This is The End??? (Laurent)

Sabia que habia sido una cobarde al largarme, y no enfrentar todo aquello que me agobiaba, por un lado tenia la enorme necesidad de llevarme mi tristeza de las personas que mas amaba, pero por otro lado no debia haberlos dejado sin dar la mayor explicación. Estaba algo cansada de aparentar, en mi ausencia habia sacado mi lado salvaje, arrebate un par de vidas, y sabia que eso no habia estado bien, pero el coraje que tenia acumulado tenia que salir de alguna manera.

Lllevaba la nota de Laurent en una de mis manos, completamente deshecha, apretandola cada vez mas fuerte con algo de odio, y no hacia él, si no a mi reverenda estupidez.

Caminé con paso firme hasta el bar, ahi estaria sin duda, habia caminado desde forks, sólo caminado, tomandome el tiempo para meditar un poco mas.

Mis pasos se hacian mas lentos conforme me acercaba, la cara se me caia de la tristeza y la verguenza ¿qué le diria? ¿perdóname? ¡no me dejes!??, saqué aire de golpe y me quedé parada en el umbral de la puerta, buscando su aroma con mi nariz.

Estaba sentado en mi lugar en un banco de la barra parecía que ese lugar me había pertenecido desde siempre. El Martini seco en frente de mi, la música de siempre, aunque definitivamente la música nunca me aburría en mi local. Empezó a sonar una de mis canciones favoritas.

Un aroma se mezclo entre todo el entorno, mis ojos se abrieron al volver y mirarla al dar unos pasos dentro del local, sabía que esto pasaría, pronto, no huiría, no era un cobarde y estaría con ella para hablar, para escuchar todo lo que me tenía que decir. sus palabras eran lo que añoraba.

Mis sentimientos por ella eran como un tatuaje dentro de mi corazón, me alegraba mucho verla, me alegraba sentir su aroma, ver sus ojos pero, me preguntaba que era lo que ella sentía, que era lo que ella pensaba, quería saberlo todo. Se me desmoronaba todo en mi interior, no sabía que hacer, estaba perdido y no quería perderme más. Necesitaba escuchar sus palabras pronto antes de entrar en el abismo de la locura.

Mi aspecto no era nada normal, un vagabundo podia compararse facilmente conmigo, la ropa desgastada y mas sucia que nunca, el cabello alborotado y aquella nota en la mano.

Caminé hacia él, con ganas tremendas de correr, de superar mi marca y correr como nunca para estar mas rapido en sus brazos.
La música me distrajo un segundo, la ironia llegó a mi cabeza, supuse que esta vez nadie disfrutaria del silencio.

Extendi mi mano para mostrarle lo que quedaba de la nota, pude haberme derrumbado de nuevo ante sus ojos, pude haberme dejado caer a sus pies, pude haber llorado incluso.

Dejé caer la nota en la barra.

-No tengo la cara para decir lo siento, no tengo el valor para decir perdóname, y no tengo tampoco las ganas de alejarme de tu lado- miré sus ojos con fervor, como aquél primer dia y continué.

-No tengo excusas, me fui por qué lo necesitaba, por qué mi cabeza estaba apunto de explotar, por qué no queria dañarte, por qué necesitaba arrancar de lleno los recuerdos efimeros del pasado y hoy regreso con la seguridad de que aquello esta sanado, de que no hay pasado que lacere, pero... no era la manera de irme y ahora esto esta en tus manos-

Metí la mano a un bolsillo del desgastado pantalón y saqué el anillo que habia dejado, lo puse en la barra.

La observé tenía un aspecto desarreglado el cual no me importaba su aspecto, era ella la que me importaba. Me puse de pie al ver que se acercaba a mi, ahora quería correr hacia ella abrazarla y besarla, pero debía contenerme, apreté las manos. Vi la nota que era una parte de nada, sonreí a medias que salió muy forzado.
-Te llegó el mensaje –dije en un murmullo muy áspero- ¿Y que es lo que has venido hacer aquí? -me dolieron la palabras pero era justo lo que quería escuchar de su boca-

Ella empezó a hablar era un fluido decorado con aromas, cerré los ojos estaba perdido, la amaba y no sabia como olvidarla.
-¿En mis manos? – la miré a los ojos- ¿Por qué en mis manos? No solo son mis manos, extrañé tus palabras… quiero escuchar todo, donde has estado, que ha sido de ti –le tomé una mano y sentí una electricidad que recorrió todo mi cuerpo- Habla..… saca todo dentro de tu ser, quiero escucharte…

Estaba decidida a hablar a no callarme más, a soltarlo todo, ni siquiera escuché con claridad lo que él decía, estaba perdida en sus ojos y sumergida en mis palabras. Pude percibir el amor fluyendo en el aire, no se podia negar aquello que surgía magicamente cuando estabamos juntos.

El toque de su mano recorrió de escalofrios mi cuerpo, amaba su piel tersa y la calidez que sentía en ella. Cerré los ojos por inercía, aplastada por una especie de sumisión y placer. Apreté su mano con fuerza y quize buscar la otra, pero me frené.

-Estaba tan dispersa, que corrí y corrí, como un salvaje delirante, quizas llegué a Canada, o tal vez Alaska, quizas a la Patagonia o a la Cordillera de los Andes, pero hacia frio, senti el frio y la ausencia.- me reí ligeramente, sonaba idiota, pero nunca supe a donde me llevaron mis ganas de desaparecer-

Tomé una bocanada de aire, de su aire.

-No quize mezclarme con los humanos, me escondí donde pude, cazé lo que estaba a mi alcanze, caballos salvajes me alimentaron alguna vez, estaba cegada por la ira de mi abandono, pero te juro que me sirvió para apreciar lo que tengo y para botar lo que no hacia falta. Pero no tengo justificación, digo que esta en tus manos por que ahora yo he regresado, y el que se va eres tú, yo tomé la decision de irme, ahora te toca a tí.

De mi boca habia salido lo que no tenia planeado decir, la garganta comenzó a picarme en ese momento, apestaba a humano, cerré los ojos, habia ganado algo, pero aquello por lo que tanto habia sufrido regresaba a mi: la sed por la sangre humana. Apreté los puños, mirando aun aquella nota.

El local estaba vacío, solo estaban los meseros en un lado esperando atender a alguien y el bartender limpiando unas copas haciendo lo propio mientras platicaba con uno de sus compañeros. La música se volvio un lugar donde solo existiamos dos.

Ella empezó a hablar sentí su mano apretar la mía, era una sensación que a pesar de nuestros cuerpos gélidos se sentía el calor que emitían. La escuché palabra por palabra…me fijé en sus labios, en sus ojos que brillaban dorados resplandecientes mientras ella seguía con su historia. Algo no cuadraba de su historia, el sonido ausente de su corazón, la mirada perdida y sus labios que se movían deseosos de algo, de sed, pero sus ojos dorados no decían lo mismo, había regresado al principio. La sed la estaba haciendo sufrir y ahora no era necesario soportarla, le estaba haciendo daño en todo momento y por su mirada parecía que en cualquier momento podría flaquear, la conocía bien, sus movimientos y su mirada parecían hablarme. No podía creer lo bien que la conocía, sonreí a medias aun mirándola.

-Tomé la decisión Brody, porque la soledad no es para mí, has cambiado a este vampiro y este vampiro se ha vuelto dependiente de su gente, de su familia y tu ausencia lo ha atormentado a tal grado de sentirse miserable. Te fuiste dos veces sin dejar una nota, nada de tu paradero, tu rastro se perdió en el camino, no sabíamos donde estabas , no sabíamos si estabas bien, si te había pasado algo, y ahora regresas… -solté su mano dejándola en su costado- No creo que sea lo mismo, no dudes en ningún momento de que te amo, siempre lo haré, pero no puedo perdonar que no me hayas tenido la suficiente confianza para decirme que era lo que te pasaba, tal vez te pude haber ayudado, acompañado, sabes que hubiera hecho todo por ti.

Me quedé mirándola en silencio esperando alguna reacción, miré aquella hoja que había escrito, miré el resplandor de mi anillo sobre la barra y lo tomé con el índice lo levanté y lo volví a dejar en su lugar.

-¿Qué sucede Brody? -pasé uno de mis dedos sobre su rostro hasta tomarla por la barbilla y dirigir su mirada hacía la mía- Ha vuelto… ¿Verdad? Todo lo que habías logrado se ha ido por la borda-dije en un tono tranquilo, algo decepcionado- ¿Tienes sed?

Cuando me soltó una enorme ola de terror me invadió, él no me perdonaría tan fácil, no tenia idea de donde habia sacado la cara para presentarme ante él después de mi ausencia, lo mas fácil hubiera sido desaparacer para siempre, y ya no volver, asi ya no nos hariamos más daño.

Ya no habia forma de reaccionar, estaba perpleja ya esperando lo peor, pero lo merecía, se aligeró el peso cuando él tomó el anillo de nuevo, pero la esperanza duró poco, la fe se desvanecia más rapido de lo que crei.

Y luego su dedo por mi rostro, me estremecí sólo de sentirlo, antes de que apartara la mano la tomé con fuerza, poniendo mi mano sobre la suya.

-Tengo sed, mucha de hecho... pero eso no es lo importante ahora, no te preocupes, podré con esto- sabia que él me conocia de mas, y sabia que notaria mi deseo por la sangre humana,era una de las debilidades con las que más trabajo me costaba luchar, pero por él lo haria de nuevo, él me hacia falta para ser fuerte y resistir los instintos, si me dejaba ahora mi vida estaria acabada por completo.

Apreté los ojos, ningun rayo de luz se filtró, el pecho dolía, presentía el final.

La escuché y asentí. En el local siempre teníamos sangre para nosotros guardada bajo llave, los empleados no podían agarrarla.
-Se que podrás Brody, eres suficiente fuerte para lograrlo, es cuestión de que lo creas. –Esto se lo había repetido más de una ocasión - Hay que dar un tiempo a esto. –la miré de nuevo- Sabes que te amo, pero ahora siento que todo está desmoronándose lentamente, necesito más que un solo porque, que solo una historia, solo necesito saber los motivos que te llevaron hacer todo esto, porque lo hiciste… porque te fuiste.

Aun me sentía herido, sabía perdonar, la amaba, pero me costaba mucho perdonarla en este momento, no era fácil, no fue fácil tomar aquella decisión, la suerte estaba echada, ahora solo restaba curar las heridas y esperar que l atormenta pasara, la calma iba arribar solo había que esperar pacientes, que la brisa se llevara toda esa negrura que nos agobiaba en el interior. Me quedé mirándola a los ojos y luego la abracé aun esperando sus respuestas, necesitaba con locura escuicharla, escuchar todo lo que le estaba pasando, quería saberlo todo.

Era inutil fingir fortaleza, pero la idea de no poder desgarrarme ahora mismo llenaba mi cabeza de piedritas, conforme Laurent hablaba, me convencia mas de lo loca que fui al dejarlo sin decir nada, esto no iba a ser fácil, más valía irme preparando para lo peor.

Estaba demasiado pesimista, pero no le veía fin a esto, incluso estaba llegando a hartarme de la situación, habia sido inutil forjarme esperanzas de un perdón express.

Mi historia tenia huecos, y contradicciones, yo misma lo veía.

-Me fui sin pensar mucho en ello, Laurent antes de que yo me fuera nuestra ralación se venia a pique, tú en la Universidad y en el Pzyco, yo con mis planes inconclusos, Freda estudiando, me dolia estar lejos de ustedes, después la cabeza se me llenó de ideas, yo ya no te veia, por mas que hacia el esfuerzo, la llama que teniamos en un inicio se estaba apagando, y sé que no era por que asi lo quisieramos, sólo pasó.

Comenzé a caminar de un lado a otro, nerviosa.

-tenia que irme para demostrarme que me hacias falta, para demostrarme que valia la pena continuar, lo hize por mí, fui egoista.

La seguí escuchando, ahora me puse a pensar en lo que ella me decía en todo esos cambios que ocurrieron en nuestras vidas en ese alejamiento, la aparición de Meyers, su muerte y ahora todo esto que nos está pasando, no entiendo porque se tuvo que ir, porque se fue, sabía que mi ausencia le hacía daño y no sabía como remediarlo, las terapias han servido para darme cuenta de muchas cosas, pero a la vez siempre hacen un hueco dentro de mi interior, ese abismo aun estaba presente, el amor no cura nada, hace heridas que se vuelven mas profundas con el paso del tiempo.

-Te extrañé –dije con una voz sutil aterciopelada, mirándola y agarrándole el cabello- Has tomado la decisión de regresar, te hará bien estar con tu familia, lo mismo que a nosotros, nos hará bien tenerte cerca. No regresaré a Forks a menos que sea para cazar –dije afirmando lo que le había escrito en la carta- Puedes quedarte con la casa si lo deseas.

-Nunca fuimos amigos, siempre fuimos amantes, siempre entregue mi vida a ti desde ese momento que atravesé aquel teatro… creo que es momento que empecemos de nuevo… -le extendí la mano tomando la suya y besando el dorso- Salût, Je suis Laurent Blanc, enchanté, ¿Te gustaría ir a tomar un café? –sonreí encantador, definitivamente se escuchaba absurdo, aunque todo esto no significaba que hayamos regresado, no significaba que la perdonaba del todo, pero era una oportunidad de conocernos mejor, como nunca lo hicimos desde el principio y tal vez era una pauta para darle esperanza a una relación que se había dado por perdida-


(Off: Fue muy divertido lo del perdón Express =), dos para llevar uno bien cargado porfavor )

Puse atención a sus palabras, permanecí quieta, por momentos cerré los ojos, grabandome ciertos detalles.

Por lo menos aún podía contar con mi familia, medité en eso de irme a vivir a Forks, no sabia si podria con el hecho de vivir sola, de estar sola sin ellos, él no regresaria a Forks, quizas me haria bien estar sola de nuevo, no seria como cuando partí, tendria tiempo de arreglar la casa, podar mis rosas, componer algo de música, escribir.

Me sentí un tanto aliviada, su oferta no era mala, minimo podria llamarlo de vez en cuando para platicar. No me meteria en su vida si es que no queria, haria lo que ellos me pidieran.

¨Nunca fuimos amigos¨, resonó en mi interior y me clavó algo en el pecho, pero era verdad, yo no sabia nada de él, todo habia sido mera y simple atracción, por otro lado tenia la impresión de qué nuestra relación iba más allá del simple deseo sensual y sexual, lo conocía, lo conocia lo suficiente para amarlo e idolatrarlo.

-Me gustaría- dije con algo de alegria en la voz, era un buen re-inicio, tendria que tomarlo como una oportunidad.

-Vamos ahora si quieres- le sonreí como solía hacerlo

Sonreí con alegría al escucharla, al menos su rostro desorbitado había cambiado y tenía un reflejo de esperanza en sus ojos. La tomé del cuello y la abracé acercándola a mi y besándole la cabeza.
-Vamos, que te gustaría primero ir a un paseo al parque y luego beber un café –sonaba estúpido el hecho que no podíamos beber y comer comida humana, pero al menos ese tiempo tendríamos para platicar- o prefieres ir a cenar a un restaurant –hice una pausa- Francesa, italiana, japonesa, china, mexicana ¿Cuál te gusta más? ¿Gourmet¿? –Reí carismático tomándola de la mano para encaminarnos a la salida, antes cogí el anillo sobre la barra y lo coloqué en uno de sus bolsillos-

Mientras él acercaba su rostro a mí, observé con detenimiento sus labios, el color , la forma y la textura que tanto idolatraba, extrañaba besarlos, pero no seria ahora, quizas el tiempo corra y yo me quede sin besar esa boca.

Tomó mi mano y yo me aferré a su brazo.

Habia caminado mucho ultimamente, agradecí no sentir cansancio, y no me cansaria de hacerlo, mucho menos con el hombre que mas habia amado en mi loca existencia.

-Caminemos, demos un paseo- casi salté hasta la salida -Se me antoja un helado de chocolate- me reí mirándo al piso, un leve recuerdo de mi vida humana.

-Después aceptaría un buen café con leche- sonreí de nuevo, ibamos tomados de la mano, giré mi rostro para mirarlo, este era el hombre que amaba y que amaria por toda la eternidad