Calando Olas °°°/Zazil/°°°

Tomé la tabla de surf, la trepé en la camioneta de papá, y sali a toda velocidad en busca de la playa mas cercana, estabamos en la peninsula de Olimpic, supuse que habria alguna, manejé unicamente guiado por los sonidos, la brisa y la densidad del viento. Mis ojos vislumbraron unos acantilados, sabia que habia llegado.
Estacioné la pickup, bajé la tabla, saqué la gruesa chaqueta, me la puse y comenzé a caminar hacia la playa. Estaba tan solitaria que me recordaba a las del Egeo, solo que los tonos acá eran grises, sin vida.

Caminé mirando la cantidad de olas, me safé las sandalias que llevaba puestas y caminé por la arena con tabla en mano, busqué una roca y me senté a contar las olas.

-Primero tres olas pequeñas... 1....2.....3... ahora una grande...- decía yo en voz alta una y otra vez, tratando de familiarizarme con el mar. Estaba yo en mi proceso cuando percibi la presencia de alguien, giré la mirada y una chica hermosa a mis ojos caminaba hacia mi, su ropa ligera me recordaba viejos tiempos en los que yo podia sentirme libre. Me paré de inmediato dejando la tabla a un lado.

-Buen día señorita- bajé levemente la cabeza haciendo algun tipo de reverencia. Después miré de nuevo al mar, habia perdido la cuenta.

-Tendré que comenzar de nuevo- dije en voz baja mientras intentaba hacer un espacio en la roca para la chica a mi lado deseando tremendamente que se quedara.

Noté su sonrisa ante mi estupida reverencia, estaba acostumbrado a hacerlo.
-Un gusto Zazil, me llamo Brian y no creas que soy un tipo anticuado, lo digo por lo de la reverencia, es que yo vengo del Egeo de la zona vieja un lugar entre Grecia y Turquia, allí acostumbramos bajar levemente la cabeza ante alguien recién conocido, es una señal de respeto- bajé la cabeza de nuevo, despues me rei mucho más relajado.

Regresé la vista al mar.

-Mis padres vienen por trabajo, yo solo soy su seguidor, es todo. - ella miró mi tabla, la levanté y se la mostré- Mi artefacto se llama "tabla de Surf", lo sabias no?- le guiñé un ojo, de pronto me di cuenta del tremendo calor que sentía, me safé la chaqueta, mis pantalones de algodon hacian juego con mi camisa tambien blanca.

Aun no me acostumbraba a esto, era algo que mantenia oculto, no habia conocido a nadie como yo, pero ahora en Zazil percibia algo que no habia sentido, teniamos el mismo aroma, y sentia su temperatura calando junto con la brisa del mar.

La miré intentando descifrarla, no sabia como abordar el tema.

Perdi de nuevo la cuenta de las olas, no me importó, mis ojos seguian clavados en ella.

Ella imitó el movimiento de cabeza, no pude evitar reirme.

-No conocias una tabla de surf??- pregunté sorprendido. -Entonces que es lo que hacen en las playas de esta parte del mundo?- pregunté casi ofendido.

Me rei estrepitosamente ante su comentario de mi atuendo.

-Acaso no te gusta mi ropa? - me miré un poco, concluí que tenia un gusto pésimo y que estaba hirviendo de calor por mi tonteria.

-Parece que tú no tienes frio- miré de nuevo su vestimenta, me inspiraba libertad -Jamás tienes frio cierto?- esta vez mi pregunta llevaba una doble insinuación, queria saber si ella era como yo.

-Lanzarse del acantilado? eso suena muy extremo, tú lo haces? deberás mostrame como se hace, y yo te enseño como se usa este artefacto para marcianos- dejé la tabla de nuevo en la arena con una amplia sonrisa.

Su sonrisa me pareció encantadora, su forma de hablar y de moverse.

-Pues sí, tengo algo de frio, es increible normalmente me dan unas temperaturas extremisimas, pero puedo vivir con el sudor escurriendo por mi piel- hize una mueca de asco inconciente y me rei de nuevo.

-Y tú vives por aqui? en Forks?- pregunté con curiosidad mientras fijaba mis ojos de nuevo en el mar.

Escuché todas y cada una de sus bromas, me arrabató una sonrisa en cada una, la chica era agradable, me sentí en confianza y exploté a carcajadas.
-ok, ok, nada de deporte para marcianos- levanté la mano en señal de promesa- ya viajaré a Port Angels y haré allá lo debido- agité la cabeza divertido.

-Maestra? y sueles ser asi de bromista con tus alumnos?- de pronto me sonó conocido algo en su comentario y giré rapidamente mis ojos a ella - Maestra en la Universidad de Seattle?, yo viviré allá de hecho, y me inscribiré ahi, en la facultad de medicina- dije con una leve emoción en la voz, los ojos como que se apagaron cuando mencioné lo de la facultad, bajé la vista un leve instante

No podia ocultar mi apesadumbrada mirada. Esperé a que terminara de hablar y baje mis ojos mirando mis manos que se hacian nudos entre ellas.

-Me encantaria conocer sobre la medicina rural, en serio- no se notaba alegria en mi voz- me encantaria que me enseñaras algo de lo que sabes, es solo que... mi meta es otra, pero mis padres quieren que estudie en la facultad de medicina, suelo hacer lo que ellos me piden, no me gusta defraudarlos, siempre he sido un chico listo y bueno en la escuela, pero esta vez, creo que me pesará mucho darles gusto- admiti con la cabeza baja todo el tiempo.

-Decis que a ti te hubiera gustado estudiarlo.. ¿por que no lo hiciste?- noté su cambio en la cara-

Después intenté recuperar mi humor.

-Como sea...de todas formas será un honor ser tu alumno- le sonreí de manera encantadora.

-te parece si caminamos? la piedra es incómoda- comenzé a caminar esperando a que ella me siguiera, dejé la tabla en la arena.

-Jamás he ido en contra de mis padres, y me ha ido bien, no me gusta quejarme de nada, todo lo que soy se lo debo a ellos y bueno... hago lo que me gusta a escondidas, pero lo hago- busqué sus ojos- adoro cantar, es mi pasión oculta, no lo hago bien, pero sueño con hacerlo en grande algun dia y que mis padres se sientan orgullosos de ello.-

Mis pies jugaban con la arena mientras escuchaba lo que decia acerca de sus estudios, la miré de vez en cuando mientras me decia aquello, al final la noté relajada, tal vez tranquila.

-Tu vocación. Es increible cuando encuentras aquello para lo que eres bueno, y es mucho mejor cuando lo haces no importandote el como ni el porque, es maravilloso- desvié los ojos al mar, estaba sumamente agusto, hacia mucho que no me sentía así.

-Zazil entonces que haremos primero: las clases o el acantilado?

Me reí nervioso cuando mencionó acerca del miedo a los lobos. Solo movi la cabeza en negativa. Y caminé a su lado rumbo al bosque.

No tenia idea de lo que me estaba sucediendo, percibia un aroma similar al mio, el cual era diferente al del resto de la gente, sabia de mi habilidad desde los 15 años, pero mis padres siempre me dieron limitantes no dejandome experimentar con el nuevo ser que yo era.
Ha decir verdad no entendia nada de esto que me sucedia, no sabia cuantos mas allá fuera habia como yo, debia aprender mucho y muy rápido.

Yo caminaba detrás de aquél jaguar, la brisa pegaba en mi pelaje oscuro, era una sensacion inigualable. Miré de vez en cuando el mar, mientras caminabamos por la orilla, recordé mi conteo sobre las olas, me estremecí en mi nueva piel.

Alcanzé a ver que el Jaguar detenia su paso, a su lado estaba mi tabla de surf, intacta y olvidada. Vi su transformación, me impacté.

Una sensación de comodidad invadió mi cuerpo, empezé a imaginarme de forma humana, y povo a poco la imaginación se iba tornando en realidad, mis patas fueron las primeras en cambiar, el pelaje oscuro desapareció y a cambio obtuve piel rosacea y perfecta, después mi rostro tomó su forma original, estiré el cuello un par de veces, sentí a los huesos acomodarse, era doloroso, los musculos regresaban a su tamaño original, los colmillos desaparecieron, la mandibula tronó cuando de acomodó de nuevo, en unos cuantos minutos que me parecieron eternos, yo era ya un humano... un desnúdo humano...

Miré de inmediato a Zazil, pero desvié la mirada, solo por no ser descortés, me puse de espaldas a ella y tomé del suelo mi tabla de surf, me cubri el frente, después le dije aun sin mirarla..

-Vamos a mi camioneta, no esta lejos, toma- le di la chaqueta que me habia quitado cuando llegué a la playa- es grande podrás cubrirte de aqui a que llegamos al auto-

Caminé lo mas rapido que pude, tenia la tabla de surf al frente, y me era algo incómodo mostrarme desnúdo.

La camioneta estaba ya visible, aunque me pareció una eternidad llegar a ella, por otro lado imaginé la escena, yo.. caminando al lado de una bella chica... desnudos... wow! seria mejor que parara mis pensamientos si es que no queria hacerle un hoyo a la tabla (XDDD)

Las llaves estaban en la chaqueta, miré a Zazil un breve instante y señalé los bolsillos
-Solo presiona el boton rojo para abrirla-

La camioneta se abrió y me dirigí hacia atrás -Sube ahi encontrarás unas maletas llenas de ropa, son de mi madre, toma lo que sea, lo que se te haga mas cómodo-

Abrí la puerta de la cajuela y abri mi maleta, estaba nervioso buscando qué ponerme, de pronto miré hacia el interior del coche, vi su espalda desnuda, con aquel gran tatuaje, su color canela me gustaba muchisimo, bajé la mirada de nuevo, aspire´hondo y busqué algunos boxers, saqué unos jeans, me los puse, no importaba la camisa, estaba hirviendo...

Caminé aun sin mirar a Zazil, no sabia si ya se estaba poniendo algo o no, me trepé al asiento del piloto y me quedé ahi sentado, sin decir nada, prendí la radio , y esperé...

Sali de alguna especie de trance, agité la cabeza y le bajé a la música.

-estoy hambriento- dije con completa sinceridad mi estómago respondió casi al mismo tiempo que yo, me sentí apenado y sonreí.

Encendí la camioneta y cambié la canción, le subí de nuevo.

Puse la reversa y pisé el acelerador, tomé el volante y miré hacia atrás, para verla a ella.

-Me invitas a comer a tu casa?- sonreí de una manera especial, con un brillo intenso en la mirada, no esperé su respuesta y me dirigí hasta la carretera. Fijé los ojos al frente y subí aun mas el volumen.