En el mar la vida es más sabrosa (Lionel)

Mi mente estaba tranquila, no sabía como, no sabía por qué, pero había encontrado cierta paz dentro de la desesperación que ya me había inundado, ¿desesperación? quizá no fuera eso, mejor dicho ¿locura?, no, no importaba ya, solo importaba que me hallaba más tranquilo, no quería saber más, no, ya no, pero tenía que aceptar la realidad, en verdad quería saber más y más hasta el punto en que no pudiera recopilar por haber muerto.

Ya habíamos salido del bar, Myhr me había mirado unos segunos antes de eso pero.. era curioso, sus miradas, ¿por qué me miraba así?, no, no quería saber la respuesta a eso, no quería llegar a hacer concluciones falsas, a crear falsas ilusiones por que eso era llegar a una conclusión, desgraciadamente había olvidado mi naturaleza, no importaba ahora, el sielncio se volvia a apoderar del lugar, no me había dejado pagar la cuenta, daba lo mismo, comentó sobre ir a la Playa de la reserva sonaba tan bien e interesante, un lugar que no conocía aún nuevos horizonte.

El camino fue tranquilo, busco en la radio una estación, dudaba mucho que encontrara algo a tales horas, pero lo consiguio encontro una estación con una buena canción, solo se podía escuchar las bocinas retumbar, aunque era curioso me había pedido parar en una tienda, parecían bebidas, lo miré tomar una de golpe lo que causo una sonrisa en mi rostro mientras le miraba por el rabillo del ojo, se podía ver tan seguro de si mismo, que no importaba nada.

Poco fue el tiempo de la tienda a la playa, el ambiente cambio totalmente, ya no era el bochornoso calor que existía en el auto por el choque de nuestras temperaturas, no ahora se sentía el sueve viento acompañado de pequeñas gotas de agua lo que generaba una brisa, el va y ven de las olas, el choque de estas contra las piedras, la luna viendose reflejada atra vez del espejo, el agua.

Estiré mi cuerpo, se sentía tan bien, giré mi cabeza a ver a Myhr esbozando una sonrisa, era bueno poder compañia como la de él, cerre la puerta del auto y recargue mis brazos sobre el toldo mirandolo.

-Bien, ¿qué haremos?..-cuestioné como si nada hubiera pasado, como si lo sucedido en el bar hubiera sido solo una ilusión, mi tono era alegre, quería meterme en el mar sentir el roce del agua, eso quería-.

Carisma 8+

Myhr Aukland ha efectuado 1 lanzada(s) de uno D10 :

Fuerza de Voluntad 5+

Invitado ha efectuado 1 lanzada(s) de uno D10 :

No había contestado mi preguntá simplemente había salido del vehículo sin decir una sola palabra, me miro fugazmente y camino hacía la playa, ¿sus rázones debía tener?, si, sonrei miré un momento para el suelo negando y una risilla escapo por mi parte, di un pequeño golpe al toldo y caminé detrás de él dejando el vehiculo abierto, el aire frio soplaba pero para mi este era solo una frescura momentanea.

Lo miré quitarse la polera dejando de nueva cuenta su torso desnudo, sacó una botella propinandole un buen trago, entonces extendio esta hacía mi, la coji y de igual modo le propine un trago, el alcohol no me detendría hoy, permanecía de pie mirando lo que nos rodeaba, era un lugar hermoso a fin de cuentas, me gustaba el canto de las olas contra las piedras, era tan tranquilizante para mi.

La imagen de cuando lo encontré regreso a mi mente, ya no era lo mismo, él ya no era tan desconocido, me miro y le mire y todo cambio y pasó de un momento a otro, se quito las botas y para mi sorpresa de igual modo se quito lo que le restaba de ropa, lo miré de momento y me arrebato la botella dando otro trago largo, sonrei divertido por su acción, dio media vuelta y se encamino hacia el mar hasta que termino dentro de aquellas aguas.

Propine otro buen trago, dude unos momentos pero perdí de repente la razón, deje la botella de lado y me saqué la polera, quité mis zapatos y lo demás que me cubria quedando igual que él o como muchos dirian como había venido al mundo, el lugar estaba vacío, caminé divertido hacía el agua metiendome en esta mojandome cada parte del cuerpo, se sentía tan bien, estaba a no más de un metro de myhr, sumergí mi cabeza, olvidando todo protocolo, toda norma, no importaba ahora estaba en el agua y no quería saber más.

Unos momentos fueron los que pase bajo el agua, sentía el toque de está con mi piel, sin embargo no era mucho lo que duraba helada a menos que me moviera, aún así calmaba aquel calor que tenía interna y externamente, él estaba nadando cuando saque la cabeza del agua, le miraba pero no sabia por que una sonrisa no se borraba de mi rostro. ¿Qué pensaba en realidad?.

De repente salió y me miró unos momentos, lo miré, sus cabellos mojado, su torso humedecido, ambos bañados por el brillo de la Luna, la tantas veces nombrada complice, no, no mia, jamás mía, de repente su mirada se encontró con la mía, el silencio había regresado, pero esta vez no era lo mismo era diferente, yo estaba tranquilo, quería olvidar lo sucedido en el bar, pero al parecer no sería así. Todo pasó de un momento a otro, de un movimiento ágil y un poco brusco me encontraba chocando sus labios contra los mios.

¿Qué había pasado?, ese fue el único cuestionamiento que mi mente se pudo hacer antes de simplemente... olvidar, mi mano pasó por su espalda, no había podido poner resistencia alguna, simplemente estaba dejandome llevar, ¿correcto?, ¿importaba?, no, no quería respuestas, no necesitaba respuestas. El agua seguía con su va y ven, parecía que danzaba, ahora podía decir que la Luna había o mejor dichose estaba volviendo mi complice, el viento se mpovía al igual que el agua, todo parecía estar en armonía, siendo uno.