Delirios (Testament, profesor Blanc)

"Unidad de cuidados intensivos"

Nunca pensé que Testament agravaría tanto en el camino...
Ahora deliraba aún más, aunque sus problemas respiratorios habían mejorado gracias al antiviral.

Tuve que sobornar a medio mundo para ingresar a Test a la sala de cuidados, ningun doctor podía entrar o salir del área sin mi autorización. Si llegaran a enterarse de su "estado", no quería saber lo que podía pasar..

El profesor Blanc era el único que podía entrar a verlo, aunque había tenido que esperar afuera mientras yo iniciaba su tratamiento. Por otro lado el novio que tanto necesitaba Testament en estos momentos, brillaba por su ausencia...

- Tu estado es delicado - le explicaba a mi ahora paciente, que se movía inquieto en su camilla - Tienes Influenza tipo A, y para nuestra desgracia es el virus más agresivo en humanos. Tengo que iniciar tu tratamiento antes de que termine tu periodo de incubación. Prometo que te pondrás bien en unos dias... - fruncí los labios y me acerque para tocar su mano en señal de apoyo. Había hablado de cosas raras todo el camino, y aunque ahora deliraba, lo que decía parecía tener más coherencia. A fin de cuentas no anunciaba nada bueno

Estaba entre delirios y sueños. Buscaba el rostro de Daniel por algun lado. Mis esperanzas desaparecian conforme iba recobrando la conciencia. Daniel, mi Daniel no estaba ahi. En cambio, lo estaban mis verdaderos amigos: Laurent y Jesse.

Nos adentramos al hospital. Laurent me cargaba como si fuera cualquier trapo, me llevaba en brazos, no me dejaban dormir, solo escuchaba su voz: "Resiste, resiste".

Me pusieron en una camilla, me acomodaron. Jesse permanecia a mi lado. Tenia mi propio cuarto. La historia de mi vida, alguien a mi lado, y yo delirando.Sostuve su mano fuerte, lo mas fuerte que podia, y la entrelacé, quedando unidos con las manos.

- Jesse, gracias por estar aqui, por favor, no me dejes... no te vayas- comencé a lagrimear- Quedate conmigo por favor.

- No me iré, nunca. Lo prometo. - mi voz tembló. Verlo enfermo y llorando me quebraba, me dolía como agujas punzantes. Saber que su recuperación estaba en mis manos me dejaba impaciente, ansioso. Solo quería que todo pasara y que el volviera a sonreir...

Después de aplicar 0.1 ml de amantadina con una mano entrelazada a el, cerré las cortinas para brindarle mayor comodidad. Posiblemente su irritación ocular se había acentuado al derramar tantas lágrimas y necesitaria descansar los ojos. Sus signos vitales estaban estables, aunque la fiebre y los delirios no cesaban. Me preguntaba si necesitaría algo, si quería que yo...lo llamara - ¿Cómo te sientes? - le pregunté con voz suave luego de unos momentos en donde nuestras miradas se concentraban en los ojos del otro.

- Me estoy sintiendo un poco mejor- Lo mire a los ojos. Me estremeci, y senti perderme en esa mirada dulce y serena que tenia, tenia algo hipnotico que no sabia que era con exactitud. Mire sus labios, sus ojos, esa mirada bella, que me traia paz, ese gran amigo estaba conmigo, otra vez, en esta situacion que me dolia bastante. Estaba enfermo, pero no solo.

Jalé a Jesse hacia mi, y le dije- Sientate a mi lado, por favor, no te vayas- Le suplque sin soltarme ni un momento de su mano- Se que pido demasiado, y que tal vez no quieras quedarte, pero no tengo a nadie mas que a ti, no quiero perderte a ti tambien.Ya he perdido a Damien, a Daniel... tu por favor no me dejes, como han hecho todos...

Sentía que estaba en un dilema. Cuando el hablaba, cuando me pedía que me quedara a su lado mi fragilidad me engañaba. Obedezco, le digo la verdad pero al mismo tiempo hablo solo lo que el quiere escuchar.

Me senté en la camilla y me recoste de lado junto a el. Tomé su mano de nuevo tratando de que se sienta mejor, aunque se que no es lo mismo que estuviera su novio o su amigo.
Ilusionándome. Engañándome a mí mismo y tratando de alentar mi desfallecida fe.

Pero le necesito. Y si no lucho, si no hago mi intento, mi vida será más desgraciada pensando en lo que tal vez pudo ser, y que por mi cobardía no intenté.

Seré frágil. En cuerpo y alma, pero él, mi amado Testament, también lo es. Lo sé. Lo siento y lo he confirmado. Es un alivio - No me perderas, nunca. Siempre estaré a tu lado, pase lo que pase. Yo no te lastimare.... - ¿Estaría delirando? No. Sus orbes, tan profundas y maravillosas me dicen que esta conciente, que no quiere perderme. No quiere perder a su amigo...

...Yo no quiero perderlo a el.

Fui recobrando conciencia poco a poco, cuando estaba oliendo su perfume tan limpio, ese olor fragante que mi nariz agradecia respirar, a pesar de que no podia respirar bien, ese perfume abrio los poros de mi nariz y pude respirar libremente. Estaba respirando a Jesse, quien se estaba colando por mis pulmones, y si seguiamos asi, tambien iba a colarse a mi corazon. Daniel no estaba aqui para apoyarme, pero estaba quien queria estar conmigo.

Recargue mi cabeza en su costado, y no lo pude evitar, escuche sus latidos a un ritmo que jamas habia escuchado uno.

- Estoy delirando o estoy escuchando a tu corazon que se quiere salir de tu pecho?- comenzaba a recobrar mi humor, debil, pero ahi estaba. Jesse... oh... Jesse... no queria aceptarlo, pero se sentia muy bien estar a su lado.

No pude evitar reirme, al parecer mi amigo empezaba a recuperar su humor.

- Quizás... mi corazón tiene sus razones para querer hacerlo - bajé un poco la cabeza para aspirar el olor de su cabello. Olía a madera...y a mandarinas. Me reí de nuevo - No, no deliras...eso es algo bueno - me moví para ver el monitor, sus latidos eran tan rápidos como los mios...
Pero como yo, los suyos no latían por la persona que estaba al frente.

Ahí iba de nuevo. Teniendolo tan cerca es imposible pensar como un amigo, es inmenso, demasiado en mi...

Es que nunca lo había tenido tan cerca, estando conciente. Así me daba cuenta de que Testament resaltaba. Con la bata y el pelo desordenado, Test lucía más imponente y hermoso que cualquiera. Descendí la mirada sonrojado y suspiré. No puedo hablarle a el sin decirle cuanto lo amo, aunque sea de indirecta - ¿Sabes? Tus mejillas parecen manzanas, pero manzanas verdes - puse mi mano en dicho lugar y lo acaricie - ...porque su valor es sólo tomado en cuenta por unos pocos, pero eso no define que aquella manzana sea menos especial. Sigue siendo dulce, y deliciosa, sólo diferente. "Especial"... - repeti esa palabra en mi mente muchas veces, especial...especial. Testament era hermoso y especial...

El menciono mis mejillas, o mas bien, mis manzanas. Me rei con el, dentro de todo, Jesse sabia como hacerme sentir bien. Yo era una persona muy consentida por él. Cada que me acariciaba la mejilla, cada momento en el que el hacia algo como esto, no podia evitar el sentirme feliz. Sus dedos eran calidos, un poco rasposas, pero me hacian sentir feliz. Lo abracé, y puse mi cabeza en su pecho.

- Espero no contagiarte, pero en verdad, no me gusta decirlo, pero, te necesito, mas que nunca, por favor- me aferre a sus brazos, y a el sobretodo- No se que me esta pasando, pero lo unico que quiero es que te quedes. Jesse, esos dos años que no te vi, te extrañe tanto, tu sonrisa, tus bromas, tu forma de ser, no se que viste en mi, pero yo te agradezco todo lo que haces, y... la verdad, no se que me pasa contigo... pero... al verte... mis miedos se van tambien.

- Testament...¿Estas delirando? - pregunté sorprendido por lo que decía. No podía creer las palabras que salían de sus labios. El nunca me había dado alas, esperanza, pero ahora...

No, yo debía estar malinterpretando sus palabras.

Frágil, me llamo a mí mismo por creer tales cosas. Me obligaré a aguantar.

- ¿Como puedes cuestionarte lo que ví en ti? Tú...tu eres... - mis ojos brillaron, y es que ya no podía aguantar más - Eres lo más hermoso que he visto en mi vida, lo más tierno, lo más puro. Lo mejor que me pudo haber pasado - me aferre a el en el abrazo, no quería soltarlo, no quería sentirlo lejos otra vez - Yo en esos dos años...pienso quizás que si hubiera llegado antes...... - lagrimas brotaron de mis ojos, cayendo sobre mis mejillas. No podía decirle eso - Quiero verte sonreir. No me importa si es con otra persona, solo quiero que seas feliz... - hundí de nuevo mi rostro en su cabello, reprimiendo un sollozo. Ya no podía seguir ocultando todo...

Por más que quisiera que Testament no me viera en ese estado, no pude evitar llorar en sus brazos. Me sentía débil y el estaba enfermo...

Maldita fragilidad...

Mi eterna amiga, cómplice y enemiga.

Jesse comenzó a llorar entre mis cabellos. Y yo... me quedé muy intranquilo. No me gustaba hacerlo llorar. Me movi debilmente, pero quede cerca de su cara, y lo abracé fuertemente, no sabia que hacer con esto. Le limpie sus mejillas y sus ojos con mis dedos, con movimientos fuertes. Le di un beso en la mejilla, debil, pero con amor. No queria enfermarlo.

- Jesse, no digas nada, solo, vivamos este momento juntos, tu y yo. Se que estoy algo enfermo, pero, hay algo dentro de mi luchando, estoy enfermo, pero, tambien estoy contigo. Por favor... ya no llores, yo quiero verte sonreir, como siempre, con esa sonrisa siempre me haces olvidar mis penas, olvidar todo lo malo, puedo sentir paz contigo. Ese dolor que siento, se desaparece, y cuando te vas, vuelve a aparecer.- le acaricie el cabello lentamente, hubo un momento en que deje mi mano entre su cabeza dorada.

- Me prometes que no lloraras?- Le sonrei.

Mi cuerpo seguía colapsándose en lágrimas y dolor, abrazado al cuerpo de mi amigo. El amigo que siempre había estado conmigo, unidos bajo ese lazo de sentimientos comprendidos. Nos entendiamos con solo mirarnos a los ojos y solo en sus brazos sentía que estaba seguro. Ese amigo que me pida que sonria y me limpia las lágrimas con sus cálidas manos...

Había una esperanza en mi, por que sentía lo mismo que el. Si esto era un sueño, no quería despertarme. - Lo prometo - deje de sollozar y me separé de el para mirarlo a sus hermosos orbes amarillos. Quede hipnotizado.. - Pero solo sonreiré si tu lo haces... - esbozé una pequeña sonrisa para incentivarlo y me aferre de nuevo a el...

Si alguien entrara y nos viera, incluso pensarian quitarme la licencia...
No me importaba...
La calidez que sentía al estar junto a el, no se comparaba a nada que hubiera conocido....

- Jesse, que me pasa contigo, que no me quiero separar de ti- Lo volvi a acariciar, y le toque ese menton que lo hacia ver mas sonriente todavia. Ahora estaba atrapado entre dos amores. Daniel... que nunca estaba conmigo, y Jesse... quien era fiel en todo. Amaba a Jesse, me habia dado cuenta de eso, ahora que lo tenia cerca, pero tambien amaba a Daniel. Que me estaba pasando? Por que me dejo solo Daniel? Yo siempre lo ame, y siempre le di todo, hasta me entregue en cuerpo y alma.

Pero con Jesse todo era diferente. El frio desaparecia, no me sentia para nada incomodo. Ese toque sanador que Jesse tenia sobre mi no tenia precio alguno. Era amor lo que sentia, pude descubrirlo, pero no era ese amor con deseo, era un amor puro, era algo diferente, que podia disfrutarse, incluso estando enfermo.

Lo traje hacia mi, Jesse y yo, con solo mi ropa de paciente, y el, con su ropa de doctor. Me cubrio entre las cobijas, y me recosto en su vientre. Con suaves movimientos en m cuello, logre relajarme.

- Jesse, tienes un poder sobre mi muy fuerte, y no lo entiendo, solo se que... no quiero alejarme de ti- suspire- Que vamos a hacer?

Me parecía que iba flotando en una nube de felicidad...

Nunca había estado tan ruborizado en toda mi vida.
Y no por verguenza, las palabras de Testament hacían que mi ritmo cardiaco se disparara...

Tan sólo unas horas a su lado, y ya me había aprendido todas tus facciones, ya reconocía sus manías y podía predecir sus posibles reacciones. Ahí, acariciando su cuello.....

- Yo...no lo se - miré hacía otro lado, no sabía que decirle. Me sentía nuevamente hipnotizado, ahora por su voz - Solo podemos...esperar a que todo...suceda - me moví, impulsivamente. Me acerque a su rostro, quizas demasiado...

- No puedo estar seguro del futuro, pero... - suspire algo agitado al tenerlo tan cerca.. - Yo solo se que te amo demasiado, y no me cansaría de decirtelo - terminé de decir esto en un susurro...

Estabamos a una distancia peligrosa....
Frente contra frente, narices rozandose. Incluso podía contar las pestañas en sus ojos...

No, no, no

Es mi paciente....y lo amo..

No puedo hacerle esto...

Pero quiero hacerlo...

Qué hacia yo con el? Mi cuerpo estaba cerca del suyo, debilitado, me carcomia algo por dentro.

Jesse, que estas haciendo? Por favor... no... ahora no!

- Jesse, yo...yo...- comence a debilitarme de nuevo- No me alejes de ti, de acuerdo? - Voltee la cara para otro lado, tenia que estornudar. No queria arruinar el momento, pero mi influenza tenia sus sintomas a todo volumen. Estornude un poco, de manera que Jesse no saliera afectado, me cubri la cara.

- Ay Dios... esta maldita influenza nos esta causando problemas, no es asi?- me rei, y despues intente recostarme- Puedes ayudarme a ponerme bien en la cama? La estamos deshaciendo entre los dos- le sonrei contento. Si Daniel no cambiaba, si el no hacia el minimo intento de buscarme, Jesse podria usar las herramientas a su favor, y desbancarlo. Yo amaba a Daniel demasiado, y el me amaba tambien a mi, a su manera. Jesse, era todo lo que Daniel no era. Que acaso el amor no es asi? Que hay de amar al otro tal como es? Pero estaba Jesse, arropandome, cuidandome.

Dormi un rato...y cuando desperte en la madrugada, ahi estaba Jesse a mi lado, dormido, la fiebre habia bajado, lo sacudi un poco- Jesse, estoy despierto, estas ahi?

Me quedé pacientemente hasta donde me dejaron entrar, sentado en una de esas salas observé mi alrededor, mi mente viajo de nuevo en ese tipo de lugares que por alguna razón siempre odié, ahora estaba aquí de nuevo, esperando en aquella sala. Los reccuerdos me golpearon y mis ojos se pusieron turbios en un tono obscuro, me levanté de golpe y caminé hacia la ventana más proxima la abrí y ahí me quedé. Tocí un poco, sentí una leve quemazón que hacía mucho tiempo no sentía.

No sabía que diablos pasaba, miré de nuevo el pasillo y también el reloj, era una influenza, esperaba que no sea nada grave. Ni siquiera habia salido el Dr. McGowan para decirme si estaba bien o mal Test, en verdad me preocupe por él. Estube tentado de ir a localizar a Meyers, pero ni siquiera eso se merece. Apreté los puños por ese vacío sentimiento que me corroía de nuevo y fije mi mirada en aquella ventana.

Voces, sonidos, olores de hospital todo se había impregnado a mi piel, ahora estaba dentro de ese cuadro, las ruedas de las silllas, de las camillas sonaban como maquinas dentro de mis oidos. Percibí el sonido del segundero de la sala esperando que el tiempo solo sea el tiempo y que las noticias vinieran pronto para aliviar esta agonia que me estaba haciendo perder la cabeza.

Menos mal que recorde que tenía deberes como médico, me decía una y otra vez en sueños...

Una voz. Una voz lejana que no deja de repetir lo mismo.

No quería, no quería despertar. Había tenido un sueño tan bueno, todo había sido tan real, él estaba junto a mí tan cerca..... No. No quería despertar y descubrir que todo había sido un sueño, porque, cuando abriera los ojos, todo habría desaparecido.

Jesse, estoy despierto, estas ahi?

¡No! Voz no, no me hables. No me despiertes...

Voz... dulce voz...
Con resignación abrí los ojos


- Hey... - sonreí con aire somnoliento. - Hola, sueño...
Tallé mis ojos y miré a mi alrededor. No había sido un sueño...

Pero la hora había pasado, y no había continuado con el tratamiento de Testament. El profesor Blanc, seguía afuera esperando. Me levante sobresaltado y ayudé a mi paciente a acomodarse mejor en la cama. Tomé la siguiente dosis de amantadina y cambie la bolsa de sueros. Me acerque para tocar la frente de Testament con una mano, ardía, pero no como antes - Tu fiebre ha disminuido, llamaré a Laurent - me incline un poco y le susurre - Siento haberme quedado dormido - me aleje rapidamente de el y sali sonriendo de la habitacion

Sigilosamente llegué a la sala de espera y le hice una seña al profesor para que me siguiera. En silencio avanzamos a la habitación de Testament - Siento la demora. El tratamiento tarda en hacer efecto. - dije una vez dentro de la habitación. Nos quedamos de pie contemplando la visible mejoria de Test - Esta mejor. Su fiebre ha bajado y ya no...delira. - me sonroje un poco al decir lo ultimo...

Seguían los sonidos, los aromas... ese olor a desinfectante. Entre todo eso percibí la esencia de McGowan. Era inconfundible, era igual que Test, se notaba que le tenía mucho aprecio. Me hizo una seña y lo seguí en silencio, recorri aquel pasillo mirando a mi alrededor, volví a sentir ese golpe de sed que me incomodaba.
Miré a Test en esa camilla y luego escuché al Dr.
-Me parece perfecto y ¿Cuando se recuperará del todo? -Me acerqué un poco aél y ya no se veía tan pálido- Se ve que se ha recuperado, pero..¿Qué le pasó? ¿A que se debe que haya presentado esa enfermedad? -Me pregunté por un momento por la resistencia de los de su raza, caminé un poco de nuevo hacia la ventana-

- Mmm, no puedo estar del todo seguro. Es muy extraño debido a que la especie no suele documentar enfermedades como estas... - puse una mano en mi barbilla, pensativo - La Influenza del tipo A es del virus más agresivo que afecta a los humanos, pero su sistema inmunologico no es normal así que...solo puedo suponer que sus defensas han bajado por alguna causa de tipo...emocional - observe con preocupación a mi paciente. Sabía que sonaba algo duro pero prefería decirle la verdad de las cosas antes de mentirle. Era la segunda vez que uno de mis amigos sufria por algo parecido, por suerte a Testament no le había afectado el corazón. Tomé el expediente y empezé a escribir con rapidez - El pronóstico anuncia que en una o dos semanas estará por completo recuperado, eso si tendrá que seguir todas mis indicaciones y hacer reposo absoluto. Después de eso se puede conversar su vuelta a clases -

Con mucha atención escuché lo que dijo el Dr. McGowan, me voví para mirarlo, ahora noté algo en aquella mirada, no quise pensar en nada en ese momento, estaba ditraido ejerciendo mi autocontrol.
-Se pondrá al dia cuando salga de esta. Seguramente se recuperará bien. Me pareció muy extraño que se enfermara de esta manera, pensé que eran resistentes a este tipo de enfermedades humanas. Pero lo sé, ustedes tienen eso que nosotros no tenemos, la humanidad dentro. -lo envidiaba un poco porque yo ya estaba muerto-
Me acerqué de nuevo para ver a Test y pensé en las posibilidades para ayudarlo, en buscar a Meyers o dejar que esto se quede así, en se momento pensé que debía ir a casa y llamarle a mi esposa. Imité un perfecto suspiro parecía una persona común haciendo ese acto.

(Off, Tengo una duda, está dormido o está despierto?)

Escuchaba voces distorsionadas, estaba entre dormido y despierto. De repente el sueño me estaba trayendo de nuevo a un trance hipnotico que desconocia. Entre sueños escuchaba a Laurent, quien estaba preguntando por mi salud, o al menos eso parecia. Y despues, se me vino a la mente la imagen de Daniel, quien se materializo en mi mente, y de nuevo, soñaba despierto:

- Daniel... no te vayas... Daniel... por favor, no me dejes- extendia mi mano para poder alcanzar su silueta, pero despues se esfumo en una nube negra, y de repente vi que Laurent estaba cerca, y con el Jesse. Ambos estaban cuidando de mi. No merecia tanto aprecio de los dos.

- Oh... se fue Daniel- puse cara triste, y vi a Laurent, le di una sonrisa debil- Sigues aqui, no has dormido nada, mirate esas ojeras- Me rei un poco, era debil mi sonrisa tambien, pero hacia mi esfuerzo- No han sabido nada de Daniel?

- No, yo.... no se como localizarlo - busque la mirada de Profesor Blanc, parecía algo incomodo en la situación, me preguntaba si el estar cerca de tantos humanos le había afectado. Me acerque a Testament y puse una mano en su frente de nuevo para comprobar su temperatura, no tenía fiebre lo que significaba que sus delirios eran producto de un mal sueño. Me aleje preocupado, su subconciente lo extrañaba y el no estaba aquí, apoyandolo en su enfermedad - Creo que eso comprueba mi suposición....Usted...¿No sabe nada de su paradero? - le pregunte al Profesor en un susurro. No creía justo que Testament se pusiera triste por el, no lo merecía. Y lo peor es que yo no podía hacer nada...

Tomé las manos en el aire deteniendo y palmee una en le dorso:
-Tranquilo amigo, solo fue un sueño -escuché al Dr. McGowan y luego sentí de nuevo la impotencia que recorrio mi cuerpo, no iba ir a buscar a Meyers, era demaciado orgulloso para hacerlo, pero tal vez podria hacerle llegar un mensaje, dejé la mano de Test en su costado, al perecer se veía muchisimo mejor-
-Lamentablemente no lo sé -respondí casi inaudible- Sé que tiene un teatro en Forks, pero yo no lo he visto. -Y ni quiero verlo, cerré los puños- Tal vez podríamos hacerle llegar un mensaje -propuse al fin-

Parecía que el Profesor no se llevaba muy bien con el novio de Testament, esto me sorprendio un poco. Suspire, resignado al no poder encontrar una forma de localizarlo - Lo veo inprobable, si hubiera estado en Forks se hubiera enterado...Quizás aparezca por si solo al ver las llamadas de Test - le susurré un poco esperanzado. Decidí mejor proseguir con las indicaciones - Debes hacer reposo absoluto por una semana, tomar abundante líquido y nada de aspirinas, solo paracetamol - caminé hacía un estante y llene un jarro con agua, lo puse en una bandeja junto a un vaso. Lo llene y se lo pase a Testament - Eso es, abundante líquido. Unos dos litros por dia y estaras recuperado en poco tiempo... -

Debo controlar mis impulsos, noté que el joven doctor se dio cuenta sobre mi comportamiento, espero que no piense mal, ya que Meyes y yo somos enemigos declarado por obvias razones las cuales no incluyen a Test, sino a otra persona que tiene un valor más importante en mi vida, mi esposa.
-Debemos enfocarnos en su recuperación, el aparecerá en cualquier momento. -aseguré aunque no estaba seguro de aquello, ya que era su especialidad lastimar lo que más quería. Esperaba que todo lo que se rumuraba de el sea cierto y que en verdad haya cambiado- No necesita de usted sabe...quien -me refería a Daniel, pero ni siquiera podía pronunciar su nombre- para que el se sienta mejor, nosotros podemos cuidarlo, es más he notado que usted siente aprecio por él y creo que no puede estar en mejores manos que en las suyas. -sonreí más tranquilo-

Estaba entre dormido y despierto, pero escuchaba lo que decian Laurent y Jesse. Era obvio que ninguno de los dos sentia aprecio por Daniel. Yo lo amaba, pero, el por que no a mi? Por que no venia a buscarme? Pense... a lo mejor estoy enfermo de tristeza.

- Laurent... ya lo intente... no me ha contestado en dias...- lagrimee un poco- Es inutil que... lo encuentren ahorita... no sigan buscando- suspire triste- Por que la gente que mas quiero siempre me deja? Damien... mi mama, mi papa, Daniel... todos...soy un estorbo- comence a llorar, y a decir incoherencias- Matemne... beban mi sangre... quemenme- Y llore un poco mas, no sabia lo que decia...