Que playa tan fria.../libre/

Tome cuidadosamente una de sus manos, entrelazando mis dedos con los suyos. Mis ojos seguian buscando los suyos, hasta perderme en su mirada una y otra vez. Era el mejor instante de mi pobre existencia. Note que el habia estado a punto de besarme... Por un momento me senti decepcionada cuando retrocedio, pero comprendi casi al instante su motivo: no era el momento correcto. Sonrei, como intentando darle a entender que estaba bien... que estaba perfecto lo que habia hecho.
Me acerque un poco mas a su rostro, despacio, dudosa y le di un suave beso en la mejilla, para luego mirarlo de nuevo y sonreir dulcemente una vez mas. Nunca me habia sentido asi de atraida por un chico... Suspire despacito, abrumada por aquel sentimiento tan diferente. Lo hice un poco hacia atras y me levante lentamente, aun aferrandome con fuerza a su mano. Cerre la portezuela del auto, no sin antes apagarlo y tomar las llaves. Lo mire, esperando que comprendiera mis firmes intenciones de dar un [romantico] paseo por la playa mas fria del pais.

De alguna forma podía entender lo que sus pequeños gestos querían decirme, a pesar de conocerla por tan poco tiempo.
Su sonrisa fue todo lo que necesite para sentirme tranquilo con lo que habia o no habia hecho.
Su beso en mi mejilla me aseguró que ese momento, los dos allí, era correcto, sin importar lo rápido que estuviera sucediendo.
La dejé levantarse y salir del auto aún con nuestras manos unidas. Me parecía que podía acostumbrarme a que ella me llevara a todos lados según su voluntad, en realidad mas que molestarme me parecía gracioso.
Caminamos alejándonos del auto, para caminar por la costa, me agaché en cierto punto para recoger la libretita que se le habia caido cuando tuvo ese pequeño accidente y se la entregué antes de volver a entrelazar mis dedos con los suyos.
En medio de todo, no le habia preguntado cosas tan básicas como su edad. Aunque tenía pocas ganas de romper el confortable silencio del momento, quería conocerla más.
-¿Que edad tienes Liz?-pregunté mirandola a los ojos.

Tome la libreta con las manos entumidas por el frio y garabatee mi rapida respuesta, sonriendo levemente mientras lo hacia. 17 ¿y tu? le mostre la respuesta rapidamente y segui sonriendo. Era un chico francamente fascinante, guapo... y sobre todo bueno. Aprete suavemente su mano, sonriendole un poco mas. Sus ojos me invitanban a perderme en ellos por toda la eternidad, era simplemente bello mirarlo.