Segunda clase de Historia

Caminé delante de los alumnos que ahora venían detrás de mi, guiándolos. Había sido suficientes muestras de excentricidades por un día entero, quizá una semana, al menos en los terrenos de la universidad. Si la maldita secretaria decidía pasar el chisme de lo acontecido en el edificio que visitase anteriormente, entonces me limitaría a apelar a mis derechos como catedrático y manipular sutilmente la mente de mis superiores para que olvidasen el acontecimiento. No obstante, las reacciones de Frost me habían indicado fácilmente su naturaleza sobrehumana, y la forma en que Brahms se tomase las circunstancias también lo acabó delatando. Carecía de dudas ahora.

Abrí con sencillez la puerta del aula, donde ya se encontraban varios alumnos aguardando el inicio de la clase. Afortunadamente, volvía a arribar antes de la hora estipulada. Me causó beneplácito encontrarme con los rostros de mis estudiantes, quienes se habían tomado la molestia de encerrarse ahí a esperarme, posiblemente por mi temprana llegada la última vez que los viese. No perdí tiempo, y dejé mi bastón y el sombrero sobre el escritorio. Aguardando un instane a que todos estuviesen listos para dar inicio a un nuevo día.

-Bien, antes de comenzar, debo ofrecerles una disculpa por no asistir la vez pasada. Últimamente he tenido problemas de salud y me vi en la necesidad de consultar un especialista- fue lo único que dije, no necesitaba entrar en detalles. Las formalidades habían concluido- Ahora, si mal no recuerdo, todos me deben dos tareas: la primera una reseña sobre el periodo que comprende la Historia Contemporánea, y la otra la importancia del trabajo en equipo a través de la historia... y no, estoy enfermo del cuerpo, mi mente está en óptimas condiciones- o al menos eso esperaba- ¿Alguien desea empezar? O tengo que designar a uno por mi propia mano

Entre detras del profesor y lance una rapida mirada a la clase, buscando un sitio vacio al fondo de la misma. Lo encontre al fondo, pegado a uno de los ventanales que permitian el paso de la luz al aula. En cuanto me sente, lo primero que hice fue abrir la ventana, necesitaba aire fresco, que no oliera a humano. Tendria que averiguar si von Wednar sabia de mi naturaleza, quizas en algun momento tendria que salir antes de clase por asuntos de necesidad mayor.

No llevaba papeles para tomar apuntes ni boli, tampoco los necesitaria, mi mente era capaz de recordar cada detalle por nimio que fuera. Espere a que el profesor terminara de introducir la clase, por lo visto habia mandado tarea en la anterior clase. Permaneci en silencio, obviamente a mi no me iba a señalar para que expusiera mi trabajo. Mientras esperaba que alguien se presentara voluntario examine con la mirada a los que iban a ser mis compañeros de curso...

Abri la puerta de un solo golpe y mire a mi alrededor buscando a alguien.
Cuando al fin lo halle grite d ela alegria

- Chris!! - corri a donde estaba ignorando completamente al profesor de la clase, abraze a Chris con fuerza y afecto estaba muy emocionada por contarle la nueva notivia - Chris Christ! te he estado buscando por todos lados...- me sente en el mesabanco de frente a el completamente feliz, Chris era mi primer amigo y una de las unicas personas que me hablaban, continuaba abrazandolo..cualquiera pensaria que eramos algo mas que amigos, pero la verdad, era que no sabia de que otra forma comportarme con el - Chris...jamas te vas a creer lo que acaba de suceder!

Off:Si me eh equivocado y no se puede estar aqui, una disculpa y ya me meti xD

La idea de entrar a la Universidad había sido mia, no podia arrpentirme ¿o si?, bien creo que no, deje a Kate en la biblioteca, revise mi horario y decia que tenia clase de.. ¿Historia?, bien no era una clase en la que supiera que me iría de maravillas pero no podia quejarme, camine hasta donde me habían indicado que estaba el aula, bien me encontraba afuera, frente a la puerta inseguro si entrar o no, pero mis padres habían sido claros, abrí la puerta con precaucion, visualice el aula, aun no habian llegado muchos alumnos, aunque todos tenian un aspecto... "extraño", bien debia de ser cosa mía, le hice una seña al profesor para saber si podia pasary este movio ligeramente la cabeza, por lo que pase y me senté en un pupitre vacío, ya había dado comienzo antes de que yo entrase asi que me limite a sacar un cuaderno y boligráfo, esperando algún dato que anotar-.

Mientras un silencio casi sepulcral reinaba en el aula, y mi mente se preguntaba si alguien por lo menos había sido capaz de realizar tan sencilla tarea. Desde luego, aunque estababa perfectamente consciente de las habilidades de los tres vampiros recién llegados a mi clase, no iba a cometer la imprudencia de dirigirles preguntas a ellos... todavía no, aguardaría un poco. De todos modos, otros inmortales también tomaban la clase... ¿qué mundo era aquel en que vivía, donde humanos e inmortales vivían como si nada, estudiando en el mismo sitio?

Inmerso en mis pensamientos, apenas fui capaz de ver como una desconocida ingresaba en el aula, haciendo caso omiso de mi presencia en el lugar. Si bien estaba casi seguro que no pertenecía a mi clase por la forma de irrumpir en el recinto, tampoco permitiría que estropease el ambiente del aula.

-Señorita- dije refiriendome a ella- desconocida, estamos en medio de una clase. Como se dará cuenta, la puerta existe, y existe por un par de razones: primero, para avisar de su llegada y evitar incurrir en una descortesía como la que acaba de realizar; segundo, para que yo sea quien dictaminé si puede o no entrar en mi clase. Ahora- continué sin poner un matiz de severidad, a sabiendas del poder de mis palabras-, me gustaría que abandonase el recinto, o me veré forzado a restar puntos en la calificación del señor Brahms- solicité exhibiendo una afable sonrisa.

Entretanto aguardaba una acción de la joven, un nuevo estudiante, o eso creí cuando me pidió la entrada, se presentó. No me extrañaba, pues, como Frost, Brahms y Patsy, debían existir otros cuantos alumnos recién ingresados en la universidad. Asentí con la cabeza, y continué esperando

Escuche a Chris y asenti.

- Si Chris..lo lamento...- me levante del mesabanco soltandolo y camine hacia el frente del salon, mire al profesor sonriendole pero con algo de seriedad para que no pensara que estaba bromeando con el - realmente disculpe la interrupcion profesor, creo que no me di cuenta de lo tarde que era y que la clase ya habia comenzado..le aseguro que jamas volvera a suceder, pero..porfavor..no casite a Chris...el es un alumno muy bueno...- le dirige de nuevo una sonrisa, esta vez con un poco de coqueteria inocente de vampira, y luego me dirigi a la clase.

- Disculpen mucho si los interrumpi y ofendi de algun modo, estoy completamente apenada...pero les prometo dejarlos ya...compermiso - camine hacia la puerta y justo antes de salir me voltee y dije en voz normal - adios Chris!...- y luego lo mire fijamente- pero mas vale que si me busques...- le sonrei nuevamente feliz de que no estuviera enojado y sali del salon.

Disculpandome era buena...era algo que Liam me habia enseniado a hacer dadas las tantas veces que lo habia metido en problemas....esperaba que realmente me buscara, habia sentido que aquello fue una mentira (mi habilidad me lo advirtio) pero esperaba que con mi advertencia bastara.

Entré al salón con paso apretado. Para colmo de males, esta era la segunda clase de historia del semestre, y no tenía ni idea de qué habían hecho durante la primera. Tan pronto vi al Profesor Von Wednar, supe que era casi seguro qeu tenía un boleto a horas gratis en la Biblioteca de la Uni. Caminé hacia el escritorio del profesor.

-Buenos días, Profesor -dije, entregándole los papeles que me habían dado en la preinscripción- Lamento no haber venido a la primera clase, y me gustaría saber si debo presentar algún trabajo, así como qué tema trataron, para leer por mi cuenta.

Esperé pacientemente a que el hombre me respondiera. Esperaba que no hubiese mucho problema con ello.

Meneé la cabeza a modo de reprobación. Por muy divertido que se me hiciera la escena presenciada unos instantes atrás, debía dar a respetar mi clase, y eso sería exactamente lo que haría, pues mi trabajo siempre era primero... en algunos casos no, pero aquel caía en lo normal. Por fortuna, la joven desconocida y el señor Brahms comprendieron mi punto satisfactoriamente, lo cual me generó satisfacción, ya que no deseaba emplear medidas más drásticas para indicar mi jerarquía en el aula.

Tras la salida de la joven, y un breve instante de calma, un nuevo alumno se presentó en el aula. Vaya, todo indicaba que aquella hora se perdería entre mil interrupciones, sin lugar a dudas. Estaba algo contrariado por ello, pero evité demostrarlo, requería exhibir una actitud firme ante mis estudiantes. Recibí los documentos que acreditaban a mi nuevo alumno...Ben Cheney, por lo que se leía en ellos.

-Todo en orden, señor Cheney. Bienvenido a la clase. Por favor tome asiento donde guste, y, por ahora digamos que se encuentra al corriente en todas las actividades de la clase.

Volví la mirada a mi apática clase. Comenzaba a frustrarme el silencio, al menos en el ámbito académico. Era momento de tomar cartas en el asunto, pues me encontraba prácticamente seguro que nadie se atrevería a hablar, a menos que yo les motivase a ello. Di un golpe al suelo con mi bastón, y entonces cambié la estrategia.

-De acuerdo. Cambiaremos la dinámica de esta clase si así lo desean- dije en un tono que sonó más a una amenaza- Señor Frost, desde su punto de vista, ¿por qué es importante el trabajo en equipo? Y no me refiero solo a la época presente, sino a través del tiempo- pregunté, dando un ritmo diferente a la clase

Despues de salir de la enfermeria, y de ser diagnosticado con influenza, me meti a la clase, con demasiada fiebre, y estornudos. Mi cuerpo me dolia horrible. Entre al salon de la manera mas prudente que podia. Estornudaba en voz baja, para no poder interrumpir la clase.

Por fortuna, esta clase la habia estudiado dias antes. Podia saber exactamente lo que iba a decir. No por nada habia pasado dias enteros hablando de trabajo en equipo.

Asentí con la cabeza y me volví hacia los puestos. Entonces, ví a Testament, que tosía y estornudaba en voz baja. Se veía bastante enfermo y entonces agradecí que mis defensas fueran relativamente buenas.

-Hola Test -lo saludé en voz baja- ¿Necesitas pañuelos? -dije, ofreciéndole unos cuantos desechables que mantenía en mi morral.

Entonces, con un abrpto golpe de su bastón, el Prof. Von Wednar empezó su clase. Le miré atónito, mientras los otros sólo daban un respingo. Al parecer,ése era el método del profesor. Preguntó a un chico sobre el trabajo en equipo, e inmediatamente empecé a pensar mi respuesta. Si, en últimas, el chico no respondía, tomaría la palabra: Que me hubieran eximido del trabajo de la primera clase era algo que debía agradecer,y de paso, debía mostrarle al profesor que no era un pequeñajo irresponsable.

A pesar de estar en la ultima fila pude escuchar al profesor con claridad, se dirigio hacia mi buscando una opinion y yo se la daria. Dije con voz clara desde me sitio al fondo:

- Segun mi punto de vista los humanos so... somos- habia estado a punto de decir sois, no me podia permitir ningun desliz en ese sentido-... una especie que se caracteriza por su vida en sociedad, un humano por si solo dificilmente sera capaz de capaz de cambiar el rumbo de la historia en cambio un grupo de personas debidamente jerarquizado ya lo ha logrado en varias ocasiones.- hice una pausa evaluando la expresion del profesor- Hay varios ejemplos de eso, a gran escala baste nombrar por ejemplo la Segunda Guerra Mundial, donde el bloque aliado formo un grupo que resistio al enemigo, y a pequeña escala nos bastara con fijarnos en la cuadrilla de obreros que levanto este edificio. Como se suele decir, cuatro ojos ven mejor que 2 y por lo tanto 2 cerebros trabajaran mejor que uno. Pero me gustaria aclarar que bajo mi punto de vista el trabajo en equipo no consiste el trabajo entre iguales, sino el trabajo entre personas con habilidades y conocimientos diferentes bajo la supervision de un lider. Quiere que le ponga mas ejemplos historicos?? Los hombres de la edad de piedra necesitaban ser un grupo para sobrevivir... y a partir de ahi, que mayor grupo que la propia civilizacion??

Calle con esa ultima pregunta retorica, me habia pedido su opinion y yo se la habia dado, tanto si le gustaba como si no. Mire al resto de la clase esperando que alguien me rebatiera...

Esbocé una sonrisa de satisfacción tras escuchar con detenimiento y beneplácito las palabras del señor Frost. Parecía que los vampiros, los inmortales en general, eran capaces de pensar con mayor celeridad y claridad que un humano... al menos que la mayoría, no lo dudaba. Desde luego, en mis años alrededor del mundo, estaba consciente que mis humildes capacidades superaban con relativa facilidad las de algunos bebedores de sangre, incluso muy ancianos, cuya eternidad les había perturbado la mente a un grado irreversible.

Otro motivo de mi alegría radicaba en la similitud de ideas entre Frost y yo. No obstante, eso carecía de relevancia al momento de emitir una opinión sobre su particular punto de vista. Me gusta corregir a mis estudiantes, lo veía como una forma dinámica de incrementar su panorama, su visión sobre el mundo, tan requerida en la época actual.

-Han sido palabras brillantes y atinadas, señor Frost- comencé recargándome ligeramente sobre mi bastón- Nosotros- dije haciendo cierto énfasis en la palabra-, tenemos cualidades muy elevadas, intelecto que, si la consolidación adecuada es desperdicio. Cabe señalar, que, no siempre, dos cerebros piensan mejor que uno, señor Frost, esta es una concepción erronea. A lo largo del tiempo, las mentes de dos han probado ser más conflictuales que la de uno solo, al no ser capaces de conjuntar sus visiones adecuadamente. Fuera de ello, concuerdo en su mayoría con lo que nos acaba de exponer.- hice una breve pausa, mirando a cada uno de los presentes- Ahora, alguien refute lo que hemos escuchado, diganme los motivos por los cuales el trabajo en equipo puede conducir irremediablemente al fracaso- di un nuevo golpe con mi bastón, para mantener despiertos a todos

Estaba decidido a participar, pero al menos no forzado bajo los términos de "refúta lo anterior". ¿Y qué si estaba de acuerdo con ello? Prefería argumentar mi posición que fingir otra. Levanté la mano.

-No pienso refutar lo que mi compañero dijo -expresé- Dado que estoy de acuerdo con algunos apartes de su afirmación. A través de la historia se ha visto que los seres vivos sobreviven mejor en la medida que tengan grupos bien estructurados: Las manadas de leones, los grupos de gorilas, nuestra misma sociedad -señalé- SIn embargo, estos grupos deben tener una cabeza: Si bien hay miles de ojos y miles de cabezas que ven y piensan en su entorno, ¿qué tipo de desorden sería el mundo si se rigiese con éstos parámetros? Entonces todo sería una confusión, dado que mis pensamientos son radicalmente distintos a los de otras personas...

Hice una pausa, listo para coger el hilo del Profesor Von Wednar.

-Sin embargo, esto de tener un lider no significa creer ciegamente en éste... ¿Qué pasó con Alemania tras la Segunda Guerra Mundial? Además que tuvo una de las crisis económicas y políticas más fuertes de los últimos años tras la caída de Hitler, el pueblo alemán, conducido ciegamente por Adolf Hitler, asesinó millones de personas inocentes, por un concepto que, para mí, es obsoleto e irracional -tomé aire y continué- Hay que dejarse llevar hasta cierto punto, más no ciegamente: A veces causa más daño el no estar pendiente que el ser "rebelde".

Exactamente lo que buscaba... mover las mentes de mis alumnos a una posición distinta a la que yo les demandase, que ingeniasen sus ideas propias y no tuviesen temor de expresarse frente a la clase, vencer el miedo al que diran... estupendo fue mi pensamiento en ese instante. Desde luego, y como mi política me forzaba, requería hacer algún aporte a las ideas del señor Cheney, quien comenzaba a darme una buena impresión por su actitud.

-Rebelde, señor Cheney, es una palabra un tanto extrema, al menos en mi vocabulario- mi voz tenía aquel matiz confiado que me encantaba-. Cuando usted enuncia la rebeldía, asumimos un acto de lucha total en contra del poder, o del equipo a cargo del gobierno en turno. Que, si bien es necesaria en muchos casos, la mayoría de las veces puede solucionarse con el empleo de un adecuado razonamiento y las ideas correctas llevadas a una mesa de negociaciones- me encogí de hombros- Repito, no es que no considere las insurreciones armadas una necesidad bajo determinadas circunstancias, pero ese será el tema de otra clase. Ahora bien, demando otro punto de vista. ¿Alguien tiene el caracter suficiente para emitir su juicio particular respecto a este tema?

Me tome unos segundos para responder, dejando que otro alumno tomara la palabra. Me gustaba el enfoque que le estaba dando el profesor von Wednar a la clase, te obligaba a replantearte cosas, a abrir tu mente a nuevas ideas y cambiaba tu enfoque sobre determinados temas. Como vi que nadie parecia tomar la palabra sobre un tema tan espinoso como el de la rebeldia lo hice yo, ya que tenia mi opinion bien formada sobre el tema desde hacia tiempo.

- La rebeldia es subjetiva, volvamos a lo que dijo mi compañero. Seguramente durante el mandato del Hitler hubo gente que le intento derrocar, matarlo para imponer un nuevo gobierno, para Hitler y su regimen esos serian unos rebeldes traidores en cambio para el resto del mundo esa gente serian libertadores. Es como el bien y el mal, todo es relativo. Yo por ejemplo nunca me considerare un rebelde, pues no considero que haya algo a lo que deba obedecer en contra de mis principios y por lo tanto no puedo desobedecer y considerarme ser un rebelde antisistema.

No era uno de esos tipicos antisistema, solo que habia normas que las consideraba estupidas, desde siempre me habia guiado por mis propias normas que en los aspectos basicos coincidian con las normas impuestas, pero al fin y al cabo, las leyes y reglas de conductas estaban ideadas por y para humanos, por lo que no eran aplicables a mi condicion.

Frost y Bramhs parecían inspirados, o conocedores de lo que tratábamos en la clase en ese momento, siendo esto último lo que lucía, a mi juicio, más factible. Me mantenía curioso del como se desarrollaría mi asignatura con ellos ahí, así como el resto de mis alumnos. ¡Que prodigiosa variedad de especies reunidas en un solo lugar!

Pese a los sentimientos de admiación que se despertasen en mi interior en los breves segundos de distracción de los cuales fuese víctima a ciertos intervalos, conseguí atender correctamente a las palabras de mis estudiantes. Mi mente se puso a cavilar alguna cosa que opinar al respecto, pues, ciertamente, no me quedaría callado, mostraría de lo que un humano era capaz, intelectualmente hablando. Dicho así, ese debate se transformaba en un duelo mental entre dos razas, muy divertido según yo.

Giré el bastón con cierta gracilidad, para dar un pequeño y súbito golpecito. Miré con relativa frialdad a los presentes, sintiendo sus expectantes ojos posarse sobre como las aves de rapiña aguardando el momento de comer.

-Recapitulemos los puntos importantes- comencé con tranquilidad- Hemos mencionado que el trabajo en equipo durante los siglos, ha representado, muchas veces, una clara oportunidad de alcanzar las metas que un grupo de individuos se plantean, incluso podríamos ampliar el concepto a sociedad. Ahora bien, esto es imposible sin la guía meticulosa de un líder con buenos dotes. La rebeldía, señores, en este caso, la dejaré de lado, pues, como mencioné hace unos momentos, habrá tiempo para analizarla- me detuvé un instante para reorganizar mis ideas y tomar un respiro- Pero, existe algo que nadie ha mencionado, aún cuando va casi implícito, un punto que, más de una vez, ha sido crucial, decisivo para determinar el cause que la historia tomará, en ocasiones, por centurias. Eso, señores, se llama motivación.

Una sonrisa triunfal volvió a cruzar mi rostro, pues me preguntaba quien habría tenido una idea semejante en la mente cuando yo declarase aquello. No dudaba sobre la remota posibilidad de que alguien acogiese esa idea, sin embargo, acababa de terminar su tiempo para expresarse antes que yo.

-Sin una motivación, y podemos elegir desde la simple supervivencia hasta la sed de poder o sangre- un impulso me hizo mirar de soslayo a Frost y Brahms-, disponer de un grupo de personas con la capacidad de organizarse, trabajar en equipo, escoger un líder, etc, es perfectamente inútil. De lo contrario, un día realicen la prueba: reunanse sin un por qué, y verásn que no logran nada. Claro, el aburrimiento los fastidiará, e impulsados por él, se ingeniarán algo que hacer, motivados por liberarse del oscio. ¿O acaso estoy errado?- pregunté a todos, aguardando alguna nueva opinión.

No sabia si era cosa del azar o si por el contrario el profesor Von Wednar habia previsto que la clase se desarrollara como un duelo dialectico, un duelo de ingenios entre estudiantes y profesor, intuia que asi lo habia previsto el profesor. Y ciertamente aquella forma de dar la clase me motivaba, por lo que me quede callado en busca de una replica, aunque no se podia discutir al profesor en ese aspecto, era la pura y simple verdad.

Me llamo especialmente el punto de la sed de sangre, como si el profesor fuera consciente de mi verdadera naturaleza, quizas queria demostrar que aun los humanos podian competir con los vampiros en algun aspecto de la realidad.

- Estoy de acuerdo con usted en el aspecto de que todo grupo necesita un fin, una meta, pero sin embargo tengo que discrepar en la cuestion de que si nos reuniriamos unos cuantos sin meta previa, el grupo no tendria razon de ser. Como usted dijo antes, la motivacion va implicita en el grupo, y si nos reunieramos unos cuantos, automaticamente tendriamos la meta como grupo de pasar un rato juntos, en compañia. Luego como usted ha dicho surgirian otras motivaciones que influiran mas o menos en la conducta del grupo. En resumen, asi como de manera individual cada individuo tenemos la motivacion instintiva de sobrevivir y existir, el grupo tiene como motivacion basica y a partir de la que se cimentan las demas, el simple objetivo de mantenerse unido.

Sonreí ante las palabras de Frost. Me sentía satisfecho de saber que mis alumnos tomaban, relativamente, la clase de acuerdo al planteamiento que yo hiciese. Si seguía así, no dudaba que lograría conseguir un excelente resultado al final del semestre. Claro, debía estar consciente de que no podía esperar lo mismo de humanos que inmortales, pues nuestras capacidades estaban distanciadas por un terrible abismo de celeridad intelectual, pero sería exigente acorde a la especie de cada uno.

-He mencionado que la motivación es primordial en el desarrollo del éxito en equipo, no que sea una cualidad implícita en él, señor Frost- señalé meditando mis propias declaraciones- No obstante, se requiere un motivo por el cual formar un grupo, de lo contrario jamás vería la luz este, ciertamente- me callé un breve instante para dar un breve cambio en el curso de la clase. Después, más decidido, continué, recitando esta vez.

La virtud del trabajo en la historia,
se ha forjado con dureza y parsimonia,
dando resultados formidables,
y también fallos abominables.

El poder ha conseguido,
no sin convertir sangre en vino,
satisfacer a ricos y ostentosos,
olvidando a pobres y andrajosos.

Pronto ustedes serán del mundo sal,
o su invencible mal,
pero recuerden que un equipo,
los puede llevar hasta el olimpo.

Concluí mi pequeño e improvisado grupo de versos. Sabía que por no aplicar gran esfuerzo podría estar errado, pero no importaba, lo único que desaba era forjar en mis alumnos las idea ferviente de que aceptar el trabajo en equipo les podría permitir alcanzar cualquier meta, más sencillamente que solos. Me recargué sobre el escritorio, aguardando los comentarios que surgiesen al respecto.

Levante mi mano, queria dar una opinion un poco mas diferente, y no tan profunda, como la de mis compañeros:

- Bueno, a mi me gustaria añadir algo, aunque, podria parecer que este fuera de orbita. - dije con algo de temor- No creo que debamos irnos muy al extremo con la rebeldia y esas cosas. Solamente observemos los principios de la administracion, y el principio de todo grupo, y toda cultura. Recuerden a los primeros hombres que habitaron la tierra. Hombres que no sabian de que alimentarse. Estaban siempre juntos en todo momento, la necesidad puede ser un factor importante para la creacion de grupos. Acaso no recuerdan lo que nos contaban en historia en secundaria? Los hombres que de repente se formaron para cazar, recolectar, cuando descubrieron el mundo que los rodeaba, y estaban juntos. Y luego que vemos? Aldeas, grupos, familias, etc. Todos ellos formados por un fin, como lo mencionaron por ahi mis compañeros, por la supervivencia. Y saben que tambien tuvo que pasar? Se aprendieron a comunicar.

Volteo a todos lados- Si, asi es, sin comunicacion, no puede haber trabajo en equipo. Por eso muchos grupos fracasan despues de tiempo : Las Spice Girls, Sonny y Cher, y demas personas que trabajaban juntas se separaron, por cosas que no pudieron resolver. Por eso... es importante revisar en el transcurso de la historia, los ejemplos de grupos que lograron sobrevivir, por el simple hecho de estar juntos y unidos... no por nada los Power Rangers siguen siendo multi color y en grupo- me rei un poco.

Levanté mi mano, quisiendo dar mi opinión acerca de los planteamientos que se estaban dando. El profesor Von Wednar me dió la palabra y empecé.

-Aunque la individualidad no es mala -dije- Lo que es malo es que cada integrante del grupo quiera imponer su propia manera de pensar sobre la de los demás... Yo pienso que ése es el motivo que daña la buena marcha de una relación grupal. Además que, insistiendo con lo que dije antes, si se pierde la individualidad de la persona, un lider maquiavélico puede usar ese pueblo para fines no muy buenos para ellos... Y para cuando piensen "¿esto estará bien?" ya estarán tan hondo en el hoyo, que no podrán salir tan fácilmente.

Hice una pausa y tomé una bocanada de aire.

-Hay que aprender a mantener la propia individualidad sin afectar la de los demás, creo yo.