Por la gloria de la tierra madre?(Aidan)

Entre a la noche a la tienda para buscar unas cosas que tenia que llevar a la casa,ademas de alguna venda para mi brazo que me había lastimado estando fuera haciendo guardia como siempre.
Abrí la puerta de la tienda que mantenía con mi hermana y al que mi hija le había dado nombre y entre con mi brazo medio sangrando y estando un tanto agotado y cansado, encendí solo la luz del recibidor y el resto las deje apagadas.
Mire el reloj,marcaba las 02:50 , así que si,era bien tarde casi.
Deje las llave en escritorio de Andy y camine hacia el fondo de la tienda bajándome la capucha. Encendí un cigarrillo y me quede en la oscura zona de practica de tiro fumando despacio y aguantando el dolor de mi brazo herido.

-Hola?-

Escuche un ruido en la tienda,pero supuse que era mi imaginación,por lo que seguí en lo mio.

Acababa de concluir mi inspección del día. Estaba algo cansado por el viaje alrededor de Port Angeles ese dia, y entonces fue cuando di gracias por tener un jeep que me ayudase a transportarme de un lado a otro con facilidad. Era notablemente tarde, el sonido de los animales nocturnos se escuchaba con bastante facilidad por doquier. Desde luego, tenía cosas más importantes de que preocuparme, como ubicar a mi medio hermano para acabar con él de una buena vez.

En mi camino de retorno, pasé por la tienda de armas. Al ser más de medianoche, me alarmé un tanto al percatarme que la luz se encontraba encendida. Tal vez Andy se encontraba dentro haciendo algunos ajustes, lo ignoraba realmente. No perdía nada dandome una vuelta para revisar que las cosas anduviesen en orden.

Entre con cuidado, para no asustarla, y entonces alguien habló, desde más allá de donde la luz podía revelarme. Posé mi mano sobre la bayoneta, solo por si acaso.

-¿Todo bien?- pregunté yo esta vez.

Me asuste cuando alguien me hablo y manotee la pistola de balas de pintura que se había olvidado Andy de guardar y me caí al suelo,el brazo me seguía doliendo y mire al extraño que me hablo.No podía enfocar muy bien que digamos ya que estaba bastante mareado y perdí sangre al caminar desde la montaña a la tienda.
Me levante como pude y alce una ceja en dirección al extraño.

-Y tu quien cuernos eres?...-

Note el movimiento de su mano hacia la cintura y lo mire mas fijamente.

Aunque no era un fiel devoto de juzgar por las apariencias, el sujeto frente a mi tenía la pinta exacta de un maleante. Claro, no podía negar que cualquiera que me viese, más aún, con el tatuaje en el brazo, pensaría lo mismo de mi rápidamenet. Carecía de relevancia mis cavilaciones, ahora debía indagar más sobre el sujeto, no iba a permitir que irrumpiese así en la tienda de Andy.

-Vamos, esa pregunta debo hacerla yo primero- dije desenfundando velozmente mi bayoneta militar, a sabiendas que el sujeto estaba en el suelo y le tomaría algo de tiempo reincorporarse. Además, tenía la ventaja por estar de pie. Podía esquivar cualquier movimiento a la mínima señal. No obstante, era mejor a corta distancia que lanzando- ¿Qué haces en esta tienda a esta hora?

-Vas a clavar soldado?-

Me levante rápidamente y me quede frente a el,con la punta de su cuchillo a unos centímetros de mi estomago me reí de la misma manera que un maniático lo aria y le mire fijamente a los ojos con una sonrisa medio desquiciada,la sangre de mi hombro había parado y los huesos poco a poco se habían curado.
Puse mi mano sobre su muñeca y comencé a apretársela.

-Eso no te importa...-

El tipo era rápido, no podía negarlo, o tal vez yo estaba algo cansado como para contraatacar antes de tenerlo considerablemente cerca de mi. Moví la cabeza hasta que lo observé casi en diagonal, con mi mirada inexpresiva, pero llena de éxtasis al mismo tiempo. Su risa me dio más ganas de matar, al grado que la adrenalina sustituyó la punzada en la muñeca con la cual sujetaba la bayoneta. Vaya, al fin un poco de acción en ese pueblo tan pacífico y aburrido, al menos un poco de diversión antes del gran día.

-Podrías tener razón, pero no voy a dejar que le arruines el negocio a Andy Curner- le espeté, mientras usaba mi mano libre para hacerlo girar sobre si mismo.

-Que tienes ver tu con mi hermana soldado?-

Me aleje y me senté en el suelo,busque en mi bolsillo y saque un atado de cigarrillos y encendí uno y le lance el atado al hombre que tenia delante mio.
Cerré los ojos y luego los abrí mirando al hombre a los ojos y conteniendo un gemido de dolor por las costillas medio rotas.

¿Su hermana? Andy había mencionado que existía otro Curner... pero jamás creí que fuese él. Ambos eran tan diferentes el uno del otro, que me sorprendía que yo me atreviera a creer eso. Sin embargo, de ser así, las circunstancias en las cuales le habría encontrado me ponían a mi como un impulsivo imbécil psicópata... genial, absolutamente genial. Tomé un cigarrillo, le devolví el resto al sujeto, sacando mi encendedor para prender mi cigarrillo.

-La conocí hace poco. Al venir a comprar un Colt Python- luego, sintiendome con el deber de proceder así, añadí- Siento mucho haberte atacado así.

Asentí con cerrando un ojo y levantando la ceja del otro y me coloque en su lugar el hombro con cara de dolor y mordiendo la colilla del cigarrillo.
Luego soné las cervicales de mi cuello y columna me puse la capucha para cubrirme de la poca luz del local que me resultaba molesta, así que mi hermanita ahora se acostaba con soldados rusos?que excelente,la mataría cuando volviese a tener mis patas sobre la tierra,suspire y me levante mirándolo a los ojos,me di vuelta y me dirigí a la trastienda del lugar.

-Conseguiste lo que querías,o tuviste que elegir otra cosa?mi hermana no esta tan bien informada con las armas como yo,y mira que nuestro abuelo fue soldado de la 5º división de fusil semiautomático en la segunda guerra...no importa,cambiando de tema,hace mucho te acuestas con ella?-

¿Quién demonios pensaba el hermano de Andy que era ella? O la joven Curner se había forjado una mala fama por acontecimientos pasados completamente ignorados por mi, o su hermano era una clase bastante especial de patán prejuicioso. En cualquier caso, no tenía los argumentos para plantarme una idea firme en la cabeza, pues no conocía bien ni Andy ni a su hermano.

-Sí, conseguí el arma que necesitaba, gracias- dije tranquilamente- Y, ¿por qué habría de haber tenido un mayor acercamiento a Andy? Simplemente compré un revólver- añadí sin darle mucha importancia al asunto.

-Ella es joven y...en mi familia,hay una enfermedad hereditaria,que aparece cada nueva generación,yo fui el primero,luego mi primo y por ultimo Andy...y bueno,trato de que mi hija no tenga esa enfermedad...se activa cada vez que aparecen dos niños en la familia y una niña,lo siento...mmmmmmm......te apetece un café viejo?-

Puse la cafetera en modo on,y algo de café para hacerlo,saque dos tazas y suspire pensando en el aire y mi cabeza se dejo llevar al momento en el cual me había cruzado hacia tres años con los fantasmas de mis antepasados,los cuales me habían explicado que desde mi nacimiento,la magia de nuestra sangre animal despertaba,y estaba decidido a evitare a Mary esa carga tan pesada.

-Seguro, un café estará bien- dije aceptándo la invitación sin dudarlo.

Así que Andy tenía una enfermedad, herditaria por lo que acababa de escuchar. Era algo raro, pues no parecía, en modo alguno, afectada por ningún padecimiento, al menos no hasta donde mi capacidad de observación médica me permitía deducir. Quizá sería algún tipo de enfermedad que se manifestaba internamente, y vaya que existían varios. No obstante, el hermano de Andy tampoco parecía encontrarse mal... Algo extraño, o tal vez yo estaba acostumbrado a tratar padecimientos muy rudos y terribles. Sin embargo, ¿había dicho que se activaba cuando dos niños y una niña nacían? Eso, sin duda, no era común.

-Tú o Andy no parecen enfermos en lo más mínimo- rompí el breve silencio motivado en parte por la curiosidad- Traté muchos casos en Alemania hace tiempo, y se ven óptimamente ambos- señalé con algo de cautela.

Sonrió de costado durante un momento cuando escuche las palabras del soldado. Negué con la cabeza y suspire profundamente.

-Pobres humanos...-

Le pase la taza de café y lo mire detenidamente,tratando de adivinar su edad,algo completamente erróneo en mi,ya que no podría volver a ver nada mas que no fuera una lluvia no anunciada en el noticiero.
Tome un sorbo del café y me centro en el liquido que había dentro de mi taza,saque otra vez el atado de cigarrillos y le le ofrecí al soldado uno,lo volví a mirar mas fijamente,y una pequeña risa se me escapo de mi interior.

-Dime Soldado,que edad tienes?-

Probé un poco del café que el hermano de Andy preparase unos instantes antes. No estaba mal, o al menos me había acostumbrado a que todo lo que me pudiese mantener vivo siempre sería bueno sin importar nada. Tomé un cigarrilo y me lo llevé a la boca, meditando un momento. Luego, tras escuchar la pregunta de aquel hombre frente a mi, un par de dudas asaltaron mi mente... pero no les di gran importancia. Más bien, aquella interrogante se me antojaba algo cómica, producto de la mera curiosidad. Di un pequeño suspiro para contestar.

-Si mis cuentas no me fallan, en unos meses tendré treinta y nueve- fue mi tardada respuesta- Quizá me hago viejo- añadí con indiferencia- ¿Por qué?

(off : Perdon por haberme retrasado tanto U.U)

Me reí estruendosamente y lo mire con una media sonrisa en la cara,suspire y tome un sorbo de café mirándolo por el borde de la taza.

-Debo decirte que entonces no conoces a ninguno de mis abuelos,ya que todos murieron en la 2º guerra...interesante,eras menos que un bebe cuando todo paso-

Encendí otro cigarrillo y me quede mirando a un punto fijo en la pared cuando recordé lo que me había dicho el espíritu oso de mi tatarabuelo indio.Puse el cigarrillo en mi boca y me estire en toda mi complexión,mire la hora y faltaba poco mas para el amanecer,afuera estaría frió probablemente,pero poco me molesto.

-Larga historia de lo que somos nosotros...o sea,yo y mi hermana....-