Retorno a la base

Después de mi inspección en Forks, y aquella terriblemente molesta niña, decidí regresar un rato a mi centro de operaciones... o así me agradaba llamar al cementerio Quileute. Las ruedas del jeep se detuvieron con algo de estrépito cuando frené, provocando que incluso el cinturón de seguridad me detuviese de golpe. Tras mi arribo, me bajé, tomando mi cuchillo, y me encaminé a recoger la tienda de campaña en la parte trasera de mi vehículo. No obstante, la sensación de no estar solo me abrumaba. Quizá estaba delirando, justo como el en el bosque.

-¡Pero que demonios...!- grité cuando quité las cosas que cubrían mi tienda, ubicada en lo más profundo de la parte trasera del jeep- ¿Qué diablos significa esto?

Me habia dado muchisimos golpes en el auto. Manejaba como un animal y yo en la parte trasera solo lograba golpearme contra todo.
Senti como frenaba, por ultima vez, y depaso me termine de golpear la cabeza con una linterna por lo visto. Antes de que bajara del auto Janus me tire abajo del Jeep. Y me lleve una lona, que luego pude persivir que en verdad era una carpa, para no apollarme directamente en la tierra.
Oi como bajaba de su vehiculo y como insultaba... Debio haber sido por no encontrar la tienda... Me rei bajito y me tape la boca para que no escuche. Me estaba metiendo en un peligroso problema.

Estaba desconcertado. Ignoraba lo que podría significar aquello. Mi tienda no estaba. Mi mente no me fallaba, pues no la había cambiado de lugar en todo el día, quizá la noche. Resultaba imposible que se hubiese caido en el camino, pesaba lo suficiente y, por si fuera poco, se ubicaba debajo de otras tantas cosas pesadas... La incertidumbre me asaltaba... ¿Y si Seprov sabía de mi localización, siendo aquella la primera señal que me enviababa para ponerme alerta? No, tampoco debía empezar a caer en delirios... delirios....

-Maldita mocosa- murmuré, pues sería muy complicado volver a Forks para matarla en ese instante- Ruega, donde quiera que estés, que jamás te cruces por mi camino de nuevo... o podría ser la última vez.

Horas atrás, emití un juramente de no matar a menos que fuese extrictamente necesario, y esa era una de esas ocasiones en que las circunstancias lo ameritaban fuertemente.

((porque relaciono la falta de la tienda conmigo? :/si ni siquiera estaba cerca del jeep cuando el me conocio xD))

Escuche claramente lo que dijo, creo que yo tambien era algop lunatica porque sus palabras me causaron algo de gracia.
Rei bajito y me tape la boca para que no me escuche. ¿Es que me estaba volviendo loca? ¿o la poca emocion que Forks y Seattle me daban me habia llevado a todo esto?
Lo cierto es que hasta un punto mi vida peligraba y a mi no me importaba. Habia pasado por tantas cosas en mi vida y habia salido tan ilesa de todas... ya no me importaba lo que me podria pasar.
Mire mi reloj, era de noche, Lionheart notaria que no estaba en casa... seguro me retaria cuando volviera. Y como siempre, no me va a importar nada de lo que diga ¿Pasaria la noche debajo del jeep? ¿O esperaria a que Janus se durmiera para escaparme? estaba a muchos kms para vovlerme a pie...

(El tipo es un paranoico y siempre busca a quien culpar de lo que le ocurre, jajaja, aunque ni siquiera tenga razón para hacerlo)

Gruñí un poco debido a la carencia de mi tienda. Seguramente, ahora tendría que pasar la noche dentro de las criptas, ya las abriría de algún modo. Recogí las llaves del jeep, en un momento de paranoia. No quería que el maldito auto se fuera como por arte de magia, o que le salieran alas y volase a la libertad el desgraciado. Al menos, aún me restaba leña del día anterior, por lo cual no me tendría que alejarme del lugar para hacer una fogata. Afortunadamente, nadie solía cuidar el cementerio de una manera notable, lo cual me proporcionaba una ventaje de campo.

Me senté junto a mi jeep, sin mucho que hacer. De todos modos, tenía un rato para descansar. Los sonidos del silencio invadían el ambiente con fuerza

Estaba comenzando a contracturarme y ese hombre ni siquiera se alejaba un poco de su automovil.
Tenia una pierna dormida y me dolia el cuello de estar tanto en la misma posicion. Me movi un poco de lado y accidentalmente golpie mi cabeza con el caño de escape. Auuuchhhh El ruido habia sido bastante fuerte, cuando me percate de ello me quede dura como una piedra, pude notar como una gota de sangre resbalaba desde mi cabeza hasta mi frente y de mi frente hacia la mejilla.
Genial, una antitetanica no me vendria mal ahora...

Comenzaba a quedarme ligeramente dormido. Los últimos dos días habían sido extenuantes. Más aún, con la llamada de Alexander, mi prisa se había incrementado ligeramente. El fuego reconfortante de la fogata, las llamas danzando con armonía, me invitaban a descansar un por el resto de la noche... y entonces escuché un golpe bajo el jeep. Tomé un trozo de madera, desenfundando mi cuchillo. Me acerqué lentamente, dejando el palo un tanto detrás de mi, por si algún animal salía de ahí y tenía que golpearlo velozmente, pero alumbrando debajo de mi auto. Me agaché, y mi sorpresa fue grande cuando me encontré a una persona ahí.

-¿Qué demonios haces aquí?- le grité enfurecido y sorprendido al mismo tiempo- ¿Acaso quieres que me acusen de secuestro?

Me deslice por abajo del Jeep y me sonroje, que estupida me sentia.
-No te acusaran de secuestro..- Rei nerviosamente - Creo que me quede dormida debajo de un jeep...
La verdad no sabia que demonios inventar, ni siquiera yo sabia porque estaba ahi...ah si, queria saber mas de ese hombre y a que se dedicaba... ademas de que era la primer cosa emocionante que parecia pasarme en el lugar.

Podía apostar que sus padres no estaban conscientes de que ella se encontraba ahí, justo en medio de un cementerio... o de lo contrario serían unos lunáticos cuyas ideas sobre criar hijos tenía que estar completamente torcidas... al menos desviadas de lo habitual. Además, parecía que la niña no era de lo más creativa. Giré el cuchillo una vez, tomando velozmente el palo en llamas.

-¿Te quedaste dormida debajo de un jeep? Si no me equivoco, tu deberías estar a varios kilómetros de este lugar- le dije mirándola fijamente. Entonces descubrí una herida- Podría matarte, enterrarte viva, o desmembrarte aquí, y jamás nadie escucharía tus gritos o sabría siquiera que fui yo. De todos modos, no existen testigos que puedan decir que yo te conozco- suspiré algo cansado- Pero no estoy de humor para eso. Mejor te voy a limpiar esa maldita herida antes de que se te infecte- le dije mientras analizaba la situación con frialdad. Extendiéndole el palo con llamas para que dirigirme donde mi botiquín, ya colocado en el suelo junto a la fogata

Me sente sobre la puertita de atras del jeep ((no se como se llama: esa que se abre y queda paralela a la parte de atras del jeep)) y baje la cabeza para que me limpiara, la verdad tenia las rastas todas alborotadas, dudaba que encontrara la herida.
-No tengo padres que se preocupen por mi... - Sonrei - Podrias matarme si quieres, no tengo nada que perder, creo que hice todo lo que una adolescente hubiera querido vivir en su vida y mas... Ni siquiera tengo un "hogar"- Pronuncie las palabras con algo de asco, se me hacia cursi todo lo que estaba diciendo pero era verdad, habia tenido una vida totalmente de excesos durante mi adolescencia, mis padres habian muerto en un accidente domestico y nadie de mi familia habia decidido hacerse cargo de mi, por lo que el juez simplemente me habia dejado en la casa de desconocidos a los que ni siquiera les agradaba. No tenia nada que perder, no tenia nada que ganar, supongo que todo me daba igual.

Escuché a la chica con atención, mientras sacaba una gasa de mi botiquín... ya no quedaban más que un par de ellas en el estuché de primeros auxilios... tendría que comprar más. Tomé un hisopo de algodón, busqué unos instantes entre la gran cantidad de pelo mal acomodado hasta dar con la fuente de la sangre, con algo de dificultades. Pasé el algodón con alcohol un par de veces por la frente de la chica, y luego coloqué con cuidado una gasa.

Esbosé una sonrisa algo curioso luego de que escuché sus palabras. Ella era algo similar a mi, sin lo de haber hecho lo que una persona deseaba a esa edad, pues de adolescente me habían catalogado como el alumno modelo, inmaculado, excelente... títulos que comencé a odiar a la larga. Quizá podría contratarla ahora... parecía disfrutar del peligro, no tener nada que perder... la clase perfecta de aventurero que suele sobrevivir.

-Eso servirá un rato- dije mirando mi trabajo de medicina- Y ahora, bienvenida al club la vida es dura, niña. Mi padre me envió a África a estudiar, mi madre tuvo la ocurrencia de morirse cuando tenía unos quince o algo así. ¿Quieres comer algo?- le pregunté dirigiéndome a la fogata, a ver que tenía para cenar

Me daba gracia escuchar como me decia niña al terminar cada frase, supongo que uno esperaba llegar a los 18 con las ansias de que no lo llamaran mas niña y ahi estaba el, llamandome asi cada vez que podia.
-Si, si me gustaria comer algo... - Comenzaba a caerme bien su forma de actuar, en cierto modo me senti reflejada... con unos años menos y con muchos mas tatuajes, claro.
-Yo no estudie en Africa... pero estudie en 7 escuelas diferentes- Sonrei con los dientes- No me malinterpretes, pude haber sido numero uno academicamente en todas ya que siempre tube buenas notas, bueno ok, no excelentes, pero buenas aunque... - juguetee con mis uñas - Por alguna razon siempre lograba que me hecharan de ellas o mis padres me cambiaban o yo decidia no ir mas a esas escuelas...

-¿Me creerías si te dijera que este sujeto gruñón y terrible solía ser el mejor de su clase y que se graduó con honores de la universidad en ingeniería genética?- le pregunté casi seguro de que se soltaría a las carcajadas. No me importaba, pues esa era la verdad.

Me acerqué a mi mochila escondida en una fosa sin rellenar. Saqué algunas latas de comida. Observé las etiquetas, y todas tenían la fecha de caducidad aún lejana. Como no sabía que preferiría comer mi inesperada invitada, preferí que ella eligiera.

-¿Quieres sopa, frijoles, atún, duraznos o un trozo de pescado de ayer?

Sonrei.
-Bueno... yo estoy estudiando medicina, y pretendo ser Forense... asi que creeme que te creo!- Sonrei con los dientes
Mire las latas con una ceja levantada y escuche "el menu del dia" aun mas sorprendida, mi boca formaba una perfecta "D" mayuscula con la panza hacia arriba.
-Eso comes todos los dias? por dios eres el peor cazador que he visto en mi vida..!- Dije en tono de broma - Sopa, estaria bien...- Es lo menos asqueroso de todo lo que has nombrado. Me mordi el labio para no reirme.

De algún modo, creía haber captado algo de sarcasmo en aquella respuesta. Era mi imaginación seguramente, pero de todos maneras, la idea ya estaba sembrada en mi cabeza y difícilmente se me quitaría.
Abrí la lata y la coloqué su contendio en una cacerola, que inmediatamente puse en las llamas, con algo de agua. Cocinar no era exactamente lo que hacía mejor, pero me bastaba para sobrevivir, y eso me era suficiente, aunque con visitas, las cosas se ponían complicadas.

-Es lo mejor que puedo conseguir con diez mil euros mensuales- repliqué con algo de resignación- Ahora, mencionaste, ¿forense?- pregunté para asegurarme.. eso sí me sería de utilidad- Encaja perfectamente en lo que leías hace un rato

Diez mil euros al mes!!. Puse en blanco los ojos. Con esa plata comeria... no la verdad es que la plata no cambiaria mi adiccion al mc donals, starbucks y demas cadena de restaurantes CHATARRA.
-Si, de hecho estaba leyendo cosas para la facultad, asi que estas en lo cierto.. aunque por ahora y por los proximos 7 años minimo tendre que estudiar medicina basica...- Sonrei, la idea no me desagradaba, al fin y al cabo no seria tiempo perdido en cosas inutiles.
Vi como cocinaba la sopa en una cacerola.
-Vives asi todos los dias?- Mire con algo de temor a mi salud corporea la comida, le tenia mas miedo a probar el resultado final de las comidas de el a que me apuntara en la cabeza con un arma.

Enarqué una ceja dándole la espalda... si acababa de comenzar la universidad... eso significaba que poco sabría sobre medicina. No obstante, eso no implicaría que me dejase de ser útil... tendría que buscar una diferente manera para emplearla... al menos esperaba que le atrayese la idea de buscar a alguien por la península, con el riesgo de tener mucha adrenalina corriendo en sus venas a menudo, y una paga, por supuesto.

-No, a veces no llego a dormir aquí y me quedó en cualquier lugar, donde pueda acampar. Si te refieres a la comida- añadí casi seguro de que así era- Entonces tampoco, pues normalmente termino cenando en algún sitio de comida rápida o en un buen restaurante. Como dije, me envían diez mil euros mensuales para mis gastos, eso me permite darme algunos lujos ocasionalmente

Vaya, ya habia escuchado la parte de su enorme paga, cuantas veces me lo iba a refregar por la cara?
-Ya ya... - Mire con curiosidad al hombre, llevaba buen rato hablandole ahi, y mucho antes en el bosque tambien, pese a todo eso, seguia en 0 en todo lo que se referia a el, exceptuando su carrera y su gran sueldo,sabia que no era cazador.. mi padre pertenecia al club de caza de inglaterra, sabia como lucia un cazador, y el no lo era.
-Dime, ese salario, te lo dan por cazar animales?- Esa era la palabra clave, animales.

-¿No te has dado cuenta? Consigo la cabeza de otras personas- le respondí con tranquilidad. Tenía la sartén por el mango, si deseaba huir, seguramente me daría tiempo de tomar mi cuchillo y clavarle la cabeza a una lápida- Si quieres puedo contratarte- le dije retirando la sopa del fuego, mirándola con algo de extrañez. La tiré al suelo, y entonces saqué una hamburguesa de mi mochila, todavía en su caja, justo como la consiguiese. Se la lancé- Toma, no me gustó la sopa. Espero no te moleste comer esta porquería de carne y queso

Lo sabia
-Si me habia dado cuenta, pero necesitaba oirlo salir de tu boca... - Me encogi de hombros- Contratarme?... Contratarme para hacer que tipo de trabajos?... - Levante una ceja, y enumere mentalmente un par de hechos:
N°1: Me encuentro a un tipo raro en el bosque que busca un castillo
N°2: Lo sigo a escondidas
N°3: Me descubre
N°4:Me cura la cabeza
N°5: Me da de comer
N°6: Me revela que es un asesino
N°7: Me pide trabajar para el
Normalmente luego de la N°1 las siguientes tubieron que ser "me mata"...
Tome la hamburguesa
-Oh vaya, tambien eres mago! quien lo diria!- No pude sonreir porque todavia tenia en la cabeza eso de "contratarme" pero lo hubiera hecho.

-No te voy a dar todos los detalles, pero supongo que puedo revelarte algunos- dije finalmente, tras pensar un poco lo que estaba por decir- Estoy en esta parte del mundo, evidentemente, para conseguir el objetivo de mi cliente, cuya identidad no te concierne. Ahora, necesito conseguir información de mi objetivo, entre más personas concentre ahí, más fácil me será encontrarlo. Mi objetivo es solo mio, yo lo acabaré. Te pagaría unos... cinco mil euros al mes. Si no te interesa trabajar para mi, en cuanto acabes de comer puedo llevarte a tu casa y olvidaré que alguna vez te conocí- concluí mirando las estrellas brillar en el cielo.

5 mil euros y ademas ponerle algo de emocion a mi vida
Me quede en silencio pensando todo lo que me habia dicho.
- Quien es tu objetivo?- Mire a Janus con seriedad, la verdad es que si residia por estos lados tenia encontrarlo ya que vivia en Forks, trabajaba en LaPush y estudiaba en Seattle, ninguna otra persona hubiera abarcado mas lugares que yo.
Le di un mordisco a la hamburguesa y mire a Janus, sin sonreir.

-Se llama Seprov Iskander Von Wednar- le dije finalmente, tras pensarlo unos instantes. De cualquier modo, no creía que mi medio hermano le creyese a cualquier que llamase a la puerta de su castillo diciendo: Hola, soy un desconocido, quisiera decirte que hay loco demente tras tus pasos, adios... claro que no- El maldito vive en alguna parte de Olympic. Debo tener una foto suya por ahí, pero no sé donde se encuentre. ¿Te apuntas?

Termine mi hamburguesa de manera "seria" y luego de limpiarme con una servilleta que llevaba en la mochila sonrei.
-Si..-pense por varios minutos- Von Wednar....Von Wednar... de algun lado tenia repitidisimo ese apellido, pero no sabia de donde, es que habia conocido tanta gente rara y diferente por Forks, La Push, Seattle y Port Angeles que se me hacia sumamente dificil recordar cada nombre, apellido y rostro. Pero no importa, era un buen indicio. Saque un anotador.
-Entonces mi trabajo seria... localizar a ese hombre y su castillo?- Forme la idea en mi cabeza mientras sacaba un cuaderno, la verdad es que siempre en las peliculas de espias todo se veia mucho mas profecional con armas y trajes de neopren, con bases secretas y automoviles lujosos, con hombres super musculosos y mujeres super sexys en vestidos de encaje. Y ahi estaba yo, con mi ropa de algodon y Lycra, con el pelo hecho rastas y un cuaderno, trabajando para el hombre entrado en sus treinta, por lo menos, con jeep y sopa enlatada (casi olvido sus hamburguesas magicas). Mire a Janus.
-Como se que luego de todo no me vas a matar o algo asi?- Pregunte, no por el hecho de tenerle miedo, sino por el hecho de que no queria ser traicionada. Mis valores no eran los mas humanos, pero no soportaba la traicion.

Suspiré algo frustrado. Encima que le permitían seguir parloteando, conservando su vida, dudaba de mi palabra... claro, no la culpaba. Cualquier persona sensata que me conociese dudaría de mi, pues mis antecedentes no eran los más impecables que el mundo conociese. Levanté una mano pidiendo un instante para pensar en algo. Las ideas eran escasas, pero al final me convenció una.

Me dirigí donde mis pertenencias se encontraban. Rebusqué unos instante en el interior. El siguiente envió llegaría en unos pocos días, y aún me quedaba lo suficiente como para no preocuparme demasiado... quizá aplazando mi trabajo me haría rico... aunque Alexander era una persona, aunque paciente, decidida a la hora de los negocios... quizá ya vendría en camino a América. Tomé una pequeña bolsa de plástico, metí una porción de una de las cosas que me parecían más valiosas en la Tierra, me levanté y se la arrojé a mi potencial trabajadora.

-Ahí tienes, mil euros como adelanto. Tal vez no sea mucho, pero no encuentro una manera más sólida para garantizarte tu paga al finalizar el trabajo- dije cruzandome de brazos- Y debo advertirte, ahora que lo pienso, que mi cliente podría estar impaciente, así que quizá habrá que darle agilidad al asunto