Quería que esta pesadilla se acabara cuanto antes, los segundos eran eternos y mi tranquilidad era molestada con la presencia de mi detestada creación, esto sería algo con lo que tendría que arrastrar hasta el último de mis días. Los sonidos me desgarraban, y mi vista hacia lo posible para no mirarla, pero habían segundos que eso resultaba imposible.
Sus gritos… sus macabros gritos… ¿No podía callarse y ya? Mis dedos estaban en mi cien me resguardaba esta condena más adelante. ¿Qué pasaría cuando lograra controlarse? Sólo la quería lejos de mi vista, lo más lejos posible, en mi vida no quedaba espacio para un ser tan imperfecto como ella. No quería meditar lo que la motivaba a comportarse así, quizás era algo en sus genes o simplemente la maldita vida de humana que llevaba, fuese lo que fuese no eran factores suficientes para tener esa actitud que ella tenia.
¿Cuánto tiempo más tendría que escucharla? Ya me estaba hartando y mi cuerpo ya se había relajado, solo esperaba ser liberada cuanto antes, podía sentir en mis venas y en mi boca que no caería nuevamente. Quería ver cuanto antes a André, no sabia como estaba o si le afecto la temperatura de este lugar, su transformación se avecinaba y necesitaba verlo antes que sucediera aquello, tenia que asegurarme de que el en verdad lo quería, aunque todos estábamos al tanto de que el tiempo se iba acabando y Jane llegaría en cualquier momento a asesinarlo si su conversión no era un hecho.
-¿Por qué no actúas como una adulta por una vez en tu maldita existencia?- pregunté con la voz llena de odio, tal vez podría matarla… no sería tan difícil, la experiencia jugaba de mi parte, pero el salvajismo del suyo ¿Qué hacer?. Volteé mi cabeza en su dirección por primera vez en todo este tiempo, de sus ojos se podían ver llamas, y su pálida piel no era más que un reflejo de en lo que se había transformado.