Caminé, caminé y caminé. La casa de Zazil era hermosa, y tenía una vista excelente, ella no estaba en casa y estaba solo, oscuro, odiaba la oscuridad como un niño pequeño. Salí, cerre la puerta y simplemente me paseé por el lugar, no conocía ninguna parte de esta zona, quizá volviera a aquella caverna y me metiera al agua, me había sentido tan bien aquella vez...
Pero ahora había algo diferente, no podía explicarlo, pero el viento soplo y levanto algunas hojas secas, camine en direccion contraria a las cuevas, el ruido de algunos pajarillos, el ruido de agua fluir, ¿agua?, si, era agua, sonrei para mi mismo y no detuve mi andar, hasta acelere el paso, amaba el agua con todo lo que se podía, me tranquilizaba tanto, árboles, árbustos, ramas y demás dejaba atras, como el pasado, aunque el mio fuera malo.
Con la corriente de aire me dejo un efluvio algo extraño, algo similar al de Zazil y Bianca, ahora que recordaba tenía que buscar a Bianca, aunque no tenia idea de donde le hallaria, segui caminando hasta que llegue a las afueras del bosque, donde yacían unos acantilados y se podía ver la playa desde ahí. Mire buscando algo, cuando una silueta aparecío ahí, con un poco de timidez me aceruqe....
-Hola ...-musite casi en silencio-..