Lazos de espíritu (Anpu)

Caminamos tranquilamente por los alrededores de la Capilla, en un silencio tan hermoso y lleno de significado como cuando expresabamos palabras de apoyo hacía el otro. El día estaba nublado, aún así parecía que en cualquier momento alumbraría el sol. Nos sentamos al borde de una pileta pudiendo admirar la tranquilidad que se percibía cuando uno se levantaba temprano, y es que nadie habitaba los jardines a esas horas...

Me gire hacía ella y la miré nuevamente a los ojos, más azules y brillantes ahora que estabamos a la luz del día - Dime Anpu...¿Qué estas estudiando aquí en la Universidad? - pregunté con voz tranquila y al mismo tiempo curiosa. No la había visto en la fraternidad ni tampoco en la Facultad de Medicina así que debería estudiar otra cosa...

- Bellas Artes - le respondi sin voltearlo a ver. Habia estado fijando mi mirada en el cielo desde que nos sentamos en aquel lugar tan lleno de comodidad. Era una maniana muy tranquila, en efecto, y quizas se debia a que aun faltaba tiempo para que todos los estudiantes llegaran a clases...pocos eran a los que les gustaba madrugar, y mas pocos a un los que al madrugar juntaban sus pensamientos con los deberes academicos.

Senti su mirada y le respondi con una sonrisa, mientras volteaba a verlo y observada aquellos ojos azules tan bellos e inmensamente profundos. Me dio un poco de miedo, pero senti en mi corazon un calido abrazo y supe que no habia porque temer.

- Mas enfocado a lo que es literatura...y tu Jesse? - le respondia con ternura y dulzura sin saber porque; talvez era la alegria de encontrarme con alguien, o tal vez se trataba de aquella calidez que me brindaba. Sentia una felicidad extrania al estar a su lado.

- Una escritora - dije como si pudiera ver el futuro en sus azules ojos. Quiza no era lo más acertado, pero fue lo primero que se me vino a la mente. Su voz sonaba dulce, se me hacía inmensamente agradable - Soy médico ginecólogo, pero ahora estoy estudiando pediatria, para complementar mas mi trabajo - desvie mi mirada hacía mis zapatos. El haberme encontrado con una persona como ella y hablar así me llenaba de paz y tranquilidad, era como una anestecia preparativa para las tantas cosas que tenía que hacer hoy...

- Vaya, medico - le dije sonriendole y note como bajo la mirada, sin embargo se veia contento. Voltee de nuevo al cielo y cerre los ojos, sentia la brisa matutina en mi piel, provocandome una sensacion de frescura y calma. Deseaba que toda la escuela fuera como el, que pudieran hablar de Dios sin humores negros, que no llevaran esas fintas a vagabundos y prostitutas. - los medicos son como angeles terrestres....salvando las vidas de aquellos a los que Dios concede una segunda oportunidad - no tenia nada contra los medicos...sea cual fuere este, ginecologo...no podia quejarme. Era cierto que quizas jamas le permitira atenderme si llegara a estar en parto, pero finalmente y fuera de eso, era un gran chico.

Entreabri mis ojos y vi aquel nublado cielo que tanto brillaba. En mi mente, solo habia pensamientos para Dios y mi nuevo amigo.

Esta joven me recordaba mucho a mí cuando era más joven, quizas era por eso que sus palabras me resultaban tan ciertas. Mi labor como médico era salvar vidas, pero más allá de preservarlas estaba mi deber de provocar bienestar en el paciente, eso sí siempre se ponía en discusión con problemas éticos y un sin fin de cosas...era lo único que me molestaba de mi trabajo.

Posé mi mirada en ella nuevamente y observe como su posición corporal se inclinaba hacía el cielo, me enternecía profundamente esa acción. Recordaba tantas cosas cuando estaba al lado de Anpu.

- Creo que Dios me ha preparado para eso, para recibir las nuevas vidas en el mundo, y darle las segundas oportunidades a la gente que se lo merece en el transcurso de sus vidas - dije con voz tranquila, tambien miré el cielo haciendo que mi desordenado cabello se meciera al viento, junto con el de ella....

Senti alborotarse mi cabello y lo deje asi por unos momentos. Pero despues comenze a recordar lo alborotado que terminaria cuando fuera a clases, y seguramente pensarian mal de mi en especial al haber pasado la tarde con un joven. Aun cuando se tratara de Jesse, y supiera que el jamas irrumpiria en las normas del senior que tachaban por completo cualquier acto sin pudor antes del matrimonio, debia tener cuidado por mi misma.
Saque dos ligas de mi bolso y me recogi el cabello en dos trenzas.

- Jesse...tu profesion implica tanto amor...- habia estado pensando en sus palabras y en su profesion, debia ser lindo poder involucrarse con Dios y servir como un siervo capaz de hacer obrarse sus milagros - y estoy segura de que nada de esto es casualidad...estoy segura de que Dios cruzo nuestros amigos por alguna razon..-tome su mano con la mia mientras lo volteaba a ver, estaba admirada por aquel chico que sabia exactamente que decir, tan exacto, que parecia escuchar al mismo senior hablar. Sin soltar su mano y con confianza, cerre mis ojos fiel al saber de su persona y deje que mi corazon hablara por si mismo.

- "Si yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, y me faltara el amor,no sería más que bronce que resuena y campana que toca. Si yo tuviera el don de profecía, conociendo las cosas secretas con toda clase de conocimientos, y tuviera tanta fe como para trasladar los montes, pero me faltara el amor, nada soy. Si reparto todo lo que poseo a los pobres y si entrego hasta mi propio cuerpo, pero no por amor, sino para recibir alabanzas, de nada me sirve". (1 Corintios 13, 1-3) - una lagrima corrio por mi mejilla.

Y me di cuenta, de cuanto deseaba dar amor.

Ahora podía explicar porque sus palabras se me hacían tan ciertas. Esa paz, esa sabiduria que me transmitia con sus palabras solo podía ser obra de Dios - Dios te ha mandado para ayudarme, para apoyarnos el uno al otro - era un apoyo incondicional, algo espiritual, algo que no nos hacía precisamente amigos. Era mucho más que eso. Aprete su mano en señal fraternal y cerré los ojos cuando comenzó a hablar de ese pasaje de la biblia tan hermoso, tan cierto. Y es que yo me sentía demasiado lleno de amor como para no poder compartirlo con las personas que me rodeaban. No me podía explicar al abrir los ojos como sus lágrimas parecían ser tan sinceras y tan profundas. Ella sufría, yo no iba a dejar que lo hiciera - ¿Que es lo que tanto te duele? - puse una mano en su mejilla haciendo que levantara la mirada. Sus ojos tenían algo escondido, algo en represión. Me sentía en el deber de ayudarla..

- No es nada - le dije sonriendo ligeramente mientras me perdia nuevamente en sus ojos, mire al cielo un momento.

No queria llorar..pero..sus palabras eran muy profundas, apoyarnos el uno al otro..como dos hermanos unidos en Cristo, que se quieren y se cuidan el uno al otro..que buscan el bienestar de ambos...que se aman.
El amor siempre habia sido para mi un sentimiento unico hacia Dios, desde joven habia entendido que amar era unirse con el por siempre...pero ahora, junto a este chico, descubri otro tipo de amor..un amor de hermanos le llamaba yo..y no sabia como explicarlo.
Deseaba estar con el, deseaba abrazarlo y decirle cuan especial era..deseaba hacerlo creer en Dios, en la biblia, en Cristo, en mi..y sobre todo..en el mismo. Queria apoyarlo..queria entenderlo...queria darle lo que pudiera darle, y solo esperar una sonrisa suya a cambio.
El era como mi hermano...no..no como...el era mi hermano...

Pero mientras miraba sus ojos llenos de aquel amor...un amor hacia la vida, un amigo a Dios...un amor mas halla de lo humano.
No podia evitar murmurarme a mi misma "yo quiero un amor asi".

Dios siempre habia llenado mi mundo de amor, del amor de un padre a una hija..del amor de un senior a su siervo..del amor de un maestro a su discipulo...pero los ojos de ese joven me hablan de otro amor, un amor irreconocible para mi..irreal..un amor al todo y por todo...un amor que necesitaba.

- Sabes que siempre te apoyare Jesse, pase lo que pase...siempre seras mi hermano...- sonrei de nuevo, estaba mas tranquila. Deseaba amar, si, pero mi deber seria amar a Dios - Hablar de Amor me hace ver muchas cosas..." Tanto amó Isaac a Rebeca, que se consoló de la muerte de su madre" (Gn 24, 48-51.58-67).-

No pude evitar rodearla con un brazo. Quería transmitirle ese cariño que sentía por ella, que estaba ahí y que no la iba a dejar nunca. Quería que supiera que yo la apoyaba tanto como ella a mi, que nunca la iba a dejar sola. Por Dios, por ella y por mi, yo velaría por su bienestar. Era mi hermana, sin conexión sanguinea era mi hermana.

- "Ama y haz lo que quieras. Porque si es el Amor el que guía tu vida, realizarás grandes empresas." - esa frase la había dicho San Agustin, y era una de mis favoritas en el seminario - “Os doy un mandamiento nuevo: Que os améis unos a otros. Como yo os amé que así también vosotros os améis mutuamente. En esto reconocerán todos que sois mis discípulos, si os amáis unos a otros.” [San Juan 13:34-35]. Así yo te estimo a ti Anpu, por que eres mi hermana, por que somos discipulos de Dios. Siempre te apoyaré y estaré ahí, no dudes en confiar en mi. Yo no te juzgare por tus acciones, te comprendere por ellas - la abrazé, por que era mi hermana. Por que su vida me importaba como cada una de las personas que me rodeaban. Quería que me contará mas de su vida, deseaba saber de ella - Tu..¿....tienes amigos por aquí? - le pregunte mientras me separaba para mirarla a los ojos. Es que ella me recordaba tanto a mi ¿Sería su vida igual que la mía cuando yo tenía su edad? Tenía la necesidad de saberlo...

Escuche sus palabras con el corazon latiendome deprisa. Como podia decir justo lo que necesitaba escuchar? Parecia que nuestras mentes y corazones estuvieran sincronizados entre nosotros y con Dios. Correspondi a su abrazo hallando refugio bajo su brazo y le sonrei. Pense en todas aquellos momentos de soledad que habia transcurrido, y en cuanto habia aniorado algun amigo...y ahora, helo aqui.
Jesse...hermano mio e hijo de Dios. Era exactamente al angel que alguna vez sonie con hallar...fiel a nuestro Dios, leal a la palabra del senior, incapaz de hacer danio a nadie. Definitivamente, era el mi hermano esperado..mi hermano hasta la gloria.

Su pregunta me hizo despertar de mi nube, lo mire a los ojos sonrojada aun por la calidez abrigadora de su cuerpo...era dificil resistirse.

- amigos...-pense unos momentos- Katherine..almenos la considero una amiga...parece una chica amable y sincera, la conoci en clases de musica...pero no he tenido grandes oportunidades de hablarle; apenas hemos quedado de reunirnos. - sonrei a sabiendas de lo que seguiria- y a ti..porsupuesto...mi hermano en quien confio y a quien cuidare...-lo mire sonrojandome al instante. Porque no podia evitarlo?...el era tan solo mi hermano en Dios...Cristo..el...Jesse...

Sacudi la cabeza un poco para borrar aquellos pensamientos.

- y tu?...tienes amigos?...alguien a quien amar? -

Era definitivo, Dios me había enviado para ayudar a esta joven, para sacarla del camino solitario en el que yo mismo había estado. Y es que yo quería ser su hermano, su guía. Quizas ya lo era...

Su sonrojo era adorable ¡Como no acordarme de mi cuando ella lo hacía! Era como yo pero con falda xD. Incluso se veía algo temerosa, reprimida por la palabra de Dios. Y no estaba mal pero...¿Sería ella feliz hablando con tanta convicción de la palabra del Señor? Tenía que preguntarselo...

Ahora fue mi turno de sonrojarme, su última pregunta me había dejado anodadado. Aún no podía explicarle que yo si amaba a alguien....y que ese alguien era mi mejor amigo, pero tampoco iba a mentirle.

- La verdad es que mi vida social no era muy amplia, pero ahora conozco a mucha gente y tengo algunos amigos. Mi mejor amigo se llama Testament y mi mejor amiga....bueno no tengo mejor amiga, pero hay varias que me apoyan mucho como mi hermana Adry y Anne. Son chicas muy simpaticas, te caerian bien. - le sonreí y luego la miré a los ojos - ¿Sabes? tu me recuerdas mucho a mi cuando era joven - no se si me entenderia, por que por mi condición de cambia-forma yo no parecía de la edad que debería tener. En fin...le explicaria algun dia y todo seria más facil...

Le sonrei ante su ultimo comentario. Imaginaba que hablaba de cuando era algo menor..unos 2 o 3 anios antes. No se veia tan mayor, y yo tendia a ser confundida facilmente con chicas de preparatoria.

Me quede callada un momento observando el pasto mecerse por el aire que soplaba a nuestro alrededor, pensaba en su sonrojo treas haber preguntado sobre si amaba a alguien. Que habia significado?...realmente deseaba averiguarlo?...no...
Pose mi mano sobre mi corazon...algo me dolia, pero no sabia porque.

Quizas Dios me estaba reganiando por tener tantos pensamientos tan raros...debia volver a la realidad. Mi amor le pertenecia a Dios..puesto que solo a el podria amar. "Nadie te amara jamas como el" recorde a mi madre diciendomelo una noche.

- Testament...creo que lo conosco...toma clases conmigo - dije sin levantar la mirada intentando distanciarme de aquellos pensamientos. Me sentia tan libre junto a este joven, tan perteneciente a ese momento - parece un chico agradable, aunque su corte es algo...raro. - sonrei mirandolo de reojo sonrojandome un poco - y tu amigas...seria agradable poder conocerlas algun dia...-

Sonreí tambien, la verdad es que adoraba el corte de cabello de Testament, y no lo encontraba nada extraño, aunque...era imposible que yo encontrara algo "extraño" en el....era superior a mis fuerzas.

- Si Test es un chico muy agradable y muy buen amigo. Yo no le encuentro nada de raro a su apariencia - me reí un poco mientras miraba el paisaje a lo lejos - Mis amigas estarían encantadas de conocerte y le verdad me gustaría conocer mucho a Katherine - giré mi rostro para sonreirle radiantemente, más mi sonrisa se desvanecio cuando vi una mano puesta en su corazón - ¿Qué tienes? ¿Te sientes mal? - le observe a los ojos con preocupación

- Es costumbre de todos los medicos preguntar eso? - dije riendome mientras apartaba mi mano rapidamente. Mis mejillas continuaban ruborizadas, pero cada vez un poco menos. Continuaba recalcandome las palabras de mi madre en mi cabeza.

- Testament y tu son muy unidos - dije y lo mire a los ojos, note el brillo de estos cuando lo mencione. Me asuste, pero..Jesse no..no queria pensarlo tampoco. Necesitaba cambiar de tema - me alegra. Yo..tambien tengo alguien con quien me siento muy unida...aunque, quizas no sea algo facil de entender...- voltee a verlo nuevamente, mis ojos brillaron un poco mientras le sonreia - a ti Jesse...jejeje...-reia por nervios y aparte mi mirada.

Que estaba haciendo?..actuaba como una ninia..quizas seria mejor irme...Me levante despacio sacudiendome la falda.

- Creo que...falta poco para entrar, y...al profesor Blanc no le gusta que sus alumnos lleguen tarde...-tome mi mochila mientras el viento seguia jugando con mis cabellos y con una mano me detuve la falda para que no se levantara- espero verte en otra ocasion Jesse...-no deseaba irme...pero, mientras mas permanecia a su lado...mas lo comenzaba a sentir parte de mi. Y eso me daba demasiado miedo.

Respiré mucho más aliviado cuando me di cuenta de que no le pasaba nada. No podía dejar que mi hermana se enfermara estando yo a su lado.
Mis ojos brillaron cuando ella mencionó a Testament ¿Como no hacerlo? si cada vez que alguien decía su nombre me recordaba que yo estaba estupidamente enamorado de el. Eso hacía que tambien me molestara un poco...preferí no darle cuerda al tema.

Sonreí cuando ella menciono que se sentía muy unida a mi - No es díficil de entender, si no de explicar. Yo tambien me siento muy unido a ti, oveja - me reí, me gustaba como sonaba ese apodo en ella, me recordaba tanto a una...

Me levante cuando ella lo hizo, puse cara de tristeza, no me gustaba dejar tan pronto a mis nuevos amigos - Bueno....si te tienes que ir - suspire mientras ponía una mano en su hombro - nos vemos luego - me acerque para darle un beso en la frente - Ve con Dios hermana mia...

Cerre mis ojos sintiendo aquel beso. Mi cuerpo entero se estremecio, y mi corazon dio un salto dentro de mi.

Lo voltee a ver con mis ojos nuevamente brillantes, y una mirada tierna mientras lo reflejaba en mis pupilas.

- Gracias...Jesse..-pronuncia y sin poder permanecer ni un instante mas ahi, por temor a seguirme sintiendo de esa manera tan absurda e ilogica sali corriendo del lugar hacia mi salon.


Sonreia....