*Los lados de la moneda* (vampiro,lobo, libre)

Esa tarde habia decidido salir de seattle, despues de todo nesesitaba un poco de distraccion, tome el auto manejando rumbo a La push, uno de los lugares que me llenaba de cierta tranquilidad, trate de ir grabando en mi mente cada detalle de ese camino, tal vez encontraba imagenes similares a los lugares donde estaba con anterioridad, antes de venir a establecerme aqui, huyendo de mi paso que ahora de nuevo se hacia presente, "bien dicen que nunca puedes huir, por mas que quieras siemre te alcanzara el destino" pensaba,al darme cuenta estaba entrando ya a la pequeña reserva, busque un lugar para dejar el auto, al estacionarlo, me quede por un momento dentro de el, recargada en el asiento, mientras cerraba los ojos y respiraba profundamente, "basta ya!" pense para mi misma.

Abri la guantera para sacar mi fiel compañera, mi camara...al sacarla de ahi, tambien cayo un sobre el cual reconoci de inmediato, deje la camara en el asiento del copiloto, para tomar el sobre y abrirlo, era la carta que hacia tiempo me habia mandado ... al comenzarla a leeer mis ojos se nublaron, termine de leerla por fuerza, el contenido revelaba mi ser y la historia que me rodeaba de la cual habia escapado junto con ella , mi unica familia hasta ahora que yo reconocia, volvi a guardar la carta en la guantera, tome la camara y sali del carro cerrandolo.

Ahora sabia perfectamente a donde tenia que ir, el lugar donde los que no estan descansan,el estar ahi sintiendo el sillencio que predominaba el lugar, reconfortaria mi alma y me ppondria en contacto con aquellos que desaparecieron, guie mis pasos rumbo al cementerio, por fiortuna ene l momento era la unica presente, comence a recorrer los pasillos que a otros como yo seria el ultimo que nos harian recorrer, ¿ tal vez nunca tendriamos la suerte de recorrerlos, pero veriamos el paar de otros, ¡soledad!.

Vi un momumento que llamo mi atencion, me aceruqe mi fasinacion por la figura del lobo predominaba pero mis pensamientos hacia la eternidad eran una meta que no se si cumpliria algun dia, dos lados de la moneda, contrarios evidentemente, dos deseos que conservo.. el cual se lleve acabo tal vez nunca lo sabre, pensaba mientras me acuclillaba postrando mis rodillas en el suelo ante aquel monolito.

Anadaba un poco cabisbajo, en mi cabeza daba vueltas el fracaso de no encontrar a mi supuesto tío.
Había conocido lugares fantasticos en mi estancia en Seattle, y a mucha gente, me había diverido, y pensaba que había encontrado al amor de mi vida, una parte de mi ser estaba satisfecho y seguro; en cambio la otra parte se sentía desprotegido, solo.
No sabía que hacer, subí a mi auto y dejé que el camino me guiara, en el camino encontraba desviaciones, las fui elgiendo al azar, distraido del lugar en donde andaba miré un letrero que decía "La Push Reservación Quileute", ya había venido a este lugar, pero había llegado por otro camino. Venía escuchando musica a todo volumen, en ese momento no podía escuchar a mi mente y menos a mi corazon.
Paré en el cementerio, ya que fue lo primero que encontré en el camino, aparqué el auto, era un poco tarde, y estaba refrescando, Tomé mi chamarra del respaldo del asiento y me fui a vagar al cementerio, recordando a mis abuelos y a mis padres. A lo que recordé una fase muy cierta que mi abuelo me dijo justo antes de morir.."Para las mentes bien organizadas, la muerte es la siguiente gran aventura". Por mi mejilla escurrieron unas leves lágrimas, la voz se me había entrecortado. *Nicholas por que te fuiste de tu hogar* Me dije en un susurro, mientras caminaba hacía una gran estatua de un lobo que resaltaba entre todas las que lo rodeaban.

(Una disculpa, por causas ajenas a mi no habia podido responderte..)

Mientras estaba viendo el lobo sumida ne mis pensamienros, un ruido externo me saco de mi cabilacion, me puse de pie y gire mi rosro para ver quien mas estaba ahi, respire profundamente para caminar y darle espacio a el joven que estaba tambien ahi, pase a un lado de el alejandome un poco.

Perdon, no quise molestarte..dije entrecortadamente, parandome a unos pasos detras de el sin dejar de ver a ese lobo.