No?

Escuche que me hablaban y voltee para responder lo que me habian dicho...
Hola, bien tranquila e intentando estar a solas con Lion...y pensando como pedirle a alguien que sea una de las damas de honor de mi boda...-dije mirando a Ally y luego dirigiendo mi mirada hacia Amaltea para ver como reaccionaba ante este hecho y esperaba que entendiera que era con ella lo de la dama de honor...

Sentí mi mente despertarse con un corrientazo... ¡Claro! La boda de Iliana y el padrino de Tea estaba cerca, con razón la tensión que era aún más tangible ahora entre nosotras cuatro. Miré a Tea, que se hacía la indiferente a Iliana.

-Había olvidado que te casas -dije a modo de disculpa- Ojalá encuentres tus damas de honor

Le dí otro codazo a Tea. Bien cierto era que ella era irreverente, pero la pobre Iliana no se merecía tanto desprecio de su parte... Al menos intentaba suavisar las cosas. Escribí una nota y se la pasé.

Tea, respóndele al menos... Mira que está intentando ser amable, decía.

Rodé los ojos cuando Sasha me volvió a pasar la nota y le volví a escribir:

Eres la única a la que ella escucharia...porfavor...es para evitar problemas futuros

Sabía que ella se apegaba a las más mínimas normas de cortesía pero por lo menos había hecho que Iliana hablara y dijera sus intenciones antes que la atmósfera hubiera podido cortarse con un cuchillo.

No te preocupes eres la primera que no comienza felicitandome...por la boda!-dije con una sonrisa.
Esto va a ser lo mas dificil que he hecho en toda mi existencia...
Amaltea te queria preguntar si querias ser una de mis Damas de Honor...-dije un poco nerviosa y preparandome para los gritos....

Me estiré hacia atras y bostece ignorando por completo a Iliana.
Sasha parecía nerviosa...y hasta parecía que la apoyaba a ella... que poco sabía de lo traicionera que era la loca rosada.
Miré mi hoja con vagancia

-Ni por muerta... - Susurré sabiendo que me escucharían mientras garabateaba en la hoja.

Recibí la nota de Tea con su negativa. Meneé la cabeza con gesto ausente, garabateando algo más para Allysa. "Ally, ¿no te lo dije? Pfff, iré al baño, y si no terminan de hablar, me sentaré abajo. Ya tú verás si te quedas entre ésas dos aunque no lo recomendaría". Le pasé la nota y las miré a las tres. Detestaba esas condiciones tan incómodas.

-Iré al baño -les dije y me levanté, con mi bolso y cuaderno en él- ¿Profesora, podría ir un momento al baño?

La dra. Graham asintió y salí tan rápido como pude del salón, dirigiéndome al baño, para darles tiempo de hablar a ellas tres. No quería pelear con nadie, así que era mejor que ellas se arreglaran solitas sus problemas y todos contentos después.

Resistí el impulso de golpearme la cabeza con mi propia mano...no era exactamente como había planeado aquello, auqneu lo había planeado en un segundo, pero eso no contaba...

Claro...quien necesita apoyo moral!!!! pensé para mi misma mientras veía irse a Sasha....y ahora que carajos iba a hacer yo???...respiré profundo, Iliana no había dicho nada, me dirigí a Amaltea, a ver si podía hacerla entrar en razón

-Tea...recuerdas una cierta chica llamada Jane?

Ok, ahora toda la situación si que me estaba colmando la paciencia, y lo peor de todo era que el dolor de cabeza no me ayudaba en lo mas minimo. Si habia sido "paciente" habia sido por Sasha... no tenia interes en fraternizar con vampiritas...
Mire a Allysa de manera fulminante.

-Dejame en paz, vos.... y vos!- Mire luego a Iliana- No sería tu dama de honor ni aunque me amenazaras de muerte! porque preferiria estar muerta!!- Dije en susurro para que solo ellas me escucharan pero con rudeza en mi voz.
Luego mire al frente y clave mi vista en el pizarron. Mi conversación había terminado ahí.

No me pasó inadvertido el hecho de que alguien abandonaba el salón, pude ver que era Sasha cuando giré a ver al quorum, aún faltaban estudiantes y yo ya no tardaría mucho en comenzar; pude ver los gestos molestos de Iliana, Amaltea y Allysa *Allysa ¿podrías venir un momento por favor?* hablé con voz calmada y gesto sereno; una vez que ella estuvo cerca de mí, le hablé en tono confidencial *¿pasa algo entre tu y tus compañeras?* inquirí levantando la ceja *hoy trataremos asuntos importantes en clase y quisiera saber si requeriremos tiempo de nuestra sesión para buscar algo de concordia en el grupo* terminé con voz tranquila y mirándola con gesto de encubierta curiosidad.

De acuerdo, tal vez esa no había sido mi mejor carta, pero por lo menos lo había intentado, si lo había hecho era por Iliana, ya se me hacía bastante claro que Amaltea no me tenía como santo de su devoción. Apreté el brazo de Iliana y la miré con gesto de disculpa, cuando escuché que la Doctora Graham me llamaba, fui hasta su escritorio poniendo cara de buena estudiante para ocultar mi disgusto por todo lo que estaba pasando.

-No es nada que podamos manejar nosotras mismas, Profesora, y no se preocupe, su clase no se verá afectada por esto.-Le respondí con el mismo tono de voz tranquilo que ella había usado.

Reprimí el escalofrío que me provocó su cercanía... esa chica tenía algo extraño, era como si varios de mis estudiantes como Deacon, Iliana y Allysa por sí misma llevaran días sin dormir y su presencia era helada; había algo en ellos que hacía a mi instinto dispararse para intentar ponerme a salvo ¿pero qué riesgo podrían representar unos simples muchachos? ninguno en realidad, así que me obligué a mi misma a permanecer inmutable ante aquellas sensaciones tan poco comunes *bien Allysa, entonces, en cuanto lleguen los demás compañeros, vamos a comenzar la clase* le dirigí una sonrisa cálida y luego volví a las notas que había dejado momentáneamente sobre el escritorio.

Volví rápidamente del baño. Tea e Iliana se ignoraban ahora, y Ally estaba en el puesto de la Dra. Graham. Esperé a que se retirase y la halé de la camisa, indicándole que nos sentáramos una fila delante de Tea. Ella no aguantaría un minuto más con un vampiro al lado, por mucho que fuese bueno y toda la cosa. Suspiré, ¿qué le habría hecho Iliana a Tea para estas reacciones de parte suya? Vale, podría no haber sido muy buena gente, pero al menos intentaba pedir perdón, ¿no?

-Déjame adivinar, Tea rechazó a Iliana rápidamente -murmuré, sacando mi cuaderno

Me levante y tuve intenciones de volver a donde me había sentado cuando llegue,me había dolido un poco la respuesta de Amaltea ya que yo estaba intentando llevar la fiesta en paz...porque quería que me aceptara antes de que me casará con Lion pero ella no me dejaba avanzar en nuestro trato, ya me estaba dirigiendo a donde estaba antes de que llegara Ally cuando alguien me tomo del brazo y me detuvo...

Me alejé del escritorio de la maestra y Sasha, que iba llegando me jaló de la ropa, fui en esa dirección, no que ella en verdad pudiera hacerme ir a ningún lado por sus propios medios. Iliana y Tea no eran precisamente peritas en dulce en estos momentos y ya estaba cansada de intentar mediar entre ellas.

-Me parece que te volviste psiquica...-dije secamente mientras anotaba rápidamente lo que había escrito en el tablero...- Me dejaste sola entre dos mujeres que bien podrían comerme literal y figurativamente-le reproché

Me sonrojé al escuchar su reclamo. ¿Qué pretendía que hiciera? Si Iliana hubiese llegado a estar lo suficientemente fuera de sus cabales, habría podido acabar no sólo conmigo y con Tea, sino también con la Doctora Graham y encubrir el hecho. No temía a Ally porque la conocía, sabía que ella no sería capaz de dañar un humano; pero no conocía tan bien a Iliana.

-Sí, imagina qué tal una débil humana en medio -le susurré bajito, lo suficiente como para que GRAHAM NO ESCUCHASE.

-Va, de acuerdo, no tengo derecho a reclamarte porque tienes razón, no hubiera sido prudente-le respondí mirandola a la cara- Es solo que estoy frustrada pero quien me manda a mi a meterme donde no me han llamado, ahora sí sé por seguro que Amaltea no quiere tener nada que ver conmigo, y creeme, si la soporto es por ti, pero mi paciencia tiene un limite Sasha y aunque nunca lastimaria a un humano, no sé que podría pasar-se lo dije en un tono bajo que esperaba alcanzara a escuchar.