Salvame jebuus ((Free xD no tiene nada que ver con el titulo))

Como en los cuentitos de vampiros, yo solamente salía de noche, solo en el vago intento de dejar de matar. Cosa que por ahora se me hacía imposible.
Ya saciada de algun pobre diablo que salío a pasear a su perro y con la conciencia totalmente en ruinas, escalé hasta el campanario de la iglesia y me metí en ella por la ventana superior. El lugar estaba oscuro, alumbrado únicamente por algunos rayos de luna y luces del exterior que se colaban por las ventanas de vitró, todas las estatuas y figuras religiosas lucían tétricas.

Caminé a lo largo del pasillo del lugar hasta el altar, el hecho de que estubiera ahi me resultaba raro hasta para mi. Jamas, en mis 19 años de vida había sentido minimamente fe en Dios. ¿Cómo podía creer en alguien que había dejado que mis padres murieran? ¿Qué deja matar a inocentes niñas de 10 años? Era imposible, si Dios existía, si era tan bueno, tan puro, ¿Cómo podía dejar que existieran criaturas como yo?

En un abrir y cerrar de ojos una de mis piernas se abalnzó contra la cabeza del Sagrado corazón de Jesus, destruyendo la estatua. Mi ira, mis impulsos, mi inconciencia, todo era incontrolable.

Otra vez una vampira, otra vez me hablaba de temores, contención, errores irreversibles o cosas similares. ¿Acaso era la manera que tenían los vampiros de "iniciar" a los nuevos?
Mi paciencia casi nula volvío a verse afectada.
Miré de arriba a abajo a la criatura que estaba frente a mi, blanca, delgada, hermosa, perfecta... ¿Acaso yo también lucía así? No había querido verme en un solo reflejo desde mi conversión, no sabía si podía superar el ver mis ojos como los de ellos, o mi piel... esa perfección no la quería, no la necesitaba, la aborrecía.

- No sabes nada de mi pasado y mucho menos de mi presente...- Rugí entre dientes ante su comentario, mi postura era hostil y a la defensiva.
Si algo había aprendido de los vampiros, era que todos eran impredecibles.... impredecibles y lunatico... no podía confiar en ninguno de ellos, ni en los ojos dorados, ni mucho menos en los ojos rojos..- ¿Quién eres? No recuerdo haberte visto nunca, y creeme, recuerdo los rostros de los tuyos...- Agregué rápidamente sin apasiguar mi tono de voz.

((OFF PERDON PERDON PERDON por el retraso estoy muy ocupada ultimamente y todos los dias quiero postear pero no tengo la oportunidad!!))

En mis 19 años de vida había demostrado ser una persona que se dejaba llevar siempre por impulsos. Solía estar a la defensiva y ser impaciente. Ni hablar de mi poco control de ira.
Cada una de esas cosas parecía acentuarse en mi nueva no-vida. Faltaba que una vampira dijera un par de palabritas incomprensibles para que yo saltara hecha una alimaña demente... Sin embargo por mas de creer que aquella mujer era la mas pedante que jamás había conocido algo en mi indescriptible e incontrolable hizo que le quisiera contestar su pedido.

-Me llamo Tea...Amaltea Fromm... - Contesté entre dientes y en una posición algo a la defensiva, no quería hablar, no quería contarle de mi, pero algo... algo hacía que las palabras salieran de mi sin justificación alguna- Mi enojo... no lo sé... ya no sé porque odio tanto todo...porque odio la vida...porque me odio a mi misma... - Me desplomé en el suelo queríendo hacer una mueca de llanto, sin embargo ninguna lagrima salía por mis ojos- Mataron a lo único que le daba color a mi vida.... sabía que tenía que hacer para vengarme...para vengarla... sin embargo todo se fué por demas de mis manos... todo...- Golpié el suelo casi con bestialidad, una enorme grieta se formó debajo de mi marmolada mano- Y lo peor es que me desconosco! Ya no se quién soy! ya no tengo una razón de ser! y ni siquiera... se como acabar con esto..- Mis gritos y rugidos decayeron hasta formar un hilo de voz... miré mis manos intactas junto al suelo destruido... ni yo misma sabía las limitaciones de mi nueva vida, y a mi pareser, no existía limitación alguna.