Volviendo a la vida

Luna se acercó de repente hacia nosotros, ni siquiera sabía de dónde había salido. Como siempre, con aquella especie de miedo por hablar que no entendía. La saludé con un "hola" y luego me quedé escuchando lo que Testament le decía, de verdad prefería que tengan una sala donde nos torturen a tener que fingir algo que no era. De todas formas no dije nada, ya que sabía cómo les iba a caer mi comentario.

-no -dije secamente cuando Testament ofreció papas fritas. Sentí una mirada fija en mi y volteé hacia Luna, la miré enarcando una ceja y cuando iba a decirle algo ella comenzó a hablar. Escuché con atención sus palabras y me quedé en silencio cuando dejó de hablar, pensando que quizás podría llegar a decir algo más... Pero no. Me reí sin importancia y con descuido. Me removi en la silla y la miré.

-primero, usar uniforme puede ser cómodo, pero es horrible. Segundo... quizás, sí, sea un experto en ignorar a las cosas y a las personas, no lo voy a negar y si intentaste hacerme sentir molesto por eso, lamento decirte que no me molesta en lo más minimo reconocerlo... Pero, es tiempo perdido y no me gusta perder el tiempo en esa clase de cosas cuando podría estar haiendo algo mejor -le sonreí con algo de ironía y volví a una posición más normal-... y para que veas quizás quieras acompañarme en alguna de mis escapadas para ver en qué cosas ocupo mi tiempo, de seguro te parecerá interesante -agregué sin poder contenerme, esperando ver como se ponía más nerviosa de lo normal por aquel tipo de expresiones.

Desde que comenzó a hablar,contestandome,mi corazón se descontrolo,había algo en él que podía lograr eso. Lo miré,esperando poder disimular mi estado.
...pero su última y sarcástica proposición hiso que mis mejillas se encendieran de un vívido tono carmín.
-N-no lo dije para molestar,y...-no sabía como responderle y el si que sabía destrozar mis nervios.- Yo me escaparé contigo si entras a una misa conmigo.-atinando en mis palabras me volví a sonrojar-...es decir,con nosotros.

De repente me rendi, Nicholas, después de dos años me cansó. Ya era demasiada humillacion y el querer agradarle, y querer ganarme un poco de su cariño, aunque no fuera la gran cosa, aunque no fuera alguien de mi familia, mi obsesion por su parecido con Damien era demasiado. Jamas volveria tener a mi amigo, jamás volveria a ver su perfecta silueta, su sonrisa, y sus palabras de aliento, cuando todo estaba mal. Yo siempre pensé que el hecho de que apareciera Nicholas, era como una recompensa que la vida me daba, pense que me habian devuelto a mi amigo, pero me hizo darme cuenta de que lo habia perdido para siempre:

- Nicholas...- Le sonrei con un tono de furia, mi paciencia realmente se habia agotado con él- Es la última vez que me humillo por una migaja de amistad.- Me levante de mi asiento furioso- Es la última vez que te escucho humillarnos, y tratarnos como a un par de retrasados. Han pasado dos años para intentar ganarnos tu aprecio, yo de verdad queria ser tu amigo, y sabes por que? No queria nada a cambio- hice una pausa- Yo veia en ti a un amigo perdido, pero creeme, estas muy por debajo de el. Podrás parecerte a él, pero... jamás... creeme, jamás serás nada, ni un poco de lo que era. - Le tire el refresco en la cara- Le pido a Dios que alguna vez, alguien peor que tu te humille, porque este baño ni siquiera te hará cosquillas- Levante mis cosas y me fui muy enojado. Todos en la cafeteria me observaban. Yo era quien habia hecho el ridiculo por enojarme asi, pero, me fui ademas de enojado, triste.

Testament.., ya era hora de volver a la realidad.

Me dispuse a contestarle a nuestra querida amiga cuando Testament dijo mi nombre. Lo miré y enarqué una ceja al ver la sonrisa extraña que se había formado en su rostro. Comencé a escuchar lo que me decia, se había vuelto completamente loco, yo no había dicho nada como para que se ponga de esa manera... o quizás sí, en realidad me tenía sin cuidado. Arrojó su mugroso refresco en mi cara... Cerré los ojos instantaneamente y apreté mis puños... tenía que calmarme, no podía matarlo en medio del lugar, lleno de gente, sabía cómo eran las reglas, luego tendría tiempo para vengarme. No escuché nada más de lo que dijo, sólo me encerré en mi mismo, aislandome de todo el exterior y de esa forma logré controlarme.

Cuando noté que ya se había ido volví a abrir los ojos, tomé una servilleta y me limpié el rostro, miré mi ropa, estaba completamente empapada por ese inutil... Era mejor que nunca más vuelva a cruzarme con él a solas o lo iba a lamentar demasiado.

-esto no va a quedar así -dije y de repente recordé que Luna aún seguí ahí.

No sabia que habia desatado esa furia en Testament y quedé pasmada ante su reacción
No vi el motivo de su ira, creí que el quería a Nicholas aun con su pesada manera de ser, pero al parecer esperaba poder cambiarlo.
Quien era el amigo perdido de Testament?
Tampoco tenia idea.

Cuando echó el refresco sobre el irritante chico guapo perdí la noción de lo que estaba pasando, seguí a mi fúrico amigo con la mirada pero de inmediato volví la vista al causante de tal embrollo.

Pude haber ido tras Test, pero sabía que quería estar solo

El caso es que me había quedado ahi, recogiendo una servilleta para limpiar a Crowne.

Quizá habia razón en que nos tratataba como inferiores, pero queria creer qe habia algo que aminoraba su desprecio por la gente que lo hacia habernos soportado esos años.

Me acerqué a él, quiensabe que pensaba pero yo me dispuse a ayudarle con ese desastre.

-...Sabes?-murmuré-A lo mejor tiene razón y debería indignarme como él, pero... prefiero quedarme a tu lado, aunqe sea en este momento... porque... no tienes a nadie que te quiera tal y como eras asi como lo hago yo.

Dije sin saber como lo habia dicho, sin verlo a los ojos, evidentemente, sonrojada en extremo y con unas intensas ganas de llorar, pero me tragué las lágrimas para no darle ese gusto.

-No se que tienes, pero de mi no te desharas con simples insultos e indiferencia...

Terminé de secarlo lo mas que pude y me quedé inmersa en un silencio incómodo.

La miré frunciendo el ceño, mucho más al notar que estaba con una servilleta en la mano secándome. Se suponía que ella iría detrás de Testament y ninguno de los dos me volvería a dirigirme la palabra... no lo entendía.

CUando escuché lo que dijo comprendí que era aquellas personas que intentaban siempre buscar más allá de lo que los demás podían arriesgarse. Era extraño porque era una de las primeras personas a las que no lograba espantar con rápidez y eso me resultaba inquietante y a la vez parecía un desafío... como casi todo lo era en mi vida, sólo insignificantes pruebas en donde yo siempre sería el vencedor, pero no sabía por qué, pero este no parecía el caso, sentía que esta vez no saldría ganando.

La tomé de la muñeca, no sólo para que deje de intentar secarme sino también para llamar su atención, para despertarla de aquella burbuja en dónde siempre parecía dormida.

-¿por qué haces esto?, sabes que no conseguirás nada de mi, eso te frustrará un poco, te deprimirás y llorarás buscando el consuelo de Testament... Luego seré el culpable de todo -rodé los ojos, eso me interesaba, que luego tendría yo la culpa de su pobre estado.

Solté un pequeño grito de sorpresa al sentir sus dedos rodeando mi muñeca con fuerza...
Lo miré, como en contadas ocasiones, a los ojos, esa mirada que tenía tan profunda y tan vacía pero llena de misterios que jamás estaría cerca de decifrar.
Usualmente me revolvía las entrañas el hecho de encontrarme con sus oscuros ojos, pero esta vez las palabras que habia dicho me revolvían los pensamientos.

Traté de forcejear para que me soltara, me estaba lastimando un poco.

-¡¿Y crees que en este tiempo no has sido el culpable de muchas de mis frustraciones?! Crees que Testament explotó por tus niñerias de no querer usar uniforme?! No es algo solo de este momento, te hemos tolerado todo este tiempo porque significas algo para nosotros... Y aunque no consiga nada de ti, eres importante para mí.

Me terminé soltando de su mano.

-Realmente poca gente podrá sobrellevarte, incluso sacaset a Testament de sus casillas, pero se que nunca verás a esas personas...

Agaché la vista, un tanto desesperada, pero me tranquilicé al instante.

-No ocupo el consuelo de nadie, por eso no te preocupes.

La miré completamente sorprendido, realmente había reaccionado, ¿era un sueño o estaba pasando de verdad?, ella realmente podía decir las cosas sin tener que esconder la cara entre su cabello o bajando la mirada. Aflojé mis dedos alrededor de su muñeca y la solté, mientras que en mi rostro se formaba una sonrisa, como si aquel momento fuese lo más divertido de mi vida...

-bueno -reí levemente sin poder evitarlo y continué-... realmente lamento ser culpable de tus frustraciones -¿realmente lo lamentaba?, quizás sí, en ese momento no lo tenía claro-. Lamento que ustedes intenten ser lo que sea que quieran ser míos, pero... ya ves, no puede ser.

Me quedé en silencio mientras que mi sonrisa se iba borrando, la situación comenzaba a no gustarme.

-¿si soy el causante entonces por qué demonios sigues aqui? -pregunté con impaciencia, mis ideas de repente se desacomodaron y por la culpa de lo que ella había dicho-. No puedo ser importante para ti cuando yo lo único que hago es aprovecharme de tus momentos de debilidad -porque ella sabía que me divertía cuando la veía en situaciones vergonzosas-. Este es el momento en el que debes irte.

Sostuve la vista en su burlesca mirada, su sardónica sonrisa decía lo contrario a sus palabras.

-La verdad no lamentas nada. No entiendo porque empleas esa palabra sin saber el significado, pero me alegra que no hayas podido decir la palabra de lo que queremos ser para ti.

Me acerqué a él, era como si la barrera que me intimidaba que habia entre él y yo se la había llevado Testament, ahora podía hacer que me escuchara... quería que lo hiciera.

-Sabes cual es la palabra? "Amigos" . Eso era todo lo que él quería...-vamoa, hablaba por Testament cuando quería haceerlo por mí, pero aun no me atrevía a dejarle ver lo que sentía, ya que ni yo lo sabía...-Un amigo es lo que quería ver en ti y lo que llegó a ver, detrás de esa sonrisa burlona que tanto disfruta de verme frágil y verlo desatinar a Testament.

Me puse de pie, avanzando mas cerca de él que habia permanecido quieto en su silla...

-¿Y que demonios hago aqui? Gastar mis fuerzas y mi voz para hacerte entender que no eres tan despreciable como tu mismo crees de ti, que no eres alguien que puede andar solo por la vida, yo sé que hasta tú puedes ser mas que un rostro bonito y una actitud asquerosa...porque aunque no quieras siempre tendras a alguien y aqui me tienes!

Bajé la mirada, por primera vez desde que nos conocíamos, por alguna razón no logré sostenerla. Genial, ahora el que se había frustrado era yo por no lograr hacerla entender a ella lo que estaba queriendo en ese momento. No era tan dificil entender, ¿acaso nadie veía que pedía a gritos estar solo?, o quizás estaba dándo el mensaje equivocado, quizás tenía en la frente pegado un cartel que decía "acerquense a mi, seamos amigos".

Me levanté de la silla al verla tan cerca, aún sin querer mirarla. Tenía miedo de ceder ante aquella mirada tan retadora que nunca antes había visto. Me puse frente a ella mirando el piso.

-tienes suerte que eres mujer, porque de lo contrario ya te habría golpeado -dije fríamente. Me quedé un breve segundo en silencio y finalmente levanté la vista. Sentí como si un nudo se hubiese apoderado de mi garganta repentinamente... vencido por una mujer-. ¿Qué más quieres que te responda? ¿que me alegra tenerte aquí? ¿que me alegra que te compadezcas del pobre chico solitario que no tiene amigos? -como si eso me importase, el no tener amigos-. Lograste lo que querías -dije, explicando de otra forma que me había quedado sin palabras. Me limité a mirarla, esperando su respuesta, porque realmente ya no tenía palabras.

Me asusté al tenerlo frente a frente y de pie.
Su mirada se estaba escapando de la mía, cerrandose de nuevo, como siempre.
No retrocedí ni un paso, aunque una parte de mi tenia el impulso de salir corriendo... y cuando otra vez me miró me hiso flaquear por unos segundos.
¿Qué quería decir con todo eso?
Por alguna razón, a pesar de su fría voz, no le creí cuando dijo la posibilidad de golpearme de no ser chica...
Sostuve la mirada tras su silencio.

-No logré nada... callarte no me da ningún mérito. He sido espectadora de tu silencio muchas veces y esta no me es diferente

Mentí, realmente me sorprendía que se hubiese quedado sin mas alegatas.

-¿Por que me preguntas a mi? Que es lo que quieres tú? No puedo leer tu mente, y mis respuestas no significaran la gran cosa para ti. Pero... No es compasión, es que soy torpe para decir que te quiero, que quiero conocerte... que no quiero alejarme de ti, porque se que si lo hago jamás harías algo por acercarte...

Bajé la vista, cediendo a las lagrimas que apenas y se asomaban, pero que habian ganado...
No estaba empapada en llanto, pero si fragil otra vez...
Me tragué nuevamente esa debilidad y lo volteé a ver, aunque tenia la vista empañada.

-Que quieres, Nicholas Crowne? Por que si no te interesan los amigos has estado con nosotros por dos años? Refunfuñando y despreciandonos, pero has estado...

-te lo pregunto porque evidentemente ninguno de ustedes dos me escucha. ¿Qué quieres que diga? ¿que me alegra tenerlos como amigos? -dije a la par en que ella hablaba y cuando bajó la vista me quedé observándola, parecía que ya había vuelto a quebrar y lo comprobé al recibir nuevamente la respuesta de su mirada, esta vez empañada por las lágrimas.

Pensé en lo que me dijo, tenía razón y como odiaba que tenga razón. Me di cuenta que no me gustaba aquel enfrentamiento de palabras, ya que ella me llevaba ventaja, no era como las demás personas que no me conocían y podía hacerlas caer a mis pies por las estupideces y sarcasmos que se me ocurrían para decir.

-nunca los forcé a nada... Acabas de decir tú misma, si ustedes se hubiesen alejado yo no hubiese heco nada por acercarme -pero tampoco había hecho nada por alejarme. Sí, era grosero con ellos, pero podría haber tomado la alternativa de mudarme a cualquier otro lado del mundo y no verlos nunca más, pero sin embargo ahí estaba. Ahora sentía que la cabeza me explotaba por estar buscando excusas para no darle la razón.

-si esperas que te diga que tienes razón y que seamos los mejores amigos a partir de este momento... entonces te quedarás esperando toda tu vida, porque no voy a darte la razón en nada, así la tengas -dije, aceptando mi derrota... a mi manera-. Veo que fue un error volver aquí -reí con nostalgia-... creo que de alguna manera me lo esperaba, pero nunca me lo hubiese esperado de ti, nunca pensé que tendrías el valor de plantearme las cosas. La chica resultó ser valiente -dije con sarcasmo.

Quise interrumpirlo para evitarle la pena de buscar salidas a mi razón y tratar de inventar frases sarcárticas para avergonzarme.
Pero espere a que terminara.
Lo fulminé con la mirada mas compasiva que tenia.
-Lo único que resultó ser es que soy mejor que tú y te lo hice ver.
Lo tomé del mentón para evitar que me voltease la cara.
-Solo quiero que no te alejes,porque sabemos que pudiste hacerlo desde el principio,por mi no hay inconveniente en soportarte.

Ya había jugado mi última carta, ella no estaba siendo grosera conmigo, no respondía a mis intentos de sarcasmos y yo no podía seguir contestandole de manera despectiva. Era lo que muchos no habían tenido conmigo, paciencia y habilidad para ignorar mis pobres palabras. Quise voltear la cara pero ella habilmente me tomó del mentón antes de que lo haga. Mantuve la mirada en el piso unos instantes, completamente frustrado por la razsón de sus palabras.

-creo que... -comencé a hablar, volviendo la vista hacia sus ojos-... si no me alejé durante estos dos años no lo haré ahora, ¿no? -pregunté enarcando una ceja levemente-. Si eso es lo que estabas esperando escuchar, ya lo tienes.

No podía negar que me sentía bien con sus últimas palabras.
Libere su barbilla y lo observé,su ceja arqueada ablandaba su mirada y me hiso sonreir.
No me sentía triunfal,aun me faltaba mucho que conocer de él,pero por fin veia que los año no fueron en vano;algo ya lo conocía mas que los demás.
-Gracias Nicholas
Sin pensarlo le alcancé la mejilla parandome de puntitas para darle un beso.
-Aprovechando que te empeñas en decir lo que quiero oir,dime ¿Por qué no te alejaste?

-no me agradezcas nada -dije rápidamente sintiendome libre de poder desviar la mirada y posarla en algún punto lejos a un costado de nosotros. Traté de ser indiferente a su beso en mi mejilla pero sabía que al punto hasta donde había llegado ella podría percibir cualquier cambio que se produzca en mi a pesar de ser minúsculo.

Me reí por su pregunta, tratando de alejar el momento anterior a aquellas palabras.

-no te aproveches demasiado -dije casi a modo de regaño. No lograría todo en un solo día. Suspiré rodando los ojos-. No lo sé, en este momento no voy a decir nada que me haga sentirme más vulnerable de lo que me siento ahora... Así que quizás tenga que decirte que te debo una respuesta.

Quizé ignorar el porque quería tan insistentemente evadir que lo mirara de frente.
Crei que sería fácil porque me encontraba un tanto aturdida internamente por haberlo besado en la mejilla.
Nunca habia tenido una confianza muy grande con él... y no decia que ya la tuviera pero... yo misma me habia puesto las cosas mas complejas con ese chico y lo que acababa de hacer.

Su respuesta me hiso desviar la atencion de mis propios pensamientos.
A pesar de que lo hacia a modo de amenaza senti menos frialdad en sus palabras.

Y aparte, habia usado una palabra que me causo mucha inquietud.

-¿Vulnerable, Sr. Crowne? ¿A qué?

-vulnerable -dije repitiendo la palabra a pesar de saber que ahora la situación se había revertido, ahora parecía ser que era ella quien me ponía en aquella situación enla que nadie quiere estar.No, no tenía que pensar así, era sólo el momento, luego todo volvería a la normalidad. Pensé en Testament, todo esto era su culpa y lo iba a pagar caro, como nunca en su vida.

-no voy a exponerme más de lo que estoy y no quiero decir nada más al respecto, sino te importa -dije mientras tomaba mis cosas de la silla en donde me encontraba. Me quedé en silencio nuevamente, y detestaba hacer eso-. Quizás debas ir a ver a Testament, por como se veía seguramente sigue haciendo estupideces.

-No ha hecho ninguna estupidez, y claro que iré con él, pero no quiero enfrentarme a un Testament enojado...

Lo tomé del brazo, sin fuerza, solo posando mi mano en su antebrazo.

-Si me importa,pero no espero descubrir el misterio que eres en un dia... ni en dos. Pero se que ahora te conozco mas, y te prometo que nunca usare lo que puedo predecir de ti y tus actitudes en tu contra. Porque...-sonrei vagamente antes de repetirlo.-Eres importante y especial para mi.

Ya se habia ido el joven un tanto inseguro que habia logrado sacar de él...
Pero sabía que el que habia vuelto no era el mismo de hacia rato.

-¿Entraras a clases?

Observé de reojo su mano posada en mi brazo, parecía haber ganado más terreno del que me imaginaba, ya que nunca antes se había atrevido a llevar a cabo el menor contacto entre nosotros. Reí con cierta burla al escucharla decir que yo era importante para ella... y especial.

-no creo ser ni importante y mucho menos especial -murmuré para que ella no me escuche y luego negué con la cabeza-. Claro que no entraré, ¿cómo quieres que entre después de lo que ese estúpido acaba de hacer con mi ropa? -pregunté volviendo recordar a Testament-. Esta vez me quedaré, además no quiero cruzarme con él porque estoy demasiado enojado y no sé qué podría hacerle.

[Off Rol: perdonen por entrometerme > < pero no hay muchos foros activos en Seattle...lol..les prometo que solo estare un par de minutos y los dejare seguir conversando]

Caminaba a casa. Habia olvidado un par de libros que debia regresar a la biblioteca..y el tiempo de prestamo expiraba esa misma tarde.
Como aun era temprano..supuse en ir y regresar..cuando cruze frente a la cafeteria y visualize a Katherine.

La reconoci por su blanco cabello...y por su peculiar forma de lucir; sofisticada y elegante. No tenia inconveniente en hablarle..despues de todo la habia conocido mejor en clases de musica y canto...y sentia que compartiamos un vinculo mucho mas cercano..almenos en las notas y tiempos del piano y el violin.
Y de toda la gente que habia en el campus..ella era, sin duda, una de las mas cultas y pulcras...no habia inconveniente alguno..quizas hasta podria resultar una union bastante satisfactoria.

- Katherine! - le llame a unos cuantos metros. No habia sido un grito..mas bien una pronunciacion de su nombre...un poco mas alto de lo normal. Note al extranio jovena a su lado...y recorde quien era. "Bueno.."pense"este es un buen momento para poner en marcha mi plan"..- Katherine!..que coincidencia encontrarte...-le sonrei ya un poco mas cerca de ella. - encontre unas partituras fantasticas...-

Escuché que murmuraba, pero quise hacerme la desentendida para no iniciar otra discusion de cuan importante era....
Tenia razón, no podía entrar con la ropa asi de arruinada, alguien como él no se dejaría ver asi.

-Esta vez...-repetí sus palabras, sintiendo la ligera esperanza de que por lo menos en otra ocasion si nos encontrariamos en clase.

Pero para evitar que rompiera mi vaga esperanza no quise preguntar nada al respecto.

-Creo que el tampoco quiere cruzarse contigo... espero que a ambos se les pase y puedan hablar. Es sorprendente lo que las palabras correctas logran.-le apreté un poco el brazo para irlo soltando gradualmente

Le sonreí, un tanto sonrojada por mis palabras, pero ya no tan intimidada... Mirandolo hacia arriba y dandome cuenta de cuan alto era a comparacion mia.

-Supongo que por hoy ya te querras deshacer de mi... Y lo lograras porque yo si entrare a la clase siguiente....

Le coloqué una mano en el pecho, en silencio, y luego solo la quite...

-Aun esta húmeda... -murmuré...

Recogí mis cosas, dandole la espalda, porque el verdadero motivo de aquel roce indiscreto era para tratar de encontrar su palpitar, pero no sabia porque no habia sentido nada...

-Que tengas un dia... menos mojado y vulnerable en lo que resta de el-le dije cuando me volvi a verlo antes de irme...

Me acerque y le di un abrazo, si, en efecto, aun estaba empapado pero no me molestó...Fue un abrazo rápido, solo para alcanzar a murmurar...

-...realmente me importas...

Me separe y dando media vuelta me apresure a llegar a la clase de música....

Antes de separarme lo que hubiera querido de Nicholas luego de aquel abrazo me detuvo la mencion de mi nombre.

Era Anpu.

La salude alzando la mano, avanzando lentamente hacia ella.

-Hola! Que coincidencia! Ya casi nos toca otra clase, esperaba encontrarte ahi...

- Oh..si?...Dios...no me habia dado cuenta de lo tarde que era...crei que tendria tiempo de regresar a casa por unos libros..jeje...- Le sonrei algo nerviosa, habia notado como abrazo al joven aquel..serian novios?...amigos?...mmm...no...Katherine era una chica decente...seguro no habria sido nada, pero...despues de todo..el parecia un mal chico...mmm...bueno..nada perdia con preguntar no?.pero debia ser sumamente discreta.

- En fin...viendo que falta tan poco, podrias entregarle mi tarea al profesor?..quizas llegue algo tarde debo correr a casa...-saque un folder y se lo entregue- esa es la tarea que dejo...gracias...lamento dejarte tan rapido, crei que tendriamos mas tiempo para hablar..pero..-mi voz sono mas dulce aun- supongo que te dejo en buenas manos no? -seniale con la mirada al joven tras de ella- jeje...no te molesta ese favor verdad?

Dejé que Katherine me abrace, sólo porque ya no tenía ganas de seguir discutiendo y gastar tiempo en palabras que ella se dedicaría a ignorar y volvió a decir en un tono bajo pero no lo suficiente como para que yo no lo escuche que realmente le importaba. Hice como si no hubiese escuchado aquello, como si hubiese sido sólo un producto de mi imaginación.

De un momento a otro una voz se escuchó, llamaba a Kat y mientras ella volteaba yo levantaba la vista para a la chica con la que ya había tenido oportunidad de cruzarme dos veces. Permanecí en mi lugar mientras esperaba a que la mesera traiga la cuenta de la comida que el idiota de Testament había ordenado, encima tenía que pagarlo yo. De vez en cuando miraba de reojo la escena. ¿Qué había querido decir con eso de "supogo que te dejo en buenas manos"?. Rodé los ojos y miré hacia el interior del lugar, la mesera tardaba demasiado y yo quería irme.