Mire con tristeza el edificio de 5 plantas en donde habia estado mi hogar hasta entonces, pero ya no, ahora nada me ataba a esas paredes. Subi por las escaleras demorandome en cada escalon, impregnado de recuerdos y sensaciones para mi. Cuando llegue al cuarto piso sin alterar la respiracion, con mis nuevas facultades era casi imposible cansarme. En ese piso, un rellano con cuatro puertas me esperaba. Abri la puerta de mi casa y entre dentro. La luz de las farolas de la calle se colaban por las ventanas del salon permitiendome ver perfectamente todos los detalles y formas, aun asi prendi la lampara. Mire la mesa, aquella misma mesa donde aun se veian rastros de coca, el billete de mi madre al mas alla, aparte la vista atormentado por recuerdos.
En dos zancadas cruce el salon y me meti al pasillo, en algunas zonas la pintura de la pared se habia desconchado, dejando a la vista los tabique de cemento. Llegue a mi habitacion, y entre. Todo seguia tal como lo habia dejado esa mañana, la cama sin hacer, ropa tirada en un rincon y una capa de polvo que lo cubria todo, llevaba mucho tiempo sin limpiarla. Abri el armario y cogi una mochila y la empece a llenar con ropa para el viaje. Debajo de la cama cogi un fajo de billetes, todos mis ahorros hasta la fecha. Me los guarde en la cartera y sali de la habitacion sin echar la vista atras. Ni siquiera mire por ultima vez el cuarto de mi hermano ni de mis padres, los recuerdos me podrian hacer cambiar de idea y eso era algo que no podia permitir.
En unos segundos me encontraba en la calle, con la mochila con ropa y con algo de dinero. Y asi puse rumbo a Forks, ahora comenzaba mi busqueda, y ahora comenzaba una nueva vida a la que la muerte no pondria fin...