Sol, animales y helado (Alex y Lyaan)

Lyaan había estado varios días aburrida en la casa, así que aproveché mi día libre para llevarla a Seattle, más específicamente al zoológico. Para la ocasión, también invité a Alex.

Llevaba a mi pequeña sobrinita encima de mis hombros, esperando en la entrada a "la niñera". Hacía calor y desde lo alto se encontraba el gran astro, prefería el frío al calor. Pagué por mientras los boletos, a precio de estudiante, de adulto y para niño.

-Esperamos a una amiga mía a la cuál te quiero presentar- Mientras esperábamos, miré lo que era el mapa.

-¿Por cuáles animales quieres comenzar Lyaan?- Pregunté mirándola desde abajo. Contábamos con tiempo demás, no me importaba si quería ver todo el lugar, yo la haría feliz de igual forma.

-Si, una amiga; no lo sé, quien sabe- Respondí en el mismo orden cada pregunta que hizo, adoraba cuando los niños preguntaban así, se veían de lo más curiosos.

Pareció pensarse mucho que ver.

-Podemos ir a ver los osos polares, y claro, los tigres son lindos -Pero no cuando abandonan a su prometida en el altar La imagen de la cara de Dámiaso se presentó en mi mente, lo cuál llegó a darme un poco de enojo.

-Pero nos mantendremos cerca de la entrada por si llega, ya que aquí tengo su boleto- Su emoción me hacía sonreír, como un pequeño solecito. La bajé y le di un beso en la mejilla; corrió directamente a ver a los flamingos en un gran estanque. Tomé su mano para evitar problemas, y mientras ella veía a las aves rosadas, yo daba de vez en cuando unas miradas hacia la entrada.

Cuándo pensé en llamarle por el celular, fue cuando su cara apareció entre la multitud. Volví a subir a Lyaan a mis hombros y me dirigí hacia Alex.

-Un gusto que vinieras, Alex, te presento a Lyaan, Lyaan, ella es Alex- Tal vez sería mejor decirle después que sería su niñera, aunque podría confundir la relación entre los dos con algo más que eso. -Ella te cuidará los días que yo no pueda-

-Hola Kurt- Saludé al pequeño hurón, a Lyaan se le iluminaron los ojos con verlo, sentí su ansiedad cuando preguntó si podía tocarlo.

-Te entiendo, suele sucederle a todos- Cuando mi sobrinita no se dio cuenta, le pregunté en un susurro a Alex- ¿En serio le pusiste el nombre por eso o porqué?- Reí.

-Flamencos, Lyaan quiere ver a los tigres o a los osos polares primero, sugerí que te esperaríamos aquí por mientras, no me gustaría dejarte ahí afuera y nosotros acaparando toda la diversión- Le entregué su boleto. Me pensé seriamente en comprarle un hurón a Lyaan cuando tuviese la oportunidad.

Reí y le entregué el hurón a Alex.

Lyaan aún seguí arriba, tuve cuidado de no tirarla, podía atraparla, pero quedaría mal frente a varias personas, por no decir que fuese extraño. La siguiente atracción fueron los monos.

-Se parecen a alguien que yo conozco- Dije divertido, refiriendome en broma a Lyaan. -Pero yo tengo a la más linda-

-Son animales Lyaan, nosotros somos humanos, y ellos están encerrados para que no hagan destrozos en el lugar o escapen- Miré más a los animales, que parecían alegres de jugar a cada momento con sus hermanos. La ambientación era perfecta, pues podían columpiarse con facilidad, como si estuviesen en una pequeña parte de la jungla.

Embobada miraba todo animal que pasaba por mis ojos, es decir animales no personas. Deje que Kurt siguiera adelante con Lyaan, parecian tan unidos que no queria interrumpir. Me sente en una banca, saque a Kurt del bolso y le di algo de comer, estaba hambriento. Varios niños se acercaron a verlo, preguntaban lo que era y todo tipo de preguntas que haria un niño a esa edad. Se las respondi todas,con un tono de simpatia y amabilidad.
Cuando los niños se fueron y Kurt dormitaba en mis brazos, me levanto y sali a buscarlos, estaban frente a los monos, charlando. Me coloque detras de ellos, esperando que su conversacion terminara.