La noche se ponía fría y la luna era una compañera en ese momento, mis pasos eran tranquilos, paseaba entre los arboles del bosque, habían pasado mucho días, desde aquel día, el tiempo ya no era valido en esta vida, el tiempo se había perdido con la noche, se había perdido con el mismo tiempo.
Toda la ausencia de mi mente se había quedado lejos de este lugar, con los chicos, con la universidad, una monotonía pasaba en mi vida, nada excepcional, y estaba segura que nada interesante pasaría amenos que hubiera una pronta batalla la cual encabezaríamos todos los guardianes de las almas.
Un olor familiar invadió mis sentidos, era un olor que extrañé por mucho tiempo, pero ahora no sabía que era lo que sentía, estaba confundida, la soledad era participe de cambiar todo en mi vida, siempre fui así una mujer solitaria, sin amor, sin nada.
Mis ojos se iluminaron como los que son, un jaguar, ahora podía entrar en la mente, si se trataba de el…unos pasos más y en ese momento lo llamé:
>> -¿Eres tú? <<