Tiempo de un asueto (libre)

Tras algunos días de búsquedas y demás rastreos de mi hermano, había llegado el momento de tomarme un muy merecido descanso. Me levanté relativamente tarde, de cualquier manera, era fin de semana. El cielo no estaba tan terriblemente nublado como de costumbre, pero lo suficiente para impedir que los rayos del sol golpearan mi rostro con su máxima intensidad.

Observé los troncos apilados, ya apagados, que usase la noche anterior para cocinar. Respiré profundamente el aire fresco del nuevo día. Miré mis playeras en la mochila, pero dicidí no usar ninguna, al menos por un rato, pues no planeaba ir muy lejos ese día. Además, la gente raras, muy raras veces, iba de visita a la zona en que yo me encontraba, una parte magistralmente oculta del resto del cementerio.

Me tumbé boca arriba, recargando mi cabeza sobre ambos brazos, y eché un vistazo a las pocas nubes que circulaban ahí. Definitivamente, me podía quedar ahí, sin hacer nada, todo el maldito día. Una sonrisa se dibujó en mi rostro mientras algunos pensamientos se apoderaban de mi mente

Ya habia juntado suficiente informacion sobre la persona que Janus me habia mandado a buscar, sin embargo no habia llegado llamada alguna de el. Me decidi a ir a buscarlo, y que mejor lugar para empezar que donde lo habia visto por ultima vez? Me subi a mi auto y maneje con velocidad a LaPush, me adentre por el bosque y doble entrando al cementerio Quileute, para mi sorpresa ahi estaba su jeep...genial habia sido mas facil ubicarlo de lo que yo hubiese pensado.
Me baje de mi auto y caminando hacia el salude.
-No fue tan dificil encontrarte...- Sonrei de costado, hacia bastantes semanas que no sabia nada de el.

Comenzaba a quedarme dormido otra vez. Tener un día libre era sensacional. Más después de tantos meses trabajando como un desgraciado animal de carga... pero mi rostro reflejó las maldiciones que cruzaron por mi mente cuando escuché ruido, como si alguien se acercase. Gruñí sin levantarme aún, no planeaba levantarme a menos que fuese realmente necesario, indispensable, de vida o muerte... aunque quizá la muerte sería algo provechoso. Y fue cuando identifiqué esa voz.

-Petite Fille- murmuré sin muchas ganas de hablar realmente- Has tenido suerte de que anduviera por aquí, hoy es mi día libre- expliqué con flojera en la voz, casi bostezando- ¿Te perdiste otra vez?- pregunté sarcásticamente

Sonrei al escuchar mi "apodo", no creia que lo recordaria.
-No... casualmente te buscaba a vos... - Me sente cerca de el pero con una distancia prudente y mire los alrededores, el frio sepulcral del cementerio se extendia alrededor nuestro.
Janus tenia un aspecto cansado, como si no hubiera dormido hace dias, como esos asquerosos vampiros, solo que el bostezaba, respiraba y tenia muchisimos otros indicios de vida.
-Te traigo fresca fresca informacion...

Una sonrisa triunfal cruzó mi rostro instantáneamente, y abría ambos ojos casi hasta su máximo. Bien, al parecer acababa de rendir frutos el contratar los servicios de alguien. Jamás lo hubiese imaginado ciertamente, al menos no viniendo de ella. Me senté velozmente, similar a un niño que está por recibir un juguete nuevo. Moví el cuello y un sonido similar al crujir de las ramas manó de mi cuerpo.

-De acuerdo, eso me ha sorprendido un poco. Cuéntame tus nuevos descubrimientos y hazme sentir que descansar no es tan malo después de todo- dije ejerciendo presión sobre mis puños, para que los cartilagos sonasen justo como mi cuello momentos previos.

Sonrei.
-Claro, tengo informacion muy fresca sobre donde puedes encontrarlo de lunes a viernes entre las 14 y las 19 hs...- Sonrei con los dientes, luego saque mi celular y le mostre un par de fotos - Es el verdad?
Me mordi los labios, tenia que ser el... habia averiguado muchisimo en hemerotecas, internet y otros lugares sobre su familia y sus trabajos...sin embargo el hombre en cuestion estaba y estubo siempre en frente de mis narices..
Si la suerte estaba de mi lado, podria pedirle a Janus un favor a cambio en vez del dinero...

Tomé el aparato, casi se podría decir que se lo arrebaté a la enana. Observé detenidamente la imagen... inconfundible: era él. Seprov Iskander Von Wednar, mi maldito medio hermano, a quien yo buscase por tanto tiempo, finalmente se había establecido en un sitio. Tendría cinco días a la semana para analizarlo, lo cual era suficiente. Me reí con fuerza y le devolví el teléfono a la chica. Meneé la cabeza algo incrédulo... mi trabajo llegaba a la mitad finalmente.

-Bien, lo has conseguido, niña. Admito que tenía mis dudas, pero al final, simplemente lo lograste- hubiese aplaudido de no ser porque no era la clase de persona que hacía algo así- De acuerdo, dame su ubicación y yo te pagaré cuanto antes- concluí mientras me recostaba pensando en como mataría a Seprov.

Bueno, ahora se ponia dificil la cosa, a juzgar por su cara, el daria lo que fuera por informacion de un simple profesor de historia.... ahora, yo necesitaba algo casi...sencillo.
-Janus... no quiero plata, quiero negociar otras cosas a cambio de la informacion- hablaba tranquila y con seriedad- Estoy casi segura que son cosas que a vos no te costara conseguir...y a mi la verdad es que se me dificulta mucho...
No sabia con exactitud que palabras usar, senti un gran alivio cuando termine de hablar, y luego recorde con quien estaba trantando... espere impaciente su reaccion, algun gesto...lo que sea

Enarqué una ceja, tratando de pensar que podría ser más importante que el dinero o el poder. Imaginaba algunas cosas, pero nada verdaderamente convincente. Sin embargo, viniendo de esa mocosa, podía esperar cualquier... metí la mano a un costado y saqué la Colt, revisé el número de balas solo por mero hábito, pues estaba consciente que no había gastado ni una en todo el tiempo en América. Volví a sentarme, dirigí una mirada inquisitiva a la chica, suspiré y luego pregunté.

-Habla, ¿qué quieres a cambio? ¿Una bala entre los ojos, una bomba, quizá a algún exnovio muerto? Dilo, si es tan fácil como mencionaste que será.- concluí con seriedad

Saque 2 fotos carnet de la pequeña Kate, la niña que por alguna razon estaba cuidando... no sabia de que ni de quien...pero sabia que no era nada que pudiera tomar a la ligera...y si yo moria ella no podria quedarse sola.
-A decir verdad son dos favores...- Extendi las fotos para que las tomara- Necesito dos documentos de identidad con esas fotos... uno que diga Catalina Fromm y otro que diga Catalina Zimmerman...- Si yo moria esperaba que Sasha la cuidara... ella sabia de vampiros y era la unica que podria hacerlo...claro ella no sabia nada... pero no me quedaba otra, y sabia que era la unica humana lo suficientemente apta para hacerlo, ella tenia movidas con vampiros... Si yo no moria, tendria un documento para alegar que era algun familiar lehano a mi cargo y asi tampoco tendria que cuidarme tanto de la ley..- Tambien necesito armamento... del que sea... necesito que me des un arma lo suficientemente fuerte como para bajar a... - Como explicarle que queria matar a un vampiro? o al menos hacerle el suficiente daño para escapar- para bajar a dos elefantes de un disparo..- Sonrei levemente, era graciosa y a la vez tonta la descripcion...pero era lo unico que tenia a mi alcance.

Esto se ponía extraño, verdaderamente extraño. ¿Qué demonios estaba planeando esa niña? Matar dos elefantes de un tiro... vaya, quería un lanza-misiles sin duda, o algo más potente. Quizá un rifle anti tanque... pero, ¿para qué? La idea no me agradaba, por muy fácil que fuese conseguir armas de cualquier tipo para un sujeto como yo... Realmente, lo más sencillo radicaba en conseguir identificaciones falsas... moví la cabeza a modo de reprobación, mientras mi rostro adoptaba un semblante más hostil y lanzaba una mirada amenazadora, en contraste con el relativo nerviosismo exhibido en el rostro de mi empleada.

-¿Crees que te voy a permitir andar por ahí con armas de uso militar?- pregunté con algo de fastidio- Es como darle un revólver a un bebé. No tienes el adistramiento para manejarlas, y yo no tengo la disposición para entregarte lo que pides. Además, ¿quieres empezar una guerra tu sola o qué?- suspiré con desesperación y enojo- Puedo proveerte de identificaciones más fácilmente que de armas, en caso que accediese a traer arsenal directo de Europa- concluí. No daría mi brazo a torcer tan fácilmente

El se ponia hostil...yo tambien me pondria hostil
-Bueno... entonces...no puedo darte la informacion que deseas... necesito esas dos cosas para darte mi informacion...- Claro el podria matarme tambien, y realmente seria una solucion a varios de mis problemas, no moriria en manos de aquella vampira... pero el no tendria lo que desea.. Me levante y me dispuse a subirme a mi automovil - Puedes conseguirme el arma, y las identificaciones... y yo puedo darte la informacion, el uso que le de al arma es puramente y exclusiva informacion mia... y no te deveria interesar...despues de todo... vos no sos presisamente un heroe o un humanitario... ademas, vamos... tenes que tener algun arma lo suficientemente poderosa en tu poder... o me vas a decir que vas por el mundo con solo ese juguete?- Mire su arma... no le tenia miedo ni a el, ni a ella, ni a lo que me pasara, tenia muchas cosas y muchos miedos mucho mas importantes ahora.

De acuerdo, la mocosa tenía alguna razón en lo que decía, no podía negarlo. Aunque pudiese conseguir la información pertinente por mi mismo, ciertamente me tomaría un largo tiempo, quizá, para lograrlo. Encrucijada: darle armas de alto calibre a una niña sin el físico necesario para usarlas y conseguir mi objetivo, o matarla de una vez y seguir buscando... Que difícil elección... Sabía que las cosas no serían tan fáciles... Era momento de emplear mis habilidades de negociador.

-Te daré lo que pides- dije finalmente de mala gana- Pero, como todo buen trato, si tú pides algo más que simple dinero, yo quiero saber exactamente donde vive Seprov. Quiero todos los detalles de su casa, fotos del interior, zonas subterráneas si tiene, puntos débiles, accesos y demás. No me importa como lo logres, eso me viene valiendo un soberte, siempre que no menciones mi nombre en el proceso. Yo, te daré los documentos que quieres, cincuenta mil euros y rifles anti tanques si es lo que deseas, unas cuantas granadas, lanzallamas, no sé, ponle nombre a lo que deseas- sí, estaba convencido de que resultaría, pues ambos salíamos beneficiados.

Mierda, necesitaba las armas y de manera urgente. Segui negociando.
-Puedo averiguar donde vive, pero no puedo tomar fotos del interior del lugar, puedo hacerlo del exterior y de sus alrededores, puedo averiguarte si ese tal castillo que dices es el unico lugar en el que vive y puedo vaeriguarte cuanta seguridad hay en los alrededores, no quiero efectivo, solo quiero las armas y los documentos...- Termine de hablar, me mordi el labio inferior, todo ese tema me estaba trayendo loca- Ah! y todo esto tendra el plazo de una semana, yo averiguo todo en una semana y vos me conseguis todo en una semana, no puedo esperar mas que ese tiempo!- Claro, los vampiros no esperarian un mes en encontrarme y matarme, probablemente nisiquiera esperen una semana...estaba con un pie en el infierno.

Me rasqué la cabeza tratando de averiguar que clase de guerra quería emprender mi empleada... el motivo que la impulsaba a forzar a traer armamento pesado desde Europa con tanta prontitud... Era su problema, no el mío. Guardé las fotos que me proporcionase, todavía pensando en lo extraño que resultaba que esta vez no buscase dinero alguno de mis trabajadores... Muy bizarro.
Saqué mi teléfino móvil y realicé una llamada, para que la mocosa sintiese presión y tomase las cosas seriamente. El número, desde luego, pertenecía a un colega muy lejos de ahí. En cuestión de segundos, la voz al otro lado contestó.

-General, necesito algunas cuantas armas- dije con un tono de respeto- Digamos que lo más pesado que tenga- el sujeto emitió una respuesta tras meditar- Sí, lanzamisiles, rifles, lo mejor de lo mejor. Me debe todavía unos cuantos favores- añadí con una sonrisa en el rostro- Le enviaré los detalles de donde los deseo recoger pronto, gracias- colgué y me giré para ver a la chica- Bien, yo tendré mi parte lista en tres días. Con lo que traen dudo que haya algo que no puedas derribar- me reí tras imaginar semejantes cosas en mi posesión- Creo que hasta un maldito vampiro moriría con eso más rápido que con la luz del sol- añadí a modo de broma.

Sonrei con los dientes, las pupilas se me dilataron, hubiera puesto cara de loca, pero aun no lo estaba.
-Eso es exactamente lo que necesito...- Dije sin despegar los dientes y luego me encamine a mi auto- Tres dias, aqui, sin falta y cerramos el trato!- Ni si quiera deje que me contestara, tenia muchisimo que hacer y no podia dormirme, mi asesina me buscaria en cualquier momento, necesitaba actuar cuanto antes.
Arranque el auto con brusquedad y sali a toda velocidad del cementerio. Tenia que averiguar el paradero del profesor de historia, eso no seria dificil, no podia haber muchos castillos en la zona y alrededores, el problema seria adentrarme al menos a los jardines.

Me quedé ligeramente perplejo. Algo había mascullado la infeliz mocosa... no estaba completamente seguro de qué, pues la fonética había sido pésimo... pero, ¿acaso había sido: eso es exactamente lo que necesito? Casi apostaba a que no creía en historias de vampiros y hombres lobo, al menos lo dudaba muchísimo, ella no aparentaba esa clase de persona... Bueno, también era cierto que las organizaciones delictivas abundaban en América, y tal vez tenía problemas con alguna, por lo cual tenía pensado volar algún edificio de ellos...

Meneé la cabeza mientras observaba como se iba en su auto. Una cosa me quedaba absolutamente segura: tendría lo que necesitaba pronto, muy pronto, y finalmente mi trabajo terminaría en ....

-¿Sí?- contesté el teléfono de nuevo- ¿Qué diablos haces aquí?- pregunté alarmado... era él, pero- De acuerdo, estoy en la La Push, en el cementerio...- era increíble- Bien, mañana al atardecer, aguardaré.

Me tumbé en el suelo, preocupado, en tres días debía conseguir los detalles que quería, no me proporcionaría más tiempo... maldito Alexander, estaba en América.