Despues de un encuentro cercano con la muerte

Habia tenido una noche de sueño muy corta. La primera mitad de mi noche se habia basado en mi perdida en los bosques de Forks, donde conoci a la persona mas rara que jamas habia visto. El solo ver a los alumnos palidos de la universidad me recordaba a aquel hombre, o lunatico.
Habia llegado mas temprano de lo habitual por lo poco que habia dormido, tenia las rastas mas alborotadas que usualmente y estaba muy poco pruducida, solo con jeans y una remera negra lisa. Mi rostro estaba mas palido que de costumbre y tenia un poco de ojeras. Si ese dia hubiera ido a un concurso de belleza, hubiera quedado en ultimo lugar.
Camine por el campus mirando a todos los que pasaban alrededor mio casi con miedo, tenia bien calzada y agarrada la mochila a la espalda e intentaba no fijar la vista en nadie. Finalmente llegue a la recepcion de la universidad. Me sente en uno de los grandes sillones y mire el reloj, aun era muy temprano.
Me acomode en el de costadito y cerre los ojos hecha casi una bolita. Necesitaba descanzar al menos un momento.

Un nuevo día había comenzado para mi muy temprano en mi residencia de Port Angeles. Tras mi habitual rutina y un excelente desayuno proporcionado por mis sirvientes, tomé el lotus Elise para ir a la universidad a dar clases. Debido volver a la realidad antes de lo habitual, arribé a Seattle con tiempo de sobra.

El estacionamiento se encontraba, no obstante, algo ocupado cuando llegué, por lo cual di gracias de despertar un par de horas antes. Recogí mi portafolios, donde tenía los instrumentos necesarios para impartir mi clase, así como un par de libros para entretenerme durante el día. Me estiré para espabilarme cuando bajé del deportivo, mirando de reojo mi la camisa de seda de manga larga, los pantalones y el calzado de charol negro. Eché un vistazo a mi reloj, tras lo cual me encaminé al recinto estudiantil sin mucha prisa. Ingresé a la recepción, y me sorprendió un poco el estado de una alumna, creía yo, denotando una apariencia algo demacrada.

-¿Te encuentras bien?- le pregunté con una reluciente sonrisa

Escuche que alguien me hablaba, entorne los ojos como pude, senti que me hablaban a gritos para que no los abriera, querian descansar. Sin embargo con algo de dificultad me los frote y abri.
Delante mio habia un hombre de treintilargos.... lo mire por unos segundos, no era ninguno de mis profesores. Sonrei levemente mientras bostezaba.
-Si... me encuentro "bien"...- No fue la mejor mentira que habia dicho en mi vida... sin embargo necesitaba descanzar, o un buen vaso de cafe y bayaspirinas. La cabeza se me estaba taladrando, creia que en cualquier momento me iba a desmayar.

Examiné por un breve momento a la joven ahí acurrucada, deduciendo fácilmente que requería alguna clase de atención, o por lo menos eso me indicaba la apariencia que tenía. Dudé un segundo si debía hablarle de nuevo o no, pero mi deber como docente de la institución pudo más.

-Disculpe mi insistencia, señorita- dije con suavidad y elegancia- Pero, ¿no desearía que le ayudase a ir a la enfermería? No es mi intención ofenderle, pero no luce exactamente bien- añadí en el límite de un susurro, pero suficientemente alto para hacer escuchar

Enfermeria?....no necesitaba una enfermeria... necesitaba una gran y comoda cama...
O bueno, sabia que en ese estado no la iba a disfrutar... Me sente con algo de dificultad y mire al profesor.
-Cafeeee... eso si que me haria bien...- Dije casi en estado de Zombie mientras me intentaba reincorporar - Ademas mis clases empiezan en...- Mire el reloj- 45 minutos...

Analicé un instante la situación. Sonaba factible, además, posiblemente ella estaba consciente de sus necesidades. Me encogí de hombros, no tení nada que hacer durante más de una hora, y ella tendría clases en tres cuartos de hora.

-Bien, supongo que eso es sencillo de conseguir. Te acompañaré a la cafetería. ¿O prefieres que mande pedir uno para que lo traigan aquí?- le ofrecí, esperando a que se levantase. Estaba seguro, por el primer estudio de su persona, que no sería exactamente, la clase de joven que le agradece la cortesía en demasía.

Me levante con algo de esfuerzo y me mire las manos. Debo de ser el encuentro mas cercano a un zombie que haya visto este tipo...
La palabra zombie en mi cabeza me hizo resonar un nombre como si me dieran descargas electricas. Lestat.
Mire para ambos lados.
-No te preocupes... puedo ir a la cafeteria... aun me quedan dos pies!- Dije intentando sonar energica y simpatica, pero me salio mas bien parecido a desvanecida y maleducada.
Comence a caminar exactamente para el lado contrario de donde quedaba la cafeteria de la universidad. De hecho me estaba dirigiendo a la zona de aulas.

Si bien sus palabra sonaban diferente de como su cuerpo se mostraba, la prueba final de su estado físico fue la forma en que se desvió totalmente del área donde se encontraba la cafetería, lo cual me hizo caminar velozmente donde se encontraba. Le toqué el hombro para que se voltease.

-Me temo que estás dirigiendote al lado opuesto- dije con una sonrisa en el rostro- Te sugeriría sentarte en uno de los sillones y esperar a que traigan el café que te ayudará, seguramente, a mejorar un poco.

Sin aguardar una respuesta, solicité a uno de los trabajadores que me trajesen el café cargado más severo que tuvieran a su disposición.

Asenti con la cabeza, tal vez mi estado exterior era peor del que me imaginaba, a juzgar por los buenos tratos de aquel hombre.
Espere a que me trayeran el cafe sentadita dando mi mayor esfuerzo para no quedarme dormida, aun tenia compañia.
- Trabaja aca?..- Le pregunte tranquilamente, mi voz hacia notar aun mas la falta de energia que tenia.
Un hombre me trajo un Cafe grande bien cargado, se veia negro, mejor...
-Gracias...-Mufe, yo hubiera podido ir sola... creo.
Saque de mi mochila una cartuchera. Dentro de ella habia varios blisters de pastillas de todo tipo; Geniol, tafirol, bayaspirina, clonasepan, diclofenac, ibuevanol, amoxidal, etc. Saque una pastilla verde pequeña de diclofenac y una bayaspirina doble cafeina plus. Me meti ambas pastillas en la boca y las baje con cafe, estaba algo caliente, pero no me molesto.

La idea de que ella podía ser alguna clase de farmacodependiente me cruzó por la mente, claro era algo meramente fugaz. Todo el mundo tenía derecho a portar medicamentos, sin embargo, por un instante se me antojo algo exagerada la cantidad que llevaba. En cualquier caso, no era nadie para juzgarla, mis conocimientos en medicina eran bastante limitados y, además, podía padecer alguna enfermedad para la cual requería semejantes dosis de tan variados fármacos.

-Imparto historia aquí- dije a modo de respuesta a su pregunta tras unos instantes- Apenas tengo unas semanas, pero el ambiente universitario es entretenido- añadí para evitar que acabase inconsciente- Aposaría a que estudias aquí

Puse ambas manos alrededor del vaso de tergopor de cafe y escuche hablar a mi acompañante. Vi tambien como miraba casi evaluatiriamente los medicamentos, ninguno tenia un nivel alto de gravedad. Cerre los ojos para ver si me estaban haciendo efecto, dudaba que lo hicieran tan rapido. Tal vez debi haberme tomado un clonasepan.... no..lo mas probable es que hubiera terminado mas dormida aun
-Si, estudio medicina...- Tenia la voz mas clara gracias al calor del cafe.
Claro, nunca lo habia visto porque nisiquiera compartiamos catedra...

Bien, con eso me quedaba ligeramente más claro todo. Si estudiaba medicina en un lugar tan exigente como en el que nos encontrabamos, entonces implicaba que tenía alguna noción de ese ramo del saber, lo que me hizo despreocuparme por completo del asunto, en definitiva... cosa que también podía emplear con fines de farmacodependecia... En fin, sin una sólida base para levantar sospechas, no existía motivo para poseerlas.

-Entonces creo que jamás nos veremos en el aula- declaré con una amable sonrisa en el rostro- A menos que desees cursar historia con el profesor Von Wednar, pero dudo que a los estudiantes de medicina les interese mucho- dije poniéndome en pie

Segui tomando mi cafe mientras me hablaba. La verdad es que no tenia deseos de que aquel profesor me taladrara la cabeza que tan dolorida y desentendida tenia.
Von Wednar...Von Wednar...
El apellido rebotaba en mi cabeza, cosa que me disgustaba, porque me sonaba tan irritablemente familiar?
Segui tomando mi cafe y empece a mentalizarme de tomarme un clonasepan pero tendria que irme de la facultad para ello.
-Disculpe profesor...como me dijo que se llama?- Sabia que no habia mencionado su nombre, sin embargo algo me era demasiado familiar.

Miré algo extrañado a la chica, mientras tomaba mi portafolios y el par de libros que cargaba, listo para dirigirme a la biblioteca a leer un rato. Un raro presentimiento surgió en mi interior, pero no supe el motivo. De hecho, no encontraba una razón lógica para tener una sensación así. Quizá conocía a alguien con un apellido similar, o algo por el estilo. Incluso podría haberle sonado cómica semejante combinación de palabras poco comunes en América. Sin hacerme mucho caso, decidí responderle.

-No lo hice. Pero me llamo Seprov Iskander Von Wednar- dije sin darle gran importancia- Suena a trabalenguas, lo sé, pero mis padres fueron algo especiales para elegirlo- suspiré con resignación, pues me habría gustado un nombre un tanto más corto- ¿Y usted es?- pregunté esperando una actitud recíproca

Segui tomando del cafe antes de contestar Rayos este nombre me esta causando migraña Meti la mano en la cartera para sacar otro diclofenac cuando todo se me aclaro en la cabeza... aquel nombre... Arrugue el blister y abri los ojos como si hubiera visto nuevamente un lunatico a punto de matarme.
Mire al hombre en cuestion, no me habia costado mas de una semana encontrarlo... habia sido tan sencillo... tan... era como si un raton hubiera ido solito a la boca de la serpiente.
Esboce una sonrisa y toda la energia volvio a mi cuerpo como por arte de magia.
-Amaltea Fromm... profesor Von Wednar...- Tome unos sorbos mas de mi cafe. Jamas habia tenido una casualidad tan conveniente.

Algo en la expresión de aquella chica me hizo desconfiar de ella inmediatamente. ¿Acaso habían arriabado miembros del equipo de Alexander tan pronto a invadir la universidad? Era una posibilidad, o quizá me volvía paranóico por completo... lo ignoraba... aunque no se me quitó de la mente esa probabilidad tan rápido... Mi fama no era tan grande como para causar ese impacto en los alumnos tan pronto... Quizá Patsy tenía razón y necesitaba un poco de ayuda extra de su equipo de vampiresas incluso para deambular por el mundo... No me costaría mucho pedirle a Patsy que se deshiciese de ella en el peor de los casos... Sacudí la cabeza, realmente me estaba volviendo loco. Pero, de cualquier manera, tomaría precauciones.

-Ha sido un placer. Hasta la próxima- dije velozmente, mientras me daba vuelta para irme en dirección a la biblioteca, a refugiarme un instante en mis pensamientos

-Que tengas un lindo dia...- Termine de tomar mi cafe y me levante con suavidad, las drogas habian hecho buen efecto, el diclofenac me habia relajado los musculos, y la bayaspirina me habia sacado el dolor de cabeza, ademas la cafeina del cafe y de la bayaspirina habian logrado despabilarme.
Saque mi celular del bolsillo mientras aquel docente se iba, y le saque una foto, no importa que fuera de espaldas.
Tire el vaso descartable en un tacho de basura. Y volviendome a calzar la mochila me dirigi a la hemeroteca de la facultad.