Día de madre y hija (brody)

Los estudios de cierta manera me tenían exhausta, hacia tiempo que no estaba con mi madre y eso me preocupaba, por lo que decidí ir a visitarla, quería enseñarle que había vuelto a tocar guitarra y eso me entusiasmaba, seguro que a ella le iba a agradar.
Pase por Seattle a comprarle unas bellas rosas.


maneje a casa rápidamente, cuando llegue baje del auto encantada y me encamine a casa con el ramo de rosas en las manos, abrí la puerta y entre.

-mamá- grite con alegría

Extrañaba de una manera intensa a Freda y Laurent, ellos, por el trabajo y la escuela, se la pasaban menos tiempo en casa, yo me habia vuelto una maniatica de la limpieza. Estaba intentando esfumar el poco polvo que habia, tarareaba una canción, inventada por mi, cuando escuché la puerta, segundos antes habia percibido su aroma.
-Freda!!- grité mientras me dirigia a la puerta. Noté el hermoso ramo de rosas en sus manos. Sonreí.
-Gracias Freda, como estas? te he extrañado mucho- dije mientras tomaba las rosas y la abrazaba, todo en un ágil movimiento. Percibi el aroma de las flores, que mezclado con el olor de Freda hizo una combinación esplendorosa.

Abracé a Brody con ternura, la extrañaba tanto, su aroma seguía tan exquisito como siempre, me alegre de que le aya gustado mi sorpresa.
-yo también te he extrañado mamá, no te imaginas cuanto- la abrace más fuerte.

-tengo tantas cosas que contarte!- agregue efusiva mientras acariciaba su rostro.

-Como has estado?- pregunte, tome de su mano y la guié al living, mi sonrisa se podía notar a leguas de distancia.

En el living pusé las rosas en un florero con agua que estaba ya reservado para las que cortaria esa tarde en el jardin, ya no iba a ser necesario, agradecí en mi interior por ahorrarme esa tarea, al final de cuentas no me pesaba, pero me dejaba tiempo para inventar otra canción, me rei para mis adentros, divertida. Miré a Freda con esa emocion en los ojos, me la transmitió en cuanto la vi cruzar el umbral.
-He estado bien, ya sabes, me aburro mucho aqui sola- dije mirando al suelo. -Pero me da gusto que estes aqui- la tomé de la mano y nos sentamos en el gran sillón blanco.
-Cuentame, que tal la universidad?. te gusta?- pregunté mientras ponia un mechón de su cabello detrás de la oreja.

Me entristeció, de cierta manera la respuesta de brody me sentía culpable, pero no sabia que hacer al respecto, siempre quise estudiar.

-ha estado bien, he conocido a varias personas, también conocí a una vampira vulturi, tengo una clase con laurent, me siento feliz, el único problema es que me aleja mucho de ti- conteste triste ante lo ultimo.

-mamá!, se me olvidaba- dije efusiva- Volví a tocar guitarra- agregue feliz.

-si quieres toco algo para ti- continué con una amplia sonrisa.

-Conociste a un Vulturi?- dije sorprendida, una clase con Laurent? pensé, sin duda estaba perdiéndome muchas cosas.
La miré con tremenda curiosidad cuando mencionó lo de la guitarra
-Tocar algo para mi?- me sorprendia lo poco que yo sabia de Freda, me sentí culpable y solo asentí con la cabeza.

Sonreí ante el asombro de mi madre.
-si, y si- le dije a brody sonriente.

Me acorde que había dejado mi guitarra en la fraternidad.
-mmmm.... solo tengo un problema, no traje mi guitarra- agregue pensativa.

-me puedes prestar una tuya mam?- pregunte, nunca había tocado sus guitarras, con suerte las había visto de lejos.

Dudé un poco, hacia años, que ni siquiera yo tocaba esas guitarras, eso de "tenerlas de coleccion" lo tomaba muy en serio. Sonreí mientras jugaba con mis dedos.
-Ok, supongo que algun dia tendré que dejartelas de herencia- me rei sarcástica.
-Ven- la tomé de la mano y caminamos hasta aquella habitacion adaptada solo para albergar a mis pequeñas. Encendí una de las luces especiales, de esas que se usan en colecciones importantes en museos europeos, para no desgastar los esmaltes y las pinturas originales, algunas de las guitarras, ya tenian bastante tiempo, ni siquiera recordaba el año exacto en que las habia conseguido.
-Bueno, pues escoge la que quieras- dije dudosa mientras observaba cada una de ellas.

Me reí ante su broma, sabia que brody las guardaba con mucho amor.

-esta bien- dije mientras miraba cada una de las guitarras, no sabia cual elegir, medite unos instantes y tome la más cercana era blanca con café. Me la acomode y la conecte con los amplificadores.

-bueno, haré mi mejor esfuerzo mam- sonreí alegre. Y me puse a tocar y cantar una canción que no cantaba hacia mucho.

Escuché sorprendida a Freda mientras cantaba. Mi pequeño demonio cantaba como todo un angelito, me rei ante la ironia. Con cada tono alto de su voz mis ojos se cerraban para disfrutarlo aun mas. Seguia con mis ojos sus dedos resbalándose por el brazo de aquella guitarra. Le sonreí un par de veces, para animarla.
Cuando terminó no pude evitar aplaudir.
-Querida, lo haces excelente, quién te enseñó?- le pregunté mientras veia aquella guitarra y unas ganas tremendas de tocarla, me invadieron la espina hasta llegar a mi cerebro aturdido.
Miré a mi alrededor y busqué aquella otra guitarra, la conecté a unos amplis mas grandes.
-Puedo?-

Me reí nerviosa por el comentario de brody.
-me enseño mmmm... mi papá antiguo- imite un suspiro.

-adelante- le dije con una sonrisa cuando pregunto si podía tocar.

La escuche con atención, su rostro parecía iluminarse mientras cantaba y las notas salían de forma armoniosa de la guitarra, era como estar en un concierto de un cantante famoso y yo era la invitada VIP, cuando termino la canción me acerque a ella y la abrace fuerte tratando siempre de no aplastar la guitarra.

-mamá!- dije con entusiasmo

-eres sorprendente- agregue casi gritando.

Mi piel se erizó por completo al terminar de tocar. sonrei ampliamente, habia olvidado esa sensacion.
-No Freda, pequeña, tú eres la sorprendente, sin duda tu padre lo hizo muy bien- me rei mientras ponia la guitarra sana y salva.
-Y dime, te gusta tanto esto-dije señalando la guitarra-, como la pintura?- sabia que la respuesta era obvia, pero queria escucharlo de sus propios labios.

Sonreí abiertamente ante el comentario de mi forma de tocar, pero sabia que no era nada comparado con lo talentosa que era ella.

-ya no lo sé mam, creo que ahora están a la par, teniendo tanto tiempo libre, no puedo estar pintando todo el día, y la guitarra me ha servido demasiado- agregué con una amplia sonrisa en el rostro.

-quiero aprender hacer cosas nuevas, si no estoy en constante movimiento me desespero- confesé apenada a mi madre

Solo agité la cabeza cuando me dijo que necesitaba estar en constante movimiento. Me reí.
-Me alegra que ocupes tu tiempo en esto, en la musica y la pintura, en serio, me alegra demasiado, y me alegra tambien que estes en la Universidad, disfrutando y viviendo lo que bueno... hubieras hecho en tu vida humana, es bueno que no te pierdas de nada- guiñé un ojo

Mire a mi bella madre mientras hablaba, sonreí, a ella le hubiese gustado que hubiera seguido siendo humana sin duda, pero sabia que me amaría siendo lo que fuera.

-mamá ¿porque no te vas a quedar a mi departamento de Seattle?- pregunte alegre ante la idea.

-así pasarías más tiempo con laurent... y conmigo- agregue sonriente, seria perfecto poder estar más tiempo con ella

Mis ojos brillaron ante la propuesta de Freda, Laurent ya me lo habia comentado, pero por alguna extraña razón me emocionaba demás que Freda me lo pidiera.
-Claro, iré para allá en cuanto arregle unas cosas aqui en la casa- miré las manchas en la alfrombra, me alteré.
-Freda me encantará pasar mas tiempo contigo- sonreí y le di un gran abrazo.

No pude evitar abrazarla fuertemente cuando termino de hablar.

-gracias mamá- susurre.

-mi padre se pondrá muy contento si estas con nosotros, se que el te extraña cuando no esta cerca tuyo, lo puedo ver en sus ojos- agregue sin dejar de abrazarla.