Un presente algo atrasado /Sasha/

Ultimamente había sido una zombie, sí añadiría eso a mi lista de cosas anormales para describirme, y una antisocial que incluso habia dejado de felicitar a su mejor amiga por su cumpleaños y que casi ni se pasaba por su propia cama por miedos que ya estaba feliz de haber superado, las crisis existenciales eran algo nuevo para mí, pero eran algo que queria dejar atrás, ahora tenía claro que estaba exactamente donde pertenecía por lo menos en este efímero presente, y no me iba a preocupar más, sólo quería disfrutarlo.

La primera parte de esa nueva yo, un poco menos taciturna y más viva, si se podía decir de esa manera, era disculparme y compensar a Sasha por andar tan ausente; por eso la llamé en un día libre de cargas, aunque los examenes se acercaban para que nos vieramos y de paso darle un regalo.

La esperaba en los jardines de la fraternidad, un hermoso dia nublado me hacía posible recostarme al aire libre, contra uno de los arboles que ya debían de tener casi un siglo de vida.

((off: Bruta...postee donde no era...bue, ya que digamos que estamos afuera ))

(OFF: Despistada >.< XDDDDD)

Guardé el celular en mi bolso tras haber hablado con Ally. Había estado bastante extraña últimamente, demasiado taciturna para mi gusto... Y eso me asustaba. Como si ella fuera a desvanecerse, dejándome sola, junto a un montón de sobrenaturales y sin mucha protección... Ya que preferiría mil veces morir sola que ver a Drew intentando defenderme. Había acabado de llegar a la fraternidad, por lo que no me demoré mucho en bajar al jardín a encontrarme con mi amiga.

Y allí estaba ella. Tan despampanante como siempre, tan taciturna como últimamente... Ahora sí que parecía un zombie en vida, pero algo me decía que estaba mejor.. De lo que fuera que le hubiere pasado. Le sonreí a lo lejos y alcé la mano a modo de saludo, mientras me acercaba a ella. Pronto estuve junto a ella, quien me sonrió y algo me dijo que la crisis parecía haber pasado ya, de hecho. La abracé con fuerza -aunque eso era como poner mis brazos alrededor de una roca móvil- y pronto me separé, esperando a que ella me explicase al menos el porqué de su comportamiento extraño en las últimas semanas. ¿Se iría, se quedaría?

-Hola, Ally -le saludé

Había cerrado los ojos para sentir el viento mientras esperaba, me agradaba hacerlo cuando estaba sola, podía sentir mejor y usar mis otros sentidos para descubrir que pasaba a mi alrededor.

El olor inconfundible de Sasha llegó a mi, abrí los ojos y respondí a su saludo con una sonrisa, una sonrisa que hacia mucho no mostraba, sabía que ella lo había notado, pero ahora salía naturalmente, la claridad mental era como tener un nuevo respiro de vida.

Respondí a su abrazo con fuerza sin llegar a lastimarla, ya estaba casi que programada para medirme cuando estaba con ella, cuando me soltó, pude ver en su rostro, tan fácil de leer como toda la vida, que en verdad sabía que algo andaba mal ultimamente y que estaba preocupada, llena de incertidumbre por mi culpa. Le sonreí cálidamente y le contesté de la misma forma, tratando de que se relajara, se preocupaba demasiado, ese era su problema.

-Hola Sash.-Mmm no sabía muy bien como seguir desde ahí, mis chistes malos ya eran tradicion para estos momentos, y por más malos que fueran, funcionaban- ¿Porque la cara si no estoy muerta?- Si, verdaderamente un chiste malo, malisimo...pero que le iba a hacer, si se reía iba a ser precisamente de lo tonto del chiste.

Reí con ganas por el chiste. Era simplemente algo que ella había hecho desde siempre, contar malos chistes con tal de mejorar los ánimos, hacer que me despreocupara... ¿Pero cómo hacerlo? Si bien ahora se podía decir que me había abierto al mundo, no por eso querría que Ally se fuera de mi lado. Eso... Jamás. Aunque bien sabía que algún día tendría que pasar.

-¡Qué mal chiste! -exclamé aún sonriendo- ¿Cómo has estado? Te he notado rara, ¿sabes? -le dije, yendo directo al grano.

Si, como siempre, el chiste funcionó, por lo menos le habia logrado sacar un par de risas, por supuesto, eso no la hizo olvidar su preocupación. Volví a sonreirle y la miré con cara de culpa.

-Creo que te debo una disculpa...no he sido yo misma ultimamente, y sé que lo has notado porque he estado más ausente que de costumbre y he sido la peor amiga del mundo, olvidando tu cumpleaños y todo eso...tenía cosas que pensar, estaba muy confundida respecto a mi vida y creo que tenía miedo de llegar a lastimarte.- Reconocí, no hacía nada mintiendole, nunca lo habia hecho y no iba a protegerla cuando sabía que ya era lo bastante fuerte ahora, no era una niña, ya no.

-Pero te prometo que no volverá a pasar, tengo las cosas claras ahora- continué con una pequeña sonrisa en mis labios

-Lamento que estuvieras... Confusa -dije, sin poder evitar un tenue sentimiento de culpabilidad.

Aunque ella decía que me había abandonado, tampoco es que yo hubiere estado allí para ella como siempre lo había hecho. Había estado demasiado ocupada con el estudio, con Drew, con mi propia vida como para acercarme alguna vez, vencer la barrera y preguntarle "¿estás bien?", incluso si eso me hubiese costado la vida, debí haberlo hecho.

-Pero... Si vuelves a sentirte confusa... No dudes en decírmelo -pedí, alzando la mirada- No quisiera que te fueras de mi lado, no sin antes tener una buena explicación y haber intentado solucionar el problema. Por favor, promételo.

-No lo lamentes, eran cosas que debí tener claras hace mucho, y no tenía porqué molestarte con ellas, primero porque ya te dije, temía que corrieras peligro a mi lado y segundo, Sash, tienes una vida normal aquí, tienes amigos, preocupaciones mundanas...eres feliz, y no quier oscurecer esa parte de tu vida a la que yo no puedo llegar.

Prometer que no me iría de su lado... difícil, incluso si tal como ella decía primero le explicaba e intentábamos solucionar las cosas, eventualmente llegaría el momento de irme.

Me enderecé y tomé aire antes de hablar.

-Prometo que te diré si vuelvo a dudar de mi misma o si tengo que irme de este lugar, nunca te dejaría sin darte una explicación o un aviso.- Afirmé, eso si lo podía prometer-Además, puede que suene muy...no lo sé rosa, pero si me voy siempre estaré pendiente de tí y siempre voy a estar contigo, eso tambien te lo puedo prometer.

Suspiré, medio aliviada, medio consternada en respuesta a sus palabras. Por un lado, me agradaba tener su promesa de una explicación si algo llegaba a suceder, pero por otro lado, me dolía saber que en determinado momento de mi vida no la tendría junto a mí, porque eventualmente, yo envejecería... Y ella jamás lo haría. Podía afirmar que en ese momento cambiaría nuestra relación. Ella tendría que esconderse, yo tendría que ser su cómplice en ello, si pretendía conservar a mi amiga... Lo cual, de hecho, así era. Me acerqué hacia ella y la abracé con tanta fuerza como podía sin llegar a romperme algún hueso contra su cuerpo de granito, sintiendo su gélida piel bajo la mía tibia, aliviada de saber que a pesar de sus propias dudas seguía teniendo a mi amiga.

-Gracias por prometerlo -susurré, ahora con una media sonrisa en los labios, separándome de ella- Y, ¿qué te hizo aclarar todo de nuevo? ¿Fué espontáneo? -pregunté.

Sabía que esta conversación le había recordado lo que inevitablemente pasaría en un futuro, así que respondí a su abrazo con fuerza, la había extrañado muchisimo, despues de todo era mi mejor amiga, la única que había tenido con sinceridad en lugar de interés y a mi tampoco me gustaba la idea de perderla.

-Bueno...estaba muy...angustiada, porque sentía que la antigua yo volvía y no sabía que hacer, pero la profesora Blanchard me encontró un día mientras pensaba y hablé con ella, ver las cosas con algo de perspectiva me ayudó mucho a tomar una decision y aclarar las cosas.-Le contesté despues que me soltó.