Recuperando lazos (Testament)

-Bueno, señor Wednar, con todo respeto, creo que deberiamos hacer algo juntos- Se me habia ocurrido una idea muy loca, pero que sabia que me podia funcionar. - Veamos. Eres sofisticado, culto, guapo, amable, generoso, serio, responsable, no te desvelas, no comes en exceso, cuidas tu colesterol. Y ahora mirame a mi : Acelerado, rebelde, a veces imprudente, con una vida muy agitada, estresado por la escuela, y con muchas energias. Por que no nos ayudamos mutuamente?- Me miro con unos ojos de padre espantado- Por que no me enseñas a ser serio y sofisticado como tu? Y yo le añado un poco de color a tu vida, que te parece la idea?

Esperaba que le agradara- Vamos, se que podria ser algo bueno, tu aprendes de mi, y yo aprendo de ti. Creeme, conmigo estaras en buenas manos.

Miré anonadado a Test. Podía esperar muchas cosas de él, de hecho, estaba preparado para esperar casi cualquier cosa del joven Darkwood... sin embargo, lo que acababa de decir caía en la lista de circunstancias imprevisibles para mi. Si bien no consideraba realmente complicado heredar algunas de mis características a Testament, si lucía completamente disparatado creer que un hombre como yo, rayando en los treinta, comenzaría a adoptar conductas como las de mi interlocutor... era absurdo, sin precedentes ni posibilidades.

Me tomé unos instantes en meditar que respuesta emitiría, aunque estaba dispuesto a ayudarle, eso ya no tenía discusión. Sin embargo...

-Si quieres adquirir algunas de mis cualidades, con gusto te guiaré por el camino adecuado para alcanzarlas- contesté todavía algo confuso- Pero, creo que es más factible que en un año, a esta misma hora y día, estemos comiendo exactamente aquí antes que pensar en la remota idea de verme un tanto más... extrovertido, Test.

- Bien, entonces para empezar, tu y yo vamos a dar nuestro primer paseo. Te gustaria ir a ver la luna en la playa? Se que no suena nada espectacular, pero, a mi me encanta ese espectaculo, podriamos ir a La Push, y mirarlo los dos. Por favor, di que si, Seprov- Lo mire suplicante- Ademas, no tienes gran cosa que hacer. Por lo menos dedicate tiempo para ti, y vaya que lo estas necesitanto con urgencia. Todo lo que has hecho por mi, ha sido genial, la verdad que hay cosas a las que no habria sobrevivido de no ser por ti.


Seguia mirandolo a los ojos- Imaginate si mi padre me hubiera matado en ese momento. No estariamos tu y yo los dos, charlando, y pasandola genial como hasta ahora. Por cierto...- lo mire con un poco de pena- Puedo pedir postre?

Parecía que Testament jamás se dejaría convencer respecto a mi ya forjado caracter. Suspiré algo cansado por ello, pues ahora me encontraba convencido de que él terminaría impulsandome a cumplir su petición... Torcí los labios hacia la izquierda, meditando momentaneamente si resultaría oportuno viajar a La Push... quizá me encontraría con Alexander ahí, y podría encararlo antes de la batalla... Era una buena esperanza, si es que ya estaba en América. No tal vez no, mejor cambiaría de estrategia...

-De acuerdo, veremos la luna, pero, tengo algo que podría llamarte la atención un poco más- dije esbosando una sonrisa, la cual denotaba ingenio- Si vamos a comenzar el proceso, al menos dame la oportunidad de empezar en mis terrenos. Veamos la luna en mi observatorio, en la torre norte de mi castillo, es la segunda más alta y tiene una vista excelente- entonces pedí al camarero la carta, la cual trajo al instante, le agradecí y se la extendí a Test- Toma, todo corre por mi cuenta hoy, pide cuanto necesites para sentirte bien

- Oh... oh...- Me quede sin palabras- Oye... no tenias que hacer eso. Yo tambien tengo dinero- Me rei, aunque sabia que no iba a convencer a Seprov de no pagar la cuenta, intente hacerlo razonar, fue inutil. Termine aceptando su oferta.

- Bien, de acuerdo, quiero un pastel de chocolate, muy grande el pedazo por favor- le sonrei al mesero, quien se fue con un tono alegre, parecia que me veia como a un niño.- Lo de tu castillo me parece una idea maravillosa, solo espero no caerme, tengo miedo a las alturas, pero creo que estando de tu lado, no me pasara nada, con que no te broten los instintos asesinos.

Entrelacé los dedos, y recargué ambos brazos sobre la mesa, dando a mi rostro una mirada ligeramente desquiciada, pues tampoco se trataba de asustar a Test demasiado. Busqué imprimir a mi voz un tono siniestro, arrastrando las palabras.

-No te preocupes, querido Test. Lo peor que puede ocurrir es que tu muerte sea rápida y sin dolor- reí tétricamente por unos segundos, luego tosí para recuperar mi actitud habitual- Disculpa, últimamente padezco un poco de doble personalidad, pero casi puedo garantizarte que mi otro yo. No obstante, te aseguro que no te arrepentirás, la vista de las estrellas es genial, casi no está tan nublado por ahí, y la luna brilla con un fulgor sensacional. Incluso, mi telescopio es útil solo cuando quiero ver más allá de donde mis ojos me lo permiten, lo cual sucede en raras ocasiones gracias al prodigioso firmamento- puntualicé con todo el detalle que pude- Lo único que tendrías que decirme es cuando deseas ser recibido en mis humildes aposentos

- Cuando tu digas, solo quiero que la pasemos bien y por fin podamos retomar nuestros lazos, ahora que estamos teniendo una buena relacion tipo familiar, no me gustaria perderla de nuevo, como en todos estos años- mi pastel llego, y lo mire casi con ojos dorados, como mi Daniel. Comence a deleitarme con ese pastel enorme- Quieres un poco? Es demasiado para mi.- retome el tema de la visita a su castillo- Sinceramente, seria la segunda ocasion que me quedo en tu casa, y despues te invitare a la mia, no es muy grande, pero al menos te la pasaras bien ahi, sirve que te cocino algo, como que te gusta?

Negué con ambas manos a la oferta de Test. Estaba perfectamente bien de apetito, además que debía mantener una dieta adecuada, todo contaría el día de mi enfrentamiento con Alexander.

-De acuerdo, este fin de semana pediré que bajen el puente de acceso al castillo- dije riendo por ello- Así no te quitaré tiempo en días de clase... para no verme forzado a reprobarte, pues en la universidad seré tu estricto profesor de Historia Contemporanea... aunque en ocasiones aparente una asignatura diferente, en fin- levanté los hombros a señal de indiferencia al respecto- Ahora, verás, pocas cosas son las que mi paladar no tolera. Pero, mientras no se te ocurra darme algo como nop.. nope... nopales- declaré finalmente tras un ligero esfuerzo-, me la pasaré perfectamente

- Y que demonios es eso?- Le pregunte curioso- Disculpa mi ignorancia pero no se que demonios son los nopales.- lo mire con cara de loco, Seprov siempre me daba sorpresas, tenia su toque loco, que me divertia mucho. No por nada era mi padrino.

- De acuerdo, comere mi pastel tranquilamente- despues de darle una cucharada, segui contandole mas de mi vida tragica- Seprov, no se si te he contado esto, pero, he estado viendo a un psicologo. Hay algo que no he podido superar, y es la muerte de mi mejor amigo. Hay dias que lo olvido por completo, pero hay veces que cuando viene su recuerdo, me pongo a llorar. Seprov... por que no soy alguien normal?

Me alegré de que Test no supiese a lo que me refería con aquellos asquerosos alimentos. Sin embargo, mi rostro triunfal cambió a algo más comprensivo una vez él continuó relatandome sucesos traumáticos en su vida... No había caso de contarle todas aquellas circunstancias que me condujesen a un terrible final, a una inevitable conclusión en mi vida, que ya aparecía en el horizonte.

-Mi querido, Test- le dije mirándolo a los ojos con delicadeza- No existe, y eso me lo ha demostrado la experiencia, ninguna persona normal en este mundo. Todos padecemos problemas, algunos más complicados que otros- tomé aire un instante-. Siento no haber regresado de Alemania cuando ocurrió. Y creeme, me alegro que estés asistiendo a terapia, te será útil de algún modo. Y también, si puedo ayudarte en algo con ello, cuenta conmigo plenamente, Test- concluí dando un par de palmadas a su mano

- Gracias, todo eso sera de ayuda- senti sus palmadas en mis manos, y por primera vez en mucho tiempo, me senti apoyado completamente, senti un alivio que hacia que mis hombros descansaran. Termine de comer mi pastel de chocolate. Salimos del lugar, y nos dirigimos hacia afuera, a caminar un poco. La vista a la ciudad era genial. Seprov me pidio que me pusiera mi abrigo, hacia algo de frio.

- La vista a la ciudad es genial. Sabes? Tenia tantas ganas de hacer esto desde hace mucho. A Daniel no le gusta salir restaurantes... digamos que ... no lo hacen feliz- me rei un poco, obviamente era el hecho de que era vampiro, y que jamas comeria comida de mortales. - Pero... Seprov, como es que sabes tanto? No se... es que cada momento eres como mi heroe, siempre tienes las respuestas a todo.

Negué la afirmación de Test moviendo la cabeza. Parecía que volvía a las andadas de exagerar de más mis cualidades, tendría que buscar la manera de hacer algo al respecto sin duda alguna. Miré el cielo un instante, como si buscase una forma efectiva para conseguir mi objetivo, pero realmente se me presentaba complicado. Observé a mi ahijado con un rostro de ligera pero cómica contrariedad.

-No lo sé todo. Si así fuera, me habría comprado los números de la loteria cada semana, asegurándome miles, o millones cada mes- repliqué en tono de broma- Creo que, el haber pasado tantos años aislado del mundo, irónicamente me han provisto de una inusual capacidad de mirarlo, apoyado en la experiencia de los recientes años, en los cuales he tenido la oportunidad de interactuar con muchas personas.

- Por lo menos, a ti no te han abandonado- Me puse a contemplar la ciudad- Sabes? No me siento tan extraño. Se que por alguno de esos edificios alguien sufre, alguien llora, otros se enamoran, otros terminan, algunos otros tienen una conversacion, no creo que todos seamos iguales. El ser humano es tan extraordinario, que algunas veces, lo que los demas hacen, nos enseñan a nosotros a no cometer los mismos errores. Creo que, yo ... si alguna vez llego a ser padre, juro que no sere igual que el mio.

Y agache la mirada- Y si llego a tener a un amigo, jamas lo abandonare, como lo han hecho conmigo, y si voy a aprender, voy a ser el mejor aprendiz, pero si alguna vez me toca enseñar, creeme que sere el mejor maestro que se pudiera tener.

Meneé la cabeza. Todo indicaba que Test no estaba plenamente consciente de lo que decía. Claro, yo tampoco podía refutar gran cosa tras tener una muy prolongada existencia en soledad, pero, al menos, desde mi concepción, sus palabras, aunque valerosas, se me antojaban realmente complicadas de realizar. Esbosé una sonrisa de incredulidad preparándome para decir algo pues, si bien no deseaba desanimarlo, planeaba darle una perspectiva de la realidad más sólida.

-Querido Test, lo que has dicho es notablemente conmovedor. Sin embargo, ¿acaso no sabes que es parte de la esencia de toda persona fallar? Aún cuando pongas tu alma en ser el mejor, jamás lo lograrás, pues el corazón de las personas siempre posee un lado obscuro- miré el cielo con algo de nostalgia- Yo lo sé, he arremetido contra mis creencias y lealtades, y esa única ocasión ha sido suficiente, aunque no me arrepiento- añadí con una sonrisa más tranquila